Archivo por meses: octubre 2011

Elecciones regionales y municipales en Colombia

Hoy se llevaron a cabo elecciones regionales y municipales en Colombia. Hasta el momento se da como ganadores a Gustavo Petro para la alcaldía de Bogotá y a Aníbal Gaviria para la alcaldía de Medellín. Acá les paso una serie de tuiteos recopilados por la gente del Diario antioqueño «El Colombiano» sobre el desarrollo de la jornada electoral, que no estuvo libre de incidentes, tal como se puede apreciar mejor en el sitio web Pilas con el Voto, que mapea denuncias e irregularidades.

Hell is the absence of god


Hell is the absence of god

Hell is the absence of god

Me encontraba en un taxi por las calles de Quito regresando a mi hotel, y me puse a tomar fotos de la ciudad de noche. Disparé y disparé. Ya en mi habitacion me puse a revisar las fotos. Apenas vi ésta me dije: «Hell is the absence of god«. Como se que la mayoria de los que lea esto no va a entender, les explico. Pero primero una lectura.

It was an unexceptional visitation, smaller in magnitude than most but no different in kind, bringing blessings to some and disaster to others. In this instance the angel was Nathanael, making an appearance in a downtown shopping district. Four miracle cures were effected: the elimination of carcinomas in two individuals, the regeneration of the spinal cord in a paraplegic, and the restoration of sight to a recently blinded person. There were also two miracles that were not cures: a delivery van, whose driver had fainted at the sight of the angel, was halted before it could overrun a busy sidewalk; another man was caught in a shaft of Heaven’s light when the angel departed, erasing his eyes but ensuring his devotion.

«Hell is the absence of god» [El infierno es la ausencia de dios], es un relato del escritor Ted Chiang. En él, tal como describe John Kessel: «no hay duda sobre la existencia de Dios, del Cielo, del Infierno, de los ángeles, y de los milagros. Todos son literal y físicamente verdaderos, verificables por la ciencia y las mediciones. Pero el hecho de su existencia no hace que los motivos y propósitos de Dios sean menos inescrutables. Dios recompensa y castiga arbitrariamente. Si hay un plan, ese plan no puede ser entendido por los mortales.»

Cuando leí el relato, las casi apocalípticas escenas de las apariciones de los ángeles eran, en mi mente, tal cual se ve en la foto. Aunque me parece recordar que la mayor parte de ellas eran diurnas, con diferencias de intensidad lumínica, de noche serían casi como se ve en la foto.

En la vida real, el ángel no es tal. Se trata de una efigie de la Virgen María situada en la cumbre del cerro El Panecillo, uno de los montes tutelares de Quito.

El primer párrafo de «Hell is the absence of god» ha sido extraído de este post de PodCastle, The Fantasy Fiction Podcast. Lo pueden escuchar completo en línea si gustan. Acá una excelente reseña del mismo.

«Todos somos ciborgs»: Amber Case y la ciberantropología


Cyborg

Cyborg

Cuando uno oye hablar de ciborgs, se le viene a la mente seres mitad humanos y mitad robots, con un aspecto como los terminators de las películas del mismo nombre (pero en realidad estos son androides), o diversas variaciones de grado en la misma combinación, a veces más robot, a veces más humano, aunque realmente más ciborg serían El hombre nuclear, el protagonista de una vieja serie de los setentas y el famoso Robocop de la película del mismo nombre de los ochentas.

Así pues el ciborg vendría a ser aquel ser humano que ha visto sus capacidades físicas o mentales aumentadas por la sustitución de partes de su cuerpo por otras robóticas, de mayor poder y resistencia. Imaginarán que la primera vez que oi esta frase «Todos somos ciborgs», me pregunté cómo podría ser eso. Más aún estando asociada a otro término hasta ese momento extraño para mi: Ciberantropología.

Aunque tenía una idea aproximada, no supe realmente qué era la ciberantropología hasta que lo busqué en la Wikipedia: «una rama de la antropología sociocultural que estudia sistemas cibernéticos y la relación entre humanos y nuevas tecnologías. La ciberantropología, a diferencia de la etnografía virtual, estudia la relación del ser humano con las tecnologías, […] Por ende, la ciberantropología centra su atención tanto en contextos Online, como en fenómenos tecnológicos como lo pueden ser el estudio de dispositivos de uso masivo […] hasta la fusión del hombre con la máquina como es el caso de los cyborgs.» Además añaden:

La antropología tiene hasta el momento tres aproximaciones en el mundo de las Nuevas Tecnologías, siendo la ciberantropología una de ellas. La primera es la etnografía virtual, cuya mayor exponente hasta el momento es Christina Hine. La etnografía digital es la segunda propuesta. La tercera propuesta es la ciberantropología, la cual retoma su nombre del libro escrito por Arturo Escobar [1] «Bienvenidos a Cyberia». Recientemente ha aparecido el libro «Ciberantropología, cultura 2.o» de Alfonso Vázquez[2], que aborda el tema de manera concisa.

Obviamente acá nos referiremos principalmente a la tercera opción. Sin embargo aunque esta pequeña aproximación al tema publicada en el diario argentino La Nación trata sobre las tres variantes, este párrafo aporta mucho a comprender la ciber antropología: «la forma como los individuos y las comunidades se apropian del ciberespacio, las alteraciones que la tecnología digital provoca en su cotidiano, las diferentes identidades desempeñadas en la comunidad virtual, la influencia de la comunidad virtual en la real (y viceversa).»

Me resultó curioso enterarme (en la Wikipedia en castellano) que se debe a un colombiano la denominación de ciberantropología (por ahí se lo imputan a otro, me parece.) Y la razón es que fue en Colombia que pude conocer a una ciberantropóloga: Amber Case. Pero antes de conocerla, googleé sobre ella. Lo que más me llamó la atención en primera instancia fue su charla TED. Acá la pongo para que la vean también:

Carlos Casuso de El blog de Método resume la charla de esta forma:

Case parte de la idea de que la tecnología está haciendo evolucionar (en el sentido más literal del término) la naturaleza de los seres humanos. Estamos dando un paso evolutivo desde el homo sapiens hacia algo así como un homo sapiens mira-pantallas que interactúa con el mundo haciendo ‘clics’. Se puede decir que hoy prácticamente dependemos de “cerebros externos” (ordenadores, móviles…) para comunicarnos con otras personas, recordar nuestro pasado, o incluso “vivir” biografías secundarias paralelas. En su ponencia Case se plantea la siguiente pregunta: ‘Estas máquinas, ¿van a ayudarnos a mejorar como seres humanos o, por el contrario, van a doblegarnos?’

Probablemente si alguien es un nativo digital, Amber lo sea por derecho propio. Quizás no haya nacido con un celular en la mano pero parece que rápidamente hizo de las computadoras una parte de si misma. A modo de anécdota copio parte de esta entrevista de Technocult del 2010, donde Case, hablando de artefactos digitales y la fragilidad de la data, cuenta (la mala traducción es mía):

Case – Un problema es que las máquinas no se vuelven más pesadas cuando ponemos data en ellas. Lo cual es extraño, por que la información tiene peso en la vida real.
Entrevistador -Es curioso que digas eso. A veces cuando borro montones de cosas de mi laptop, siento como si quedara más ligera, en serio. Se que no es así, pero es lo que me parece.
Case – Es interesante la forma que lo dices- es una señal de que tus sentidos están enlazados a luna máquina – que tu máquina se ha convertido en una clase de cerebro externo. La primera vez que mi computadora se malogró sentí que había perdido la mitad de mi cerebro.

Esta otra entrevista de Simone Cicero del mes de julio de este año en Meedabyte nos revela un poco más de las ideas de Amber Case sobre el uso de la tecnología y su factor social, donde por ejemplo, Facebook vendría a cumplir la función de un fast food de la interacción social, acortando distancias y ahorrando tiempo:

[SC]: ¿Cuál es el rol de la tecnología entonces? ¿ser sólo una “habilitadora” para que el individuo confíe, donde sea y cuando sea, en las fortalezas de su comunidad?
[AC]: Al co-crearse a si mismo con un dispositivo digital, uno desarrolla una identidad en relación a otros. Esta identidad es interesante o no interesante. Si es interesante, una convergencia ocular, o un juego de atención virtual pueden unirse a una identidad virtual. Esto brinda a una persona una cierta cantidad de gravedad con respecto a otros. Las actualizaciones de estado de uno deben ser tecnosocialmente atractivas para los que las ven, o si no la identidad perderá gravedad. Las marcas, y de forma creciente los individuos también, buscan incrementar la gravedad. Muchos de ellos fallan. Aquellos que tienen éxito se convierten en personas útiles, orientadas al servicio, o en íconos del entretenimiento.

[SC]:  En un pasaje del “Manifiesto Cyborg” leo: “Un cyborg es un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción.” ¿En qué sentido entonces, hablamos de una “criatura de realidad social”? Entonces, de vuelta a la pregunta previa, ¿es posible que el cyborg sea por definición “social”? ¿es ese un aspecto clave de este acto de evolución?
[AC]: Ese es un muy buen punto. Los humanos son, por naturaleza, sociales. Cuando las computadoras se conectaron en redes, la tecnología se volvió social, no solo entre humanos, si no entre máquinas. En este sentido, la computadora es la portadora de la interactividad humana. La computadora ayuda a los humanos a ser más sociales y más inteligentes debido a que reduce la fricción de la interacción que existe en el mundo análogo. Transmitir información o buscar información es un acto social que ayuda a transformar los resultados de búsqueda en iteraciones más útiles para el siguiente investigador.

También nos da ciertas luces sobre el futuro según Case.

[SC]: ¿Crees que finalmente tendremos objetos “sociales”, capaces de interactuar con nosotros de forma natural? (A menudo pienso en cosas como el carro Google) – ¿Cuál sería su impacto en la sociedad?

[AC]: Creo que ya tenemos objetos sociales. Nos han dado interfaces que nos conectan a otros. En cierto sentido, ya estamos socializando con el dispositivo para poder socializar con alguien más.

[SC]: ¿Qué opinas del movimiento Humanity+, y en general sobre el positivismo tecnológico? ¿Crees que podemos esperar que esta transición, maduración, a un nuevo homo sapiens sea no-traumática? ¿Es probable que haya momentos en que este desarrollo podría detenerse o revertirse?

[AC]: Creo que el futuro será costoso, y que muchos no serán capaces de costeárselo. Algunos de los mejores tratamientos de salud, por ejemplo, requieren bastante dinero. Las mejores nuevas tecnologías siempre costarán un montón de dinero y se volverán rápidamente obsoletas.

Comentaba que el pasado mes de abril en Medellín, Colombia, tuve oportunidad de conocer a Amber Case. Bueno, esto se dio en el marco del evento Fractal’11, al cual asistió para dar una charla sobre ciberantropología que básicamente fue la misma del TED talk, pero ampliada. Si gustan pueden ver una serie de preguntas que le hicieron sobre el tema y otros relacionados acá. Pero antes de su charla pude conversar brevemente con ella:

En la bio que figura en el sitio web de Amber Case, se señala que «Su principal interés es el software para celulares, la realidad aumentada y la visualización de datos, así como reducir la cantidad de tiempo y espacio que le toma a la gente conectarse.» De hecho su tesis de grado se tituló «Cell Phones and their Technosocial Sites of Engagement.» Aparte de su sitio web, también lleva el sitio Cyborg Anthropology, un wiki que funciona como repositorio de diversos recursos relacionados con el tema, donde por ejemplo define al ciberantropólogo como:

Un ciberantropólogo observa cómo los humanos y objetos no humanos interactúan entre si, y cómo esto cambia la cultura. […] Así que este es uno de los aspectos que estudio, la idea de la tecnología móvil y sus efectos en las relaciones de la gente. […] Entonces estudiar cómo las personas interactúan entre si a través de estas pequeñas interacciones tecnosociales, versus sólo las interacciones análogas, es otro aspecto de la ciberantropología.

En este mes de octubre debe ponerse a la venta el libro de Amber Case: «A Dictionary of Cyborg Anthropology, A field guide to interface culture»:

¿Qué significa extender el cuerpo al hiperespacio? ¿Cuáles son las implicancias a la privacidad, información y la formación de identidad?
Este texto cubre varios temas tales como la compresión del tiempo y el espacio, recuerdos hiperenlazados, dispositivos de demanda excesiva, tecnología móvil, evaporación de la interfaz y cómo la tecnología está cambiando la forma en que vivimos.

Pero no todos están de acuerdo con ella. En el blog Cyborgology de The Society Pages, califican las «subjetividades» de Case como una poderosa forma de control social imbuido dentro de la lógica de los medios sociales, y manifiestan desacuerdo con el uso que Case le da al término ciborg.

(Primer desacuerdo: el ciborg humano como una invención reciente): Por ejemplo, una tecnología fundamental que estructura otras tecnologías construidas sobre ella es el lenguaje. El pensamiento post-estructuralista tiene tiempo enseñando acerca del poder del lenguaje para guiar el qué y el cómo piensa la gente, cómo los yoes se forman, cómo el poder se promulga, y más. Otras tecnologías, tales como la organización espacial (piense en las tecnologías de la arquitectura de un anfiteatro o de un panóptico) tienen un impacto profundo en los procesos mentales de los humanos. La mente humana nunca ha sido independiente de la tecnología, y, como tal, siempre hemos sido ciborgs.

(Segundo desacuerdo: nuestros yoes digitales como una clase de segundo yo): la noción de primer o segundo yo podría ser un falso binario. Para Case, el segundo yo es esa versión digital de nosotros en línea. Argumenta que tenemos que mantener constantemente este alter ego que siempre está conectado con otros. Y en esta frenética explosión de conecciones no nos estamos dando el tiempo de crecer, reflexionamos menos sobre quienes realmente somos y exáctamente cómo queremos presentar a nuestro alter ego en línea. “Los chicos hoy,” señala Case (Siempre me estremezco esperando lo que sigue a esa frase), se están volviendo “adictos” a cliquear botones. […] Pero Case debería darse cuenta que es por esto precisamente que su tesis es falsa. Los perfiles de Facebook están fuertemente anclados en el mundo físico, y nuestras interacciones fuera de línes son influenciadas por lo digital. La realidad en la cual existimos está crecientemente aumentada por átomos y bits, y esta realidad aumentada está habitada por un aumentado yo ciborg (lo cual es opuesto al lenguaje dual del primer y segundo yo).

Mas allá de estar o no de acuerdo con una u otra definición y/o tesis, la importancia de estos temas es innegable. A pesar de eso, en un mundo en el que coexisten humanos «ciborgs» y humanos aún en la edad de piedra (ciertas tribus no contactadas) y con los humanos entre dichos extremos que mantienen diferencias abismales en lo que respecta a educación, cultura y poder económico, es quizás aventurado decir que «todos somos ciborgs», en todo caso habría que poner en claro cual «todos». Y bueno, me gustaría seguir explorando el asunto pero ya será en otra ocasión. Si les ha interesado pueden revisar las webs referenciadas donde hay más información sobre la ciberantropología, también pueden visitar el Cyborgblog para mayor info sobre ciborgs, en un sentido más clásico del término.

La subtitulación de la entrevista que le hice a Amber Case fue realizada por Mariel, ¡gracias!

La imagen del post fue obtenida del sitio web Gamma Squad.

El castellano, la RAE y los derechos de autor

La RAE y los derechos de autor

¿Puede un lenguaje usado por millones de personas tener derechos de autor y ser propiedad de una entidad o institución? ¿Es legalmente permisible o ética su apropiación por parte de terceros? Estas preguntas se han estado planteando últimamente en la red a partir del aviso que la Real Academia de la Lengua Española, RAE, y el Grupo Planeta, enviaron al periodista uruguayo Ricardo Soca para que retirara de su web, elcastellano.org, contenidos considerados de su exclusiva propiedad, así como enlaces a la página de la RAE. Veamos algunos extractos de la comunicación de la RAE a Soca, según el documento subido por este último a internet:

actuando en nombre y representación de la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, en adelante RAE, en relación con el sitio web de su propiedad www.elcastellano.org, queríamos informarle que dicha Institución es el único y legítimo propietario de la marca RAE y de la información contenida en la Web www.rae.es, por lo que queda expresamente restringido el uso de de los mismos.

Tanto los sitios Web de la RAE en su condición de obras multimedia como cada uno de sus elementos y contenidos están protegidos por derechos de propiedad intelectual y, salvo para un uso personal y no comercial por parte de los Usuarios, no pueden ser distribuidos, modificados o reproducidos total o parcialmente sin la autorización previa por escrito de la RAE.

Se advierte que cualquier acto de reproducción, distribución, comercialización o transformación no autorizadas de tales buscadores, diccionarios y bases de datos más allá de los usos permitidos, constituye una infracción de los derechos de propiedad intelectual de la RAE, quedando esta legitimada para interponer las acciones civiles y penales que correspondan.

Con el propósito de evitar prácticas desleales así como de proteger los legítimos derechos de propiedad industrial e intelectual de la RAE, queda prohibida la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de los sitios web de la RAE, salvo en el caso de que se utilicen los procedimientos que la RAE implemente para ello, bien sea por medio de botones integrables en el navegador o de otro tipo de recursos de software.

Hasta donde se puede apreciar, el documento es el típico cease and desist, usado por los abogados en defensa de los derechos de propiedad u otros. Podría parecer razonable el pedido, pues se refiere no al uso del idioma si no a los recursos y contenidos propios de la RAE, sin embargo el caso tiene sus bemoles. Empecemos  por lo que dice el propio afectado, Ricardo Soca:

El papel de las instituciones académicas, sobre todo de aquellas que son financiadas en todo o en parte por el dinero de los contribuyentes, es generar y transmitir conocimientos, devolviendo a la sociedad el fruto de sus investigaciones con la máxima divulgación posible. Que las empresas privadas comercialicen material cultural para obtener ganancias no está mal, forma parte de su papel en nuestra organización social, pero las instituciones académicas no deberían involucrarse en la busca de lucro.

Habíamos pensado hasta ahora que este sería el caso de la Real Academia Española, que desde Madrid pretende dictar las normas del castellano a un universo de 450 millones de hablantes diseminados en veintidós países de cuatro continentes, trabajando en colaboración con un conjunto con otras tantas academias nacionales . Pero la RAE retacea el fruto de su trabajo por razones comerciales: su diccionario no ofrece en la web todos los servicios de su versión comercial en disco, el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española no ofrece en la red los mismos servicios que su versión de pago en DVD, y no permite la divulgación de sus trabajos fuera de su página web por razones comerciales.

En el siglo XXI, la Academia ha delegado en empresas privadas del Reino de España una parte de la autoridad que hace 298 años le confirió Felipe V para unificar la lengua del imperio. En efecto, es sorprendente que una compañía poderosa como el Grupo Planeta pueda presentarse en nombre de la Real Academia, presionando para impedir la divulgación en la internet de obras en cuya elaboración han participado las veintidós academias, como es el caso del Diccionario de la lengua española y pretende imponer las leyes del reino a los países hispanohablantes.

Podría parecer extraña la asociación entre la RAE y el Grupo Planeta, sin embargo Juan Luis Sánchez en Periodismo Humano aclara: «La Academia es una corporación pública financiada al 50% por las grandes empresas españolas […] a través de la Fundación pro RAE, precisamente creada en 1993 para “canalizar la ayuda” de la sociedad civil. El presidente de honor de la Fundación pro RAE es el Rey de España». También nos informa de otras consecuencias de esta acción de la RAE:

Esta estrategia […] ha provocado indirectamente el cierre de otra página relacionada con la RAE. Esta vez se trataba de una “versión mejorada” para consultar del Diccionario Panhispánico de Dudas elaborada por Franz Mayrhofer, un hispanista colaborador del Instituto Cervantes (aquí su ficha profesional) en California.

Dirae.es, es un [otro] buscador donde puedes encontrar una palabra no solo en el índice de términos sino también dentro de las definiciones. Mejor con un ejemplo: si buscamos “tela” en el buscador oficial de la web de la RAE, la página nos lleva a la definición de la entrada “tela”, pero si buscamos “tela” en Dirae.es, nos muestra todas aquellas palabras definidas de alguna manera con “tela”. En este caso, 70 páginas llenas de vocablos

En defensa de Dirae, su autor explica que “hace exactamente lo mismo que buscadores como Google”. Es decir, “busca en los contenidos de los sitios, muestra un extracto del texto coincidente y enlaza a la página”. De hecho, si usamos Google podemos hallar resultados muy parecidos de “tela”. ”Con la diferencia”, dice Gabriel Rodríguez, “de que Dirae no tiene publicidad y no genera lucro alguno, al contrario que Google o Bing. Pero claro, la carcajada que produciría una amenaza de Planeta a Google se escucharía en todo Mountain View”.

Luego de brindar estos ejemplos de usos enriquecedores de la información que la RAE pretende de alguna manera «privatizar», Sánchez concluye:

mientras que la web del diccionario de la RAE es tosca y poco usable, alternativas sin ánimo de lucro como las de Franz Mayrhofer o Gabriel Rodríguez ofrecen, por un lado, una experiencia más agradable y, por otro, servicios que directamente la RAE no desarrolla.

¿Debería la RAE permitir el uso sin ánimo de lucro de sus bases de datos, sus definiciones, sus normas? ¿Debería permitirlo incluso con fines comerciales? Todo este asunto sería un debate sobre la propiedad intelectual de lo público, parecido al que suscitan las políticas de transparencia, si no fuera porque el ecosistema de la Academia no es meramente institucional.

Si se puede decir que algo bueno ha salido de esto es la puesta en debate de este tipo de prácticas. En tiempos que filosofías como el #opendata (datos abiertos) están poco a poco permeando a las instituciones públicas en aras de mayor transparencia, parecen ya actitudes de otras épocas cosas como las de la RAE. Y sin embargo esto es consecuencia de la liberalización, o quizás mercantilización «in extremis» del estado y sus recursos, pues lo que está haciendo Planeta es simplemente defender su aporte (más bien inversión) puesto en la RAE. Así pues muchos son de la opinión que o se privatiza totalmente la RAE o vuelve a ser totalmente pública, con diversas consecuencias en cada caso.

Ebaste, del blog Crónicas desde el Molino, hace una serie de puntuales críticas a esta institución y además dice que la RAE ha perdido el rumbo y tiene una profunda crisis de identidad:

Por una parte se entiende a sí misma como el garante de la “pureza” del español, la que decide lo que está bien y está mal; pero por otra parte está “gobernada” por unas editoriales que aprovechan esta posición para vender la mayor cantidad posible de libros al mayor. Esto hace que no pueda ejercer su labor normativa con independencia.

En lo que respecta a los derechos de autor de las obras de la Academia señala:

Muchos de estos trabajos, especialmente los diccionarios, han sido desarrollados a lo largo de 300 años por muchas personas de un modo desinteresado o pagado por todos. No es aceptable que ahora se le apliquen restricciones de derechos de autor en beneficio de grupos editoriales privados.

En Alt1040, Geraldine Suárez escribe sobre la filosofía de los enlaces, algo que la RAE está prohibiendo cuando tiene que ver con ellos, y manifiesta su opinión claramente sobre la parte de los derechos de autor:

En defensa de la RAE solo me gustaría señalar que no es una obligación adaptarse a la sociedad de la información, aunque es deseable, especialmente en el ámbito académico. Claro, sí la RAE solo esta interesada en el lucro y no en la difusión, podemos esperar que siga estancada en el siglo pasado, apropiándose del dominio público y además, reclamando que es de su propiedad™.

Jorge Fondebrider del blog Club de Traductores Literarios de Buenos Aires, trata de ver el panorama completo y opina que esta acción de la RAE es sólo la punta del iceberg. Fundamenta su opinión en la anunciada nueva web de la RAE financiada por Telefónica y toma citas del blog Addenda et Corrigenda para decir:

“Pero la cosa no queda sólo en el reparto del negocio de la lengua normalizada”, añaden. Y argumentan que el reparto del pastel del español global (que, en lo que concierne al libro y los contenidos digitales es, según el experto Javier Celaya, el próximo campo de batalla económico) es, además, un asunto de política de estado del Reino de España, un reino donde también la cultura está en manos exclusivas del gran capital.

“Desengañémonos –concluyen en Addenda et Corrigenda– : todos ellos, y no nosotros, son los amos de la lengua y la cultura en español.» […] El desengaño, sin embargo, debe ser todavía más amargo. La noticia del atropello a Ricardo Soca no circuló en los diarios, […] En el ámbito privado, salvo unos pocos amigos españoles conscientes de la gravedad de los hechos, la mayoría de quienes estaban al corriente se mostraron indignados en primera instancia, pero al saber que en el trasfondo hay una política económica y geoestratégica del Estado español que tiene la lengua como eje central (política de la que come toda empresa española relacionada con la lengua, a no olvidarlo) muchos fueron archivando la cuestión. Y así están las cosas.

La pregunta entonces es qué se puede esperar de España y qué van a hacer los gobiernos y asociaciones latinoamericanas frente a esta privatización encubierta de la lengua que es patrimonio de todos.

Pero la gente de internet no se ha quedado de brazos cruzados. Se ha creado un blog titulado muy apropiadamente: RAE: Dominio Público (Porque la lengua es de todos) que en su «acerca de» indica: «Convertir el patrimonio de todos en un monopolio es una aberración y un abuso. Por eso, exigimos que la información recopilada y gestionada por la RAE – recordamos, con dinero público – pase al Dominio Público de forma inmediata.» También hay una petición de firmas en línea dirigida a la RAE: La lengua es de todos, no de las corporaciones, con el siguiente texto:

Queremos que la Real Academia Española (RAE), entidad financiada en parte con dinero público (no se sabe con qué parte), ponga los contenidos de su sitio web a disposición de los 450 millones de hablantes de nuestra lengua, sin restricciones que impuestas por intereses de corporaciones privadas (Grupo Planeta, Santander, IBM, Telefónica, Repsol, IBM, Microsoft, etc.).

Quizás no sirvan de mucho estas peticiones pero peor es la inacción. Antes de terminar, un post con una compilación organizada temáticamente, de las informaciones más relevantes (y reveladoras) sobre este tema: Todo sobre mi RAE®. La larga cola del asunto Ricardo Soca en el ya mencionado blog Addenda et Corrigenda. Hashtags a seguir en Twitter: #RAEcensura #RAEdominiopublico #defineRAE #RAE.

La ilustración ha sido tomada del post APOYO A R.SOCA del sitio web SCH.

Planteando críticas a las redes sociales

Redes Sociales

Redes Sociales

Los que usamos redes sociales desde hace varios años, y desde diversos campos de acción trabajamos con ellas, a veces no podemos dejar de tener una visión crítica de las mismas. Es cierto que ayudan a mantener el contacto con los familiares y amigos de los que uno se distancia por razones geográficas, laborales u otras que acontecen en el devenir de la vida, también que amplían las redes de contactos a los que uno puede acceder para diversas cosas, y que te mantienen informado de la actualidad local, regional y mundial (dependiendo de la red de contactos claro) pero… hay varios peros.

Uno de ellos es la naturaleza misma de las redes sociales y que de tan obvia se nos pasa desapercibida a veces. José López Ponce del blog Rizomática hace un tiempo se planteaba una serie de preguntas respecto a las dinámicas que se crean en la red, pero también decía:

detrás de las redes sociales online en la Web 2.0, hay un mercado sutil -o no tan sutil- regido por la oferta y la demanda. Un espacio en el que han surgido, en muy pocos años, negocios que mueven miles de millones de dólares

Y es que las redes sociales nos podrán brindar muchas cosas, pero ante todo son un negocio, concebido para rendir beneficios, sin embargo no se nos cobra por su uso, entonces cabe preguntarse, como en aquella salsita: «Y como lo hacen – yo no se, Cual es el negocio – sepa usted». Un estudio señala que la principal fuente de ingresos de las empresas que desarrollan redes sociales es la publicidad. En tercer lugar como fuente de ingreso figura la «venta de productos» y eso me hace preguntarme si ahí se incluirá la venta de las bases de datos con nuestra información, lo que nos lleva al segundo «pero».

En un reporte de CNN del 2009, el especialista Francisco Javier Cortázar Rodríguez señalaba que nuestra actividad e interacción en las redes «se convierten en grandes bases de datos que muestran hábitos de los usuarios, y cuya información es vendida a empresas para publicidad». Y aunque por ejemplo, Facebook señala que tiene gran cuidado con los datos privados de sus usuarios, se ha sabido que se podría haber estado filtrando información de millones de usuarios a empresas privadas nada menos que desde el año 2007, aunque Facebook llamó a esto una «falla accidental». El informe indica además que:

en septiembre de 2010 la Agencia Española de Protección de Datos anunciaba una investigación sobre Facebook por haber permitido que aplicaciones como FarmVille, Mafia Wars o Texas HoldEm Poker consiguiesen información de los usuarios y que las ofreciesen a empresas de publicidad.

Otro reporte más reciente en CNN a propósito de los últimos cambios en Facebook pone las cosas mucho más claras. Douglas Rushkoff  primero hace énfasis en que como no pagamos por los servicios de Facebook, realmente no somos sus clientes, para luego proseguir:

Las discusiones en la sala de juntas de Facebook no son acerca de cómo ayudar a Juanito a hacer más y mejores amistades en línea; tratan de cómo Facebook puede obtener beneficios económicos a partir de la “gráfica social” de Juanito, que son datos acumulados acerca de cómo Juanito hace amigos, comparte ligas (enlaces, links) y toma decisiones como consumidor.

Los verdaderos clientes de Facebook son las empresas que realmente pagan por los datos, y por el acceso a nuestros ojos en forma de publicidad. Las horas que los usuarios de Facebook gastan en actualizar perfiles e historias es el trabajo que la red social vende a los investigadores de mercado y anunciantes a los que sirve. [..] en Facebook no somos los clientes. Somos el producto.

Viendo esto lo menos que podemos especular es que, si nuestros datos son usados así ¿qué evita que no caigan en manos más peligrosas aún? lo que nos lleva a un tercer «pero», el de la privacidad de nuestros datos. Este artículo de Tendencias 21 nos muestra lo que los softwares maliciosos podrían hacer con nuestra información a partir sólamente de nuestro correo electrónico:

Si la web de la red social indica que existe un perfil de usuario para una dirección de correo electrónico, eso significa que la dirección se encuentra todavía activa. Pero no sólo eso, sino que además el perfil brinda una valiosa información personal sobre el propietario de la dirección. Por lo general, en el perfil de cualquier usuario existe una lista con los nombres de sus amigos que pueden ser encontrados, de modo que resulta muy fácil ampliar aún más el número de nuevas direcciones de correo electrónico “robadas”.

En el mejor de los casos, las víctimas tan sólo recibirán una gran cantidad de spam, (correos que se seleccionarían automáticamente para adaptarse a los intereses del usuario). Pero también pueden ser el objetivo de fraudes de mayor gravedad. Imaginen que algún día un estafador dice que quiere ser su amigo o socio comercial y le envía un texto muy personalizado, especialmente diseñado para usted con la ayuda de los datos personales de su perfil publicado en la red social.

Ya mejor ni hablemos de la criminalidad en las redes sociales, con delincuentes usando Facebook y otros para secuestros, extorsiones, amenazas, pedofilia, robo de identidad, y el robo simple y llano. Todo acrecentado con el cada vez mayor uso de los smartphones. Vemos pues que las redes sociales no son el paraíso que prometen quienes quieren vendernos algo. Tampoco son el infierno obviamente. Es casi como la vida real, si andas descuidado tarde o temprano saldrás perdiendo, si tomas precauciones será más difícil. Pero ¿las tomas?.

Todos los riesgos mencionados no son nuevos, se han venido dando a conocer casi desde el mismo tiempo que existen las redes sociales, y sin embargo su rápida propagación es probablemente una de las razones por las que ésta información no es tan conocida como las propias redes sociales. Tampoco se puede negar el factor de presión social para estar en una red de éstas, que hace que gente con poca cultura internetera de pronto este accediendo a la red sólo para interactuar en Facebook. Una pregunta válida entonces sería ¿es absolutamente necesario estar en las redes sociales? La periodista Raquel Andrés considera que son totalmente prescindibles.

 ¿Por qué cree entonces que estamos viviendo este boom de este tipo de plataformas?
-El exhibicionismo. A todos nos gusta hablar de nosotros mismos y en esta sociedad actual, que todo va muy rápido, la gente no se para a escucharnos. La gente oye mucho ruido pero muy pocos se paran a escuchar lo que estamos diciendo. Mi hipótesis es que las personas están usando las redes sociales como viaducto para exponer los pensamientos que no son escuchados.

-¿Cree que las redes sociales nos han despersonalizado?
-Sí, son totalmente impersonales, solo tienes que ver qué fácil es inventar cosas sobre ti mismo y de una forma tan bárbara. Con el cara a cara podrás mentir durante un tiempo limitado, en cambio en un perfil virtual puedes llevar la mentira todo lo lejos que quieras.

-Los más enganchados son los jóvenes. ¿Cree que tendría que ponerse un límite de edad?
-La restricción que existe actualmente es de 14 años y yo no soy muy partidaria de prohibir las cosas. Lo que sí es que es cierto es que se ha llegado a un punto que quizá si que haya que poner una ley o una restricción más dura. A estas edades los jóvenes son mucho más vulnerables y no tienen el mismo sentido crítico.

-¿Usted se define como una agnóstica de las redes sociales?
-Sí, se puede decir que sí. […] En esta vida hay que ser un poco trasgresor, aunque sea a tiempo parcial. Las redes sociales son negativas porque lo que hacen es centralizar unas pautas de comportamiento y de socialización. Y la centralización lo que hace es homogeneizar los pensamientos. Siempre es necesario conocer voces alternativas.

Quizás las opiniones de esta periodista son un poco exageradas. Hay exhibicionismo, despersonalización y todas esas cosas, pero no en todos los casos. En un intento de rizar el rizo, compartí el artículo previamente citado en… sí, en Facebook, y Rosa Cristina Parra, una periodista colombiana dijo al respecto:

Ensalzar algo tanto como para cegarse a las críticas es malo… pero ver más el lado oscuro es igual de perverso. Hoy estamos en un momento de la historia que nos permite conectarnos con otras personas y comunicarnos con muchas más personas para generar algo… ¿qué? pueden ser actos tan perversos como benéficos… pero y si más personas las utilizamos para promover mejores ¿quizá más democráticas? dinámicas de comunicación. Tenemos hoy las herramientas, el cuento está en utilizarlas pertinente, oportuna y eficientemente

Otra persona que también lo compartió en Facebook fue Mariela Romero, quien expresó:

Le faltó vivir en un país subdesarrollado. En resumidas cuentas, tengo que citarme personalmente con mi amigo de palestina para que me comente cómo le fue en Israel… Casi olvido la misión que un buen comunicador social traza: hablar por quienes no son escuchados….

A lo que uno de sus comentaristas añadió: «Entiendo tu punto, pero las redes solo pueden ser el reflejo de quienes las usan. asi, por cada persona como tu que las usa pa reflexionar y «hablar por quienes no son escuchados», hay miles con intereses mas prosaicos.»

Y finalmente de eso se trata, Facebook y las otras redes sociales son sólo herramientas, y depende de nosotros cómo las usemos y nos protejamos de cómo otros las usan.

La imagen usada en el post ha sido tomada del sitio Periodismo en Línea.

Tomas Tranströmer, Premio Nobel de Literatura 2011

El día de hoy se hizo pública la adjudicación del Premio Nobel de Literatura 2011 al sueco Tomas Tranströmer. En los últimos días se había rumoreado como favoritos a Haruki Murakami, el poeta sirio Adonis, e incluso a Bob Dylan, sin embargo la decisión fue otra.

Si desean leer mis posts sobre los Premios Nobel de años anteriores acá se los dejo.