Este post fue escrito para, y publicado hace unos días en Periodismo Ciudadano, lo pongo acá también para quien se lo perdió.

OCD Iberoamérica, o el Observatorio de Comunicaciones Digitales de Iberoamérica, es una iniciativa chilena formada en el 2006 que, en sus propias palabras, intenta «aportar al conocimiento de las comunicaciones digitales en el sector privado, académico y gubernamental, con el fin de fomentar y entender sus alcances y aplicarlos en la sociedad.» Para lograr esto realizan: labor académica y de investigación, eventos y seminarios, y desarrollo de proyectos. Todo por supuesto relacionado con lo que es comunicación digital.

¿Y por qué les cuento esto? resulta que con diferencia de pocos meses tuve la oportunidad de charlar con dos miembros de OCD. La primera vez fue en Santiago de Chile, en noviembre pasado, con Soraya Sacaan, encargada de las relaciones internacionales de OCD y a quien ya conocía con anterioridad por ser además traductora voluntaria para Global Voices en español. Ahí aprovechamos para hablar de OCD, el rol de ella dentro de dicha institución y el proyecto de los Jóvenes Reporteros (Más sobre ellos acá y acá) entre otras cosas.

A finales del pasado mes de enero, la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA) organizó en Lima, Perú, un evento denominado «Buenas prácticas de comunicación on line». Dicho evento, tuvo como objetivo llegar a un consenso entre anunciantes y comunicadores online acerca del impacto potencial de las publicaciones corporativas en la Web 2.0 y el mejor uso de estos medios de difusión. En el mismo se presentó una investigación sobre la percepción de la calidad de la información corporativa en la Web 2.0., basada en una encuesta hecha a anunciantes y comunicadores online. Esto fue complementado con una ponencia sobre «periodismo ciudadano y ética del bloguero» a cargo de Juan José Retamal, Director Estratégico de OCD.

Lamentablemente no me encontraba en Lima la mañana del evento mencionado, sin embargo esa misma noche departimos unos momentos con JJ Retamal y otros amigos, quedando para dar una vuelta por la ciudad después, y así un día mientras la hacía de cicerone por la tres veces coronada villa, tuvimos oportunidad de conversar ampliamente, tanto sobre su impresión del evento, de la blogósfera peruana, como de otros temas conexos:

Sin embargo algunos puntos de los tratados en su exposición se nos habían quedado fuera del tintero, o video, por lo que decidimos grabar otro más. Si gusta enterarse de conceptos tales como NeoVerdad, ProTranSumidor, Captología, FansUp y otros, acá les dejo a JJ Retamal quien habla sobre ellos:

Cabe añadir que la presencia y conferencia de JJ Retamal generó algunas reacciones en los blogs y medios locales, como por ejemplo este post en el blog Café Taipá, esta entrevista en el blog Vida y Futuro del diario El Comercio y esta nota en el diario Correo. Finalmente, y a modo de reflexión sobre el papel de instituciones como OCD, me gustaría citar partes de un extenso artículo de Luis A. Albornoz y Micael Herschmann aparecido en la revista Telos sobre los «observatorios» en el mundo hispano hablante:

Podríamos preguntar: ¿centrarse en los observatorios puede ayudarnos a conocer lo que está ocurriendo en los ámbitos de la información, la comunicación y la cultura?, ¿contribuye la labor de los observatorios al debate público democrático?, ¿tienen estos nuevos agentes verdadera capacidad de influir en los agentes que controlan la producción informativa y cultural? Estas y otras formulaciones […]  no pueden ser aún respondidas; sin embargo, […] los observatorios dedicados a fiscalizar el propio sistema mediático y sus contenidos no pueden provenir sino de la iniciativa de la sociedad civil. Así, la gran mayoría de los observatorios creados para controlar cuestiones relacionadas con el flujo de contenidos emitido por los medios es el resultado del trabajo de fundaciones, asociaciones profesionales, sindicatos, etc. Sin embargo las organizaciones de la sociedad civil en Iberoamérica, cuya legitimidad como portavoces del interés general puede ser puesta en duda, representan un amplio abanico cultural y político que va desde grupos confesionales conservadores preocupados por la “calidad” de los contenidos televisivos y sus repercusiones en niños y adolescentes, hasta organizaciones seculares de carácter “progresista” abocadas a denunciar la influencia de las complejas relaciones entre gobiernos y poder económico en los flujos informativos.

Confiamos pues en que instituciones como OCD, aparte de las labores que ya realizan, no dejen de lado la vigilancia de los medios en la actual coyuntura mundial de wikileaks y revoluciones 2.0, que no dejan de influir a la región y la siempre complicada realidad latinoamericana donde la independencia y veracidad de la información y opinión se ven amenazadas por cosas tan dispares como el narcotráfico, los gobiernos populistas y la falta de ética en el ejercicio del periodismo.