Mario Vargas Llosa y el Perú

Vine a Firenze para olvidarme por un tiempo del Perú y de los peruanos y he aquí que el malhadado país me salió al encuentro esta mañana de la manera más inesperada.

De esta forma se inicia El Hablador, una novela no tan reconocida pero si crucial en la obra literaria de Mario Vargas Llosa. En ella un narrador que es muy similar a MVLL el escritor (recordemos que Vargas Llosa es aficionado a lo que se conoce como metaficción) describe sus andanzas por Florencia tratando de apartarse del Perú para venir a encontrar unas fotos que hacen renacer su interés por lo peruano. Algo que grafica muy bien la a veces conflictiva relación entre Vargas Llosa y el Perú, y que es una de las claves para entender su corpus literario.

A estas alturas ya es prácticamente de conocimiento general que MVLL se ha hecho acreedor al Premio Nobel de literatura de este año. Sin embargo mas allá de las casi unánimes felicitaciones que muchos se han apresurado a expresar en los medios y redes sociales, son pocos aún los análisis post nobel a la obra del escritor, cosa comprensible por el poquísimo tiempo transcurrido desde que se diera a conocer la noticia. Sin embargo algunos escritores peruanos y amantes de la literatura han esbozado ya algunas líneas que intentan mostrar lo que significa Vargas Llosa para ellos y para el país. Uno de los primeros posts que he leído en ese sentido es el del escritor Gustavo Faverón quien desde su Puente Aéreo dice:

(MVLL) … es el autor de las primeras siete novelas adultas que leí en mi vida. … Aprendí muchas cosas sobre el mundo y sobre mi país leyendo a Vargas Llosa, … En los años de mi adolescencia, tuve tres ídolos semejantes. Vargas Llosa fue el primero, el siguiente fue Paul McCartney y el último Stanley Kubrick. … En mi vida, en esos años, y en los años siguientes, pocas personas de carne y hueso fueron tan reales para mí como Eleanor Rigby o el pájaro negro que espera este momento para levantar vuelo; nadie como Jack Torrance o el Private Joker; nadie tanto como el Poeta, el Jaguar, Lituma, la Pies Dorados, el Periodista Miope, Jum, Galileo Gall, Fushía, Teresita, Santiaguito Zavala, el León de Natuba, Jurema o la Brasileña.

A esa lista de personajes inolvidables del universo vargasllosiano me permitiría añadir a Raúl Zuratas, Mascarita, de la ya mencionada novela «El hablador», pero no son sólo los personajes lo que se recuerda de los libros de Vargas Llosa, también hay frases memorables sobre el Perú como la que trae a colación el escritor Richar Primo del blog Zona del escribidor en su post de homenaje a MVLL:

La primera novela que leí de Vargas Llosa fue «Conversación en la Catedral» y – mis amigos más cercanos lo saben – fue la lectura que alteró el curso de mi vida. Aun esta misma mañana, en que que he tenido que pasar por la avenida Tacna, y después de tantos años transcurridos, las primeras frases del libro me parece que reverberaran todavía nítidamente entre sus grises edificios … «automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina. ¿En qué momento se había jodido el Perú?»

Pero aparte de su quehacer literario, Vargas Llosa ha mantenido un activismo político que le ha ganado recalcitrantes opositores, sobre todo por su migración de las canteras del izquierdismo a las del liberalismo. Y mas aún cuando candidateó a la presidencia a principios de los 90’s. Experiencia de la que salió desilusionado de la política partidaria así como también del Perú, y que transformó en uno de sus libros más interesantes: El pez en el agua, de cuyo colofón es el siguiente párrafo:

¿De qué sirve la saludable reacción de la ciudadanía contra el apolillamiento de los partidos tradicionales, si ella conlleva la entronización de esa agresiva forma de incultura que es la «cultura chicha», es decir el desprecio de las ideas y de la moral y su reemplazo por la chabacanería, la ramplonería, la picardía, el cinismo y la jerga y la jerigonza que, a juzgar por las elecciones municipales de enero de 1993, parecen ser los atributos más apreciados por el «nuevo Perú»?

Hay que tener en cuenta que aunque esto fue escrito en 1993, no ha perdido mucha vigencia si es que nos atenemos a las recientes elecciones municipales, 17 años después. Pero MVLL es un pensador incansable y su anunciado abandono de la política fue sólo a nivel de su involucramiento personal como actor principal en ella y no de su ejercicio de opinar. A propósito de esto, el académico Camilo Fernández escribe en su blog La soledad de la página en blanco, los que a su parecer son los méritos por los que MVLL se merece el premio Nobel, y uno de ellos es que:

maneja el ensayo con invalorable destreza. Polemista a contracorriente, incendiario en el más ilustre sentido de la palabra, Vargas Llosa es un demócrata que defendió la cultura de la libertad sacrificando, incluso, intereses personales y asumiendo, si fuera necesario, el costo político de hacer una apología de la tolerancia y de la búsqueda de consenso en una sociedad como la peruana, donde es moneda común la corrupción y el arribismo como prácticas consuetudinarias.

En kausa justa, el blog del Equipo de Incidencia en Derechos, postean «siete textos fundamentales de nuestro escritor en defensa de los derechos humanos en el Perú.» Por que aún cuando Vargas Llosa esté fuera del país la mayor parte del tiempo, como su narrador en la ficción citada al principio de este post, siempre está pendiente de qué sucede en el Perú. Un ejemplo reciente de esta participación y la consecuencia con su propio pensamiento es el que nos recuerda la escritora Sonia Luz Carrillo:

Hace algunas semanas apenas, nos dio muestras de cuán estrecho es el vínculo con las circunstancias nacionales al renunciar a la presidencia de la comisión encargada del Museo de la Memoria al encontrar incoherencia entre su presencia y un decreto legislativo diseñado para favorecer a los violadores de derechos humanos durante el régimen dictatorial de Fujimori y Montesinos y que el autor de La fiesta del chivo calificó acertadamente de amnistía encubierta.

Cambiando de tema, algo que Vargas Llosa recuerda con orgullo es su paso por la Universidad de San Marcos. Sandro Medina, periodista que bloguea en Letra Suelta tuvo el encargo, hace 3 años, de entrevistar a MVLL precisamente para la revista de la universidad y publicó algunas partes de dicha entrevista en su blog. Entre otras cosas importantes rescato este párrafo dedicado a la política y la vida universitaria:

Tu vida universitaria no solo estaba ceñida a la lectura y las clases. Siempre tuviste la certeza de que en la universidad no solo se debe dar un entrenamiento profesional. «Yo creo que al mismo tiempo de formarlos profesionalmente, a los alumnos deben motivarlos para que desarrollen inquietudes, curiosidades. Para que tengan una actitud crítica frente al mundo en que vive, y esto se vivía en San Marcos en mi época estudiantil.» Alzas la voz y criticas con fundamento a todos aquellos que están inmersos en la “política mal llevada”, que tanto daño le hizo a la Decana de América. Que tanto daño le hace al país. «Insisto, la política no puede estar ausente en una universidad, pero en el sentido más creativo de la palabra: debates, cotejos intelectuales, discusión de proyectos, de modelos.»

Finalmente, y para no hacerla larga, a pesar que se me quedan en el tintero muchas aristas de la relación de MVLL con el Perú, regresemos a lo (casi) estrictamente literario mediante lo que reflexiona el también escritor Juan Manuel Robles en su blog Manhattan Mental. Él se encuentra en NY y asistió a la conferencia de prensa dada por MVLL después de conocerse que había ganado el premio Nobel. Aunque refiere que al principio vio con cierto escepticismo el asunto, luego nos cuenta:

Entonces empecé a entender por qué este día era también importante para mí, para todos los que tratamos de encontrar en la escritura una forma de resistencia. Porque ver a Vargas Llosa ahí sentado es entender también que la única lucha que importa es la que empieza con la primera página en blanco y termina con miles de tachaduras. Me vi adolescente sintiendo piedad por el periodista miope, fascinación por la Barbuda, terror por el perro que mochó a Pichulita Cuéllar, compasión por Varguitas, respeto por el Jaguar. Vi una cabina de radio y un chiquillo que embellecía noticias. Vi a la brasileña. Vi todo eso y recordé un viejo chiste: el del escritor latinoamericano que se despierta a las once de la mañana y se hace una pregunta culposa: ”Qué tarde. ¿Cuántas páginas habrá escrito ya Mario Vargas Llosa?”

La conferencia siguió con su inevitable dosis de política, pero en un punto llegamos al Perú. Porque siempre hay que hablar sobre el Perú, porque ya pasaron esas feas épocas en que el escritor no contestaba a ningún periodista peruano. “¿Qué tiene que decir sobre el Perú?”. Vargas Llosa, sonriente, se sacó la capucha que mejor le queda, la de Flaubert. —El Perú soy yo.

Otros posts al respecto:

Espacio propio: El Perú es Mario Vargas Llosa
La silla prestada: La primera felicitación a Mario Vargas Llosa
Noticias del interior: Mario Vargas Llosa: «La literatura es fuego»
Palincestos: Nobelizable Mario Vargas Llosa…
La fortaleza de la soledad: Mario Vargas Llosa o el peligroso antídoto contra la realidad
Marea Cultural: Vargas Llosa es Premio Nobel: ¡Que viva el Perú!
Rebeldes Urbanos: Mario Vargas Llosa gana el Premio Nobel de Literatura
Con y contra todos: Mario Vargas Llosa y yo
Consejero del lobo: El vicio de escribir
El hígado de Aquiles: Queremos tanto a Vargas Llosa
Perú es una provincia de Narnia: Cardenal fujimontesinista Juan Luis Cipriani censura al Premio Nobel Mario Vargas Llosa
Poesía planetaria: Cartografía de las estructuras del poder en Mario Vargas Llosa
Rodolfo Ybarra: Mario Vargas Llosa, Premio Nobel: Un recuerdo necesario
La fruta del cercado ajeno: La fiesta del chivo y el premio Nobel

Tu que tanto creías, que tanto querías creer en un futuro para tu desdichado país. Echaste la esponja ¿no? Piensas, o actúas como si lo pensaras, que esto no cambiará nunca para mejor, sólo para peor. Más hambre, más odio, más opresión, más ignorancia, mas brutalidad, más barbarie.

Historia de Mayta. 1984.

La primera imagen que ilustra este post es del usuario Luis Carlos Díaz en Flickr con licencia Reconocimiento-NoComercial 2.0 Genérica CC.
La segunda imagen que ilustra este post es de la biblioteca particular del autor de este blog.

6 comentarios en “Mario Vargas Llosa y el Perú

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