El problema de las protestas en el Cusco sigue en medio de la desatención del gobierno. Aunque oficialmente el paro de 48 horas concluyó ayer, algunas vías de comunicación siguen bloqueadas. El origen de estas protestas es el rechazo al proyecto Majes-Siguas II, que tomaría aguas del río Apurímac para llevarlas a Arequipa, causando el temor de los agricultores de la provincia de Espinar para quienes dicho río es su única fuente de agua, ya de por sí escasa. Un análisis sobre el tema, que ya ha causado dos muertos, en el blog de Otra Mirada. Cómo para recordar eso de que las guerras de este siglo serán por agua.