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El clon de Borges

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Una tarde en Bogotá recorría librerías con unos amigos aficionados a la literatura y me enseñaron un libro: El clon de Borges, de un tal Campo Ricardo. Se trataba de un volumen delgado y de carátula poco atractiva, pero el tema y las recomendaciones que hicieron los amigos fueron suficientes para decidirme a comprarlo.

Al regreso a Lima el libro, por su tamaño, se quedó junto con la papeluchería diversa que me queda luego de cada viaje y que suelo guardar y consultar sólo cuando necesito algún dato. No recordé el libro por más de dos años, hasta que hace un par de semanas buscando algo lo encontré y consiguientemente separé para su lectura.

Como dije, se trata de una novela pequeña (124 páginas), una novela corta al decir de los editores de libros. El autor es Campo Ricardo Burgos López, de quien en ese momento no tenía referencias, y la novela «obtuvo una de las menciones del Premio UPC de Novela Corta de Ciencia Ficción en la edición 2010», tal como se menciona en la contraportada.

Dado el título es fácil adivinar la trama de la obra, efectivamente la cosa va de la existencia de un clon de Jorge Luis Borges, el afamado escritor argentino. El asunto entonces es averiguar cómo se da esto, en qué situación es que se crea o existe un clon de Borges.

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Así pues en los cortos capítulos iniciales el autor nos presenta al profesor Saker, el personaje por medio del cual se nos presentará el misterio, el misterio propiamente dicho y, al final del capítulo 3, al clon de Borges. Luego del capítulo 9 éstos se hacen un poco más extensos y vuelven a reducirse en tamaño hacia el final del libro.

Creo que si cuento detalles de la trama estaría incurriendo en spoilers, y tratándose de una obra corta pues estaría quitando la emoción de la lectura. En cambio si puedo compartir ciertas impresiones que me dejó la novela. Por ejemplo, si no fuera por la mención de un celular al final del primer capítulo me habría quedado con la impresión de que estaba ambientado en la Argentina de los años 40, de hecho me imaginaba a los personajes en blanco y negro, vestidos de traje y sombrero, como personajes de una película argentina de época.

También pensaba en la similitud de la enorme finca colombiana de Ospino, el clonador, con las grandes estancias argentinas de la época de Borges. Y ya que mencionamos a Ospino, el origen de su fortuna nunca es mencionado, pero se entiende que es un hombre muy poderoso con recursos casi infinitos. Por el lado de las disimilitudes, la más saltante es el caracter abiertamente religioso del clon en contraste con la ambiguedad al respecto del Borges original.

En lo personal el momento que más disfruté del libro fue cuando Saker lee una de las obras escritas por el clon de Borges (ni modo, ¿o qué se imaginaban, que por ser clon no iba a escribir? ¡igual es Borges!), es ahí cuando la imaginación del autor se desborda y alcanza momentos insuperables. Las posteriores conversaciones de Saker con el clon y con Ospino son también interesantes ya que plantean problemas y dilemas de variada índole, algunos generados por la propia existencia del clon.

¿Quién no es un clon? En usted y en todos los hombres que hayan existido y en todos los hombres que existirán, se repiten de manera milimétrica todas las ansias, deseos y pensamientos que han tenido todos los seres humanos desde Adán hasta nuestros días. Los hombres -ricos o pobres, reyes o mendigos, sabios o zafios- son siempre esencialmente los mismos. Borges 2.

Finalmente, si bien el clon es de Borges, no es Borges, es otra persona, de hecho ciertos detalles de su personalidad, como el ya mencionado, más otros que se van proporcionando, hacen ver que el clon tiene un aura especial, con características casi mesiánicas. En ese sentido también puede interpretarse a Ospino como a una representación de dios: todo poderoso, amoral. Y Saker representa al humano común y corriente, sujeto a restricciones éticas y morales, arrastrado por fuerzas a las que no puede resistirse. Con todos esos elementos me parece que el final, si bien impactante, se va por una resolución que no es la que podría haber sido para, dentro de la lógica de la narración, otorgarle la redondez correspondiente.

Lo dicho no quita que recomiende la obra tanto a los lectores de lo fantástico como a todos los fans de Jorge Luis Borges también. Lastimosamente al tratarse de una edición de autor de hace ya algunos años, no creo sea fácil de conseguir, no digamos fuera de Colombia, sino incluso de Bogotá.

Esta reseña también la publiqué en Goodreads. Si quieres ver mi actividad lectora: !sígueme¡

OTRAS OPINIONES

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Los secretos del premio Nobel

Siguiendo la línea de un post de hace unos días sobre quiénes podrían resultar ganadores del premio Nobel de Literatura, no está demás conocer el proceso por el cual se adjudica dicho premio. Yo la verdad recién me entero del intríngulis de la evaluación y demás. A continuación parte del artículo de Luisa Corradini: Los secretos detrás de la elección del premio Nobel de Literatura que apareció hoy en el diario La Nación de Buenos Aires:
El Premio Nobel de Literatura 2007 fue, casi con seguridad, designado en la reunión que mantuvo el comité de selección el jueves pasado, pero, como es tradicional, su nombre permanecerá en secreto hasta esta semana. Conforme con la tradición que signa todas las actividades de la Academia Sueca los días jueves, el anuncio oficial se realizará el próximo 11 de octubre, pero hasta ese momento nadie conocerá la identidad del autor que recibirá un diploma, una medalla de oro con el perfil de Alfred Nobel y un cheque de 10 millones de coronas suecas (algo más de un millón de dólares).

Ese anuncio marcará el punto culminante de un proceso de selección que dura 8 meses, pero que por lo general se prolonga durante varios años. Por razones de prudencia, ningún escritor obtiene el premio Nobel el primer año que aparece su candidatura. “Cualquier académico, crítico reconocido, profesor universitario, entidad o persona competente puede postular a un escritor por medio de una carta de argumentación. La Academia Sueca también envía cartas a diversas personalidades, invitándolas a formular una sugerencia. Esas gestiones se realizan en un marco de gran discreción para no perturbar la serenidad del proceso”, explicó a LA NACION el director de la biblioteca de la Academia Sueca, Lars Rydquist.

El Comité Nobel posee un selecto grupo de corresponsales en todo el mundo que se encarga de enviar sugerencias, noticias e informes de lectura sobre escritores que podrían integrar la lista de candidatos. Ese grupo trabaja con un método de delegación y un sistema de cruce de informaciones, destinado a evitar manipulaciones. Cada reporte es verificado ante otras fuentes y debatido. Toda esa documentación es estrictamente confidencial. El comité desecha todas las postulaciones presentadas por el propio candidato. Es inútil hacer un viaje a Estocolmo para hacer lobby ante los miembros del comité. Tampoco se aceptan libros enviados por las editoriales o por sus autores y, mucho menos, regalos.

El 31 de enero, cuando cierra el plazo de inscripciones, el comité realiza una primera selección entre unas 2000 cartas recibidas. De ese total, queda un lote inicial de 200 candidaturas. A partir de ese momento comienzan las evaluaciones a cargo del comité, que se reúne en la sede de la Academia, un edificio del siglo XVIII contiguo al palacio real, en el corazón del centro histórico de Estocolmo. Al término de la primera fase de selección, que se extiende hasta mayo, sólo restan 5 o 10 aspirantes. «En ese momento comienza la verdadera selección porque entre junio y agosto los académicos leen la obra completa de los candidatos», precisa Rydquist.

Ese extenuante proceso exige «estudiar toda la obra de los candidatos en todas las traducciones disponibles». Cuando no existen versiones fiables, el comité encarga nuevas traducciones, las paga -a precio de oro- y luego las conserva en la Biblioteca. El trabajo de lectura multilingüe por lo general no representa una dificultad para los académicos, casi todos políglotas que, además de sueco, hablan inglés, alemán, francés y ruso. «Al término de esa etapa definen una short list de tres finalistas y en septiembre se abren los debates, que por lo general se extienden hasta la semana anterior al anuncio», precisó Rydquist. Cuando no hay consenso, el dictamen final surge de una votación. Las decisiones, argumentadas, se guardan en sobre sellado durante 50 años.

«Para saber por qué nunca se premió a Jorge Luis Borges -comentó- habrá que esperar que haya transcurrido medio siglo desde su última candidatura.» Ese plazo se cumplirá en el año 2035.

Si quieren seguir enterándose de más entresijos del premio Nobel continúen leyendo el artículo, pues en su segunda parte incide precisamente sobre los aciertos y errores tenidos en su larga existencia, así como las flagrantes omisiones. Hay un segundo artículo además: Una opción que terminó en escándalo, donde se cuenta lo que sucedió al interior de la Academia cuando en 1988 se decidió otorgar el premio a ElíasCannetti en vez de a SalmanRushdie, el otro favorito de ese año.