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Planteando críticas a las redes sociales

Redes Sociales

Redes Sociales

Los que usamos redes sociales desde hace varios años, y desde diversos campos de acción trabajamos con ellas, a veces no podemos dejar de tener una visión crítica de las mismas. Es cierto que ayudan a mantener el contacto con los familiares y amigos de los que uno se distancia por razones geográficas, laborales u otras que acontecen en el devenir de la vida, también que amplían las redes de contactos a los que uno puede acceder para diversas cosas, y que te mantienen informado de la actualidad local, regional y mundial (dependiendo de la red de contactos claro) pero… hay varios peros.

Uno de ellos es la naturaleza misma de las redes sociales y que de tan obvia se nos pasa desapercibida a veces. José López Ponce del blog Rizomática hace un tiempo se planteaba una serie de preguntas respecto a las dinámicas que se crean en la red, pero también decía:

detrás de las redes sociales online en la Web 2.0, hay un mercado sutil -o no tan sutil- regido por la oferta y la demanda. Un espacio en el que han surgido, en muy pocos años, negocios que mueven miles de millones de dólares

Y es que las redes sociales nos podrán brindar muchas cosas, pero ante todo son un negocio, concebido para rendir beneficios, sin embargo no se nos cobra por su uso, entonces cabe preguntarse, como en aquella salsita: «Y como lo hacen – yo no se, Cual es el negocio – sepa usted». Un estudio señala que la principal fuente de ingresos de las empresas que desarrollan redes sociales es la publicidad. En tercer lugar como fuente de ingreso figura la «venta de productos» y eso me hace preguntarme si ahí se incluirá la venta de las bases de datos con nuestra información, lo que nos lleva al segundo «pero».

En un reporte de CNN del 2009, el especialista Francisco Javier Cortázar Rodríguez señalaba que nuestra actividad e interacción en las redes «se convierten en grandes bases de datos que muestran hábitos de los usuarios, y cuya información es vendida a empresas para publicidad». Y aunque por ejemplo, Facebook señala que tiene gran cuidado con los datos privados de sus usuarios, se ha sabido que se podría haber estado filtrando información de millones de usuarios a empresas privadas nada menos que desde el año 2007, aunque Facebook llamó a esto una «falla accidental». El informe indica además que:

en septiembre de 2010 la Agencia Española de Protección de Datos anunciaba una investigación sobre Facebook por haber permitido que aplicaciones como FarmVille, Mafia Wars o Texas HoldEm Poker consiguiesen información de los usuarios y que las ofreciesen a empresas de publicidad.

Otro reporte más reciente en CNN a propósito de los últimos cambios en Facebook pone las cosas mucho más claras. Douglas Rushkoff  primero hace énfasis en que como no pagamos por los servicios de Facebook, realmente no somos sus clientes, para luego proseguir:

Las discusiones en la sala de juntas de Facebook no son acerca de cómo ayudar a Juanito a hacer más y mejores amistades en línea; tratan de cómo Facebook puede obtener beneficios económicos a partir de la “gráfica social” de Juanito, que son datos acumulados acerca de cómo Juanito hace amigos, comparte ligas (enlaces, links) y toma decisiones como consumidor.

Los verdaderos clientes de Facebook son las empresas que realmente pagan por los datos, y por el acceso a nuestros ojos en forma de publicidad. Las horas que los usuarios de Facebook gastan en actualizar perfiles e historias es el trabajo que la red social vende a los investigadores de mercado y anunciantes a los que sirve. [..] en Facebook no somos los clientes. Somos el producto.

Viendo esto lo menos que podemos especular es que, si nuestros datos son usados así ¿qué evita que no caigan en manos más peligrosas aún? lo que nos lleva a un tercer «pero», el de la privacidad de nuestros datos. Este artículo de Tendencias 21 nos muestra lo que los softwares maliciosos podrían hacer con nuestra información a partir sólamente de nuestro correo electrónico:

Si la web de la red social indica que existe un perfil de usuario para una dirección de correo electrónico, eso significa que la dirección se encuentra todavía activa. Pero no sólo eso, sino que además el perfil brinda una valiosa información personal sobre el propietario de la dirección. Por lo general, en el perfil de cualquier usuario existe una lista con los nombres de sus amigos que pueden ser encontrados, de modo que resulta muy fácil ampliar aún más el número de nuevas direcciones de correo electrónico “robadas”.

En el mejor de los casos, las víctimas tan sólo recibirán una gran cantidad de spam, (correos que se seleccionarían automáticamente para adaptarse a los intereses del usuario). Pero también pueden ser el objetivo de fraudes de mayor gravedad. Imaginen que algún día un estafador dice que quiere ser su amigo o socio comercial y le envía un texto muy personalizado, especialmente diseñado para usted con la ayuda de los datos personales de su perfil publicado en la red social.

Ya mejor ni hablemos de la criminalidad en las redes sociales, con delincuentes usando Facebook y otros para secuestros, extorsiones, amenazas, pedofilia, robo de identidad, y el robo simple y llano. Todo acrecentado con el cada vez mayor uso de los smartphones. Vemos pues que las redes sociales no son el paraíso que prometen quienes quieren vendernos algo. Tampoco son el infierno obviamente. Es casi como la vida real, si andas descuidado tarde o temprano saldrás perdiendo, si tomas precauciones será más difícil. Pero ¿las tomas?.

Todos los riesgos mencionados no son nuevos, se han venido dando a conocer casi desde el mismo tiempo que existen las redes sociales, y sin embargo su rápida propagación es probablemente una de las razones por las que ésta información no es tan conocida como las propias redes sociales. Tampoco se puede negar el factor de presión social para estar en una red de éstas, que hace que gente con poca cultura internetera de pronto este accediendo a la red sólo para interactuar en Facebook. Una pregunta válida entonces sería ¿es absolutamente necesario estar en las redes sociales? La periodista Raquel Andrés considera que son totalmente prescindibles.

 ¿Por qué cree entonces que estamos viviendo este boom de este tipo de plataformas?
-El exhibicionismo. A todos nos gusta hablar de nosotros mismos y en esta sociedad actual, que todo va muy rápido, la gente no se para a escucharnos. La gente oye mucho ruido pero muy pocos se paran a escuchar lo que estamos diciendo. Mi hipótesis es que las personas están usando las redes sociales como viaducto para exponer los pensamientos que no son escuchados.

-¿Cree que las redes sociales nos han despersonalizado?
-Sí, son totalmente impersonales, solo tienes que ver qué fácil es inventar cosas sobre ti mismo y de una forma tan bárbara. Con el cara a cara podrás mentir durante un tiempo limitado, en cambio en un perfil virtual puedes llevar la mentira todo lo lejos que quieras.

-Los más enganchados son los jóvenes. ¿Cree que tendría que ponerse un límite de edad?
-La restricción que existe actualmente es de 14 años y yo no soy muy partidaria de prohibir las cosas. Lo que sí es que es cierto es que se ha llegado a un punto que quizá si que haya que poner una ley o una restricción más dura. A estas edades los jóvenes son mucho más vulnerables y no tienen el mismo sentido crítico.

-¿Usted se define como una agnóstica de las redes sociales?
-Sí, se puede decir que sí. […] En esta vida hay que ser un poco trasgresor, aunque sea a tiempo parcial. Las redes sociales son negativas porque lo que hacen es centralizar unas pautas de comportamiento y de socialización. Y la centralización lo que hace es homogeneizar los pensamientos. Siempre es necesario conocer voces alternativas.

Quizás las opiniones de esta periodista son un poco exageradas. Hay exhibicionismo, despersonalización y todas esas cosas, pero no en todos los casos. En un intento de rizar el rizo, compartí el artículo previamente citado en… sí, en Facebook, y Rosa Cristina Parra, una periodista colombiana dijo al respecto:

Ensalzar algo tanto como para cegarse a las críticas es malo… pero ver más el lado oscuro es igual de perverso. Hoy estamos en un momento de la historia que nos permite conectarnos con otras personas y comunicarnos con muchas más personas para generar algo… ¿qué? pueden ser actos tan perversos como benéficos… pero y si más personas las utilizamos para promover mejores ¿quizá más democráticas? dinámicas de comunicación. Tenemos hoy las herramientas, el cuento está en utilizarlas pertinente, oportuna y eficientemente

Otra persona que también lo compartió en Facebook fue Mariela Romero, quien expresó:

Le faltó vivir en un país subdesarrollado. En resumidas cuentas, tengo que citarme personalmente con mi amigo de palestina para que me comente cómo le fue en Israel… Casi olvido la misión que un buen comunicador social traza: hablar por quienes no son escuchados….

A lo que uno de sus comentaristas añadió: «Entiendo tu punto, pero las redes solo pueden ser el reflejo de quienes las usan. asi, por cada persona como tu que las usa pa reflexionar y «hablar por quienes no son escuchados», hay miles con intereses mas prosaicos.»

Y finalmente de eso se trata, Facebook y las otras redes sociales son sólo herramientas, y depende de nosotros cómo las usemos y nos protejamos de cómo otros las usan.

La imagen usada en el post ha sido tomada del sitio Periodismo en Línea.