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Entrevista a Sergio Gaut vel Hartman

Hace unos días comentaba el re lanzamiento de la revista de Ciencia Ficción Sinergia y quedé tan emocionado con ésto y con los los buenos resultados ya a la vista, que no dudé en comunicarme con Sergio Gaut vel Hartman, el director de la publicación, para plantearle una pequeña sesión de preguntas acerca del proyecto. Lo que sigue pues es el producto de una amena tarde de domingo pasada intercambiando mails entre Lima y Buenos Aires.

Hola Sergio, cuentanos cómo es que dejas
Axxón y renace Sinergia, ¿O no fue en ese orden?
Dejé Axxón porque se cumplió un ciclo. En realidad no tenía ningún propósito definido al hacerlo, pero ya habíamos hablado varias veces con Juan Pizzi, el principal creador del «aspecto» que tiene actualmente Sinergia, acerca de la posibilidad de encarar un proyecto propio, atendiendo centralmente a lo que nos interesa, que no es lo mismo que le interesa a Axxón. Luego de algunos días de darle vueltas al asunto, me dije: ¿por qué no? Y empezamos.

¿Cuánto tiempo te ha tomado implementar esta segunda etapa?
Un par de semanas. Lo básico estaba. Mi concepto ya se había hecho explícito en la primera etapa de Sinergia y sólo cabía reelaborar algunos detalles. A mí me interesa la ciencia ficción, pero sólo como una rama posible de la literatura especulativa. Las transformaciones motorizadas por el desarrollo científico no son lo único que impacta en los seres humanos; hay otras clases de cambios, más indirectos, más oblicuos, y la ciencia ficción, obsesionada por lo tecnológico olvida por momentos que el hombre recibe otras influencias. Ballard es la piedra angular de la ficción especulativa, y mucha gente inteligente ha usado sin pudor elementos de cf para escribir otra cosa. Como soy ateo y no tengo noción de pecado tampoco creo que eso lo sea.

¿Qué dificultades has tenido para sacar a luz Sinergia?
Las habituales. Planeamos salir el 21 de junio y salimos el 27 de julio. La gente tiene que restarle tiempo a otras cosas para esta clase de iniciativas. Algunos somos bastante perfeccionistas… Pero ahora recuperaremos el tiempo perdido y pondremos bastante material en los 40 días que quedan hasta el cierre del número.

Veo que planean incluir un foro, así como otras secciones. Con lo de moda que están los blogs, ¿han pensado en usarlos para publicación de boletines informativos o algo por el estilo?
No pensamos demasiado sobre eso todavía. Por ahora nos procupa más dar con el perfil adecuado en el plano conceptual. Lo demás se irá viendo.

Evidentemente tener claro el concepto es básico. Sin embargo estamos en la época de la web 2.0, la participación ciudadana y tendencias similares. ¿Planeas hacer uso de dichas herramientas?
No sé de eso. Sé de literatura. Para mí Internet es una herramienta maravillosa, pero abomino del fetichismo internetístico, del uso de lo último por motivos religiosos. La participación ciudadana es algo bastante discutible. Escucho y leo a miles de imbéciles que no tienen nada que decir, pero lo dicen porque le ponen un micrófono, una cámara o un teclado adelante. Sinergia está hecha por 75 personas que tienen alguna idea de lo que desean expresar, y que al mismo tiempo tienen claro que no nos proponemos abrirla a «la participación ciudadana». A los que se sientan rechazados por Sinergia (y garantizo que serán legión) les anticipo que les diré lo mismo que le dije a Daniel Croci cuando quiso ser parte del grupo que hacía Sinergia: «¿Por qué no hacés tu propia revista? Y él me hizo caso: fundó Nuevomundo, algo así como la «competencia» de Sinergia durante varios años. Ahora Daniel está muerto y no me puedo seguir peleando con él, pero fueron buenas peleas…

Da la impresión que privilegias cierto tipo de contenido por sobre otro, lo digo por el sitio preferente que ocupan los relatos contra las entrevistas y artículos (lo que llamas universos), ¿Esto será así o es algo temporal?
No es una regla. Por ahora está más poblado el Universo 2 que el Universo 1, pero no vamos a estipular nada. Hay una cierta franja que se manejará en función de las pulsiones expresivas de nuestros colaboradores. Y de lo que provean las discusiones internas.

Tienes cuatro secretarios de redacción. ¿A qué se dedican?
Son la primera fila de discusión. Pero Sinergia tiene un entramado interno tan complejo como poco articulado. Somos muchos más los que intervenimos en las decisiones, a diferentes niveles y nada es demasiado fijo. Prefiero no ser explícito en eso, porque la fórmula que implementaremos para que Sinergia se convierta en un referente ineludible (suponiendo que exista tal cosa) no es algo que tenga interés en revelar. Funcionamos como nadie funciona y nos gusta que sea así.

¿Qué diferencias mas allá del soporte, papel antes y la web ahora, puedes destacar entre la primera y la nueva sinergia?
La facilidad con que se obtiene material. La comunicación con los colaboradores permite cribar mucho más producto que antes y elegir mejor. Puedes corregir errores que se cristalizan en una edición en papel. Puedes romper las barreras de la extensión y no necesitas descartar algo que te haría peligrar económicamente por no satisfacer al suscriptor. Ventajas y desventajas de ser gratuito. Sinergia se propone ser la publicación más experimental y osada entre las que se ocupan de narrativas conjeturales. Y podemos darnos el lujo de no publicar lo que no nos interesa.

Como abanderado de lo que se llama Ficción Especulativa cabe esperar en Sinergia una serie de relatos de alta calidad, pero pueda que no muy apegados a los parámetros de la CF. ¿Qué les dirías a aquellos escritores noveles que quizás no se animen a enviarte lo que escriben por lo «CF»? o más especificamente: ¿Qué debería tener un relato para ser aceptado en Sinergia?
Para ser aceptado en Sinergia un relato tiene que ser «de género» como consecuencia de lo que el autor quiso expresar, y no como su causa. Los criterios para determinar si una ficción puede o no ser remitida a Sinergia deben partir de la base de que no nos importa cómo sino qué. Y ese qué tiene que estar expresado con audacia, con valor, con claridad, con equilibrio. El universo dos, el universo de la ficción, no tiene deudas con la realidad, no tiene que pedir permiso, no tiene que atarse al «¿será posible?». Nos interesan las experiencias osadas, los saltos al vacío y la armonía entre lo real (hasta donde es posible afirmar que algo es real) y lo conjetural. No sé si he sido claro. Pero tampoco me preocupa. La mejor forma de enterarse de si un relato es o no para Sinergia es enviándolo y aceptando las reglas del juego: que nuestros evaluadores son antropófagos y muerden hasta el hueso.

Finalmente (y solo xq dije q esto sería breve) ¿Habra sitio tambien en Sinergia para algun relato de corte clásico por ahí?
Suponiendo que se defina «corte clásico» como un buen relato (a secas), la respuesta es sí. De todos modos todo está sujeto a análisis, debate y revisión. No soy fácil de convencer, pero si alguien llega con buenos argumentos tal vez lo logre. ¿Por qué no intentarlo? Y siempre queda la alternativa de mandar lo que rechazamos a otros sitios.

Y bueno, sólo me queda agradecerte por el tiempo y las palabras.
No hay de qué. Ha sido un placer.

Mariposas del Amazonas

Lunes de reciclaje; éste post fue publicado el 7 de febrero del 2005 en Surfing el Amazonas, y trata sobre un bello rincón en las afueras de Iquitos donde se conserva parte de nuestra riqueza biológica pero también la riqueza de las personas que van más allá de un símbolo patrio en su lucha por cuidar el planeta.
La riqueza biológica de nuestra amazonía es enorme, en todos sus aspectos. A muchos nos molestan los insectos, es cierto, y en la selva abundan. Sin embargo todo el mundo hace una excepción con las mariposas, por su belleza y gracia. En El Comercio se publicó una entrevista de Miguel Ángel Cárdenas a Gudrun Sperrer, austríaca que lleva años residiendo en Iquitos y que como parte de su amor por los animales y ésta hermosa parte de nuestro país, lleva un mariposario que debería ser sitio obligado de visita para los amantes de éste tipo de fauna. Ah, éste es el web-site del mariposario y centro de rescate de animales silvestres, actualizado a la fecha.

Cuando Gudrun Sperrer mira su territorio en lontananza, con sus ojos verde olvido, se parece a aquel legendario filósofo chino que toda su vida dudó si era un filósofo chino que soñaba ser una mariposa… o una mariposa que soñaba ser un filósofo chino.

Descalza. A orillas del río Nanay, bajo un incólume calor de 40 grados, Gudy salta, se empina, trepa, se balancea, gira a horcajadas entre los árboles como la Jane de uno de los mariposarios más hermosos del país, Pilpintuwasi, que en quechua significa: La Casa de las Mariposas; y que queda a una hora partiendo del puerto de Bellavista en bote y caminando por el poblado de Padrecocha. Se vino huyendo del hielo de Austria, a los 22 años, para oler a azúcar rubia en la selva virgen de Iquitos (hoy desvirgada por humanos de rapiña), para derretirse de sudor y de picazones como un helado de sandía (pepitas incluidas) y para que su piel obtuviera ese color tinto que solo tiene el instinto. Sola y libre de los tabúes citadinos.

«Si una mariposa agita hoy, con su aleteo, el aire de Beijing, puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene», fue la tesis que popularizó en 1988 el escritor James Gleick para describir el ahora famoso efecto mariposa, siguiendo la teoría del caos. Volando en su razonamiento, en Pilpintuwasi, con cada aleteo de las 43 especies de las trescientos cincuenta mariposas que lo habitan -en unos 400 metros cuadrados- se podrían prever hasta las lluvias de asteroides en Plutón el próximo siglo.

«Mi pasión siempre ha sido para todos los animales, pero me decidí a criar mariposas porque ya no quería más mamíferos. Estaba dolida. Cuando me vine a Nanay las personas se dieron cuenta de mi amor por ellos. Aquí la gente mata a los animales para comer, lógico, porque tienen hambre, pero asesinan a las madres e intentan adoptar a las crías. Y como no los nutren bien y se les enferman, me traían esos bebes de monos, perezosos, ronsocos. Yo los aceptaba solo para que sobrevivieran, pero me encariñaba con ellos, pues». El dilema fue con los monos, que cuando adultos se iban tras su libertad en busca de pareja. Y al cabo de un año, primos del hombre al fin, regresaban trayendo a sus crías para que las conociera ella, su madre adoptiva. Y Gudrun presenciaba espantada cómo los vecinos los mataban a mansalva para comérselos. Fue una experiencia demasiado escabrosa para alguien como ella que a los 2 años -en un bosque a las afueras de Viena- se apareció con una enorme víbora enroscada al cuello, gritándole alborozada a su mamá: «He encontrado un gusano gigante». Porque, salvo las ratas y las cucarachas, siempre ha creído que esos seres, que gracias a Dios no tienen razón, son sus prójimos y próximos.

Era setiembre de 1982, a las cinco de la mañana, y la humedad y el cielo raso, como soldado anónimo, de Lima la fusilaron del susto. Un poco confundida pidió un café en un puesto a la salida del aeropuerto, «que en Europa soñaba con que sería el más rico de mi vida». Y le trajeron agua y una bolsita filtrante. Preguntó entonces horrorizada, en su primigenio castellano, dónde encontrar sol y palmeras, y emprendió la huida a Iquitos. La ciudad no le cabía en la piel, así que deseando un lugar donde la selva virgen no haya sido violada, se mudó a una casa alejada a la vera de un río. Y viviendo como «buena salvaje» se ocupó también del animal humano: empezó a enseñar gratis matemáticas y urbanidades en un colegio del caserío de San Pedro, de paso que afinaba su español (hoy lo habla mejor que Toledo, con un gracioso dejo charapa). Luego fue directora de un colegio inicial en otro poblado, siempre gratis, por tres años.

Hasta que se enamoró de un peruano. Y compró un terreno, donde hoy se erige, desde 1991, Pilpintuwasi junto con un centro de rescate de animales salvajes y en vías de extinción; pese a que juró no recibir ninguno, su cariño por ellos la hizo perjurar. Hoy vive, en la mitad de su terreno, con un otorongo:»Casi todo mi sueldo de profesora de inglés y alemán en la Universidad de la Amazonía se me va en él». Y con una sachavaca, cinco monos, papagayos, lagartos, peces; todos rescatados de las torturas de los cazadores y traficantes. Y en la otra mitad, con mariposas fieles y traicioneras como dice la canción.

Su apariencia frágil es engañosa. Para la cultura náhuatl las mariposas eran las almas de los guerreros que aman y cantan. Y esa fuerza la presiente Gudrun, a las siete de la mañana, mientras observa a una oruga de la especie ‘Catonepheles’ eclosionar; ese mirífico proceso de pasar de oruga a gusano y luego a mariposa, que Vladimir Nabokov comparó con «la transformación del doctor Jeckyll en Mr. Hyde». También se escapa de su crisálida una ‘Morpho’ azul; primero las antenitas, luego las alas del tamaño de una uña encarnada y el cuerpo, en cámara lenta, como un diente de oro que sale como diente de leche. «Estas ‘Morpho’ nacen con el estómago lleno y debe perder peso para poder volar». Las ‘Morpho’ (en sus variantes Helena, ‘Thirios’ y ‘Patroclos’, que viven comiendo mangos y néctar) suelen ser heridas por las garritas de la especie Búho, celosa y territorial, que se abre y asusta a sus predadores con sus alas en forma de lechuza. Se calcula que existen dos mil especies de mariposas en la Amazonía, pero solo se conoce el 25% de ellas. Gudy se tardó seis años en recorrer el monte en busca de orugas y para descubrir las respectivas plantas hospederas, que son aquellas en las que cada mariposa, según su especie, deposita sus huevos y sin las cuales no podrían existir, alimentarse, pelearse y morir en paz.

A ras de suelo, planea de repente una mariposa transparente como una brizna de iceberg, conocida como ‘Cithaera’. «Es mi favorita, parece un hada, vuela pausada y a una altura máxima de un metro». Pero no es tan bella como la ‘Hamadryas’ que luce como pintada por sombras chinescas: azul intenso sobre negro extenso, combinando ambos colores al reverso. Además de ser una de las pocas que al volar emite un sonido de lápiz sobre papel platino. «Falta estudiar mucho todavía, se ha hecho taxonomía para identificar las especies, disecarlas y venderlas. Pero hay poca información sobre su ciclo biológico. Nosotros somos uno de los países que criamos más, yo tengo 43 especies cuando la mayoría de zoocriaderos en el mundo solo cría de 10 a 15».

Gudrun coge, como haciendo un gambito entre los dedos, a una ‘Rothshildia’, que tiene ventanitas transparentes como lágrimas y que se pasa cinco meses en estado larval para vivir solo dos días si es macho y tres si es hembra (porque esta casi no se mueve). Las hembras despiden unas feromonas que el marcho puede oler a 15 kilómetros de distancia. «Estas mariposas solo viven para amar y reproducirse», dice Gudy, antes de levantar un pie de repente y sacarse unas astillas, que a diferencia de los mosquitos -que ya le perdieron gusto a su epidermis de frambuesa- le siguen picando sin descanso. También aman las ‘Heliconia Sara’, de alas alargadas negras con franja blanca y pinceladas rojas, que son tan sociables entre sí que se juntan para dormir como murciélagos. Tan sociables también -al estilo humano- que tienen veneno por si las moscas polillas y avispas. A veces les pasa encontrarse con intrusas ‘Cola de Golondrina’ porque, pese a que estas son amarillas y negras, pueden mimetizarse con los árboles.

«Los coleccionistas compran mariposas y ese suele ser un negocio, pero tendría que matarlas y no lo quiero hacer», se agita la austríaca-charapa observando a una ‘Papilio Thoas’ rozagante. De repente los dos monos aviadores y el guapo colorado que viven con ella saltan por encima de las rejas del mariposario. Así aparecen y desaparecen cuando quieren. A veces se comen las pupas y las crisálidas, por eso, Gudrun los espanta con dulzura. Ella no tiene hijos humanos: los tiene a ellos que «a las cinco de la mañana van a mi cuarto a abrirme los ojos con sus propias manitos para que me bañe en el río, son tan inteligentes, como niños». Si existe un hombre-mono, por qué no una mujer igual, que además tenga reflejos de otorongo. Y como Gudrun Sperrer viva soñando con ser una mariposa. Aunque cuando mira su territorio en lontananza, con sus ojos verde olvido, parezca más una mariposa que sueña ser Gudrun Sperrer.

La entrevista que acá se reproduce ya no se encuentra en línea en la web de El Comercio, por lo que me vi obligado a eliminar el enlace correspondiente. Antes de republicar éste post me comuniqué con Gudrun, para saber cómo iba el mariposario, y me comentó que hay más animalitos en su pequeña reserva, en los últimos dos años han conseguido tres Uacaries (o Huapo Colorado), dos Capuchinos, dos Saki monkeys, dos Monos aulladores, un Mono Ardilla y varios Tamarinos. Por otra parte Pedro Bello el Jaguar, aún los acompaña, ¡¡Y come cuatro kilos de carne al día!! Así que si están por Iquitos o piensan ir, no dejen de incluir a Pilpintuwasi en sus planes de visita.


Las fotografías que ilustran este post fueron obtenidas de la web de Pilpintuwasi, la primera es de una mariposa de la especie Nessaea aglaura, y la segunda es de uno de los monos tamarinos.

Actualización 28/9/20: Leyendo la página en Facebook de Pilpintuwasi, encuentro que están pidiendo colaboraciones, así que acá les dejo la publicación:

Philipp Allott: La democracia es una forma extrema del totalitarismo

Tiempo que no hacía un post como éste que no es más que un descarado copy and paste, pero me topé con ésta entrevista de Elisabetta Piqué corresponsal en Italia del diario argentino La Nación y bueno pues, si ese título no es provocativo, ya no se que pueda serlo. Pero por supuesto no sólo lo provocativo es lo que me hace postearlo, sino la consistencia de su planteamiento. Obviamente no soy filósofo ni abogado y fácil no me doy cuenta de alguna falacia pero en principio estoy de acuerdo con lo que dice, y lo que dice merece una buena discusión por cierto.

Philipp Allott, de 69 años y a quien por primera vez oigo nombrar, es un profesor de derecho internacional público de la Universidad de Cambridge, fue consejero legal del Foreign Office durante más de una década y es autor de varios libros, entre los que destacan Eunomia, New Order for a New World.

-¿Por qué acusa a la democracia y al capitalismo de ser formas extremas de totalitarismo?
-Como se imaginará, esa afirmación mía suele desencadenar sorpresa. Pero yo no soy la primera persona que dice eso. Mucha gente hace esa misma acusación. Tanto la democracia como el capitalismo son sistemas que contienen sus propios valores, lo que significa que uno sólo puede participar en ellos si los acepta. Incluso valores de índole trascendental -sobre la justicia, la felicidad y demás- están dentro de este tipo de sistemas. Los ciudadanos deben entregar sus mentes al sistema, que no es político o económico, sino un sistema de conciencia. La democracia y el capitalismo son sistemas de conciencia. La gente no se percata de ello, pero su mente está determinada por estos sistemas.

-De todos modos, resulta difícil pensar en la democracia como un régimen totalitario, como el de Adolf Hitler o el de Francisco Franco.
-El totalitarismo tradicional, el del Tercer Reich, el del imperio soviético o el de la China maoísta, se caracterizaba por tomar el control de las personas por la fuerza. La violencia se utiliza para controlar a la gente, y la gente, en última instancia, puede ser disidente en su vida privada, ya que dentro de las cuatro paredes de su casa puede pensar lo que se le dé la gana. En las sociedades teocráticas, el sistema controla las mentes de los ciudadanos, pero lo hace en nombre de unos supuestos valores elevados y trascendentales. Lo extraordinario de la democracia y del capitalismo es que controlan y abastecen la conciencia de sus ciudadanos con valores pragmáticos. Y por eso digo que es un régimen totalitario. Totalitarismo significa el control total de la sociedad. Y a excepción, quizá, de un breve período en la historia del cristianismo, cuando la Iglesia controlaba la mente de la gente, no ha habido un totalitarismo absoluto. Nada comparable con el totalitarismo actual. El totalitarismo de los sistemas democráticos y capitalistas es tan desarrollado que hasta nuestros deseos están determinados por el sistema. Deseamos lo que la sociedad desea que deseemos. La gente normal no es consciente de ello, pero sus líderes deberían serlo, porque se trata de un gigantesco desafío para la filosofía y la religión.

-Pero si la democracia es totalitaria, ¿cuál sería el sistema al que habría que recurrir?
-No me malinterprete. La democracia y el capitalismo, para cuya creación se han necesitado siglos, son unos sistemas magníficos. La democracia es un sistema maravilloso para organizar la lucha de intereses en una sociedad. Y el capitalismo es un sistema extraordinario para crear riqueza. Pero lo que yo digo es que no son los sistemas definitivos. Alguien ha creado estos sistemas. ¿Por qué no podemos nosotros recrearlos, mejorarlos, humanizarlos? Pienso que ésa es nuestra obligación.

-¿Qué opina de la idea de Bush de democratizar el mundo?
-Creo que en Europa nos oponemos a las ideas simplistas sobre el capitalismo y la democracia que tienen los norteamericanos… Ellos creen saber lo que es la democracia y el capitalismo, mientras que en Europa somos más cautos. En general, estamos en contra de imponer estas ideas en países que tienen culturas radicalmente distintas, a veces muy antiguas.

-¿Cree que el islam es compatible con la democracia?
-Esa es la gran pregunta. Podría ser. Pero ¿es compatible la democracia con el cristianismo? La democracia y el capitalismo son algo tan desespiritualizado que, en principio, no serían compatibles con ninguna religión. Pero eso es algo que deberá resolver el islam, que deberá aceptar el capitalismo de alguna forma, porque crea riqueza. Cómo se organizará la democracia en esos países es otra cuestión.

-¿Nuestra sociedad está en decadencia? ¿Las elites de ahora son peores que las de principios el siglo XX?
-Hoy, en los gobiernos tenemos gente muy inteligente. Pero hay un problema nuevo: el sistema internacional es tan complicado que está fuera de control para todo el mundo. Nadie controla el sistema internacional, nadie. Los gobiernos continúan fingiendo que controlan las cosas, y por eso hacen conferencias y aprueban tratados internacionales. Pero el sistema es tan complicado que escapa a su control. El propio George W. Bush, que parece el actor principal del mundo, puede que no sea consciente, pero es la víctima de cambios rápidos ante los que pretende reaccionar, pero no puede. Nadie puede.

-¿Y quiénes cree que liderarán la revolución para cambiar el mundo?
-El único poder por encima de todos los poderes es el poder de las ideas. Los seres humanos somos bastante buenos con las ideas. Siempre lo hemos sido. Y quizá seamos capaces de encontrar algunas ideas que puedan mejorar la situación. Eso significa que la filosofía, que desgraciadamente ha sufrido un declive en el siglo XX, recupere su capacidad de generar buenas ideas.

-¿Usted es optimista?
-En el corto plazo soy pesimista, obviamente, porque la situación del mundo es terrible. Pero a largo plazo soy optimista, un optimista británico. Quizá sea porque durante 500 años Gran Bretaña ha logrado sobrevivir al caos infinito. Gran Bretaña ha estado prácticamente acabada una y otra vez, pero siempre ha salido adelante.

La entrevista completa la tienen disponible en este artículo del mencionado diario La Nación. Acá pueden ver los títulos de algunos otros libros suyos. También un ensayo (PDF) de Karen Knop sobre Eunomia, uno de sus libros: Eunomia is a Woman, Philipp Allott and Feminism. La foto de Philipp Allott la tomé de la web de la International Criminal Court.

John Carey: El arte culto no es superior al popular

John Carey, profesor de la Universidad de Oxford, presidente del jurado del Booker Prize y miembro de la Academia Británica, entre otras cosas, ha publicado recientemente el libro: What good are the arts? (¿Para qué sirven las artes?), próximamente en castellano, que obviamente ha polarizado a los intelectuales de medio mundo. De la conversación que Juana Libedinsky sostuvo con él en Inglaterra, y que fue publicada como entrevista en el diario argentino La Nación, extraigo algunas partes.

(Supongo que preguntado sobre la subvención a las artes por parte del estado, pues no aparece la pregunta en la entrevista)
«Es ridículo usar el argumento de que hay que destinar fondos públicos a la alta cultura porque es la manera de permitir el acceso de las masas a lo que es considerado el buen arte, para que aprendan a valorarlo -dice-. Hasta ahora eso nunca se ha dado. Se ha estudiado la composición de los visitantes a museos en distintas partes del mundo, por ejemplo, y el resultado es que cuando la entrada es gratuita no cambia sustancialmente la composición demográfica. Lo mismo ocurre con los teatros nacionales. Entonces, no creo que aquellos a quienes no les gusta la ópera o no quieren ir a la ópera deban financiar con sus impuestos a los que sí quieren. En particular, yo odio la ópera del Covent Garden, un edificio tan lujoso que mucha gente se sentiría socialmente fuera de lugar allí, y que da el mensaje de que la ópera, la clase alta y el lujo son cosas que, naturalmente, van juntas. No es un mensaje que deba darse con los fondos públicos.»

Pero, por ejemplo, en el caso del Teatro Colón, en la Argentina, un argumento que se esgrime es que el Estado debe mantenerlo porque es parte de nuestro orgullo nacional. ¿No es una idea válida?
Es interesante, porque con el argumento del orgullo nacional es como nacieron las grandes colecciones nacionales. El Louvre, por ejemplo, se armó con las obras que Napoleón iba robando de otros países. Hitler también robó vilmente escudándose en el argumento del orgullo nacional. El arte es lo mismo que el equipo de fútbol: usarlo para el orgullo nacional es un error. Es cierto, Blair va a llevar a algún otro jefe de Estado a nuestro museo, pero el arte no tiene nada que ver con permitirle al señor Blair que se luzca. Es la gente común la que tiene que comprometerse con el arte, participando, y no sólo mirando de lejos con admiración. Por ejemplo, para lo único que está probado en parte que sirve el arte es para proyectos como la reinserción de los presos en la comunidad, de gente con comportamientos antisociales. Pero las grandes sumas estatales van a las instituciones de prestigio que las masas, se supone, deben visitar para elevarse y cosas así.

¿Cómo surgió la idea de alzarse contra la superioridad del arte culto?
Mi libro anterior fue sobre los intelectuales modernistas británicos, como Virginia Woolf, D.H. Lawrence, T.S. Eliot, y su relación con las masas, sobre la forma en que reaccionaron a la cultura popular. Lo resumo en dos palabras: la odiaban. Odiaban a las masas y querían eliminarlas, eran intelectuales que dijeron cosas extremadamente violentas contra quienes no tenían su mismo gusto. Así surgió mi interés en ver por qué hay tanta gente que venera el arte culto y lo siente superior al popular. Quise ver si podía encontrar razones que lo justificaran. Por supuesto, tuve que arrancar con la pregunta de qué constituye una obra de arte. Y cuanto más investigué, más fascinante me resultó el tema, porque, sobre todo después de Duchamp y de Warhol, no pude encontrar explicaciones que sigan sirviendo. ¿Qué psicólogo va a aceptar que una obra de arte sea algo que nos hace mejores personas, como creen quienes dicen que te eleva o que da mayor sensibilidad? Otros siguen creyendo que una obra de arte es aquella elegida por Dios, pero me cuesta creer que podamos saber qué elige Dios. Finalmente, lo que ocurre es que si decimos que una obra de arte es superior a otra -y la gente lo dice-, lo que estamos diciendo es que el sentimiento que nos provoca es superior al sentimiento que otro tipo de arte provoca en otra gente. Eso es absurdo, porque nunca vamos a poder saber qué pasa por la cabeza de los demás. Jamás podremos sentir lo que otros sienten. Al final, todo es opinión y subjetividad, cosa que vuelve locos a los expertos.

¿La Mona Lisa no es intrínsecamente mejor que un paisaje de Calamuchita pintado por el artista del pueblo?
No creo que sea intrínsecamente mejor. El experimento mental para darse cuenta es suponer que los seres humanos ya no existen y que Dios tampoco existe. ¿Tendría la Mona Lisa valor en ese caso? No; las obras de arte tienen valor porque alguien les da valor. Que mucha gente piense que la Mona Lisa es valiosa y que signifique algo para ellos obviamente es importante, pero eso no quiere decir que aquel que prefiera la pintura de su barrio esté errado de la misma manera que estaría errado si hubiera hecho una suma mal o deletreado mal una palabra. No existe un examen objetivo para certificar que la Mona Lisa es mejor. Su superioridad no puede medirse. Y no hay por qué hacer sentir avergonzada a la gente que no le gusta algo que es considerado una obra de arte. Además, aunque hubiera leyes objetivas en la estética, sería muy difícil encontrar aquellas que atravesaran todas las culturas. En el arte occidental, por ejemplo, la destreza del artista y su originalidad son muy importantes. En cambio, para la cultura oriental lo que tiene valor es mantenerse dentro de la tradición. La calidad de un dibujo de Miguel Angel comparado con el de un niño es sólo evidente dentro de una cultura familiarizada con ese tipo de arte. Frente a obras de tradiciones radicalmente distintas, la mayor parte de nosotros estaría perdido. Por eso, decir que un tipo de arte es superior al otro es ridículo y ofensivo, aunque muchos lo hagan.

¿Cree que la literatura es superior a todo tipo de arte visual?
La literatura es el único arte que estimula la energía imaginativa. Al leer, hay que ir imaginando la acción. Nada está ya dado por una imagen. Una imagen puede dar placer de muchas maneras, pero al final siempre volvemos a sus trazos y colores, mientras que la literatura va cambiando con cada lectura. Es un medio mucho más fluido. Por otra parte, la literatura es el único medio que puede criticar argumentativamente, dado que su medio es el lenguaje, el vehículo por excelencia del pensamiento racional, que a la vez puede moralizar. Hay conceptos como la libertad que sólo pueden expresarse con palabras, a pesar de lo que diga el arte conceptual. Para mí, sin duda la literatura es el arte superior, pero para ser coherente insisto en que esto es una cuestión de gusto, subjetiva. A mi hijo, que es músico, le gusta más la música justamente porque no puede argumentar, pero en cambio puede dar los sentimientos puros que uno tiene al argumentar.

¿Le gusta el arte conceptual?
No obtengo ningún placer de él, pero reconozco que sirvió para ampliar lo que la gente piensa que es una obra de arte y para mostrar cuán subjetivo es todo. Lo que sí me molesta es cómo los críticos de arte intentan explicar los «conceptos» detrás de estas obras de manera pomposa e inentendible, y cómo muchas veces, financiado con fondos públicos, el arte conceptual se usa meramente para escandalizar al ciudadano medio.

En Buenos Aires, Spencer Tunick armó fotos de desnudos masivos en la vía pública y mucha gente se ofendió. ¿Qué opina?
Creo que estaría de acuerdo con la gente que se ofendió. El arte a veces está destinado a ofender, y está bien que así sea. Estoy pensando en las caricaturas políticas que ofenden a un dictador, por ejemplo. Pero me preocupa la superioridad de quienes dicen que el arte que ofende a la gente menos sofisticada es algo bueno, que hay que ampliarle la mente a esta gente estrecha para que se vuelva más como uno, porque somos mejores. Es un argumento sospechoso. El valor de escandalizar, por sí mismo, es escaso, puesto que con abrir un diario o con encender la televisión las noticias, solitas, lo hacen todo el tiempo. Si el arte se suma a lo mismo, puede alejar, más que acercar a la gente. Si el arte da el mensaje de que es algo elitista y de que quienes lo aprecian se sienten superiores y quieren convertir a los demás a su manera de pensar, eso no va a acercar a nadie. Por el contrario: los artistas tienen que mostrar buenas maneras, transmitir su mensaje de manera inteligente, y no ofensiva. Creo que en el caso de Tunick en Buenos Aires, yo hubiera estado con los puritanos.

¿Y qué hay de la televisión, tan vilipendiada? A usted le gusta.
La televisión es el gran invento de mediados del siglo XX que cambió la vida cultural para mejor. Mucha gente jamás hubiera visto una obra de teatro o una ópera de otra manera. Mi propia madre vio una obra de teatro de Shakespeare por primera vez en la TV. La obra no le gustó nada, pero al menos así la vio. La televisión es este objeto maravilloso que enriqueció la vida de millones de personas. Cuando el cable está tan popularizado y hay tantas opciones, criticar a la televisión es algo que no debería hacerse más. Los mismos argumentos se usaban respecto de la radio. Las cosas que George Orwell decía, incluso respecto de escuchar una sinfonía en la radio como una basura para las clases bajas, hoy resultan increíbles. La televisión es muy buena para adaptar clásicos e introducir a mucha gente en libros que de otro modo nunca leería. Es cierto: con las dramatizaciones se pierde el ejercicio de imaginación que implica la lectura. Pero es una buena introducción a los clásicos para millones. La TV es de un alto valor cultural.

Pero la mayor parte de los televidentes, supongo, no ven debates ni obras de Shakespeare, sino reality shows y telenovelas.
Las telenovelas hoy están escritas de manera muy cuidadosa por gente que sabe. No pueden descartarse como basura. Reality shows en realidad yo no veo tantos, pero es imposible suponer que algo así no tenga valor, porque no tendría la audiencia que tiene. Creo que, a diferencia de las telenovelas, los reality shows desaparecerán, porque es muy difícil mantener interesada a la audiencia por mucho tiempo y al final todo es sexo y ver comer a los participantes, lo que resulta tedioso. La escritora Germaine Greer fue a «Gran Hermano» y dijo que se había arrepentido de haberlo hecho. Pero que hasta una intelectual haya elegido participar en un reality show ya dice algo importante, ¿no le parece?

¿Dije que seleccionaría partes? bueno, la dejé tal como estaba: completa, pues prácticamente todos los puntos que toca y como los argumenta me parecieron interesantísimos. Desde la idea que no hay una obra superior a otra, lo del subjetivismo, lo de las artes asociadas a una élite, sus preferencias por, y esto es casi una contradicción, la literatura y la música por sobre otras manifestaciones artísticas (personalmente las artes plásticas me dejan frío), hasta su posición contra corriente con respecto al valor de lo propalado por la televisión (que no comparto, de hecho casi no veo tv).

En resumen podría decirse que esa novelita de a sol que se lee en cualquier parte, o ese «chiste» (comic) que nos gustó tanto de chicos, no tienen nada que envidiarle a obras de Shakespeare o Cervantes si consiguen hacer despertar la imaginación del lector. Igualmente nadie tendría que avergonzarse de preferir Agua Marina a Mozart, o Chacalón a Charlie Parker, si es que son esos acordes y melodías los que inflaman su espíritu con sensaciones casi indescriptibles. Lo que importa es el impacto, no de quien es el dedo en el gatillo.

Para quienes quieran profundizar en el tema: The critic becomes an artful dodger, otra entrevista sin desperdicio a Carey sobre los temas de su reciente libro. También una crítica aparecida en el Times on Line, y otra aparecida en el Guardian Unlimited, quienes también publican un artículo biográfico sobre el autor, las respuestas de otros intelectuales a la pregunta del libro y opiniones variadas en los comentarios de un post en el The Observer Blog. Por otro lado las reflexiones de un blogger sobre esta misma entrevista en: Lo culto se estrella contra lo popular (¿o será a la inversa?).

La foto de Carey ha sido obtenida de la web Open2.net de la BBC y la portada del libro de Amazon.com.

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John Berger, un escritor europeo

John Berger es un escritor y crítico de arte inglés del cual sale en el diario La Nación de Argentina una entrevista a propósito de la publicación de un par de libros suyos en castellano: Esa belleza y Aquí nos vemos. A continuación algunas partes de la misma que me llamaron la atención.

El libro (Aquí nos vemos) transcurre en Lisboa, Ginebra, Cracovia, Islington, Le Pont d´ Arc, Madrid, el Szum y el Ching. ¿En qué medida sus recuerdos de esas ciudades y ríos son un mapa del alma?
No estoy muy seguro en lo que se refiere al alma, pero lo que sí sé es que cuando lo escribí quería abarcar Europa, desde Lisboa a la antigua frontera ucraniana. Abandoné el Reino Unido hace ahora cuarenta y cinco años [N. R.: vive en las montañas, Alta Saboya]. En aquel momento nadie pensaba en Europa como se piensa ahora. Si tenía algún tipo de ambición era la de convertirme en un escritor europeo, por eso Robert Musil es tan importante para mí. Pero fue la vida la que me llevó a esos lugares, no lo hice pensando en el libro.

Cuando habla de los pintores de la cueva de Pont d´Arc, dice que a veces hacen aflorar las figuras ocultas en la roca. ¿Se puede establecer un paralelismo entre lo que hacían esos artistas anónimos y Miguel Angel cuando extraía sus figuras de la piedra?
Creo que hay algo de eso, salvo por un detalle importante: en el caso de Miguel Angel su búsqueda y sus hallazgos eran un proceso muy solitario, mientras que los artistas del paleolítico no tenían esa sensación de soledad. Lo que me parece extraordinario es que esa tradición pictórica de las cavernas se mantuvo durante veinte mil años con mínimos cambios estilísticos. Por eso creo que esa dimensión temporal influyó en la sensación de pertenencia y de no sentirse aislados. Pero al mismo tiempo, la forma en que hacían aflorar su imaginación visual y táctil probablemente tiene mucho en común con Miguel Angel.

¿Por qué sigue sintiéndose tan cerca de Giacometti, de quien vuelve a escribir en Esa belleza?
Mostró que el arte es un proceso que continuamente está corrigiendo errores, que no es tanto una cuestión de inspiración sino de descartes, y en ese proceso hay una serie de accidentes y una selección que aprovecha lo útil. Es un proceso que tiene sus paradas, o bien porque el papel está exhausto para seguir usándolo, o porque ha surgido una presencia valiosa. Otra razón por la que considero que sigue siendo significativo es porque cuando su nombre se hizo ampliamente conocido por primera vez, tras la Segunda Guerra Mundial, en los cincuenta, todo el mundo lo consideró como un artista existencialista, que reflejaba el sufrimiento, una suerte de agonía. Cuarenta años más tarde, las mismas piezas parecen increíblemente positivas. Es así cómo las obras cambian en la historia, y cómo la historia cambia la percepción que tenemos de ellas. Una de sus delgadísimas figuras de caminantes que en los años cincuenta representaba para algunos a un hombre saliendo de un campo de concentración, ahora se la ve como algo afirmativo. Me parece conmovedor.

En la época que estamos viviendo, el sentido de la historia parece ausente. ¿Echa de menos un sueño político?
Mucha gente piensa así. No es mi caso. Todavía creo en la historia y sigo considerándome en gran medida un marxista. Desde un punto de vista histórico, lo que me parece absolutamente meridiano es que el nuevo orden mundial no puede durar, a causa de sus profundas contradicciones internas. Lo que está cobrando fuerza son formas de resistencia y de supervivencia frente a ese mundo unipolar a menudo mucho menos claras de lo que solían ser. Desde la Ilustración, los movimientos que surgían a favor de un mundo mejor siempre se presentaban como un programa, una especie de solución para las injusticias. Fue útil. Ahora la gente tiende a hablar de conquistas, pero aquellos movimientos siempre se correspondían con una visión que estaba basada en el futuro, en una solución. Spinoza, uno de los pensadores favoritos de Marx, decía que cuando nuestras respuestas a la vida son verdaderas y adecuadas, en ese momento palpamos la eternidad. La eternidad no es algo que está esperando por nosotros, no es algo que forme parte del futuro, sino que es algo que experimentamos, que se puede vivir y compartir en este instante. Puede que parezca exagerado -aunque tal vez no del todo- si pensamos en España y en lo que ocurrió en las últimas elecciones, en las que tanta gente votó, dio una respuesta adecuada que procedía de ellos mismos, no de instrucciones. Fue algo compartido por muchos de manera muy profunda. Al margen del resultado, creo que eso que tantos sintieron no puede ser destruido. Por supuesto que esos momentos -porque vivimos en un mundo de heridas y luchas constantes- puede que no vayan a perdurar. Pero que permanezcan no es la cuestión, sino que de alguna manera palpamos algo eterno.

Por supuesto la entrevista tiene más cosas interesantes para leer. Algunos artículos sobre John Berger: Una reseña del autor con algunos textos, John Berger, el sentido de la vista, Desconexiones graves, un artículo y Palabras, un poema de Berger, en realidad si googlean un rato podrán encontrar varios poemas de él colgados en diferentes sitios. Si aún desean leer más y no se hacen paltas con el inglés tienen la reseña de su libro Photocopies, un extracto de su libro Ways of Seeing, que me pareció muy interesante por cierto, Caravaggio: a contemporary view, un artículo del autor, y la web de Berger por supuesto.

La foto (con un parecido a Beckett), ha sido obtenida de la web Peripheries.

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Desmond Morris habla sobre la mujer y los monos

Desmond Morris es un escritor bastante conocido, sobre todo por su libro «El hombre desnudo», publicado hace ya una buena cantidad de años. En el diario argentino La Nación, publican una entrevista que le hizo Juana Libedinsky y de la cual extraigo algunos párrafos.

¿Qué es más peligroso que un mono con ametralladora? Para el mundo del arte, un mono con pincel. Si se trata, claro, de Congo, el chimpancé del zoólogo Desmond Morris, del que se vendieron, en junio pasado, tres obras por 20.000 euros, en uno de los grandes remates de arte contemporáneo de esta ciudad. “Fue un momento histórico: no sólo era la primera vez que un artista no humano se cotizaba en una subasta, sino que el precio alcanzado fue increíble”, dice Morris, antropólogo y el mayor especialista del mundo en primates, investigador de la Universidad de Oxford y responsable, durante años, de la sección mamíferos del zoológico de Londres. Morris está convencido de que los monos pueden ser grandes artistas: una vez, su amigo Joan Miró le cambió uno de sus cuadros por uno de Congo, y cuando a Picasso un periodista le preguntó qué opinaba del arte de este chimpancé, el genial malagueño le mordió la mano, como para demostrarle que ambos estaban en el mismo negocio.

En 1967 Morris publicó «El mono desnudo», un estudio del hombre desde el punto de vista de un experto en evolución y comportamiento animal. El revolucionario best-seller lleva diez millones de ejemplares vendidos en más de veinte idiomas, pero sólo este año Morris se animó a sacar su continuación: «La mujer desnuda», de flamante traducción al castellano por Planeta. En este libro, Morris vuelve a la polémica. Se opone a la visión políticamente correcta de que los sexos son iguales y de que toda diferencia es cultural; dice que el matrimonio gay se explica como un modo de limitar la superpoblación del planeta y asegura que, a pesar de que toda la evidencia apunte a lo contrario, «el hombre es monógamo por naturaleza».

-Usted asegura que los sexos son distintos, que no nacemos como una tabla rasa sobre la cual a las niñas nos enseñan a que nos gusten las muñecas y a los hombres los autitos. Pero por insinuar algo así, a Lawrence Summers, el presidente de Harvard, casi lo echan…

-Sólo pueden negar que haya diferencias básicas entre el hombre y la mujer quienes tengan un objetivo político con eso, porque están negando la evolución. Son las diferencias las que ayudaron a la supervivencia y el progreso de la especie humana. Al hombre se lo puede empujar para que tenga conductas más femeninas y a la mujer, para que las tenga más masculinas, pero un hombre nunca será mujer, y viceversa. Por ejemplo, realizamos gammagrafías cerebrales a hombres y mujeres mientras se les hacía una misma pregunta. Pudimos ver cómo, para responder, usaban distintas partes del cerebro. ¡Eso no es una diferencia cultural! Sin la diferencia entre los sexos no hubiéramos podido tener la división del trabajo, que llevó a la especialización del hombre en un papel fundamental de proveedor, mientras que la mujer se volvía más hábil en resolver varios problemas a la vez. Así se fue creando la civilización. Sin las diferencias entre los sexos, hoy seríamos como los monos.

-¿Pero la mujer es fisiológicamente superior al varón, como parecería decir en su libro?

-Las mujeres han avanzado mucho más que el hombre en la evolución de sus cuerpos; los hombres, por el contrario, se mantienen mucho más cercanos a sus características primitivas. Esto se refleja de una manera muy evidente: las mujeres tienden a vivir cinco años más que los hombres. El hombre sigue siendo más desechable. Por eso, cuando nos movíamos en tribus de pocos miembros, eran los hombres los que iban de caza, porque si morían, bueno, no era tan grave como si moría una mujer: de ella dependía que el grupo no se extinguiese. Es verdad: los hombres son más fuertes, pero el cuerpo femenino es más resistente a las enfermedades y tiene mejor olfato, oído y hasta vista.

-¿Cómo es eso?

-Respecto del olfato, hicimos un experimento muy simple. Tapamos los ojos de madres recientes y les fuimos pasando distintos bebes por debajo de las narices. El ciento por ciento pudo reconocer al propio. En cambio, cuando lo repetimos con hombres, sólo el 50 por ciento pudo adivinarlo. Por eso las mujeres son las mejores catadoras de vino. Yo creo que los hombres lo intuían y, para defender su feudo, inventaban leyendas, como la que decía, en la Edad Media, que si una mujer pasaba por una bodega cuando estaba menstruando, arruinaba el vino. Respecto del oído, una madre sabe reconocer a su bebe por el llanto. Entonces, cuando en la sociedad tribal lloraba un bebe, sólo se despertaba su madre, y no las demás. Respecto de la vista, el daltonismo es, básicamente, un problema masculino. Los hombres, a su vez, tienen sus propias ventajas. O sea, en concreto, entre hombres y mujeres no hay superior o inferior, pero somos diferentes.

-Pero, ¿por qué hubo tantos más famosos inventores hombres que mujeres, por ejemplo?

-Una de las consecuencias de que hombres y mujeres no hayan seguido la tendencia evolutiva de la misma forma es que los hombres son ligeramente más infantiles en su comportamiento. Por ejemplo, a los 30 años, los hombres son quince veces más propensos a los accidentes que las mujeres, porque han conservado el elemento de la asunción de riesgos del juego infantil de una manera más clara que las mujeres. Aunque esta cualidad los pone a menudo en peligro, era importante cuando estaban a cargo de la caza. El tema de los inventos se debe a que la asunción de riesgos no es sólo física, sino mental. La innovación siempre implica riesgos, experimentar con lo desconocido en vez de confiar en tradiciones probadas. Las mujeres primitivas, responsables de todo en la sociedad, salvo de la caza, no se podían permitir errores graves. Como los hombres mantuvieron más características de niños pequeños en su cerebro, además se hicieron más imaginativos y, a veces, perversos. Las mujeres fueron más sensatas y cuidadosas.

-Personalmente, ¿qué es lo que más le gusta de las mujeres?

-Bueno, la respuesta cobarde es: ¡el cerebro! Pero lo que no deja de fascinarme es lo sensible y complejo de su cuerpo, sobre todo en lo sexual. Por ejemplo, es la única hembra que esconde su momento de ovulación del macho. El mono, en cambio, se da cuenta inmediatamente por el cambio en el comportamiento de la mona, por su nuevo olor, y entonces tienen sexo sólo en ese momento. ¿Por qué no pasa eso con los seres humanos? Disiento con la Iglesia en que no veo que el sexo sea exclusivamente con fines reproductivos. Por el contrario: se hace sin saber si la hembra está ovulando o no, porque el fin es otro: crear vínculos profundos con la pareja. Esto no pasa en ninguna otra especie. Además, si uno es un mono, ¿qué vínculo se puede crear, si todo el acto dura ocho segundos? He escuchado quejas de que hay hombres que también son así, ¡pero convengamos en que no es lo corriente! Hablando en serio, a diferencia de los animales, en los que se trata de puro sexo, en los hombres es literalmente cierto que se está haciendo el amor.

-Usted sostiene que el hombre es monógamo por naturaleza. ¡Pero parecería todo lo contrario!

-En muchas culturas el poderoso se ve obligado a ser polígamo, porque tener muchas mujeres es señal de status. Estudiamos infinidad de harenes: aunque haya muchas concubinas, siempre existe una favorita. En las sociedades occidentales actuales el índice de divorcios se explica, simplemente, porque no se trata de un sistema perfecto, y el lugar prioritario en los afectos y la economía pueden ir ocupándolo distintas mujeres sucesivamente. Somos monógamos porque como la cría humana tarda tantos años en convertirse en adulta y autosuficiente, solamente podemos ocuparnos realmente de una camada por vez, aunque podamos haber engendrado varias más.

-Matrimonio gay: ¿bueno o malo desde un punto de vista de la evolución de la especie?

-Se explica que pueda existir y que sea aceptado cuando hay situaciones de superpoblación como la actual. En poblaciones muy pequeñas, el comportamiento homosexual no es aceptado, porque se necesitan niños. En cambio, en la vida urbana actual, por el contrario, una pareja homosexual reduce el promedio de reproducción, así que se vuelve una ventaja para controlar la explosión demográfica. Y si, como ocurre actualmente, finalmente quieren tener chicos alquilando un vientre, o lo que sea, no son peores para el problema demográfico que cualquier pareja heterosexual.

-¿Por qué los hombres las prefieren rubias?

-Parte del atractivo de las rubias reside en la delicadeza de su pelo. La excepcional ligereza de los mechones rubios los hace más suaves al tacto y por lo tanto más sensuales en los momentos de contacto corporal íntimo.

-Volviendo a nuestros primos, los monos, ¿cómo fue que le enseñó a Congo a pintar tan bien?

-Yo no le enseñé nada, Congo fue un autodidacta total. Un día le di un lápiz y vi que disfrutaba tanto dibujando que empecé a darle pinturas con colores. Nunca recibió un premio por su trabajo. Lo hacía sólo porque le gustaba. Y sus obras no eran cualquier mamarracho: colocaba cada línea exactamente donde quería. Sabía cuándo darme el pincel para que le diera otro con pintura de un color distinto y cuándo una obra estaba acabada.

-¿Pero Congo era un mono especial o cualquier primate puede pintar así?

-Bueno, recuerdo que cuando Dalí vio su obra, dijo: «La mano del chimpancé es casi humana; la mano de Jackson Pollock es totalmente animal». Pero Congo no era un chimpancé cualquiera: era un mono excepcionalmente inteligente. Aun así, no toda su obra fue pareja. En un comienzo estaba probando, luego tuvo un período en el que verdaderamente se apasionó y luego se aburrió. Pero yo lo tuve en observación durante varios años. No es como quien agarra a un mono tres días con crayones y dice: «No pueden dibujar». En 1957 hicimos una exposición de la obra de Congo en el ICA (Instituto de Arte Contemporáneo de Londres) que se vendió en su totalidad. Hoy quedan algunos cuadros, que pueden verse en una galería de Londres, pero a Congo tuve que devolverlo al zoo. Estaba tomando características demasiado humanas y cuando alguien se acercaba a mí le agarraban celos y lo mordía.

-Después de tantos años con los animales, ¿hay algún rasgo de ellos que haya adoptado?

-¡Claro! Para el zoólogo, los seres humanos son simios sin rabo con un cerebro muy grande. Su rasgo más asombroso es cómo han prosperado, y el secreto de su éxito, lo que ha permitido los grandes descubrimientos que trajeron el progreso, es que somos la única especie que puede mantener la curiosidad del animal pequeño y sus ganas de explorar, toda la vida. A un cachorrito, a un gatito, todo les parece nuevo y les interesa, pero cuando crecen, ya no más. Los adultos humanos también podemos perder esa capacidad con una vida muy rígida y rutinaria, así que yo quiero ser como un cachorrito toda la vida, para seguir aprendiendo. Tanto es así que te diría que hoy, al investigar sobre animales, mi edad mental es de 15 años, aunque tenga 77. ¡Si tan sólo tuviera el cuerpo de un adolescente para acompañar…!

La imagen de Desmond Morris ha sido obtenida de la web de El pais.es.

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Entrevista a Mariano Amartino (Denken Uber)

Como dije, para retomar el ritmo bloggeril nada como reciclar cosas de otros sitios, en este caso tomo la entrevista que le hice a Mariano para BlogsPerú. Fué la tercera en el rubro de las entrevistas internacionales y salió en Octubre del año que no hace mucho acabó. Lo que opina Mariano sobre tecnología y demás creo que seguirá siendo perfectamente válido durante mucho tiempo, así que los que se la perdieron de leer en BlogsPerú tienen ahora una segunda oportunidad. Nunca es demasiado tarde para leer a personas con las ideas tan claras como las este blogger.

Denken Über es un blog en el que según las propias palabras del autor se escribe sobre Tecnología, Internet, Tecnología Móvil, Diseño, estrategias y otros temas en general.. Pero es además una fuente de consulta y referencia obligada para el blogger latinoamericano que quiere estar al día en este tipo de cosas, y contar con la siempre confiable opinión de su autor: Mariano Amartino, que queda con ustedes:

-Hola Mariano, tu blog es bastante conocido en el ámbito tecnológico, así que quizás esta pregunta suene casi redundante, sobre todo para quienes hayan leído el about de tu bitácora, pero ¿Cómo así llegaste a los blogs y abriste uno?
-Juan, gracias por el «elogio» :), En realidad llego a los blogs un poco por laburar en empresas de internet y un poco porque minid trabajaba conmigo en una de estas empresas; en definitiva en el 2001 lancé www.uberbin.net después de haber tenido un blog personal que era totalmente cerrado y uno que empezó a ser un «intermedio» entre ese y el actual. El blog lo armé primero porque me parecía interesante la idea de forzarme a leer, buscar información y pensar en otros puntos de vista de las noticias que me interesan .. Y por otro lado porque algunas cosas nunca se «decían» en el ambiente, de hecho creo que mi segundo o tercer post fue darle un toque de realidad a una campaña de relaciones publicas de Microsoft y de una de Red Hat. Básicamente, me parecía genial tener mi propia voz en internet.

-Y esa voz tuya ¿Sigue igual? ¿Ha cambiado con el tiempo?-Interesante pregunta… sinceramente creo que sigue siendo la misma, pero creo que en estos 4 años debe haber cambiado como cambiamos todos… aunque la idea es que siga siendo la misma…

-La primera vez que llegué a tu blog lo hice buscando temas de marketing, sin embargo ya no hablas mucho de eso, ¿Algún motivo en especial?
-En realidad sigo escribiendo del tema, pero al tener también www.netadblog.com muchas de esas cosas se «mudaron» a ese nuevo proyecto… Igualmente algunas cosas de marketing y comunicación las sigo posteando… 😉

-Pues yo ni enterado, cuéntame algo de Netadblog por favor.
-Jaja… es que me lees poco 😉 Netadblog es otro de los blogs que van surgiendo a medida que algunos temas empiezan a tener cierto peso en uberbin.net, el marketing y la comunicación es una de las cosas que mas me atraen de las empresas… digo, esa pequeña “materia” que hace que muchos compremos un producto y no otro, esa cosa que te hace relacionar un producto con una marca. Me parece bastante fascinante el marketing y la publicidad, por eso con Raúl de isopixel.net hace un tiempo empezamos a escribir netadblog.com un blog sobre publicidad y comunicación en Internet…. Es cierto que no se actualiza tanto como uno quisiera pero es donde rescato, mas en forma de link y anotación corta algunas cosas del mundo de la publicidad y el marketing en Internet.

-A través de todo este tiempo ¿Qué dirías que es lo más valorable de la experiencia del blogging?
-A través del tiempo la mas valorable es la cantidad de gente que conocí, las relaciones que se fueron formando, la cantidad de tipos interesantes con ideas interesantes y la cantidad de conocimiento que veo en los blogs y terminan sumando al mío propio.

-Blogs, podcasts, v-logs ¿Hacia donde ves que nos llevan todas estas tendencias? ¿Crees que alguna de ellas predomine sobre el resto en el futuro? ¿Una nueva forma surgirá?
-No se si surgirá una nueva norma, en realidad estas tendencias están muy atadas a la brecha digital que hay en muchos países (Especialmente para nosotros en Latinoamérica) y van a seguir creciendo, lento o rápido, pero son imparables. Ahora, todo esto nos ayuda a tener una perspectiva de ciertos hechos que nos ayudan a romper un poco los esquemas tradicionales de medios: emisión y consumo, hacia algo más de conversación-participación-creación. Creo igualmente que el valor de la palabra escrita y las conversaciones que se generan son, en cierta forma, inigualables por la riqueza (en algunos casos) de la interacción entre bloggers, lectores, etc.

-Como mencionas, mientras en el primer mundo el avance tecnológico es imparable, en nuestros países aún esto es cosa de entendidos. ¿Podemos influir para que esto deje de ser así?
-En realidad este punto esta atado a la capacidad de participación ciudadana que tengamos nosotros, el debate no es si la tecnología nos va a servir para esto, sino “¿tenemos ganas de usar la tecnología para cambiar las cosas?” El poder no esta en los blogs, o en un cms sino en la voz de cada uno de nosotros, fíjate por ejemplo en Chile el programa «Mi Primer PC pero de verdad» o la capacidad de generar cierto debate sobre los intentos de algunas empresas de modificar los accesos a internet (y cobrar por tráfico). Podemos influir, eso es innegable, solo hace falta comprometerse a nivel social.

-A veces tengo la impresión de que sólo una catástrofe o una tragedia lleva a los usuarios de internet, y sobre todo a los bloggers, a lo que dices, a comprometerse a nivel social, cosa que no es cierta claro. Lo que sí, mucho influye el nivel educacional y de conciencia de los usuarios ¿no?
-En realidad yo no se si es un tema educacional o simplemente de idiosincrasia propia de nuestros países, fíjate que a cada iniciativa interesante (o no) le sigue una serie de ataques sistemáticos de esos que “saben todo” pero nunca colaboran en nada. Por otro lado, es cierto que a mayor nivel de educación y de satisfacción personal las demandas propias materiales dejan paso a las demandas postmateriales y en estas se encuadran, en algunos casos, las ganas de colaborar o participar y hacer valer tu propia ciudadania.. digo, en una sociedad uno tiene derechos y obligaciones y dentro de estas obligaciones creo que, los que tenemos acceso a cierta educación (no te olvides que el blogger promedio tiene acceso a Internet, tiene su propia pc, tiene tiempo y eso implica cierto grado de independencia financiera) tenemos la obligación de comprometernos y participar a otro nivel… y eso lo digo aunque sea el hecho de proponer un debate, de crear alternativas, de tirar ideas para que alguien las levante y/o colaborar de alguna otra forma.

-Eres también profesor en una Univ. de BsAs. ¿Promueves el interés en los blogs y en general en todo lo que se relaciona con las nuevas tecnologías de la información entre tus alumnos?
-Si y no. Por mi parte le doy mucha prioridad a las nuevas tecnologías pero desde un punto de vista social; digo, no me interesa que un tipo que hace un postgrado de marketing sepa la diferencia entre xHTML strict o transitional… Pero SI me interesa tratar de hacerles entender la forma en la que puedan explotar estas tendencias, entenderlas y usarlas en su vida profesional.

-Ya que hablamos de educación y juntándolo con algo que mencionaste al principio, ¿Ves reales intenciones en los gobiernos de esta parte del mundo en acortar la brecha tecnológica existente?
-Creo que no tienen en cuenta el verdadero valor de la educación y que muchas veces es usado como una bandera política mas que como un proyecto a largo plazo que pueda ser alcanzado por mas que cambien las administraciones de los países. Digo, la educación es una de las pocas cosas que debería ser parte de una estrategia nacional real y NO de un gobierno que hace un plan para los medios, y que si pierde las elecciones es TOTALMENTE cambiado por el gobierno siguiente que, en general, destruyen todo lo anterior porque “es todo malo”. ¿Lo ideal? Tal vez una especie de “pacto político” donde este tema junto a algunos más sean tratados con la importancia que se merece y que sea, repito, algo a largo plazo y estratégico con el plan de país que se quiere lograr.

-¿Cómo ves la proliferación de los softwares sociales (Hi5, Orkut, etc)? ¿No es adonde se pensaba que apuntaría el desarrollo de las comunidades on-line?
-Depende que tipo de servicio definas como social, algunos son interesantes, otros son una porquería, otros son buenos pero mal utilizados… El valor de las comunidades online a veces se da más por su comunidad que por las herramientas y en realidad ahí es donde esta la gran diferencia entre algunas redes exitosas y otras que solo suman usuarios. ¿Por ejemplo comparaste Orkut con LinkedIn? Orkut me sirvió 10 minutos, entré, armé mi perfil y de golpe me encontré con gente que solo competía por tener la red maaaaasss grande de todas y por armar la mayor cantidad de grupos posibles para tener cierta «posición de privilegio»… Pum me des-subscribí. Linkedin por el otro lado al tener ciertos limites (dentro de su «anarquía») esta mucho mejor aprovechado por la gente, las relaciones que se tejen son más útiles, duraderas y sobre todo, exitosas, a nivel matcheo de gente.

-Te tomo la palabra ¿Cómo definirías un software social exitoso, o quizás habría que decir útil en serio?
-Un software social en serio me permitiría explotar el conocimiento compartido de aquellos con los que poseo un cierto grado de afinidad intelectual/emocional o ideológico… y que al mismo tiempo me permita ampliar mi horizonte de relaciones humanas, laborales, profesionales o incluso de ocio… que es una de las grande cosas de los blogs y algunos sistemas de comunidades. Parece una cosa simple pero pocos lo logran, o porque buscan hacer TODO junto o porque no tienen definido un objetivo y terminan siendo un gran conjunto de spammers de ego que solo compiten para ver quien la tiene mas grande… la red de contactos digo ;).

-Leyendo tu blog veo que te gusta la ciencia ficción ¿Cuáles son tus obras y autores favoritos?
En realidad mis favoritos son los clásicos, Dick, Asimov, Stephenson, Wells, Verne (que muchos no le prestan atención), Gibson, Ballard, Clarke.. entre otros y ahora me han recomendado a Greg Egan y a Stephen Baxter que no los conocía y me resultaron muy interesantes. Algo que me gusta de la ciencia ficción es la posibilidad de encontrar relatos cortos que te permiten meterte en algunos mundos fantásticos y que, en cierta forma, es el origen mismo del género.

-Cuéntanos de tu experiencia con los blogs en Clarín.
-La experiencia con Clarín la podemos dividir en 3 partes, la primera fue cuando lanzamos Conexiones, el primer blog de un medio masivo de comunicación en español, con comentarios abiertos y NO moderados; la experiencia fue genial… Pero la falta de moderación en un ámbito tan masivo terminó haciendo que los comentarios fuesen algo total y absolutamente inútil donde el debate pasaba más por generar problemas y «trollear» que por otra cosa. Luego vino el momento en el que se lanzó el Blog de Podetti, de nicho, solo humor, y ahí la experiencia esta siendo muy buena. Luego lanzamos WSW (weblog sobre weblogs) y la experiencia es mas «blogosférica» que otra cosa. Busco darle participación a las noticias de los blogs, hacer que la gente se sienta «motivada» a armar su propio weblog y sobre todo a participar a través de los trackbacks y pasar «tráfico y reconocimiento» a las cosas que me parecen interesantes.

-Siendo así ¿Cómo crees que debería enfocarse el tema de los comentarios y comentaristas en blogs de difusión masiva? ¿No son compatibles ambas cosas?
-Si y No, son compatible si uno puede moderarlos en cierta forma; pero con participación de todos los que comentan y las comunidades que se forman. Pocas veces un hilo de comentarios en un blog masivo se mantiene en “tema”… ojala uno pudiera crear un sistema como el Karma de Slashcode pero simple 😉

-¿Qué nos puedes decir de la blogósfera argentina, participas activamente en ella en la actualidad?
-Si y no, la blogósfera argentina es bastante activa y bastante particular, es interesante ver como se arman subgrupos ultracerrados que «dejan de lado» al resto de los blogs. Así tenés los «nodos» tecnológicos, los de escritores, los filosóficos, los personales, pero bastante poco participativos entre todos ellos. Creo que se podrían hacer cosas más interesantes si no existiese esa «compartimentalización estanca» entre ellos.

-Recientemente comentaste que sólo conocías de un blogger periodista en Argentina, acá sorprendió eso porque en nuestro medio tenemos varios. ¿será esto producto de la «compartimentalización estanca» que hablas?
-Si, en este punto creo que hay una serie de “comunidades cerradas” que no se interlinkean, que no comparten muchas cosas y que por eso no se “conocen” entre si… y OJO que esto no es algo necesariamente malo… ya que, al compartir pocas cosas, quizás no tiene ni sentido que se conozcan…. Pero seria bueno que lo hagan para aumentar el calor comunitario de los blogs. Por otro lado, desde que escribí eso en mi blog y en el de Clarín.. recibí bastantes mails diciéndome “che.. yo existo” y gracias a eso descubrí algunos blogs de periodistas argentinos muy buenos.

-¿Y bueno, que nos puedes comentar sobre la política Argentina?
-Que pregunta jodida, creo que estamos en un momento bastante especial, acabamos de salir de una crisis que dejó muchas cicatrices a nivel social, y creo que la clase política argentina no está a tono con lo que exigen las circunstancias… digo, no se ve más que lo mismo que vemos hace años, solo luchas intestinas por el poder en si mismo y ni una sola propuesta nueva o coherente que permita apostar al futuro.
Es un momento en el que el “discurso” indica que uno debe presentarse como la “Nueva política” aun cuando los que lo dicen son los mismos personajes que están en el gobierno hace al menos 20 años…. Y el gran problema, atado justamente a la educación, es que no hay nuevos jugadores ni nuevas generaciones de políticos preparados y profesionales para tomar las posta. Es interesante ver como en las elecciones que hay ahora en 3 semanas, cada político tiene a un familiar, pariente o esposa peleando grandes puestos… ¿entonces.. Donde esta la renovación? Se perdió como se perdió la conciencia de participación ciudadana en un ámbito de “si nos van a joder igual… mejor no hago nada porque soy un rebelde”.

-¿Conoces algo del Perú? ¿Y de sus blogs?
-Conozco algo.. poco y nada si te soy sincero; conozco blogsperu que ya te habia comentado es un proyecto interesante y donde hay bastante movimiento; conocía tu blog (el de bloxus) y pocos más (entre ellos brandcode por un post que me gustó que era el de anunciando bajo la lluvia) … en realidad nunca le presté atención a la nacionalidad… y por eso se me complica mucho pensarlos así. Algo que me sorprendió fue la cantidad de empresas con blogs en Perú, quizás como número no es mucho, pero es un buen indicativo.

Gracias Mariano.

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Jacques Le Goff: La edad Media

En el diario La Nación de Argentina, sale publicada una extensa entrevista al historiador francés Jacques Le Goff, hecha por Luisa Corradini. A continuación un extracto algo largo de la misma.

Discípulos y colegas llaman al francés Jacques Le Goff “el ogro historiador”. Es una referencia al desaparecido Marc Bloch, cofundador de l’Ecole des Annales, quien afirmaba que un buen historiador “se parece al ogro de la leyenda: allí donde huele carne humana, sabe que está su presa”. De un ogro, Jacques Le Goff tiene la estatura y el apetito. A los 82 años, Jacques Le Goff sigue trabajando, a pesar de la profunda tristeza que le provocó la reciente muerte de su esposa y de una caída que desde 2003 lo mantiene recluido en su departamento de París.

Con cualquiera de sus libros –tantos que podrían formar una biblioteca– todo lector se siente inteligente y erudito. Aún más que sus condiscípulos George Duby, Emmanuel Le Roy Ladurie y François Furet, Le Goff recurrió a todas las disciplinas para estudiar la vida cotidiana, las mentalidades y los sueños de la Edad Media: antropología, etnología, arqueología, psicología. Sus obras mezclan conocimiento y perspectivas. Con ellas es posible introducirse en un medioevo fascinante, donde se estudiaba y se enseñaba a Aristóteles, Averroes y Avicenas, las ciudades comenzaban a forjarse una idea de la belleza y los burgueses financiaban catedrales que inspirarían a Gropius, Gaudi y Niemeyer. En esa Edad Media masculina, la mujer era respetada, las prostitutas, bien tratadas y hasta desposadas, y solía suceder que las jovencitas aprendieran a leer y a escribir.

-Los historiadores no consiguen ponerse de acuerdo sobre la cronología de la Edad Media. ¿Cuál es la correcta, a su juicio?
-Es verdad que no todos los historiadores coinciden en esa cronología. Para mí, la primera de sus etapas comienza en el siglo IV y termina en el VIII. Es el período de las invasiones, de la instalación de los bárbaros en el antiguo imperio romano occidental y de la expansión del cristianismo. Déjeme subrayar que Europa debe su cultura a la Iglesia. Sobre todo, a San Jerónimo, cuya traducción latina de la Biblia se impuso durante todo el medioevo, y a San Agustín, el más grande de los profesores de la época.

-Usted, gran anticlerical, jamás deja de destacar el papel de la Iglesia en los mayores logros de la Edad Media.
-¡Pero no es necesario ser un ferviente creyente para hablar bien de la Iglesia! También soy un convencido partidario del laicismo: principio admirable, establecido por el mismo Jesús cuando dijo: «Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Pero, volviendo a la cronología, la segunda etapa está delimitada por el período carolingio, del siglo VIII al X.

-El imperio de Carlomagno fue, para muchos, el primer intento verdadero de construcción europea?
-Falso. En realidad se trató del primer intento abortado de construcción europea. Un intento pervertido por la visión «nacionalista» de Carlomagno y su patriotismo franco. En vez de mirar al futuro, Carlomagno miraba hacia atrás, hacia el imperio romano. La Europa de Carlos V, de Napoleón y de Hitler fueron también proyectos antieuropeos. Ninguno de ellos buscaba la unidad continental en la diversidad. Todos perseguían un sueño imperial.

-Usted escribió que a partir del año 1000 apareció una Europa soñada y potencial, en la cual el mundo monástico tendría un papel social y cultural fundamental.
-Así es. Una nueva Europa llena de promesas, con la entrada del mundo eslavo en la cristiandad y la recuperación de la península hispánica, que estaba en manos de los musulmanes. Al desarrollo económico, factor de progreso, se asoció una intensa energía colectiva, religiosa y psicológica, así como un importante movimiento de paz promovido por la Iglesia. El mundo feudal occidental se puso en marcha entre los siglos XI y XII. Esa fue la Europa de la tierra, de la agricultura y de los campesinos. La vida se organizaba entre la señoría, el pueblo y la parroquia. Pero también entraron en escena las órdenes religiosas militares, debido a las Cruzadas y a las peregrinaciones que transformarían la imagen de la cristiandad. Entre los siglos XIII y XV, fue el turno de una Europa suntuosa de las universidades y las catedrales góticas.

-En todo caso, para usted, la Edad Media fue todo lo contrario del oscurantismo.
-Aquellos que hablan de oscurantismo no han comprendido nada. Esa es una idea falsa, legado del Siglo de las Luces y de los románticos. La era moderna nació en el medioevo. El combate por la laicidad del siglo XIX contribuyó a legitimar la idea de que la Edad Media, profundamente religiosa, era oscurantista. La verdad es que la Edad Media fue una época de fe, apasionada por la búsqueda de la razón. A ella le debemos el Estado, la nación, la ciudad, la universidad, los derechos del individuo, la emancipación de la mujer, la conciencia, la organización de la guerra, el molino, la máquina, la brújula, la hora, el libro, el purgatorio, la confesión, el tenedor, las sábanas y hasta la Revolución Francesa.

-Pero la Revolución Francesa fue en 1789. ¿No se considera que la Edad Media terminó con la llegada del Renacimiento, en el siglo XV?
-Para comprender verdaderamente el pasado, es necesario tener en cuenta que los hechos son sólo la espuma de la historia. Lo importante son los procesos subyacentes. Para mí, el humanismo no esperó la llegada del Renacimiento: ya existía en la Edad Media. Como existían también los principios que generaron la Revolución Francesa. Y hasta la Revolución Industrial. La verdad es que nuestras sociedades hiperdesarrolladas siguen estando profundamente influidas por estructuras nacidas en el medioevo.

-¿Por ejemplo?
-Tomemos el ejemplo de la conciencia. En 1215, el IV Concilio de Latran tomó decisiones que marcaron para siempre la evolución de nuestras sociedades. Entre ellas, instituyó la confesión obligatoria. Lo que después se llamó «examen de conciencia» contribuyó a liberar la palabra, pero también la ficción. Hasta ese momento, los parroquianos se reunían y confesaban públicamente que habían robado, matado o engañado a su mujer. Ahora se trataba de contar su vida espiritual, en secreto, a un sacerdote. Tanto para mí como para el filósofo Michel Foucault, ese momento fue esencial para el desarrollo de la introspección, que es una característica de la sociedad occidental. No hace falta que le haga notar que bastaría con hacer girar un confesionario para que se transformara en el diván de un psicoanalista.

-La invención del purgatorio, a mediados del siglo XII, parece haber sido también uno de los momentos clave para el desarrollo de nuestras sociedades actuales.
-Así es. Curiosamente, lo que comenzó como un intento suplementario de control por parte de la Iglesia, concluyó permitiendo el desarrollo de la economía occidental tal como la practicamos en nuestros días.

-¿Cómo es eso?
-La invención del purgatorio se produjo en el momento de transición entre una Edad Media relativamente libre y un medioevo extremadamente rígido. En el siglo XII comenzó a instalarse la noción de cristiandad, que permitiría avanzar, pero también excluir y perseguir: a los herejes, los judíos, los homosexuales, los leprosos, los locos… Pero, como siempre sucedió en la Edad Media, cada vez que se hacían sentir las rigideces de la época los hombres conseguían inventar la forma de atenuarlas. Así, la invención de un espacio intermedio entre el cielo y el infierno, entre la condena eterna y la salvación, permitió a Occidente salir del maniqueísmo del bien y del mal absolutos. Podríamos decir también que, inventando el purgatorio, los hombres medievales se apoderaron del más allá, que hasta entonces estaba exclusivamente en manos de Dios. Ahora era la Iglesia la que decía qué categorías de pecadores podrían pagar sus culpas en ese espacio intermedio y lograr la salvación. Una toma de poder que, por ejemplo, permitiría a los usureros escapar al infierno y hacer avanzar la economía. También serían salvados de este modo los fornicadores.

-Pero hasta la aparición del sistema bancario reglamentado, en el siglo XVIII, tanto la Iglesia como las monarquías sobrevivieron gracias a los usureros. ¿Por qué condenarlos al infierno?
-Porque así lo establecían las escrituras, como en la mayoría de las religiones. En el universo cristiano medieval, la usura era un doble robo: contra el prójimo, a quien el usurero despojaba de parte de su bien, pero, sobre todo, contra Dios, porque el interés de un préstamo sólo es posible a través del tiempo. Y como el tiempo en el medioevo sólo pertenecía a Dios, comprar tiempo era robarle a Dios. Sin embargo, el usurero fue indispensable a partir del siglo XI, con el renacimiento de la economía monetaria. La sed de dinero era tan grande que hubo que recurrir a los prestamistas. Entonces la escolástica logró hallarles justificaciones. Surgió así el concepto de mecenas. También se aceptó que prestar dinero era un riesgo y que era normal que engendrara un beneficio. En todo caso, y sólo para los prestamistas considerados «de buena fe», el purgatorio resultó un buen negocio.

-¿Se podría decir … que seguimos viviendo en la Edad Media?
-Sí. Pero esto quiere decir todo lo contrario de que estamos en una época de hordas salvajes, ignorantes e incultas, sumergidos en pleno oscurantismo. Estamos en la Edad Media porque de ella heredamos la ciudad, las universidades, nuestros sistemas de pensamiento, el amor por el conocimiento y la cortesía. Aunque, pensándolo bien, esto último bien podría estar en vías de extinción.

Una ilustrativa entrevista a Jacques Le Goff sobre San Luis, un artículo de Le Goff: Las Globalizaciones Tienden a Violar La Historia y la Cultura, una reseña sobre su libro: En busca de la Edad Media, otra sobre El nacimiento de Europa, otra entrevista, esta vez sobre Salud Mental y Cultura. La foto del profesor Le Goff ha sido obtenida de la web cite-sciences.

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Maffesoli: ¿El fin de la era moderna?

En el diario argentino LA NACION publicaron hace unas semanas una entrevista a Michel Maffesoli, sociólogo italiano, la misma corrió a cargo de Luisa Corradini. Selecciono algunos párrafos claramente interesantes.

Para muchos, el sociólogo francés Michel Maffesoli ha ido más lejos que Nietzsche y que Fukuyama. Para él, no es Dios el que ha muerto, ni la Historia: ha muerto nada menos que la era que dio origen a ambas ideas.

-Desde hace años usted anuncia el fin de la era moderna. Esto incluye el fin de los valores judeocristianos, el fin de lo político y la emergencia de un concepto absolutamente original en sociología: el de tribu. ¿Por qué es el fin de una época?
-Yo no digo exactamente «el fin». La palabra sobre la cual yo insisto es «saturación». En química, hay saturación cuando las moléculas que componen un cuerpo se separan. Sin embargo, al mismo tiempo, con esas moléculas se produce la composición de otro cuerpo. En nuestro caso, se trata de la saturación de los grandes valores que compusieron el modernismo -fe en el futuro, en el progreso, predominio de la razón-, de esos valores que marcaron los siglos XVII, XVIII, XIX, hasta los años 50 o 60 del XX. Ese fue un gran ciclo, bien elaborado, que dio como resultado la sociedad moderna. El corazón geográfico de ese proceso fue Europa. Luego el modernismo «contaminó» al resto del mundo. Ahora hay saturación. Simplemente, porque en un momento determinado se produce una fatiga, un hartazgo, el desgaste de un modelo, de un paradigma. Y en el momento de esa fatiga observamos una recomposición.

-¿Cuáles son las características de esta etapa que usted califica de «posmodernismo»?
-En vez de la fe en el futuro y en el progreso, estamos frente a la acentuación del presente. Es interesante ver cómo las jóvenes generaciones ponen el acento en el presente, la importancia que tiene para ellos la idea ecológica, contra el mito del progreso. Esta sensibilidad ecológica es alternativa al mito del progreso. En cuanto al gran predominio de la razón, idea en la cual se basaron todas las sociedades modernas, vemos el retorno del afecto, del sentimiento. Yo me sorprendo al ver cómo todo es ocasión propicia para la manifestación de esa afectividad, de la emoción. Como científico social, constato que todos aquellos elementos sobre los cuales se fundó la sociedad moderna están dejando lugar a otra cosa.

-Usted dice que la emergencia de la tribu anuncia la muerte del modernismo. Sin embargo, la tribu siempre existió.

-Sí y no. Es verdad que, como categoría antropológica, la tribu siempre existió. Pero en la historia de la humanidad ha tenido mayor o menor importancia. Cuando yo acuñé el concepto de tribu, lo hice para señalar una gran diferencia con el siglo XIX, culminación del modernismo: ése fue, justamente, el momento de la superación de la tribu. En esa época se crearon los conceptos de «contrato social», de «cuerpo social». La palabra misma, «social», fue creada en el siglo XVIII. Lo social es algo profundamente racional. El contrato es el súmmum de esa racionalidad. Durante toda esa época, lo que prevaleció fueron las instituciones sociales: la escuela, la familia. El objetivo de las instituciones era macroscópico, absolutamente racional, organizado. En esa época existían, naturalmente, las tribus. Pero eran muy marginales, como vestigios del pasado. Ahora asistimos a un retorno de esas tribus. Estamos frente a una organización de la sociedad en tribus. Lo que antes era marginal se ha vuelto central.

-¿El antiguo contrato social ha sido reemplazado por la idea de pertenencia a un grupo, a una tribu?
-Sí. Puede tratarse de tribus sexuales. Hay una multiplicidad de tribus sexuales que se muestran y se afirman: bisexuales, homosexuales, heterosexuales, etc. Pero también puede tratarse de tribus musicales (tecno, góticos, metal), artísticas, deportivas, culturales, religiosas. El desarrollo actual de las sectas es, desde ese punto de vista, muy significativo. Se trata, en realidad, de un proceso transversal. Allí donde el hombre moderno había instalado un cuerpo social absolutamente homogéneo -la República, única e indivisible-, nos encontramos hoy con una especie de fragmentación, de patchwork, con una constelación de grupos.

-En ese proceso posmodernista, una de las principales víctimas parece ser la clase política. Para usted, ese sector vive completamente desconectado de la realidad y es incapaz de entenderla. ¿Esto explicaría el desapego de los jóvenes por la política, las elecciones y hasta por la democracia?
-Quiero aclarar que yo nunca anuncié el fin de la política. Lo que durante dos siglos llamamos «lo político» está adquiriendo una nueva imagen. Cuando fue acuñada, la palabra «política» quería decir «cómo vivir con los demás en la polis (ciudad), cómo convivir». Con el tiempo, esa definición se ha vuelto una especie de antifrase: «política» terminó designando exactamente lo contrario. Actualmente, lo político ya no designa a la administración de la polis, sino que designa algo tan abstracto que ha dejado de tener sentido para el hombre común. Por eso hay un descreimiento en la política, en los políticos. Este proceso también se inscribe en el marco de la saturación. La práctica política cumplió sus objetivos y terminó por envejecer.

-¿Qué hacer, entonces? Porque la sociedad sigue necesitando convivir y ser administrada.
-Es necesario hallar otras formas de hacer política. Yo hablo de la necesidad de una «práctica doméstica» del hombre político. Doméstico quiere decir «de la casa». Hay que ocuparse de la casa. En ese contexto, la ecología adquiere todo su valor. En griego, doméstico se dice oikos, que es «ecología». En la actualidad, el descreimiento en la política tradicional, lejana, es proporcional al interés que despierta lo que yo llamo localismo: ocuparse del barrio, de la calle en la que se vive, en la organización de la vida local. De allí el vertiginoso desarrollo de las asociaciones locales, de proximidad, que serán un actor fundamental de este proceso.

Para quienes quieran profundizar en el pensamiento Maffesoli: su página web (en francés), Conociendo a Maffesoli y Repensando lo Político, artículos sobre su obra en PDF; una pequeña reseña de su libro Nomadismo, vagabundeos iniciáticos; y el comentario sobre un libro que analiza la obra de Maffesoli: Posmodernidades: La obra de Michel Maffesoli revisitada, Rigoberto Lanz (ed.).

La foto del profesor Maffesoli ha sido obtenida de la web www.medef.fr.

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Pjorge – Entrevista

Se me había pasado postear acá la entrevista a algún blogger foráneo que periódicamente hago para BlogsPerú y que con la presente llega a su tercera edición. En realidad debería estar ya por publicar la cuarta, cosa a la que me abocaré recién esta próxima semana.

Como habrán notado los lectores perspicaces, nuestra nueva entrevista internacional ha demorado más tiempo del previsto en aparecer, y la verdad, lo que publicamos ahora es sólo una primera parte. Sucede que nuestro invitado ha tenido diversos asuntos personales que atender, entre otras cosas ha sido padre por primera vez recientemente, y el tiempo se le ha hecho corto para contestar como se debe la entrevista, así pues, con su promesa de hacerlo lo más pronto posible, publicamos esta primera parte. Pero antes, nuestro entrevistado en sus propias palabras:

Nací, lo cual casi debería ser obvio. Tal cosa sucedió en la isla de Lanzarote allá por 1967 cuando el mundo era joven y los dinosaurios caminaban sobre la tierra. Durante mucho tiempo viví en Tenerife, donde estudié la carrera de física, y ahora resido en Santiago de Compostela, en Galicia. No es mal cambio para una persona acostumbrada a que las temperaturas no desciendan a partir de cierto punto y a que el agua sólo caiga desde arriba si alguien se sube al tejado a tirarla.

Profesionalmente, me dedico a la informática y especialmente me gusta programar en Java (he descubierto que no es en absoluto un lenguaje de programación sino más bien un gran juego de aventuras). También hago traducciones. Considerando lo que estudié, supongo que estoy de prestado en cualquiera de esos dos campos.

Mis aficiones son simples. Me gusta leer (sobre todo ensayo, especialmente lo relacionado con genética y biología), ver la tele (Buffy la cazavampiros es genial) y jugar a vídeojuegos (fan de la serie Final Fantasy). Como verán, omito el deporte, aunque supongo que pronto tendré que empezar a hacer algo con la intención de morirme sano.

Fui muchos años un gran aficionado a la ciencia ficción y durante una década edité con mis amigos Joan Manel Ortiz, Ricard de la Casa y José Luis González la revista BEM. Ya no lo hacemos, pero mantenemos vivo el sitio de la revista con una amplia selección de noticias y demás.

Con ustedes entonces: Pedro Jorge Romero, o simplemente Pjorge.

Aunque suene a cosa muy trillada ¿Puedes contarnos tus inicios en la red y en los blogs?
Fue, como muchas cosas en esta vida, una cuestión de casualidad. Fue por la época en que Google sacó su API. Yo estaba investigándolo para un programa y por casualidad llegué a la página de David Watson que lo había usado un poco y quedé enganchado al formato bitácora. Creo que ya las conocía e incluso hice algún experimento previo (http://severiano.blogspot.com/), pero la cosa no cuajó hasta ese segundo intento. Por aquella época también hacía una diplomatura en la universidad y nos propusieron crear una web como trabajo. Yo me dije, ¿por qué no hacer una bitácora? Y ya está.

Supongo que debido a tus ocupaciones hay momentos en los que posteas poco y otros en los que eres casi el posteador mas rápido del oeste. ¿Es una necesidad en tu caso la página personal / blog?
Depende mucho del estado de ánimo, de la disponibilidad de tiempo y de la abundancia de temas. Pero sobre todo, noto muchas diferencias en la capacidad de mi cerebro para escribir. En ocasiones, escribo 1000 palabras de un tirón. En otras, escribir dos líneas es una tortura y me siento como si nadase en arena. Por otra parte, se puede decir que en cierta forma es una necesidad. Escribir me ayuda a pensar, y hacerlo periódicamente es un buen ejercicio. A veces no sé lo que pienso hasta que lo he escrito. En realidad, también me pasaba cuando era profesor. Dar clase me ayudaba a pensar. Es decir, no sé lo que pienso hasta que no lo he expresado con palabras.

Sueles tocar temas muy variados en tu blog, y por lo general lo haces con propiedad y conocimiento del tema, ¿Tu formación te lleva a esto o es que de por si tienes una casi inacabable sed de conocimientos?
Es un defecto, la verdad. Soy un rayo de luz sin foco, incapaz de concentrarse en una única cosa. Las cosas llaman mi atención y tengo una capacidad casi ilimitada para interesarme por lo más absurdo. Por eso mi bitácora es tan dispersa: hablo de lo que me llama la atención en ese momento. Yo mismo me sorprendo de las cosas que puedo llegar a leer y a las que puedo dedicar esfuerzo (para eso el archivo de la página está genial. Puedo ir atrás y espiarme en el pasado). Sinceramente, lo considero un poco triste. Leo cosas que sé que jamás aplicaré en nada y me entra cierta sensación de esfuerzo malgastado. Por otra parte, tampoco lo puedo evitar, así que lo mejor es asumirlo. Pero en ningún caso se trata de mi formación. Hice física, así que vamos… Paradójicamente, las bitácoras que más me gustan son las temáticas. En mi agregador están ordenadas por temas, y me «fastidia» mucho encontrar una que me guste y no pueda encajar en ningún lado.

¿Qué tan cierta es tu fama de geek?
Es totalmente falsa. Me gustan las personas y hablo con todo el mundo. Los cacharros me interesan en gran medida por lo que me permiten comunicarme con la gente (de ahí mi gran interés por los teléfonos móviles) y rara vez por sí mismos. Es decir, hay cosas que son geniales de hacer y cacharros que son interesantísimos por sí mismos. Pero si no puedes compartirlos, no sirven para nada.

¿Preferirías una reunión con gente de la blogósfera a una con fans de Buffy?
Me gusta reunirme con gente interesante. Vamos, que casi cualquier reunión me vale. Eso sí, ya he ido a muchas de gente de la blogosfera y nunca a una de Buffy. Me gustaría probar la de Buffy a ver qué tal.

La gente de sistemas suele estar muy ligada a lo geek, sin querer insistir en lo mismo ¿Sigues siendo programador freelance o te dedicas fulltime a la traducción?
Ocasionalmente programo. También programo en la universidad, pero sobre todo material para proyectos de investigación. Me gano la vida traduciendo, efectivamente.

¿Cual es el libro que más te ha gustado traducir y cuál el más difícil?
Los libros de Neal Stephenson. Son los que más me han costado traducir, porque Stephenson es muy peculiar y nunca sabes por donde te va salir y de qué se va a poner a hablar. Como comprenderás, eso hace que me resulte también muy interesante, por lo que sus libros son también los que más he disfrutado traduciendo. Los disfruto tanto, que probablemente sea pecado.

¿Cómo anda tu participación en BEM on line, considerando que el Archivo de Nessus ha pasado a mejor vida y que tu interés por la CF ya no es el mismo de antes?
BEM Online tiene todo mi apoyo y me parece un gran proyecto. No le dedico demasiado tiempo por lo que tú dices: la ciencia ficción ya no me interesa tanto como antes. La traduzco y la leo ocasionalmente, eso es casi todo. Dediqué 10 años a BEM y a la ciencia ficción. Y la verdad, son un montón de años para alguien como yo al que le cuesta concentrarse. Lo disfruté muchísimo y lo pasé bastante bien, pero cuando acabó me pareció un buen momento para hacer otras cosas.

¿Sigues fascinado por lo japonés?
Mucho. De hecho, me interesan todas las culturas de Asia. Pero sobre todo Japón y China, aunque también me encantaría aprender coreano. En cuanto a literatura, de Japón es el país que más he leído y ando totalmente fascinado. Me encanta esa capacidad que tienen los autores japoneses para escribir con lo que no dicen. También intento seguir el cine japonés, pero le he dedicado menos tiempo.

Hablando de culturas ¿Conoces algo acerca del Perú?
Perú es uno de esos países conocidamente desconocidos. Te suena tanto que creer saber muchas cosas de él. Aparte de los escritores –de los que conozco varios- y los problemas políticos de hace unos años, no puedo decir que sepa de Perú más de lo que enseñan en el colegio. Eso sí, el quechua me interesa mucho. He leído algo sobre esa lengua y es una sobre las que me gustaría saber más. No llegar a hablarlo, claro, porque probablemente me resultase imposible, pero sí al menos saber más sobre su funcionamiento interno. En el libro «The Power of Babel» había una serie de comentarios sobre una variedad del quechua que me resultaron llamativos.

Una que siempre te quise hacer, recomiéndame 10 libros, si además puedes decirme porqué … bueno, para que más.
Vale. Los 10 que se me ocurren ahora mismo. Si me preguntas mañana, serán otros diez:

Cántico por Leibowitz, de Walter M. Miller
La mejor novela de ciencia ficción jamás escrita

La falsa medida del hombre, de Stephen J. Gould
Una llamada de atención: las personas son más importantes que las teorías

Al sur de la frontera, al oeste del sol, de Haruki Murakami
Una extraordinaria novela sobre la crisis de la mediana edad

El bebedor de vino de palma, de Amos Tutuola
Te adentras en una cultura mágica completamente diferente a la occidental

Hamlet, de William Shakespeare
Mi libro preferido

La peligrosa idea de Darwin, de Daniel Dennett
Una de las grandes reflexiones sobre la evolución

Lo bello y lo triste, de Yasunari Kawabata
Lo que comentaba ante, la capacidad para contar con lo que no se dice

Flores para Algernon, de Daniel Keyes
Un viaje de ida y vuelta

El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon
Consigue meterte en la cabeza de una persona que piensa de una forma completamente diferente. Como complemento, se puede leer el libro «Un antropólogo en Marte».

The Book, de Alan Watts
Para saber cómo es realmente la realidad

Vaya, qué mal, me han sobrado libros…

Originalmente pensada para ser mas extensa, diversos problemas de ambas partes han hecho que quede tal como está, aunque es posible que en un futuro indeterminado se complete, nunca se sabe. Si no la leyeron en su momento esta es su oportunidad, también pueden leer lo que el propio Pjorge comenta sobre la entrevista.

ACTUALIZACION – La Entrevista completa.

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