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Memorias de Tierra Nueva: La décima elección

Portada de la la segunda edición impresa.

«Cada cien años gigantes, como las montañas más altas, cruzan el mar buscando devastar Tierra Nueva y, cada cien años, 12 guerreros, entre hombres y mujeres, son elegidos para combatirlos. Esta es la décima ocasión desde que los primeros héroes portaran las armas sagradas que la humanidad tendrá que hacer frente a aquel inminente peligro. Y todo parece indicar que será la peor de todas».

La verdad no sabía bien qué esperar cuando me preparaba para leer esta novela. Fantasía, si, pero ¿de qué tipo? En la solapa se lee: «gigantes, elegidos, armas sagradas, dioses». Bueno, ya eso te dice algo, pero igual queda la duda. ¿Cuál será el tratamiento? ¿Qué influencias tendrá? ¿Estará bien escrita? Callé a mi cuestionador interno y me puse a leer. Unos días después le di vuelta a la última página y pregunté por la continuación. No, todavía no está publicada.

Frustrado, pero contento (¿era eso posible?), no me queda si no decir que el amigo Tulio se ha mandado una muy buena novela de… ¿high fantasy? pues diría que sí, al menos cumple con estar situada en un mundo alternativo de ficción y trata temas de la lucha contra las fuerzas sobrenaturales del mal, aunque a primera impresión temáticamente está más cerca de Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin que de El Señor de los anillos de Tolkien, con un toque de Los Juegos del Hambre.

La narración tiene muy buen ritmo, los personajes no se meten en largas disquisiciones filosóficas o dudas existenciales (sin que eso no signifique que no se las planteen) y va todo el rato con lo que queremos, es decir acción. De hecho es muy visual y mientras la lees te puedes ir imaginando la serie o película basada en la novela.

Las puertas del templo eran lo suficientemente anchas para entrar con el caballo. Cabalgó hasta la sala de ceremonias y desmontó para esconderse entre las sombras. Los jinetes entraron, con espadas en mano atentos a cualquier movimiento. Katta tomó un pedazo de roca y lo lanzó a la cabeza de uno de ellos. Este cayó inconsciente y los otros dos se volvieron a ver. Katta corrió bajo el cobijo de las sombras hasta un pasadizo que llevaba a las escaleras del segundo piso. Subió rápidamente y saltó, sin pensarlo demasiado, cayendo encima y clavándole la espada en el pecho a otro de ellos. El dolor en el hombro se hizo presente, pero lo ignoró y se volvió para fijarse donde se encontraba el tercero. Este apareció de entre las sombras lanzando una estocada que Katta pudo esquivar rodando a un lado. Se puso de pie, algo mareado, y lanzó su espada hacia el hombre. Este hizo la cabeza a un lado para esquivarla. Desarmado, Katta corrió en dirección contraria. El hombre le persiguió lanzando un enfurecido grito de guerra. Katta fingió tropezar, tomó la espada del que tumbó con la piedra y, cuando el hombre estaba por hacerle un corte mortal en la espalda, se giró y le clavó la espada en la entrepierna. El hombre soltó un horrible alarido. Katta sacó la espada y le cortó el cuello con un rápido movimiento. Tomó aire y buscó no perder la concentración.

Por otra parte podría decirse quizás que hay un abuso de los flashbacks y flashforwards (analepsis y prolepsis para los castizos), pero terminé acostumbrándome, sin embargo comprendería que a algunos lectores les pueda resultar molesto, por que sí, a veces cuesta darse cuenta de en qué momento transcurre lo que uno se encuentra leyendo.

Una cosa similar pasa con la gran cantidad de personajes que el autor despliega, si uno está acostumbrado a leer sagas de fantasía, donde eso es algo recurrente, pues no debería haber problemas, pero si no, esto podría jugar en contra al momento que el lector trate de recordar lo leido. Por mi parte lo soluciono con una breve repasadita a los correspondientes capítulos anteriores y así me pongo al tanto.

Finalmente, este libro es una especie de rara avis en la literatura peruana pues a pesar que hay varios autores que escriben literatura fantástica muy pocos hacen high fantasy. El hecho de que tampoco esté ambientado en el Perú o inspirado en algún momento de la historia destos reinos hace mayor su alejamiento de las corrientes imperantes en la literatura peruana.

Y como en cualquier otra saga al final del libro nos quedamos con muchas preguntas: ¿Qué pasará con nuestros personajes favoritos? (sean cuales sean estos) ¿Cuándo aparecerán los gigantes? (Oooops, mini spoiler) ¿Intervendrán los dioses? (Mmmmmm) Y las más importantes para mi ¿Cambiará el tipo de gobierno y sistema social en Tierra Nueva? ¿Quedará explicada la cosmología del universo en el cual se desarrolla la saga? poco a poco supongo.

Portada de la primera edición impresa.

En resumen, una muy buena primera novela del autor y excelente inicio de una saga que, ojalá, veamos terminada pronto. Muy recomendada sin duda para los fans del género y para quienes puedan estar dudando en conseguírsela.

Por acá les dejo el link a la versión para kindle descargable en Amazon. ¡Aprovechen que está sin costo!

Si se vuelven fans les dejo también el link a la fanpage en Facebook: Memorias de Tierra Nueva.

Este post lo publiqué originalmente en Goodreads, la presente versión ha sido ligeramente modificada.

Disclaimer: Aunque el escritor, Tulio Dávila, es mi amigo, he tratado de conservar la imparcialidad al momento de elaborar esta reseña. Por otra parte, el haber revisado el texto a fin de eliminar los siempre presentes typos para la segunda edición de la novela me permitió hacer una lectura más detenida de la misma.

Conversando con Rebecca MacKinnon sobre «Consent of the Networked»

No sin nuestro consentimiento (Consent of the Networked) Rebecca MacKinnon

No sin nuestro consentimiento (Consent of the Networked) Rebecca MacKinnon

Rebecca MacKinnon, co-fundadora de Global Voices, es una periodista y bloguera de amplia trayectoria, muy aguda en sus apreciaciones sobre los temas de los que se ocupa, que suelen ser los relacionados con la sociedad del conocimiento y las libertades en internet. El pasado mes de enero publicó su libro «Consent of the Networked» donde profundiza en esta temática. Con motivo de la publicación del mismo se dijo en Global Voices:

¿Cómo nos aseguramos que Internet evolucione de una forma que sea compatible con la democracia? Dado el fuerte empuje de los medios sociales a los recientes alzamientos en las regiones de Oriente Medio, además de en otros lugares, ¿Cómo se cerciora la sociedad que las mismas herramientas no son empleadas para la censura  y la vigilancia gubernamental (que a menudo reciben más que una modesta ayuda de las compañías de tecnología occidentales)? Y, por último, ¿Cómo podemos dejar de pensar en nosotros mismos como “usuarios” pasivos de la tecnología, en vez de como “ciberciudadanos” que toman posesión y responsabilidad sobre nuestro futuro digital?

En castellano el libro fue publicado el pasado mes de junio por Editorial Deusto bajo el título de «No sin nuestro consentimiento«.  Y tiene la particularidad de contar con textos adicionales de dos «gurús» del internet hispano. El prólogo corrió a cargo de José Luis Orihuela, y el epílogo de cuenta de Enrique Dans. JL Orihuela posteó al respecto incluyendo el prólogo, que entre otras cosas dice:

El gran tema que plantea MacKinnon en esta obra es nada menos que la gobernanza de internet, y la exigencia de reclamar como ciudadanos digitales que las decisiones políticas y corporativas que afecten a la red no se tomen sin nuestro consentimiento informado.

No sin nuestro consentimiento es un amplio y detallado diagnóstico sobre las prácticas corporativas y los controles gubernamentales que están cercenando los espacios digitales de la sociedad civil, pero también un inventario de iniciativas en marcha que abren caminos para expandir los bienes comunes digitales frente al avance de las empresas tecnológicas y de los gobiernos sedientos de control.

Enrique Dans hizo lo mismo y entre lo que comenta en el epílogo que escribió se puede destacar lo siguiente:

si algo hace este libro es despertar la preocupación por comprobar hasta qué punto, si las cosas no cambian, tendremos que, cuando hablemos con nuestros hijos, referirnos a la red como a un espejismo de libertad que vivimos a lo largo de un par de décadas, pero que terminó por convertirse en otra cosa. Nunca, en ningún otro momento de la historia de la humanidad, hemos tenido tan clara conciencia de hasta qué punto estábamos siendo manipulados por un poder que, disfrazado de algo que llamaban democracia, se dedicaba a manejar a las personas mediante el uso de medios unidireccionales, de asimetrías comunicativas y de técnicas de manipulación colectiva. Si algo hace este libro es demostrarnos que, como debería ocurrir con el poder en el mundo físico, el poder en el mundo digital debe ser restringido, balanceado y controlado por los propios usuarios.

Durante el pasado Global Voices Summit en Nairobi, Kenia, aproveché para conversar brevemente con ella sobre su libro. Acá el video. Si no les aparece la opción de verlo con subtítulos en castellano pueden elegirla desde el menú en la parte inferior izquierda del mismo.

No se si está a la venta en librerías latinoamericanas pero en todo caso queda como lectura recomendada.

Las gracias a Teamocrite Amaro por la transcripción del video en inglés y a Rosa Mancebo y Marta Martínez por la subtitulación en castellano.

Bob Stein y el futuro del libro

Hace unos días estuvo en Lima Bob Stein, un estudioso de las nuevas tendencias hacia donde se dirige el libro y el mundo de la publicación en general en el contexto de las nuevas tecnologías derivadas del uso masivo de internet y las redes sociales. Acá información sobre sus actividades.

Abril Rojo – Santiago Roncagliolo

Compré este libro hace cosa de más de un mes o algo así y en realidad no quería leerlo tan rápido, pero me llamaba contínuamente la atención con esa ilustración en cubierta, y bueno pues, cedí al impulso. Mi edición es la primera en Alfaguara, de marzo del 2006 y consta de 328 páginas en formato grande, fue impreso en Lima, Perú. Como se puede apreciar en la cubierta, la novela se hizo acreedora al Premio Alfaguara de novela 2006, aunque no se si eso significa algo realmente. Ah, mi ejemplar tiene la particularidad de estar dedicado y autografiado por el autor.

De Santiago Roncagliolo ya había leído el año pasado Pudor, y aunque no me desagradó tampoco me impresionó sobremanera. Sin embargo esta novela me capturó desde los párrafos puestos por el propio autor en la contracubierta, palabras marqueteras claro, pero que al leerlas me semejaron el trailer de una película:

Siempre quise escribir un thriller, es decir, un policial sangriento con asesinos en serie y crímenes monstruosos. Y encontré los elementos necesarios en la historia de mi país: una zona de guerra, una celebración de la muerte como la Semana Santa, una ciudad poblada de fantasmas. ¿Se puede pedir más?

El investigador de los asesinatos es el fiscal distrital adjunto Félix Chacaltana Saldívar. A él le gusta que lo llamen así, con su título y todo. El fiscal Chacaltana nunca ha hecho nada malo, nunca ha hecho nada bueno, nunca ha hecho nada que no estuviese claramente estipulado en los reglamentos de su institución. Pero ahora va a conocer el horror. Y el horror no se ha leído el código civil.

Siempre quise escribir una novela sobre lo que ocurre cuando la muerte se convierte en la única forma de vida. Y aquí está.

Con Chacaltana, el personaje principal, me pasaron dos cosas curiosas, la primera, que no me simpatizó de arranque. La mayoría de las veces el personaje de una obra te cae bien desde el principio, algo básico para que uno se mantenga en la lectura, pero acá no sucedió así. La segunda cosa fue que mentalmente le puse la cara de un amigo que por casualidad también es abogado y tiene origen andino. Ese segundo hecho se dio poco a poco, y fue mientras sucedía que empezó a caerme mejor Chacaltana, el personaje. Quizás también sea que al principio Chacaltana es un estereotipo y luego con el avance de las páginas va ganando realidad y densidad.

En cuanto a la historia en sí, pues no quisiera decir mucho para que un eventual futuro lector no me maldiga por poner spoilers, pero básicamente se trata de una serie de asesinatos que se producen en Ayacucho durante la celebración de la semana santa del 2000. Debido a las características y circunstancias, rápidamente se relacionan estas muertes a un rebrote terrorista de Sendero Luminoso, pero nada es lo que parece a primera vista, no al menos cuando se tienen en cuenta los elementos mitológicos andino cristianos que subyacen en el marco de las festividades ni la complicada relación entre el pueblo, el terrorismo y las fuerzas armadas.

La narrativa de Roncagliolo es amena y efectiva. Aparte del narrador omnisciente que nos va relatando los hechos, se intercala de cuando en cuando el discurso de otro narrador, de quien pronto nos damos cuenta que se trata del propio asesino. También se transcribe los informes que Chacaltana o algún otro redacta sobre el avance de las investigaciones. A continuación una pequeña parte del libro que me pareció bastante lograda:

El fiscal corrió hacia la delegación policial. Nadie se cruzó con él por las calles. Ni siquiera en las ventanas había gente asomada. Las casas parecían sepulcros colectivos, ciegas, sordas y mudas a lo que ocurría en los cerros. Llegó a la delegación y aporreó la puerta:
-¡Aramayooooo! ¡Aramayooo! ¡Ábrame!
Ninguna respuesta llegó del interior. Sólo los aullidos desde los cerros. Los vivas. El Partido Comunista del Perú. El Presidente Gonzalo. Parecían sonar cada vez más fuerte y rodearlo, asfixiarlo. Se preguntó si los terroristas bajarían y dónde se ocultaría en ese caso. Volvió a golpear la puerta. Finalmente, le abrieron. Los cinco policías y el teniente estaban adentro. El teniente tenía la camisa abierta y una botella de pisco en la mano. El fiscal entró gritando:
-¡Es un ataque, Aramayo! ¡Están por todos lados!
-Ya lo vimos, señor fiscal – respondió el policía con tranquilidad.
Su pasividad hirió a Chacaltana más que los gritos de las montañas. Lo cogió de las solapas de la camisa abierta, como había cogido a teodoro antes.
-¡Y qué va a hacer! ¡Responda! ¡Qué va a hacer!
El teniente no perdió la calma:
-Chacaltana, suélteme o le rompo la cara a culatazos.
Chacaltana tomó conciencia de su histeria. Soltó al policía, que le ofreció un trago de su pisco. Los demás policías estaban en el suelo, petrificados, con las armas en la mano. Eran tan jóvenes. Afuera, los gritos continuaban. La hoz y el martillo se reflejaban en la ventana de la comisaría. Chacaltana bebió, devolvió la botella y se desplomó en una silla. Pidió perdón. Aramayo se acercó a la ventana lenta y pausadamente.
-El show está acabando -dijo-, van a empezar a callarse.
Chacaltana hundió la cara entre las manos.
-¿Siempre es así?
El teniente sorbió otro trago de la botella.
-No. Hoy están tranquilos.

Quizás la escena no resulte muy atractiva para quienes no vivieron la época del terrorismo en el Perú, sin embargo para quienes sí pasamos por dicha experiencia créanme que transmite mucho. En todo caso, y regresando al libro, Roncagliolo hace una interesante aproximación a la época de los rezagos del terrorismo y los miedos que aún generaba, así como a la manipulación de ésta situación por parte del poder de turno (el llamado fuji-montesinismo) para perpetuarse en el poder, mezclándolo todo con una trama policial y un anti héroe como Chacaltana. Abril Rojo no es una obra maestra, pero sí una buena lectura desde varios puntos de vista. Las (para mi que no soy un académico de la literatura) pequeñas fallas que he podido percibir, creo que no desmerecen para nada el logro final. Recomendado, desde luego.

Sobre Abril Rojo: una reseña acá, otra (de Enrique Sánchez Hernani) acá, otra por acá y una más acá. En blogs The Secret Garden da su opinión en este post, A palabras cojas… da la suya en este otro, El paper groc acá y Libros web acá, donde además proporciona un enlace para bajar el libro, que la verdad, no he comprobado si funciona. Como la mayoría de las reseñas anteriores son favorables, acá pongo una que no lo es tanto, la de Gustavo Faverón. En cuanto a entrevistas a Roncagliolo sobre Abril Rojo, una muy ilustrativa acá y otra por acá.

Juan Salvador Gaviota – Richard Bach

Hasta hace un rato no pensaba en escribir sobre este libro, es más, ni siquiera me acordaba de él, que lo hubiera leído o que lo tenía en mi biblioteca. Pero fuí a guardar el de Julian Barnes que no hace mucho leí y pasando la vista por esa parte del estante lo ví. Algo me hizo extraerlo de su sitio, sacudirle el polvo que había acumulado y hojearlo un rato. Entonces recordé.

Hace muchos años atrás, probablemente más de los que varios de los lectores de este blog han vivido, me prestaron este libro y me gustó. Bueno, decir que me gustó es poco. ¿Recuerdan cómo es leer una historia conocida pero con otro ropaje, bajo otra perspectiva, con nuevos elementos que la acercan más a uno? Bueno, algo así sentí. Yo era joven e impresionable por cierto, inclinado hacia el lado espiritual de la vida antes que hacia lo material. Pero no creo que se haya debido sólo a eso el que el libro me haya gustado tanto. No. Lo he estado releyendo y ¿Saben qué? me sigue emocionando.

La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.

Este modo de pensar, descubrió, no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros. Hasta sus padres se desilusionaron al ver a Juan pasarse días enteros, solo, haciendo cientos de planeos a baja altura, experimentando.

No comprendía por qué, por ejemplo, cuando volaba sobre el agua a alturas inferiores a la mitad de la envergadura de sus alas, podía quedarse en el aire más tiempo, con menos esfuerzo; y sus planeos no terminaban con el normal chapuzón al tocar sus patas en el mar, sino que dejaba tras de sí una estela plana y larga al rozar la superficie con sus patas plegadas en aerodinámico gesto contra su cuerpo. Pero fue al empezar sus aterrizajes de patas recogidas -que luego revisaba paso a paso sobre la playa- que sus padres se desanimaron aún más.

-¿Por qué, Juan, por qué? -preguntaba su madre-. ¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la bandada, Juan? ¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros? ¿Por qué no comes? ¡Hijo, ya no eres más que hueso y plumas!
-No me importa ser hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber qué puedo hacer en el aire y qué no. Nada más. Sólo deseo saberlo.

-Mira, Juan -dijo su padre, con cierta ternura-. El invierno está cerca. Habrá pocos barcos, y los peces de superficie se habrán ido a las profundidades. Si quieres estudiar, estudia sobre la comida y cómo conseguirla. Esto de volar es muy bonito, pero no puedes comerte un planeo, ¿sabes? No olvides que la razón de volar es la comida.

Juan asintió obedientemente. Durante los días sucesivos, intentó comportarse como las demás gaviotas; lo intentó de verdad, trinando y batiéndose con la bandada cerca del muelle y los pesqueros, lanzándose sobre un pedazo de pan y algún pez. Pero no le dió resultado.

Es todo inútil, pensó, y deliberadamente dejó caer una anchoa duramente disputada a una vieja y hambrienta gaviota que le perseguía. Podría estar empleando todo este tiempo en aprender a volar. ¡Había tanto que aprender!

La edición original de Juan Salvador Gaviota data de 1970, Richard Bach ha publicado varios más, todos relacionados con el vuelo y/o la espiritualidad. En estos tiempos en que hay tantos libros que pretenden decir algo nuevo sobre esto último, creo que la historia que Bach nos plantea, sin ser demasiado original en lo básico, conserva después de tantos años, la frescura y la fuerza de lo que su autor quiso comunicarnos.

Para los interesados hay una versión on line del mencionado libro acá. La foto del libro la saqué de la web de la Revista Conocer.

Pd. – Yo no quise escribir sobre este libro, el libro quiso que escribiera sobre él. ¿Quien soy yo para negarme? pero ¿Cuál ha sido la intención final al hacerme tomarlo luego de tantos años? ¿Quién el anónimo lector que necesita leerlo en este o en un futuro momento? ¿Podemos descifrar a donde nos lleva cada paso que damos? Yo no, tan sólo puedo imaginármelo, como tan sólo puedo imaginar lo que sería volar… con mis propias alas, literalmente.

Ilión – Dan Simmons

Este libro lo compré en la pasada Feria del Libro Ricardo Palma en Miraflores. Lo empecé a leer estando en Iquitos y lo he terminado ya de regreso en Lima. Como dije en esa oportunidad, no me salió tan barato como para ser una edición de bolsillo, pero dadas las ganas que le tenía… igual me di maña para pedir descuento y conseguirlo, que eso que se den cuenta que uno está muriéndose por algo es fatal a la hora de comprar. La edición es en dos tomos y está en la colección de Ciencia Ficción de Byblos, Argentina, de febrero del 2006. La original en castellano es de Ediciones B del 2004 me parece, y la original en idioma inglés data del 2003.

De Dan Simmons tengo (y he leido) unas tres novelas, la excelente La Canción de Kali, la muy buena Fases de Gravedad y la entretenida El Bisturí de Darwin. Tengo en falta la serie de Hyperión y el resto de su obra por supuesto. Ilión es la primera de una serie de dos novelas, siendo la segunda Olimpo. Y los editores, debido a su extensión, no tuvieron mejor idea que partirla en dos tomos para la edición en lengua castellana. El primer tomo se subtitula El Asedio, y el segundo La Rebelión.

La idea básica en Ilión es la puesta en escena de la Iliada, pero en Marte. Con el monte Olimpo marciano como el clásico monte Olimpo griego, es decir, como morada de los dioses griegos. Y abajo en la playa, Troya, y troyanos y aqueos, por miles. Por supuesto estamos hablando de un Marte terraformado, hecho habitable para los seres humanos y no sólo eso, sino que poderosas tecnologías permiten que la cima del monte Olimpo (más de 27,000 metros de altura) conserve atmosfera y verdor. Y claro, los dioses son realmente dioses, capaces de desplegar todos los atributos sobrehumanos que la mitología griega dice que tenían.

Aquí debo hacer una pausa y confesar algo: la Iliada fue el primer libro que leí en mi vida. El segundo fue la Odisea. Todo eso a la edad de siete u ocho años. Y los releí y releí y releí. Así que cualquier cosa relacionada me atrae sobremanera. Fin de la pausa. Sin embargo Ilión no es cualquier cosa. Simmons ha armado una novela muy, muy buena sobre la premisa mencionada, y la ha complementado con otras dos líneas narrativas, la primera es sobre ciertos robots que ¿viven? en las lunas de Júpiter, uno de los cuales es muy aficionado a Shakespeare y otro a Proust. La otra línea se desarrolla en la tierra y tiene como personajes a un grupo de humanos que vive algo así como la vida loca, pero en medio de tecnologías muy avanzadas que no cuestionan sino que simplemente usan.

Obviamente esto es nada más que el inicio pues la trama poco a poco introduce elementos de cambio y vamos viendo como las distintas líneas narrativas en realidad cubren diferentes aspectos de la misma historia, que no es otra que la de la humanidad en un lejano futuro. El resultado, no lo duden, es impresionante. A título personal no puedo dejar de decir que las partes que se desarrollan en Marte, con los hechos de la Iliada y los dioses en el Olimpo complotando es la que más me ha gustado, Simmons tuvo la felíz idea de hacer que su narrador y personaje principal en esta línea narrativa sea alguien versado en la Iliada, lo cual, además de estar bien enhebrado en la trama, es una gozada para el lector. Transcribo unos pocos de los párrafos iniciales del libro para que puedan opinar por ustedes mismos.

Cólera.

Canta, oh, Musa, la cólera de Aquiles, hijo de Peleo, asesino, eje­cutor de hombres destinados a morir, canta la cólera que costó a los aqueos tantos buenos hombres y envió tantas almas vitales y valero­sas a la temible Casa de la Muerte. Y de paso, oh, Musa, canta la cóle­ra de los propios dioses, tan petulantes y poderosos aquí en su nuevo Olimpo, y la cólera de los posthumanos, muertos y desaparecidos co­mo parecían, y la cólera de los pocos humanos auténticos que quedan, por ensimismados e inútiles que puedan haberse vuelto. Mientras estás cantando, oh, Musa, canta también la cólera de esos seres pensativos, sintientes, serios pero no del todo humanos que soñaban bajo los hie­los de Europa, morían en la ceniza sulfurosa de lo y nacían en los fríos pliegues de Ganímedes.

Oh, y cántame, oh, Musa, a mí el pobre Hockenberry, nacido con­tra su voluntad… el pobre y muerto Thomas Hockenberry, doctorado en clásicas, Hockenbush para los amigos, amigos convertidos en pol­vo en un mundo ya olvidado. Canta mi cólera, sí, mi cólera, oh, Musa, por pequeña e insignificante que pueda ser esa cólera en comparación con la furia de los dioses inmortales, o con la ira del aniquilador de dio­ses, Aquiles.

Pensándolo bien, oh, Musa, no cantes nada de mí. Te conozco. Te he servido, oh, Musa, incomparable zorra. Y no me fío de ti, oh, Musa. Ni pizca.

Los que conozcan la Iliada no dejarán de reconocer la primera línea, pues es tal cual como empieza la epopeya de Homero, aunque en vez de Musa dice Diosa. Pero a partir de esa cita el texto va divergiendo y se van añadiendo elementos no presentes en la obra original, humor, ironía, sarcasmo, etc. Aparte por supuesto de los elementos de ficción creados por Simmons, robots, posthumanos, y otros más. Adicionalmente el libro está lleno de referencias literarias, el omnipresente Homero, los ya mencionados Shakespeare y Proust, y otros varios que se van adivinando: Nabokov, Wells, Browning, Auden, hasta Tolkien por ahí de pasadita.

Por si alguien quisiera tengo el e-book de este libro también. Creo que está demás decir que recomiendo su lectura enfáticamente. Si vieron la película con Brad Pitt tendrán una pequeña idea de lo que es este libro, porque la imaginación de Simmons es sencillamente inagotable. Pero hay algo malo, la historia no termina con el libro, se queda a medias y prometiendo más y mejor. Sí, ya se imaginan, quiero leer Olimpo pero ya. Para los que deseen ahondar en el tema, una entrevista (en inglés) a Simmons de cuando se editó el libro, y una buena reseña del mismo (en inglés también, sorry).

Dios, Patria y Coca Cola – Mark Pendergrast

No creo que muchos hayan leido este libro, menos entre los lectores de este blog, aunque uno nunca sabe, claro. Yo lo compré hace años, de segunda mano por cierto, en lo que era la feria de libros de la Avenida Grau y ahora es un paso a desnivel en esa misma avenida. No recuerdo cuando fue que desapareció dicha feria pero fácil más de 10 años. Me llamó la atención el tema, siempre fui medio adicto a la Coca Cola y la perspectiva de enterarme de su historia me decidió a comprar el libro.

Dios, Patria y Coca Cola (For God, Country and Coca Cola) se publicó originalmente en 1993, y la edición que tengo, la primera en lengua castellana, es de marzo de 1994 en la colección Biografía e Historia de la editorial Javier Vergara Editor, de Argentina. El libro consta de 535 páginas con algunas ilustraciones. En su segunda página se lee un nombre anotado manualmente: Ricardo Revoredo L., quien supongo fue su dueño anterior a quien me lo vendió.

En los agradecimientos, el autor declara haber tenido acceso a los archivos de la Coca Cola, además de a muchas bibliotecas y archivos privados con lo cual logró reunir un amplio material para hacer de éste libro lo más cercano a la historia real de la Coca Cola. Al final se incluye una extensa bibliografía además. Para la mayoría de lectores que llegamos a su lectura sin nada contra que contrastar todo lo que se nos cuenta, obviamente que este libro se alza casi como la «historia oficial» al respecto. Hay bastante minuciosidad y montones de datos interesantes.

El libro está estructurado en 7 partes:

Prólogo: Una parábola (1º de enero de 1885)
Primera Parte: En los albores (1886 – 1899)
Segunda Parte: Herejes y creyentes (1900 1922)
Tercera Parte: La época de oro (1923 – 1949)
Cuarta Parte: Infortunios en la Tierra Prometida (1950 – 1979)
Quinta Parte: La era corporativa (1980 – 1989)
Epílogo: El auge de los años noventa (1990 – 1992)

Como se ve, es poco más de un siglo de historia que se cubre, y la verdad no me resultó aburrido leermela toda. Entre la dubitativa historia de los primeros años, y las grandes campañas de marketing de los últimos tiempos hay toda una saga de hechos, anécdotas y personajes que retratan no solo a la Coca Cola sino a los Estados Unidos como país, pues pocos productos se han identificado más, dentro y fuera de su país de origen como ésta bebida. Y ya que hablamos de países, indudablemente se menciona al Perú y la tradicional Coca como parte de los ingredientes originales. Los asuntos oscuros en los que ha estado ligada la Coca Cola, como explotación de trabajadores y otros, tampoco han sido dejados de lado. A continuación por ejemplo unos extractos de la parte en la que se narra un gran despido masivo ocurrido en los años cincuenta:

El viernes 8 de noviembre, uno de cada diez empleados de los que se presentaban a trabajar a las 9 de la mañana, como de costumbre, fue despedido de inmediato con una indemnización por cese de empleo. Además se les ordenó despejar sus escritorios y abandonar las oficinas a las 9.30 horas. Algunos gerentes encontraron sus oficinas clausuradas y sus pertenencias depositadas en el corredor. Este «Viernes Negro», como se lo llamó más tarde, se presentó por sorpresa para casi todo el personal. … El suceso acabó con alguna vidas. un ex empleado se suicidó arrojándose al cercano lago Spivey. Al final de la jornada siniestra, después que todos habían dejado la oficina, una empleada del departamento de personal, torturada por sentimientos de culpa, se disparó un tiro en la sien.

En los archivos de la compañía no quedan rastros del «viernes negro», tampoco se publicó nada acerca de los despidos o los suicidios en los diarios de Atlanta. «En esa época, Coca Cola podía impedir la publicación de cualquier noticia en los diarios» recordó un empleado.

Y bueno, parece que los medios son los mismos en todas partes, y en todas las épocas (recordando mi post de ayer). En todo caso, y aparte, hay un párrafo en particular que me gustó:

Coca Cola ha sido considerada como algo parecido a una religión, pero la idea realmente no es tan inverosímil. Después de todo, la primera máquina expendedora inventada suministraba agua bendita. La Metáfora se insinuó contínuamente en las entrevistas que realicé. «Coca Cola es el Santo Grial, es mágica», me dijo un hombre de la compañía. «Donde quiera que vaya, cuando la gente advierte que trabajo para Coca Cola, me trata como si fuera un representante del Vaticano, como si estuviera tocado por la mano de Dios. Siempre me deja maravillado que exista semejante veneración hacia el producto.»

Demás está decir que este libro lo recomiendo para los fans de la Coca Cola, pero también para los aficionados a la lectura de temas empresariales y de marketing, que pueden encontrar muchas cosas de su interés por ahí. Ah, hay una segunda edición, revisada y expandida, de la que también se cuenta ya con edición en castellano. Para quienes gusten leer sobre la Coca Cola, un especial en MuchoGusto.net. También el artículo en varias partes Coca Cola La Historia negra de las aguas negras y las 30 lecciones comerciales (PDF) que el propio autor extrapola de la historia de la Coca Cola.

Miles de millones – Carl Sagan

Este libro lo estuve leyendo de a pocos hasta que hace unas semanas lo terminé. Es uno de los contados libros que no me compré pues me lo regalaron. Y no se aplica el dicho de «a caballo regalado no se le mira el diente» por que tiene muy buenos dientes de hecho. Miles de Millones o Billons and Billions como es su título original, fue editado en inglés en el año 1997 y mi edición en castellano es del 2001 en la editorial Punto de Lectura.

Carl Sagan fue un conocido astrónomo y divulgador científico que se volvió muy popular por la famosa serie televisiva Cosmos allá por los años 80. Este libro se editó en forma póstuma (Sagan murió en 1996) y constituye un compilado de diversos artículos suyos agrupados en tres partes: Artículos de divulgación (La fuerza y la belleza de la cuantificación), artículos sobre el medio ambiente (¿Qué conservan los conservadores?) y artículos sobre el ser humano, ética y religión (Allí donde chocan corazones y mentes).

Los artículos agrupados en la primera parte son de lejos los que me parecieron más interesantes, en ellos Sagan hace gala de la amplia gama de sus conocimientos, por ejemplo en el titulado «Los cazadores de la noche del lunes» empieza hablando sobre el inevitable atractivo que tienen sobre los hombres los juegos de pelota, trátese de fútbol americano o de nuestro conocido fútbol (soccer allá), para luego pasar a hablar de los antecedentes históricos del mismo y cómo ésto que llamamos deporte tiene mucho que ver con nuestros ahora en desuso instintos de caza.

De los artículos consagrados a sus preocupaciones ambientalistas, me gustó el llamado «Creso y Casandra«. Valiéndose de estos dos personajes de la antiguedad Griega, uno histórico el otro mitológico, Sagan hace un paralelismo con las dos posiciones mas comunes frente a las voces de alarma sobre los desastres del medio ambiente, concluyendo que se requiere políticos serios, bien informados y sobre todo, que tengan disciplina emocional para poder evaluar las cosas correctamente y así tomar las decisiones más adecuadas, pero también una ciudadanía instruída y responsable.

Del tercer grupo de artículos, me llamó la atención el que lleva el nombre de «Las reglas del juego». Además de tratar sobre códigos morales, conducta humana, teoría de juegos y el «dilema del preso», entre otros temas, hace una pequeña recopilación de ciertas reglas con las que la humanidad ha intentado autoregularse a través de la historia. Copio a continuación el cuadro resumen de estas reglas que aparece en dicho artículo. Ojo, no debe entenderse como que todas deben observarse simultáneamente sino que hay cierta evolución y mejora en ellas desde la primera a la última. Aunque dadas las circunstancias cualquiera puede aplicarse con éxito.

Cuadro de reglas de comportamiento propuestas

La regla de oro – Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos.
La regla de plata – No hagas a los demás lo que no quisieras que te hiciesen.
La regla de bronce – Haz a los demás lo que ellos te hagan.
La regla de hierro – Haz a los demás lo que te plazca, antes que ellos te lo hagan a ti.
La regla de tal para cual – Coopera primero con los demás y luego haz lo que ellos te hagan.

Sorprendente saber que estas reglas se remontan no solo a nuestros antepasados, sino a nuestros ancestros evolutivos, es más, nuestros actuales primos los chimpancés las usan, así como otros primates. Pero quizás más sorprendente es constatar que a pesar de eso muchos individuos parecen no conocer su existencia e incluso se resisten a aceptarlas o ponerlas en práctica.

Pero bueno, volviendo al libro, lo recomiendo para aquellos que gustan de leer temas variados, científicos y de humanidades. Sagan fue un gran divulgador y siempre mantuvo confianza y optimismo en el desarrollo de la humanidad, aunque su ideal de desarrollo pueda diferir del que normalmente se tiene en mente. La obra concluye con un artículo donde Sagan habla sobre la enfermedad que finalmente habría de llevarlo a la tumba y un artículo de su esposa Ann Druyan en el que ella cuenta los últimos días de éste, así que el libro se constituye también en un testimonio sobre la vida de Sagan.

Si desean leer algo de lo que trae el libro, el blog 1031tensai publicó dos posts con pequeñas partes del mismo: Miles de millones (I) [libro de Carl Sagan] [citas] y Miles de millones (II) [números grandes] [libro de Carl Sagan]. Por otra parte El vocabulista en su post Miles de millones da su opinión del libro.

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El Caso Orgagna – Morris West

Hace unos meses leí este libro y como tengo la carátula escaneada lo comento antes que otros que he estado leyendo últimamente. Debo haberlo comprado hace varios años, pero no recuerdo exáctamente cuando. El título original no es El Caso Orgagna sino The Big Story y data del año 1957, la versión en castellano que poseo es de 1986, de Javier Vergara Editor, una editorial argentina, y consta de 194 páginas.

Morris West fue un escritor de Best Sellers, y digo esto sin querer desmerecer el apelativo, ni la calidad del escritor, pues los libros que he leído de este autor siempre me han parecido interesantes y sobre todo honestos. Uno de sus temas recurrentes fue la iglesia católica en tanto poder terrenal, sin embargo este libro no trata sobre eso.

El Caso Orgagna es una novela de intrigas, intrigas a la manera italiana por cierto. El personaje principal es un periodista norteamericano a punto de completar una investigación sobre un caso de corrupción que involucra a un personaje de la política italiana, un aristócrata a quien pronto se ve enfrentado. Alrededor de ambos se mueven diversos personajes cada cual velando por sus propios intereses pero haciendo causa común en tratar de impedir que el caso investigado llegue a ser conocido por la opinión pública nacional e internacional.

Hay temas que subyacen a la trama principal por cierto y que el autor plantea y deja a nuestro criterio meditar sobre ellos o no. El principal, a mi parecer está relacionado con el ejercicio del periodismo y su derecho a la verdad, la subordinación de los medios al poder político y económico es otro. La diferencia de culturas y costumbres, encarnadas por un lado en el periodista norteamericano y su manera de ver las cosas y el Duque de Orgagna que personaliza la tradición italiana es un tercer tema. Copio este párrafo a modo de ejemplo:

Mire aquella torre, Ashley. Quien la construyó era mi antepasado directo y llevaba el mismo nombre que yo: Vittorio. Era un hombre poco simpático, como tal vez lo sea yo mismo. Era rufián, beodo y lascivo. Engendró en las mozas de la aldea toda una raza de bastardos. Sin embargo sus vasallos lo amaban y su nombre sigue siendo motivo de leyenda. ¿Sabe por qué? Porque cuando llegaron los piratas sarracenos en sus grandes galeras, el congregó a sus mercenarios y armó a los campesinos con hachas y lanzas y rechazó a los invasores poniéndose el mismo en lo más arduo de la brega, ¿Importaba que bebiese? ¿Importaba que les impusiese pesadas gabelas, cobrándoles el pago a viva fuerza y seduciendo a algunas mozas? ¿No sabía, en cambio, defender la tierra? Ellos saben que a la larga lo único que cuenta es el terruño. El era fuerte y ellos tenían necesidad de su vigor. ¡Como ahora, Ashley! ¡Como siempre!

Se puede decir que es una filosofía de vida bastante discutible, pero no por eso deja de ser válida, o cierta. Por lo menos durante mucho tiempo de la historia lo ha sido. Sin embargo los tiempos cambian, y es Ashley, el periodista, quien encarna la nueva forma de ver las cosas, lo que no necesariamente quiere decir que entienda la antigua. El final de la novela por cierto nos depara algunas sorpresas que no contaré para no malograrles la lectura por si se animan a conseguir el libro y leerlo. No es una obra de premio Nóbel, pero no aburre, y como han visto, tiene una temática atractiva y no es tan larga como muchos novelones de hoy.

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Turco Orhan Pamuk gana Premio Nobel de Literatura 2006

Y tal como estaba previsto la Academia Sueca hizo anuncio esta mañana del nuevo Premio Nobel de Literatura: el escritor turco Orhan Pamuk, alguien que había estado en el candelero, como suele decirse, ya de años anteriores. Como dato curioso y a propósito de los links que pongo de la Wikipedia, ver que estos ya se encuentran actualizados con la noticia del premio, mientras que la web de Panuk aún no incorpora el dato.

A diferencia de algunos casos anteriores, esta vez la obra del escritor galardonado se encuentra casi totalmente traducida al castellano, editada por Alfaguara principalmente. A no dudar que lo pendiente de traducir, su primera novela, sera prontamente encontrable en librerías.

El diario argentino La Nación, además de publicar una pequeña reseña de su obra: Pintar el mundo desde Estambul, informa sobre la noticia: El Nobel de Literatura fue para el turco Orhan Pamuk, y entre otras cosas dice:

En su veredicto, que confirmó todos los pronósticos, la Academia destacó la capacidad del escritor para encarnar en el papel el alma melancólica de su ciudad, Estambul, en una búsqueda literaria que le ha permitido descubrir “nuevos símbolos para las diferencias y mezclas de las culturas”. Pamuk fue procesado en su país por denunciar la matanza de armenios, llevada a cabo por los turcos en 1915.

En la cosmovisión de Pamuk, primer escritor turco que recibe el premio Nobel, las culturas y las civilizaciones «se mezclan», y su ciudad natal, Estambul, puente entre Oriente y Occidente, es «el símbolo y el testimonio de esa mezcla». «Yo exploro los dos mundos porque sobre ellos se ha construido mi país. Mi trabajo es encontrar nuevas metáforas para describirlo», dijo.

Según la crítica, Pamuk ha sabido plasmar los conflictos de identidad de una cultura que se mueve entre la tradición y la modernidad, en un país en que el islam está profundamente arraigado, pero que desde hace siglos mira a Europa. Esa tensión se registra hasta en su estilo, influido por las imágenes de la rica tradición oral islámico-oriental.

En Clarín publican Premio Nobel para el escritor turco que reconoció el genocidio armenio. En el diario español ABC sale el interesante artículo El Nobel a Orhan Pamuk, un turco de alma europea, resucita el prestigio de la literatura otomana. Y en el también español La Razón dicen Orhan Pamuk, un Nobel turco en el ojo del huracán islamista, Una lectura política y Banderas en el Bósforo, un artículo sobre su libro Estambul y un encuentro con el autor en dicha ciudad.

No dudo del trasfondo de motivaciones políticas a la hora de poner a los escritores en la balanza por parte de la academia sueca, pero esta vez parece que el autor elegido cuenta además con la necesaria calidad literaria como para sostenerse por si solo y que su obra lo respalde ampliamente.

Para quienes quieran leer algo de y sobre la prosa de Pamuk, en el diario chileno La Segunda se publica un extracto de su más reciente libro Estambul. Ciudad y recuerdos. Y desde este enlace de Alfaguara pueden llegar a pequeños comentarios de libros suyos y a un extracto de varias páginas de su libro Nieve (En PDF). En inglés unas exhaustivas reseñas a sus libros: Istanbul, My Name is Red y Snow. En La Nación tenemos el artículo Para quién escribo, la duda de siempre. También una entrevista, nuevamente en La Segunda. Por supuesto googleando encontrarán más artículos y en estos días habrá mucho más aún sobre Pamuk on line.

Por otro lado, hasta donde he podido ver, un par de bloggers peruanos han posteado al respecto: El escritor turco Orhan Pamuk logra el Premio Nobel de Literatura y Premio Nobel va a Turquía. Y nuevamente La Cebolla ironiza sobre el tema: Mario Vargas Llosa «gana» Nobel de Literatura.

La foto de Pamuk la extraje de la página noticiosa canadiense cbc.ca.

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