Muy recientemente es también un cuento corto, cortísimo mejor dicho, escrito por el prolífico y premiado escritor español Santiago Eximeno. De dicho cuento me entero por la lista de correos de Coyllur y lo reproduzco aquí con el correspondiente permiso de autor, gentilmente concedido por Santiago, pero pueden leerlo también en su versión original, y de paso, disfrutar de otros cuentos del autor en su blog Efímero.
QARQACHA
—¡Hijo de puta, desgraciado! —gritó Marta, y las llamas de la rabia ardían en sus ojos.
Yo retrocedí, acobardado, cuando ella me escupió a la cara.
—¡Es tu hija, por el amor de Dios! —gritó mi mujer, señalando el cuerpo desnudo, dolorido, que yacía sobre la cama.
Me llevé las manos a las orejas para evitar oír sus gritos, sus horribles gritos.
Después, cuando la niña comenzó a gritar, salí del cuarto rezando en silencio, en busca de una cuerda, una recia cuerda, con la que lacerar mi cuello.
La imagen corresponde a otro artículo sobre la película, publicado en Ciencia Ficción Perú del amigo Daniel Salvo.
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