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Las autoridades no protegen el patrimonio amazónico

Dos noticias sobre dos temas diferentes pero con un mismo origen. La primera da cuenta de la opinión del antropólogo Alberto Chirif, con relación a la concesión del Lote 117 a la empresa Petrobras. «El territorio concesionado también abarcaba la Zona Reservada Güeppi, a pesar que pocos meses antes se había firmado el Acuerdo de Pantoja, por el cual se acordaba la categorización de la Zona Reservada: un parque nacional y dos reservas comunales.» Chirif añade: “Lamentablemente el gobierno regional no ha asumido su responsabilidad y esperamos que ahora lo haga. Que lo asuma porque el gobierno regional está hecho para defender a los loretanos y yo digo ¿qué más loretanos que los indígenas que están antes incluso de la formación de la región Loreto?”. La otra tiene que ver con el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales Maderables (Osinfor) que fue creado para impedir la tala ilegal, pero no cumple esa misión debido a la ineficiencia y posible corrupción con la que ha sido manejado desde que inició sus actividades, en 2008. Además desde esa fecha no se ha implementado los órganos de línea con el equipo técnico idóneo para realizar la supervisión forestal, tampoco existe el Tribunal Forestal y de Fauna Silvestre, ni su Oficina de Asesoría Técnica. No se por qué, tristemente, no me sorprenden estas cosas. La corrupción y la indiferencia en lo que respecta a nuestra amazonía es tan inmensa como ella misma.

Derrame de petróleo en Lote 8 de Loreto, Pluspetrol

Y en un nuevo episodio de contaminación ambiental hace unos días se conoció el derrame de aproximadamente 1000 barriles de petróleo en el Lote 8 de Loreto, operado por Pluspetrol Norte, a unos 3 kilómetros del río Corrientes. Los representantes de la empresa informaron que esto se debió al corte de la tubería del oleoducto que va desde Trompeteros hasta la estación de Saramuro, “efectuado por desconocidos”. Posteriormente se habló de vandalismo y sabotaje. Y aunque algunas versiones dicen que el derrame sería grave y afectará a las comunidades cercanas, el nuevo presidente de PetroPerú descartó efectos graves. Una nota que se me había pasado reportar fue el derrame de petróleo en la quebrada (o riachuelo) Ramírez de la zona de Barrio Florido, cercana a Iquitos, ocurrida el 24 de julio. Luego de conocido el incidente un funcionario de Petroperú informó que el derrame de siete barriles no había llegado a la quebrada. Sin embargo un video parecería demostrar lo contrario. Relacionado con el tema: La otra cara de los derrames petroleros en la amazonía.

La expulsión del hermano Paul Mc Auley

El día viernes 2 del presente se hizo conocida la noticia que «El religioso británico de la Salle Paul Mc Auley, presidente de la Red Ambiental de Loreto (RAL) recibió hoy una resolución del Ministerio del Interior (MININTER) donde se le informa de la cancelación de su residencia en nuestro país.» tal como lo informó la web de Radio Oriente. Según el informe de Inteligencia Policial, esta virtual expulsión se sustenta en que «desde el año 2006 a la fecha, ha participado activamente en diferentes eventos públicos con acciones de matiz político, como el de participar en marchas por las diferentes calles de la ciudad de Iquitos en compañía de agrupaciones sindicales y organizaciones de defensa de las comunidades nativas amazónicas.»

«El Hermano Paul»como es ampliamente conocido en Iquitos debido a su labor de defensa de las comunidades indígenas y del medio ambiente de la selva amazónica, ya había sido amenazado hace tiempo con esta medida, la que por cierto produjo rechazo en varios sectores y sobre todo en Iquitos, donde miembros de las comunidades nativas realizaron un plantón el día de hoy frente a la Corte Superior de Loreto en la mencionada ciudad. Previamente los estudiantes indígenas de la amazonía peruana OEPIAP, habían comunicado que harían una marcha de protesta. Incluso los awajún de la provincia de Datem del Marañón ofrecieron refugio al hermano en su territorio.

Pero diversos voceros oficialistas han, obviamente, apoyado la decisión. Tal como el Premier Javier Velázquez quien declaró que «los extranjeros que viven en el Perú tienen restringida la participación en actividades políticas». El ex ministro de Justicia Aurelio Pastor también se pronunció a favor pues a su juicio: «Ellos (los sacerdotes) hacen trabajo político que no sólo es pastoral, porque organizan y levantan a poblaciones».

Paco Bardales del blog Diario de IQT hace una reseña de la labor del religioso:

Paul Mc Auley vive dos décadas en el Perú … Ha seguido de cerca el caso de los temas de contaminación petrolera en el río Corrientes, del caso de Andoas … Precisamente por su posición decidida, Mc Auley ha sido constantemente satanizado por diversos intereses de poder. Uno de ellos fue el del alcalde de Maynas, Salomón Abensur, quien no dudó en tildarlo de “terrorista blanco” cuando Mc Auley y un colectivo de personas se opusieron a la  instalación del botadero municipal de Iquitos en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana … El atestado para expulsar a Mc Auley del Perú está vigente desde el año pasado, pero los intentos por expulsarlo desde el gobierno vienen desde el año 2008 (aunque los intentos de amedrentamiento contra su persona vienen desde el 2006)

Por su parte Omar del blog X3dente reflexiona:

Si encontramos a una persona que se preocupa por:

  • Defender los derechos, de los peruanos de tierras no contactadas (como ahora se les dice).
  • Defender a la amazonía peruana como si fuera la suya.
  • Defender los DD.HH, además que se identifica con plenamente con los atropellos que se le da a la Selva.
  • Que creó la Red Ambiental Loretana, que promueve un Responsable manejo de la amazonía para el mundo.

¿Qué haríamos con esa persona?, ¿la respetaríamos?, ¿estaríamos a favor, o en contra de sus acciones?. Al parecer, al actual gobierno no le gusta que otras personas hagan lo que se supone ellos deberían hacer, y no encontraron mejor solución que expulsar a dicho usurpador de sus funciones. 

Silvio Rendón de el blog Gran Combo Club ensaya algunos motivos de la expulsión:

El gobierno ha aprovechado el clima de miedo por un supuesto rebrote senderista para expulsar a un sacerdote británico, Paul McAuley, en Iquitos, … Ahora vemos que otros sacerdotes ambientalistas también son acusados y podrían ser expulsados del Perú, aquí. … Así es la cosa en el segundo alanato: una expeditiva Sanción para los Defensores del Medio Ambiente, y que las extractivas contaminantes pasen piola.

Para que puedan apreciar al hermano Paul por ustedes mismos, pueden ver esta entrevista que le hicieron el año pasado. Como es un poco extensa las otras partes las pueden encontrar acá, acá y acá. En este otro Video de The Guardian, titulado Sangre derramada en la Selva Amazonica: Andoas, Napo y Bagua tambien pueden enterarse de él y su labor.

Hasta donde se sabe, el día de hoy el hermano Paul Mc Auley ha rechazado las acusaciones hechas y ha anunciado que apelará la orden de expulsión. Esperemos a ver cómo se desarrollan los hechos en los próximos días.

Hay un grupo de apoyo en Facebook: Yo tampoco quiero que el Hno. Paul Mc. Auley sea expulsado del Perú.

ACTUALIZACION 6/7/10 – Vía Twitter se decía que el Poder Judicial habría admitido el Habeas Corpus presentado. También que dos cadenas televisivas inglesas habrían enviado reporteros a Iquitos para dar información de primera mano desde allá. Fotos de la marcha de apoyo en Iquitos el día de hoy: acá, acá, acá y acá.

Otras publicaciones sobre el tema:

Un legado de daño: Occidental Petroleum en Perú

En mi último viaje por Iquitos la gente de FECONACO me regaló una interesante revista titulada: Un legado de daño : Occidental Petroleum en Territorio Indígena de la Amazonía Peruana. La publicación es de abril del 2007 y pertenece a EarthRights International, Racimos de Ungurahui, Amazon Watch y WWF Perú, obviamente trata sobre la exploración y explotación petrolera y el impacto ecológico y humano de esto en la zona donde se dió, la cuenca del río Corrientes, tierra de los Achuar. Había pensado copiar algunas páginas y publicarlas como extracto, pero ya alguien subió la revista a la red y la pueden ver completa acá. Igual copio una parte y se las dejo:

En el transcurso de 30 años de operaciones en el territorio indígena Achuar en la Amazonía peruana, la empresa petrolera Occidental Petroleum Corporation (Oxy) con sede en Los Angeles, California, a sabiendas realizó prácticas destructivas que severamente contaminaron ecosistemas únicos y sensibles, y que resultaron en impactos profundos sobre los derechos y la salud de las comunidades que residen en el área. Bajo la sucesora de la empresa, Pluspetrol, los patrones abusos de los derechos humanos y del medio ambiente continúan con toda su furia. Hoy, las comunidades achuar viven con el legado del daño de Oxy, que consiste en la contaminación extrema de sus tierras y sus vías fluviales, un trastorno en su capacidad de pescar, cazar y sembrar cultivos, y problemas de salud persistentes, entre ellos el envenenamiento generalizado por el plomo y el cadmio. 

El pueblo indígena achuar ha vivido en la Amazonía nordeste peruana desde hace miles de años. Los bosques y los ríos han abastecido a los achuar todas sus necesidades de subsistencia, además de ocupar un papel primordial en sus sistemas de creencias tradicionales y su cosmología. Esta relación intensamente simbiótica, basada en el respeto profundo de los achuar por su medio ambiente y sus tierras ancestrales, produjo un estilo de vida sostenible con relación al medio ambiente, que fue la norma por muchas generaciones.

El mundo achuar cambió dramáticamente en 1971 cuando Oxy firmó un contrato con el Gobierno peruano para poder hacer exploraciones en búsqueda de petróleo en territorio achuar, después de que una prueba preliminar mostró la existencia de reservas importantes. Oxy empezó a explorar y extraer el petróleo de la cuenca del río Corrientes en una región remota designada «Lote 1AB», que era habitada por el pueblo achuar desde hace mucho tiempo. Se inició la producción en gran escala en 1975, y se convirtió en el complejo terrestre de campos petroleros más grande de Perú, produciendo aproximadamente el 42% del petróleo en el país. Durante los 30 años que Oxy estuvo presente en la región de Corrientes, construyó una infraestructura masiva de apoyo, tal como aeropuertos, helipuertos y refinerías. En su auge, produjo aproximadamente 115.000 barriles de petróleo crudo cada día.

Aún con las mejores precauciones y la tecnología moderna, la exploración y producción petrolera implica riesgos importantes a la salud humana y al medio ambiente. Sin embargo, las actividades de Oxy estuvieron muy lejos de las normas aceptadas por la industria en todos los aspectos de sus operaciones, porque la empresa vertió grandes cantidades de aguas contaminadas en las quebradas locales, almacenó los desechos incorrectamente y causó daños importantes a la salud y al medio ambiente del pueblo achuar, y al ambiente del bosque húmedo que antes fue prístino.

En el año 2000, Oxy vendió su concesión a Pluspetrol, una empresa argentina que sigue usando los sistemas y la infraestructura diseñados y establecidos por Oxy. Aunque la empresa responsable del Lote 1AB puede ser diferente, su modus operandi es el mismo. Los patrones destructivos de Oxy y consiguientes daños a los derechos humanos y al medio ambiente son iguales bajo el régimen de Pluspetrol.

El resto de la historia, así como datos y testimonios recolectados sobre el daño causado, lo pueden seguir leyendo acá. Un informe (PDF) del IIAP del año 1995: Diagnóstico sobre la Contaminación Ambiental en la Amazonía Peruana. También resulta ilustrativo el visionado de este video realizado por Amazon Watch sobre lo sucedido con los Achuar del río Corrientes:

 

 

La foto usada en este post ha sido obtenida de la web Red Transfronteriza

Caminando el Amazonas

Leía el Somos hace dos semanas y me encontré con un artículo sobre un aventurero inglés que intenta recorrer el amazonas a pie, por supuesto la nota me capturó y la leí muy interesado, pero por ningún lado vi el url de la página web o blog a los que varias veces se hacía referencia en la misma. Tenía pendiente pues ubicarlo y darle una visitadita. Recién lo hago y lo comparto con ustedes. La web es Walking the Amazon y el blog es Walking the Amazon Blog. Hay versión en castellano también.

Veo que varios tuvieron la misma curiosidad pues en el post correspondiente al 16 de noviembre hay algunos comentarios de peruanos que llegan debido a la nota publicada en el Somos. Copio una parte del último post, que data del 29 de noviembre, para que tengan una idea de como es el viaje, pero recomiendo darle una chequeada a todo, hay buenas fotos y relatos.

Tuvimos nuestro primer gran (e inevitable) ataque de avispas. Pienso que ninguno tuvo más de 30 picadas pero el pobre Jorge [vea la página de equipo actualizada – y la “voz del amazonas” abajo] tuvo cerca o más de 100 picaduras por estar al frente y sin pedir consejo tiró su mochila lo que permitió que las avispas le picaran la espalda. Los panales de avispas están construidos a los lados de las hojas y son difíciles de detectar mientras avanzamos con los machetes. Nos tuvimos que dispersar entre los arbustos tirarnos boca abajo con nuestras mochilas encima y las manos cubriendo la boca y la garganta para evitar alguna picadura que pueda causar sofocación. Desafortunadamente – estoy seguro que habrá muchas repeticiones de este pequeño incidente.

Mi primer problema en el presente es que los mapas (si bien fueron impresos este año) usan data de a veces 40 años de antigüedad. El río cambia constantemente cada año así que los canales ahora están ridículamente imprecisos. Inclusive tuve que utilizar Google Earth al lado del río el otro día porque ahora era un lago y estábamos kilómetros lejos del canal principal. Google Earth estaba también fuera de data.

Los caminos están siendo menos frecuentes y en los últimos 4 días no hemos visto uno. Si la selva es abierta (árboles altos – menos arbustos) caminamos un promedio de 1.5km la hora. Si es “feo” hemos demorado unos 500 metros por hora. Todo a trabajo de machete para pasar la densa jungla secundaria.

Será interesante seguir el avance de este viaje. Suerte Ed.

Amazonía desforestada

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Bueno, realmente no es una foto de una zona recientemente desforestada, es tan sólo la foto de un camino en el pueblo de Santo Tomás en las afueras de Iquitos, pero es una muestra de lo que le puede suceder al frágil suelo de nuestra amazonía si no lo cuidamos y ponemos todo de nuestra parte para que el ecosistema que se basa en él se mantenga vivo.

Mariposas del Amazonas

Lunes de reciclaje; éste post fue publicado el 7 de febrero del 2005 en Surfing el Amazonas, y trata sobre un bello rincón en las afueras de Iquitos donde se conserva parte de nuestra riqueza biológica pero también la riqueza de las personas que van más allá de un símbolo patrio en su lucha por cuidar el planeta.
La riqueza biológica de nuestra amazonía es enorme, en todos sus aspectos. A muchos nos molestan los insectos, es cierto, y en la selva abundan. Sin embargo todo el mundo hace una excepción con las mariposas, por su belleza y gracia. En El Comercio se publicó una entrevista de Miguel Ángel Cárdenas a Gudrun Sperrer, austríaca que lleva años residiendo en Iquitos y que como parte de su amor por los animales y ésta hermosa parte de nuestro país, lleva un mariposario que debería ser sitio obligado de visita para los amantes de éste tipo de fauna. Ah, éste es el web-site del mariposario y centro de rescate de animales silvestres, actualizado a la fecha.

Cuando Gudrun Sperrer mira su territorio en lontananza, con sus ojos verde olvido, se parece a aquel legendario filósofo chino que toda su vida dudó si era un filósofo chino que soñaba ser una mariposa… o una mariposa que soñaba ser un filósofo chino.

Descalza. A orillas del río Nanay, bajo un incólume calor de 40 grados, Gudy salta, se empina, trepa, se balancea, gira a horcajadas entre los árboles como la Jane de uno de los mariposarios más hermosos del país, Pilpintuwasi, que en quechua significa: La Casa de las Mariposas; y que queda a una hora partiendo del puerto de Bellavista en bote y caminando por el poblado de Padrecocha. Se vino huyendo del hielo de Austria, a los 22 años, para oler a azúcar rubia en la selva virgen de Iquitos (hoy desvirgada por humanos de rapiña), para derretirse de sudor y de picazones como un helado de sandía (pepitas incluidas) y para que su piel obtuviera ese color tinto que solo tiene el instinto. Sola y libre de los tabúes citadinos.

«Si una mariposa agita hoy, con su aleteo, el aire de Beijing, puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene», fue la tesis que popularizó en 1988 el escritor James Gleick para describir el ahora famoso efecto mariposa, siguiendo la teoría del caos. Volando en su razonamiento, en Pilpintuwasi, con cada aleteo de las 43 especies de las trescientos cincuenta mariposas que lo habitan -en unos 400 metros cuadrados- se podrían prever hasta las lluvias de asteroides en Plutón el próximo siglo.

«Mi pasión siempre ha sido para todos los animales, pero me decidí a criar mariposas porque ya no quería más mamíferos. Estaba dolida. Cuando me vine a Nanay las personas se dieron cuenta de mi amor por ellos. Aquí la gente mata a los animales para comer, lógico, porque tienen hambre, pero asesinan a las madres e intentan adoptar a las crías. Y como no los nutren bien y se les enferman, me traían esos bebes de monos, perezosos, ronsocos. Yo los aceptaba solo para que sobrevivieran, pero me encariñaba con ellos, pues». El dilema fue con los monos, que cuando adultos se iban tras su libertad en busca de pareja. Y al cabo de un año, primos del hombre al fin, regresaban trayendo a sus crías para que las conociera ella, su madre adoptiva. Y Gudrun presenciaba espantada cómo los vecinos los mataban a mansalva para comérselos. Fue una experiencia demasiado escabrosa para alguien como ella que a los 2 años -en un bosque a las afueras de Viena- se apareció con una enorme víbora enroscada al cuello, gritándole alborozada a su mamá: «He encontrado un gusano gigante». Porque, salvo las ratas y las cucarachas, siempre ha creído que esos seres, que gracias a Dios no tienen razón, son sus prójimos y próximos.

Era setiembre de 1982, a las cinco de la mañana, y la humedad y el cielo raso, como soldado anónimo, de Lima la fusilaron del susto. Un poco confundida pidió un café en un puesto a la salida del aeropuerto, «que en Europa soñaba con que sería el más rico de mi vida». Y le trajeron agua y una bolsita filtrante. Preguntó entonces horrorizada, en su primigenio castellano, dónde encontrar sol y palmeras, y emprendió la huida a Iquitos. La ciudad no le cabía en la piel, así que deseando un lugar donde la selva virgen no haya sido violada, se mudó a una casa alejada a la vera de un río. Y viviendo como «buena salvaje» se ocupó también del animal humano: empezó a enseñar gratis matemáticas y urbanidades en un colegio del caserío de San Pedro, de paso que afinaba su español (hoy lo habla mejor que Toledo, con un gracioso dejo charapa). Luego fue directora de un colegio inicial en otro poblado, siempre gratis, por tres años.

Hasta que se enamoró de un peruano. Y compró un terreno, donde hoy se erige, desde 1991, Pilpintuwasi junto con un centro de rescate de animales salvajes y en vías de extinción; pese a que juró no recibir ninguno, su cariño por ellos la hizo perjurar. Hoy vive, en la mitad de su terreno, con un otorongo:»Casi todo mi sueldo de profesora de inglés y alemán en la Universidad de la Amazonía se me va en él». Y con una sachavaca, cinco monos, papagayos, lagartos, peces; todos rescatados de las torturas de los cazadores y traficantes. Y en la otra mitad, con mariposas fieles y traicioneras como dice la canción.

Su apariencia frágil es engañosa. Para la cultura náhuatl las mariposas eran las almas de los guerreros que aman y cantan. Y esa fuerza la presiente Gudrun, a las siete de la mañana, mientras observa a una oruga de la especie ‘Catonepheles’ eclosionar; ese mirífico proceso de pasar de oruga a gusano y luego a mariposa, que Vladimir Nabokov comparó con «la transformación del doctor Jeckyll en Mr. Hyde». También se escapa de su crisálida una ‘Morpho’ azul; primero las antenitas, luego las alas del tamaño de una uña encarnada y el cuerpo, en cámara lenta, como un diente de oro que sale como diente de leche. «Estas ‘Morpho’ nacen con el estómago lleno y debe perder peso para poder volar». Las ‘Morpho’ (en sus variantes Helena, ‘Thirios’ y ‘Patroclos’, que viven comiendo mangos y néctar) suelen ser heridas por las garritas de la especie Búho, celosa y territorial, que se abre y asusta a sus predadores con sus alas en forma de lechuza. Se calcula que existen dos mil especies de mariposas en la Amazonía, pero solo se conoce el 25% de ellas. Gudy se tardó seis años en recorrer el monte en busca de orugas y para descubrir las respectivas plantas hospederas, que son aquellas en las que cada mariposa, según su especie, deposita sus huevos y sin las cuales no podrían existir, alimentarse, pelearse y morir en paz.

A ras de suelo, planea de repente una mariposa transparente como una brizna de iceberg, conocida como ‘Cithaera’. «Es mi favorita, parece un hada, vuela pausada y a una altura máxima de un metro». Pero no es tan bella como la ‘Hamadryas’ que luce como pintada por sombras chinescas: azul intenso sobre negro extenso, combinando ambos colores al reverso. Además de ser una de las pocas que al volar emite un sonido de lápiz sobre papel platino. «Falta estudiar mucho todavía, se ha hecho taxonomía para identificar las especies, disecarlas y venderlas. Pero hay poca información sobre su ciclo biológico. Nosotros somos uno de los países que criamos más, yo tengo 43 especies cuando la mayoría de zoocriaderos en el mundo solo cría de 10 a 15».

Gudrun coge, como haciendo un gambito entre los dedos, a una ‘Rothshildia’, que tiene ventanitas transparentes como lágrimas y que se pasa cinco meses en estado larval para vivir solo dos días si es macho y tres si es hembra (porque esta casi no se mueve). Las hembras despiden unas feromonas que el marcho puede oler a 15 kilómetros de distancia. «Estas mariposas solo viven para amar y reproducirse», dice Gudy, antes de levantar un pie de repente y sacarse unas astillas, que a diferencia de los mosquitos -que ya le perdieron gusto a su epidermis de frambuesa- le siguen picando sin descanso. También aman las ‘Heliconia Sara’, de alas alargadas negras con franja blanca y pinceladas rojas, que son tan sociables entre sí que se juntan para dormir como murciélagos. Tan sociables también -al estilo humano- que tienen veneno por si las moscas polillas y avispas. A veces les pasa encontrarse con intrusas ‘Cola de Golondrina’ porque, pese a que estas son amarillas y negras, pueden mimetizarse con los árboles.

«Los coleccionistas compran mariposas y ese suele ser un negocio, pero tendría que matarlas y no lo quiero hacer», se agita la austríaca-charapa observando a una ‘Papilio Thoas’ rozagante. De repente los dos monos aviadores y el guapo colorado que viven con ella saltan por encima de las rejas del mariposario. Así aparecen y desaparecen cuando quieren. A veces se comen las pupas y las crisálidas, por eso, Gudrun los espanta con dulzura. Ella no tiene hijos humanos: los tiene a ellos que «a las cinco de la mañana van a mi cuarto a abrirme los ojos con sus propias manitos para que me bañe en el río, son tan inteligentes, como niños». Si existe un hombre-mono, por qué no una mujer igual, que además tenga reflejos de otorongo. Y como Gudrun Sperrer viva soñando con ser una mariposa. Aunque cuando mira su territorio en lontananza, con sus ojos verde olvido, parezca más una mariposa que sueña ser Gudrun Sperrer.

La entrevista que acá se reproduce ya no se encuentra en línea en la web de El Comercio, por lo que me vi obligado a eliminar el enlace correspondiente. Antes de republicar éste post me comuniqué con Gudrun, para saber cómo iba el mariposario, y me comentó que hay más animalitos en su pequeña reserva, en los últimos dos años han conseguido tres Uacaries (o Huapo Colorado), dos Capuchinos, dos Saki monkeys, dos Monos aulladores, un Mono Ardilla y varios Tamarinos. Por otra parte Pedro Bello el Jaguar, aún los acompaña, ¡¡Y come cuatro kilos de carne al día!! Así que si están por Iquitos o piensan ir, no dejen de incluir a Pilpintuwasi en sus planes de visita.


Las fotografías que ilustran este post fueron obtenidas de la web de Pilpintuwasi, la primera es de una mariposa de la especie Nessaea aglaura, y la segunda es de uno de los monos tamarinos.

Actualización 28/9/20: Leyendo la página en Facebook de Pilpintuwasi, encuentro que están pidiendo colaboraciones, así que acá les dejo la publicación: