Los recientes resultados de un referendum llevado a cabo en Suiza sobre si debía o no permitirse la construcción de más
minaretes junto con las
mezquitas musulmanas en dicho país, resultados que han sido
a favor de la prohibición, han levantado una enorme ola de protestas a lo largo y ancho del mundo, sobre todo Europa y el mundo árabe, con acusaciones de intolerancia y racismo, como mínimo.
En Global Voices hemos publicado un resumen de algunas opiniones sobre el tema, mayormente desde la óptica árabe. Recomiendo su lectura pues muestra como ve una parte del mundo este hecho. Pero por si no lo hacen cito al blogger británico Matthew Teller, que sobre los afiches de la campaña (los del principio de este post) dice:
El repulsivo Partido Popular Suizo (SVP por sus siglas en alemán), que ha usado lo que el Financial Times ha llamado “populismo estridente” para dirigirse a los ‘extranjeros’ de todo tipo en Suiza como criminales, engaña beneficios o peor, lanzó la campaña con el afiche opuesto: “¡Alto! Si a la prohibición de los minaretes”. Miren las imágenes: minaretes como misiles, mujeres como amenazando, la burqa como elemento de ocultación, el color negro como amenaza, la bandera suiza con sombras desde el Oriente, la cruz destruida.
Y tal como se dice en el post, creo que lo que dijo mi amigo Weddady en Twitter es cierto: ”ahora nadie puede pretender que Europa no tiene un problema con los musulmanes, ni nadie puede negar la extensa presencia islámica ahí”. Pero obviamente esta es la visión de una de las partes involucradas, está la otra también, y cito este artículo que me pasa Ernesto, otro amigo, como ejemplo de esa otra visión de las cosas:
Ni los suizos se han vuelto locos prohibiendo minaretes ni los franceses exageran prohibiendo el burka. No es prohibicionismo en un caso ni un exceso de laicismo republicano en otro. Se trata simplemente del despertar de una idea: la civilización occidental ve amenazada su hegemonía cultural por el enorme crecimiento demográfico de comunidades culturales que, profesando el islamismo, rechazan asimilar la identidad cultural occidental y lo que ella conlleva (la idea de individuo, los derechos de la mujer o que la Ley de los hombres esté por encima de la Ley de Dios). Nuestra civilización proclama la libertad de religión, pero de nada servirá si quienes la rechazan, amparándose en esa misma libertad, llegan a ser mayoría y a tener un papel relevante en la elaboración de las Leyes que rigen las sociedades occidentales.
Claro que esta visión digamos no es de las radicales, pero para tener la perspectiva completa cae bien. Yo por mi parte más allá de lo leído desconozco del tema pero me quedan claras unas cuantas cosas, algunas a favor de la medida y otras en contra:
– El referendum surgió a iniciativa de partidos suizos ultraconservadores (de esos que suelen albergar neonazis en su seno y son anti inmigratorios sin más).
– La medida no prohibe la construcción de más mezquitas, sólo de los minaretes. Lo que equivale a que se puede construir iglesias pero sin torres.
– El afiche de la campaña es tendencioso, por decir lo menos, las mujeres musulmanas que he visto no suelen tener esa actituda agresiva, menos con una burka completa que no deja verles ni los ojos.
– La libertad de cultos no estaba en juego en el referendum, los musulmanes pueden seguir con el suyo sin tener, oficialmente, restricciones al mismo, aunque claro, puede que echen a extrañar al muecín llamando a la oración.
– Los resultados electorales fueron algo ajustados: 57,7% de los votantes se expresó a favor de la prohibición, en otras condiciones quizás los resultados no hubieran sido estos.
Y hay algunas cosas que no me quedaron tan claras:
– ¿Era necesario un referendum? ¿No bastaba con una disposición municipal o su equivalente para no permitir, por motivos arquitectónicos digamos la construción de los minaretes en sitios históricos o tradicionales?
– Las iglesias de otras religiones suelen tener también estilos determinados y bastante visibles. (Mormones por ejemplo) ¿Serían prohibidas de la misma forma? y, yendo a lo contrario, cómo reaccionaría el mundo occidental si en otras partes del mundo se dan prohibiciones a las construcciones de este tipo para las iglesias católicas, protestantes y etc? (Ver este artículo sobre la historia de minaretes y campanarios)
– Usted vecino limeño, peruano, ¿estaría de acuerdo en que se construyera una mezquita con sus minaretes cerca de su casa? ¿Y si lo quieren hacer en una zona histórica como el centro de Lima, Trujillo o Cusco?
– Y ya puestos, si su hijo, padre, hermano se convirtiera a una religión que le obligaría a romper con las rutinas de la casa ¿qué opinaría?
Al final lo que sí me parece y como ya se ha dicho por ahí, es que a nivel macro se trata de una lucha de poder, sea religiones o civilizaciones, y a nivel individual una pugna por mantener la propia identidad, somos algo y no queremos que se nos cambie, y en este punto creo que todos tenemos derecho a eso, como se dice, mi libertad termina donde empieza la tuya, o algo así, seguro estoy citando mal, pero creo que me dejo entender. En fin, espero que no proclamen una fatwa contra mi.