Mientras departía con los amigos en el transcurso de la chocolatada mencionada en el post anterior, se apareció este perro peruano, o perro chino, tal como le conocíamos antes. Y aunque no se parece mucho, me hizo recordar a «Vertuoso» el perro de El Mar de Madera de Jonathan Carroll, libro que estaba leyendo en Lima y no terminé de leer, y encima dejé allá 🙁
oh! en la selva también tienen perros sin pelo! pensé eran costeños
bueeeeno, OK, migración de dueños supongo.
felices fiestas