Slipstream (O de como la Ciencia Ficción ya no es Ciencia Ficción)

Me precio de ser aficionado a la Ciencia Ficción desde hace muchos años, sin embargo tampoco lo se todo. Prueba de ello se dió hace unos días cuando leyendo una entrevista a la escritora Kit Reed publicada en Axxón, me encontré con el término «Slipstream». Interrogada si se siente una escritora de género o no, ella responde entre otras cosas: La ciencia ficción norteamericana ha desarrollado una nueva etiqueta, «slipstream». Se aplica a los escritores que no escriben ficción realista ni naturalista, cuya obra se separa de las convenciones literarias conocidas para explorar lo desconocido. Es la palabra justa para mí.

Hasta ese momento mi única referencia para la palabra Slipstream era un antiguo video de Jethro Tull que aún conservo. Pero bueno, ahí estaba la palabreja y yo sólo con lo leido, así que una rápida visita por la Wikipedia me dijo que Slipstream era un tipo de ficción que cruza los convencionales límites de género y no cuadra dentro de los confines de la Ciencia Ficción/Fantasía ni de la Ficción Realista. (A kind of fiction that crosses conventional genre boundaries and doesn’t sit comfortably within the confines of either science fiction/fantasy or mainstream literary fiction.)

Pero fue después cuando me sentí un lego en la materia, al leer líneas más adelante que el término lo había acuñado Bruce Sterling ya en los lejanos 80’s, bueno, en el 89 para ser exactos, en un artículo publicado en la columna Catscan de la revista Science Fiction Eye. (Dicho sea de paso en este enlace encontrarán 14 artículos de Sterling publicados en dicha columna, todos muy, pero muy interesantes para los aficionados a leer reseñas sobre libros que a la vez son pequeños tratados sobre teoría de la Ciencia Ficción. Y en este otro enlace, más artículos de Sterling publicados en diferentes medios. Todo dentro de la web de la EFF Electronic Frontier Foundation, de la cual BS es parte.)

Sterling dice: Este género no es «categoría»CF, ni siquiera «género» CF. Por el contrario es una forma contemporánea de escritura que se enfrenta a la realidad consensuada. Es fantástica, a veces surreal, en ocasiones especulativa, pero no rigurosamente. No es su objetivo causar un «sentido de maravilla» o extrapolar sistemáticamente a la manera de la CF clásica. Al contrario, es una forma de escritura que simplemente te hace sentir muy extraño; como lo hace el vivir a finales del siglo veinte, si uno es una persona de cierta sensibilidad. Podríamos llamar a esta clase de ficción Novelas de Sensibilidad Postmoderna, pero eso suena bastante mal en una estantería por categorías, y además necesita un acrónimo; así que por conveniencia llamaremos a estos libros «Slipstream».

Al final de su artículo Sterling da una extensa lista de obras de autores principalmente considerados como de «Mainstream» que, a su criterio, entran en la nueva definición dada. Pero, ¿y qué de los escritores formados en la CF que deciden también sacar un poco los pies del plato y experimentar? James Patrick Kelly tiene datos al respecto en un artículo llamado (cómo no) Slipstream que fue publicado en la revista Asimov’s Science Fiction. Para empezar le pregunta a un crítico llamado Rich Horton, qué es Slipstream, esta es la respuesta:

Es mayormente definida, creo, como ficción que cruza los límites del género. Sin embargo, no estoy seguro que esto sea muy satisfactorio: ¿Las Bóvedas de Acero de Isaac Asimov es slipstream porque cruza los límites de género entre la CF y el Misterio? Entonces, pensándolo, decidí que para mi las historias de slipstream son un poco como el realismo mágico. La clave es que son inexplicadas. Fantasía «real» o CF tienen estos estos elementos incrustados en su trasfondo y así tienen sentido, en «slipstream» tan sólo están ahí. En un sentido, la CF trata de hacer lo extraño familiar, mostrando elementos cienciaficcionales en un contexto que nos ayude a entenderlos. Slipstream trata de hacer lo familiar extraño, al tomar un contexto familiar y alterarlo con elementos cienciaficcionales o intrusiones fantásticas.

Mas adelante Kelly nos indica un par de sitios donde buscar a algunos de nuestros conocidos autores de CF, y a otros nuevos que, obviamente no son tan conocidos, experimentando con el slipstream: Fantastic Metropolis, donde encontrarán a autores como China Miéville, Carol Emshwiller, Paul Di Filippo, Kelly Link en cuanto a ficción y ensayos de Michael Moorcock, David Langford, James Sallis y Jeffrey Ford. También cita a la revista Strange Horizons donde se puede encontrar a autores como Aynjel Kaye, Benjamin Rosenbaum, Jenn Reese, Jay Lake, Tim Pratt, y Timons Esaias.

Luego nuevamente le pregunta a Horton si piensa que el Slipstream podría ser la próxima «gran cosa» en el género, o quizás un sucesor de la CF y le responden: Espero que no lo último, no quiero perder la vieja CF. Pero creo que las técnicas del slipstream pueden ayudar a describir un mundo a nuestro alrededor que parece de CF, un mundo que cambia lo suficientemente rápido y es lo suficientemente multicultural como para que la vida de todos los días pueda parecer extraña.»

Finalmente Kelly nos dice: La cosa es, sé lo que se siente cuando escribo CF y fantasía, entiendo lo que cuesta construir los mundos y elaborar las tramas. Pero cuando escribo Slipstream, me encuentro a mi mismo adoptando estrategias distintas, cambiando mis expectativas. No entiendo todo, la escrtura se siente diferente. Extraña. … (Slipstream) esta cerca a la CF, pero no es lo mismo. Sin embargo, como atrae a más escritores talentosos, Slipstream está jalando a la CF en su dirección. ¿Dónde terminaran estas dos formas de escribir?

En otro artículo, titulado Género, el mismo Kelly habla de la CF, de sus definiciones y de esos autores que parecen estar entrando y saliendo contínuamente de los géneros establecidos en la literatura. En su ensayo «Una Introducción a las Artes Intersticiales» Delia Sherman imagina un continente llamado Literatura con los países llamados Misterio, Romance, Thriller y Ficción Local. Ella escribe «La Ficción Historica, el Realismo Literario, la Ficción Afro-Americana, y la Ficción Local han formado una alianza, Literatura Mainstream, la cual permite permite pasar libremente a través de los límites de unos y otros.» Otros paises, incluyendo la Fantasía y la Ciencia Ficción, están aislados. Ella argumenta que ciertos escritores cuyo trabajo podríamos estar tentados a llamar slipstream son, en realidad, intersticiales, es decir, rondan los límites entre estos países literarios. Este es un concepto muy útil pues evita que el slipstream se vuelva un género en sí mismo. Los escritores intersticiales no firman contrato de género o mas bien, el contrato es que las reglas serán rotas y las expectativas de género desbaratadas.

Luego reflexiona: Puede que el Slipstream sea la moda en estos momentos, ¿Pero es nuevo? ¿Los artistas de la CF no han estado cruzando límites desde hace tiempo? La teoría de las artes intersticiales y su esguince, el slipstream, es que estos formatos habitan el territorio entre nuestro género y varios otros géneros. Si las mejores mentes de nuestro campo no se pueden poner de acuerdo en lo que la CF es, y sin una definición coherente, ¿Cómo sabe un escritor cuando ha cruzado un límite?. Luego, entre otros cita a Jonathan Carroll que dice: En estos años mi trabajo ha sido descrito como Fantasía, Horror, Ciencia Ficción, Mainstream, Slipstream, Rap, House, y Cha Cha Cha.

Kelly termina diciendo: En su provocador ensayo del año 1998 «La Promesa desperdiciada de la Ciencia Ficción» el algunas veces slipstreamereño Jonathan Lethem propuso una historia alternativa de nuestro género: «En 1973 la novela Gravity’s Rainbow de Thomas Pynchon ganó el Premio Nebula, el más alto honor concedido en el campo una vez conocido como ‘ciencia ficción’ – un término ahora mayormente olvidado.» En nuestra realidad, Arthur C. Clarke ganó el premio por Cita con Rama. El ensayo de Jonathan era acerca de qué hubiera sucedido si la CF se unía al mainstream (O corriente principal de la literatura). Él argumentaba que sería mejor para todos si no hubiera géneros, si el continente de Literatura de Delia Sherman no tuviera límites. En tal utopía literaria no habría CF ni slipstream ni mainstream. Todos seríamos solo una gran familia felíz. Si, correcto. Y eso sucederá cuando un robot sea Papa. (Alusión a un cuento de Robert Silverberg Buenas Noticias del Vaticano.)

Y bueno, después de empaparme de todo esto y recordar tantas discusiones sobre CF, recordé dos que tuvieron lugar no hace mucho en la lista de correos de Coyllur así como en el post Test de Turing – Enrique Prochazka que publiqué hace un par de meses. Comento en dicho post una reseña hecha sobre el libro en la cual el reseñador dice: la temática abordada no es la anticipación, aunque ésta sea su forma de expresión, lo cual me parece bastante rebuscado como forma de dar a entender que el libro no es CF (Y que probablemente sus virtudes se deban a este pequeño detalle). Mi amigo Daniel Salvo, tanto en la lista de correos como en un comentario en el post dice: lo primero en lo que uno piensa, al conocer que una novela o cuento toca temas como la inteligencia artificial o el futuro posible, es en la ciencia ficción. Pero en el Perú, aparecen extraños críticos especialistas en demostrar la cuadratura del círculo, es decir, que dichas obras pueden ser cualquier cosa, relacionarse con cualquier género, admitir cualquier influencia, menos ser ciencia ficción. (Antes que me olvide, creo que Prochazca puede ser llamado un escritor peruano de Slipstream, al igual que Victor Coral y Enrique Congrains, según me recuerda Daniel)

Inicialmente de acuerdo con lo que comentaba Daniel, pensé luego de leer todo lo anteriormente citado, que lo que los críticos hacen, locales o no, es sólamente seguir las tendencias del mundo literario anglosajón, si allá se pone de moda hablar de esas obras que están emparentadas con la CF de tal manera que no se piense que sean Cf, pues ellos hacen lo mismo, claro que probablemente no estén informados del motivo, pues no dicen el porqué, ni siquiera mencionan la palabra slipstream o hablan de un nuevo género o corriente literaria (Si lo han hecho agradeceré me saquen de mi error, hace poquísimo tiempo yo tampoco estaba informado de esto, pero yo no soy crítico literario). Personalmente si alguien evita leer libros clasificados como CF pues es su problema, yo no dejo de leer los que dicen policiales o misterio o históricos simplemente por el hecho que lleven esa etiqueta.

Pero vale hacer una pausa y recordar que no son sólo los críticos quienes obvian a la CF, también los propios autores le huyen a la etiqueta como gatos escaldados al agua caliente. Recientemente en el último boletín del sitio Literatura Fantástica publican reseñas a libros de 3 escritores mainstream que a nuestro modo de ver incursionan en el género, pero no necesariamente ellos opinan lo mismo. Cada caso es diferente, Philip Roth nunca ha sido muy asociado a lo que es CF, Kazuo Ishiguro niega que sus obras sean CF y Michel Houellebecq mantiene una ambivalencia con el género según con quien hable, aunque ha escrito laudatoriamente acerca de escritores medulares de la CF.

Volviendo a las discusiones en la lista de Coyllur, nuevamente Daniel Salvo dice: creo que una definición «final» de lo que es o no CF es muy difícil o acaso imposible, y que a la CF le va muy bien sin importar cómo la defina fulano o zutano. Pero también se siente como patada al hígado oir o leer opiniones sin fundamento, y que encima, estas sean más tomadas en cuenta por los medios de comunicación. Y el ubicuo Sergio Gaut vel Hartman contesta: sigamos construyendo en el espacio incierto y virtual, en las realidades desfasadas y rotas, en los campos oníricos y puramente ficcionales, los productos de nuestra imaginación y nuestra inventiva. Siempre estaremos un paso adelante y eso es algo que no soportan, pero que no está en nuestras manos cambiar. ¿Sonó arrogante? La cf (o como se llame) es la actividad creativa humana más arrogante que existe. Es hora de que asumamos esa arrogancia sin culpa y como los «diablos» de El fin de la infancia tengamos paciencia con los que siguen discutiendo la construcción del párrafo, el uso del anacoluto, las metonimias, las epanalepsis, las anadiplosis, los disfemismos, las sinécdoques y las ecfrasis, por citar sólo algunas de las amigas de los escritores del Café Mainstream. Nosotros estamos en otra, se llame como se llamare…

Al final de todo, mas allá de haber incorporado una palabra más a mi léxico, pues creo que nada ha cambiado. Seguiré comprando libros que me llamen la atención sean o no de CF, seguiré teniendo a la CF como mi género literario favorito, y sobre todo seguiré apasionadamente atento a discusiones sobre la CF que no terminan en nada, como ésta.

La ilustración de este post la tomé de la página The computer art gallery of John Van Tuyl.

39 comentarios en “Slipstream (O de como la Ciencia Ficción ya no es Ciencia Ficción)

  1. Anonymous

    La información es de lo más interesante. Lleva a preguntar si, irónicamente, la «solución» para la marginación del género consista en dejar de utilizar la etiqueta «ciencia ficción» y utilizar cualquier otra. Cualquiera.

    Esto me recuerda algunas películas de horror y fantasía, en las cuales,
    para deshacerse de algún ser fantástico, había que «dejar de creer en él». Por ejemplo, en un episodio de «Los Simpson» especial para Halloween, unos anuncios gigantes cobran vida y empiezan a destruir la ciudad. Como siempre, Lisa descubre la solución: si la gente deja de prestar atención a los anuncios (a la publicidad), ésta deja de existir.

    Para el caso de la ciencia ficción, parece que se aplica lo contrario: en cuanto dejamos de hablar de «ciencia ficción», esta empieza a «aparecer». Ya tenemos a Daina Chaviano en Alfaguara. Roth, Ishiguro y Houllebecq se distribuyen por más países que Neal Stephenson. Total, aunque sea por la puerta falsa, igual se entra.

    Saludos
    Daniel Salvo

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  2. Anonymous

    No puedo menos que adherir a lo que propone Daniel. He bregado por utilizar el nombre más abarcativo que se haya inventado, desde mi punto de vista, sugerido por el francés Pierre Versins, recogido nada menos que por Borges y «puesto en el aire» por Pablo Capanna. Me refiero a «narrativa conjetural». En lo conjetural cabe la cf hard y soft, formas atípicas de fantasía (no dragones y hechiceros, por cierto), ficciones raras y dislocadas, historia alternativa y un largo etcétera. La ventaja de «narrativa conjetural» es que no necesita apoyarse en otra cosa para «ser». El término «slipstream», sin dejar de ser válido, crea una dependencia del mainstream y nuestra literatura quedará de rehén, lista para ser desflorada, desvalijada y vuelta del revés como un guante en cuanto una obra tenga suficiente «calidad» (desde la perspectiva académica) como para ser considerada «mainstream». Narrativa conjetural es eso, NC.

    Y si prestan atención, verán que si nos ponemos activos en ese sentido, los desvalijados, desflorados y puestos del revés pueden llegar a ser ellos, porque les vamos a depredar desde Viejo muere el cisne de Huxley hasta El perfume de Suskind, y desde Ada o el ardor de Nabokov hasta el 95% de Vonnegut. Y a chillar a la corte internacional de La Haya (que los derivará, como corresponde, a un equitativo tribunal iraquí, en el que podrán exponer sus argumentos y obtener la justicia que merecen por el injusto trato al que nos han sometido durante ochenta años…)

    Sergio Gaut vel Hartman

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  3. Anonymous

    Tal vez suene un poco esquizofrénico pero, ¿no nos cambiamos la ropa para salir a pasear? Es decir: ¿no usamos ropa de entrecasa y ropa de fiesta? ¿No podríamos conservar el término ciencia ficción para hablar entre nosotros, que más o menos sabemos de qué estamos hablando –aquí nadie confunde la cf de Dick con la de Hal Clement y la de Edmond Hamilton con la de LeGuin– y adoptar otro para ir de visita a las reuniones con desconocidos? ¿Suena hipócrita? Sin embargo, no creemos estar renunciando a nuestra personalidad cuando adoptamos un cierto «disfraz» para ser aceptados en ámbitos que no nos son propios. Es posible que, un poco como Daniel, yo esté «escribiendo en voz alta» y a la ligera, desvariando, vamos. Pero si ellos quieren, para aceptarnos, que adoptemos un «disfraz», démosle el gusto. No será lo que escribamos ni menos digno ni más condescendiente. Y no es que nos interese ser aceptados porque esa aceptación conlleva alguna suerte de reconocimiento «social», sino porque los que escribimos pretendemos ser leídos, vaya con la pretensión…

    Sergio Gaut vel Hartman
    Buenos Aires – Argentina

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  4. Anonymous

    Sí, está bueno aunque se diga que no se avanza en nada al discutir estos temas.
    Una pregunta (mi inglés es la mitad de básico): ¿cómo se traduciría slipstream? A mí el término ciencia-ficción me gusta por dos (¿tres?) cosas:
    Primero porque trae historia, acarrea toda la evolución del género (aunque sea poco preciso al definir), segundo porque todos sabemos de qué hablamos cuando lo decimos y en los ambientes en que circulo no causa precisamente rechazo sino: a) admiración de mis jóvenes estudiantes que miran con ojos incrédulos a «la vieja de Lengua» b) extrañeza en mis colegas académicos por esta «rara». Tercero, quizás, porque me gusta la unión con guión de dos sustantivos, la unión indefinida en castellano (ninguno es adjetivo que modifica al sustantivo) de dos nombres que se «chocan», se reúnen, se unen-repelen como polos de un imán: la ciencia y la ficción.

    Sé que el viejo nombre no es muy claro y no abarca todo lo que se escribe pero sigue gustándome, me parece más valiente defenderlo que buscar otros nombres. Con respecto de los límites de los géneros y el forzar las barreras, es tema viejo: dicen que Cervantes ya acostumbraba hacerlo.

    Paula Salmoiraghi

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  5. Juan Arellano

    Eso fue pirateria pura, jajaja.

    De paso lean esto, lo saque del último Ansible, el fanzine de Dave Langford:

    AS OTHERS SEE US. _Slate_ can tell what’s too good to be sf: `_Battlestar Galactica_ (Sci Fi, Fridays at 9 p.m. ET), now entering its third season, is not science fiction — or «speculative fiction» or «SF,» or whatever you’re supposed to call it these days. Ignore the fact that the series is a remake of a late-’70s Star Wars knockoff. Forget that its action variously unfolds on starships and on a colonized planet called New Caprica. And never mind its stunning special effects, which outclass the endearingly schlocky stuff found elsewhere on its network. Sullen, complex, and eager to obsess over grand conspiracies and intimate betrayals alike, it is TV noir.’ (Troy Patterson, 13 October) [MG]

    O sea, q si Galactica no es CF, ya q nos queda, jajaja. El artículo original de Slate aca: http://www.slate.com/id/2151426/?nav=navoa

    Cuiden sus libros, quizás mañana aparezcan etiquetados/reeditados como suspenso o ficción histórica.

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  6. Anonymous

    ¡TV noir! ¡Un remake de Galáctica! Lorne Greene (Adama) debe estar revolcándose en su tumba…

    Digo yo, ¿no estará ocurriendo un cataclismo, un fenómeno que está alterando la percepción de la realidad, y que solo los aficionados a la CF podemos percibir? ¿Una raza de extraterrestres o seres de otras dimensiones que no quieren que bajo ningún motivo podamos siquiera deducir su existencia? ¿Para evitar que los contaminemos o peor, para poder invadirnos por sorpresa?

    Saludos paranoicos

    Daniel Salvo

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  7. Rain

    Bastanta material para leer, con los links que me faltan explorar.

    Escuchando «Atmosphere» con la voz de Ian Curtis/Joy Division,
    (¿un tema slipstream?)

    me adhiero a la búsqueda de intersticios: desde antes, intuitivamente eso ya sucedió.

    Lo conjetural, por su carga subjetiva y expansiva irradia preguntas ilustradas en situaciones
    extrañas. Y lo extraño es una nebulosa que apasiona,
    a veces desconcierta, mas luego se producen las bifurcaciones y allí
    está lo medular.

    Leyendo tu post, pensé:
    ahora sí que llego a lo que es el deshueve por excelencia. Necesitaba irme de viaje y reconsiderar que hay nuevas líneas de pensamiento fundadas sobre las que ya existían y en esa ruta, sin duda está lo que he leído aquí.

    Muchas gracias Juan.
    Vitalizador post.

    Viva la CF, y todo lo que sea escritura transversal, conjetural,
    extraña, ¿slipstream?
    posiblemnete, posiblemente.

    Grandes salutes.

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  8. Fran Ontanaya

    La pega de una de las listas que aparecen en los artículos es que depreda parte de lo que ya tiene la etiqueta de Realismo mágico, que de por sí es una literatura limítrofe. Lo que por ahí se entiende como slipstream es básicamente el mismo detergente con algo de CF añadida.

    Sin embargo, hay muchos autores que «sentimos» que hay algo en el intersticio entre CF y realidad, y ello se distingue con claridad del realismo mágico. Creo que la diferencia es que lo que se propone como slipstream tiene como fin crear inquietud respecto a la consistencia de la realidad, mientras que el realismo conjetural o especulativo intenta alcanzar una consistencia tan real que el lector puede considerarlo tan «auténtico» como la realidad.

    Pero, como también dice Sterling, por muy poderosa que sea esta forma de literatura, está condenada si no se consigue que los lectores la reconozcan por sus rasgos de identidad, ya que ni encaja en el «mainstream» ni en la CF pura y dura.

    Responder
  9. Juan Arellano

    Fran, ciertamente mal que bien todo el mundo sabe de que trata la Ciencia Ficción, que quizás esté de moda menospreciarla es otra cosa. Pero tomando eso como base sería un poco difícil que el slipstream pueda afianzarse como género, pues (aparentemente) su campo de acción sería muy estrecho, es probable que quede como una simple moda o corriente. Sin embargo para imaginativos los escritores y solo podemos conjeturar donde nos lleve esto.

    Gracias por el calificativo y el enlace.

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  10. Juan Arellano

    Daniel: Eso sonó muy Dickiano, ¿estaremos entrando a un universo
    paralelo en el cual la CF no existe con tal nombre? ¿Que pasó el 89
    que empezó a dividir al universo conocido?… Ahora dime que Bruce
    Sterling tiene la culpa.

    Responder
  11. Anonymous

    A proposito de Asimov, desde que lei Bovedas de Acero, con su introduccion explicando el origen de esta novela, no he tenido mayores problemas tratando de ver que era y que no era CF. Pero esta metafora sobre un gran continente dividido en paises es muy tramposa. Asume que si una novela es CF/fantasia , no puede ser o estar dentro de las fronteras del romance o misterio… Para mi, la CF no es un genero, sino una forma de tratar una historia, un estilo (quizas) que te permite abarcar a todos los demas estilos. De ahi que esa idea de «algo» que «cruza los limites de los generos» ya esta desactualizada desde hace bastante. Solo una excusa para cambiar de nombre o una nueva etiqueta.

    Lo curioso, El Perfume no me parecio CF (ni siquiera lo pense), quizas porque no habia una explicacion cientifica al hecho central de la novela.

    saludos
    anwar

    Responder
  12. Anonymous

    Yo hace tiempo no considero a Galactica como Ciencia Ficción en si, para mi es mas bien un «drama político» (casi telenovela) con algunos elementos futuristas.

    Justo Luis Vera Medina

    Responder
  13. Anonymous

    Yo solo la considero una mala serie basada en las locuras de un mormón (Glen A. Larson) que trata de ganar rating y dinero del modo barato (violencia, acción y sexo)

    Aleus Mundi

    Responder
  14. Anonymous

    Que lastima que con tanta tecnica involucrada no se haya podido hacer
    una serie que realmente rememore las emociones que sentimos los que
    vimos la serie original.

    Justo Luis Vera Medina

    Responder
  15. Anonymous

    En algunos textos de teoría literaria se utiliza el concepto de híbrido o la idea de «forzar los límites». Todos los nacimientos de nuevos géneros se han producido así: cosas nuevas que de repente empiezan a generalizar algunos temas, tópicos o mecanismos.
    Cuando se analiza un texto suele decirse que «tiene rasgos del policial», «rasgos de cf», etc (para indicar que combina géneros). Creo que muchos autores destacan que no se encierran en un género sino que toman aportes de varios.

    Pau

    Responder
  16. Anonymous

    ¿Por qué? Yo lo entiendo como no negar ninguna influencia, aceptar que se participa de distintos géneros y que se escribe con varios ingredientes.
    ¿Vos cómo lo ves?

    Pau

    Responder
  17. Anonymous

    Es una cuestión de mercado y prestigio Paula, cuando publicas algo tienes que venderlo con una etiqueta «aceptable», por lo general los textos mas revolucionarios o innovadores son negados por un sistema que no quiere o no le importa que la gente no piense asi pues para «destacar» en el mercado te inventas una floritura que te haga ver innovador o ingenioso y de ahí nacen hijos bastardos de la CF como el slipstream. La CF es literatura del presente Paula, cada vez vivimos mas en el futuro y las conjeturas de los maestros se vuelven en las maravillas…o pesadillas del hoy. Negar tal herencia es criminal.

    Aleus Mundi

    Responder
  18. Anonymous

    Seguro: Yo ni idea de quiénes se hacen llamar slipstream, digo que más que negar es aceptar toooodas las influencias que uno ha tenido. Y como vos decís, una cuestión de prestigioso-desprestigiado y a qué público se apunta. Para vos, para mí ¿no es un halago que una novela sea de cf?

    Pau

    Responder
  19. Anonymous

    La CF con un poco de suerte nunca morirá, o morirá a los pocos años posteriores a la Singularidad (que esta pasando justo ahora, en este momento) pero eso si, será un entierro con honor como la literatura que marcó y cambió el futuro ;=)

    Aleus Mundi

    Responder
  20. Anonymous

    No se cual sera el trauma de algunos escritores como para no querer que sus obras se clasifiquen como CF y se inventen el termino «slipstream» (¿como diablos se pronuncia esto?).

    Por mi parte nunca he tenido reparos en decir a quien sea que leo, veo y me gusta la CF, es mas me siento como parte de una elite la cual ve de forma diferente las cosas, la cual tiene sueños y ve mas alla de
    sus narices.

    Justo Luis Vera Medina.

    Responder
  21. Anonymous

    Justo.

    Pero cuando algo no es «propiamente» (o «exactamente» o «rotundamente») cf se hace arduo «clasificarlo» (y los que me conocen saben que jamás fui un amante de las clasificaciones; no hay más que leer las cosas que escribía en 1983 a propósito de este tema; creo que en Términus Trantor digitalizaron algunas de las reseñas de libros que hice por aquellos días), por lo que es lícito buscar designaciones alternativas que «expliquen» al lector con qué se va a encontrar y con qué no. ¿Es Ballard cf? ¿Son La Afirmación o el Glamour novelas de cf? Lem escribió Solaris, El Invencible, Edén, Fiasco, Regreso de las estrellas y otra media docena de libros que podrían ser clasificados como cf. ¿Y La investigación, La fiebre del heno, Vacío perfecto, Provocación, La voz de su amo? Ursula LeGuin entra y sale del género. Angélica Gorodischer escribió las aventuras de Trafalgar Medrano, Los embriones del violeta, Chop suey y otra parva de obras «de» cf. ¿Y las que no lo son? ¿Qué me dicen de Gardini? ¿Y del mismísimo Bioy Casaras de La trama celeste, La invención de Morel y docenas de cuentos? ¿Son autores de cf? Pero no se les caen los anillos por incursionar en el género. Kit Reed empezó todo esto al mencionar el «slipstream» en la entrevista que le hice. Pero yo leí a Kit en revistas y antologías de cf. Ella no se avergüenza de aparecer en esos ámbitos, pero decididamente no escribe cf. ¿Debe decirle a los editores «sáquenme de sus revistas»? Para terminar. En Axxón publicamos con gusto obras de cf dura, blanda, space opera, historia alternativa… pero también ficción especulativa, narrativa conjetural, obras inclasificables, marginales, insólitas, raras… ¿Qué debería hacer? ¿No publicarlas? Lean los tres últimos cuentos. Uno es una sátira que usa el viaje en el tiempo para plantear una visión «contestataria» a la situación política de los EEUU (Jackson). Otra es surrealista por los cuatro costados (Avilés). La otra es una obra de «clima» en la que hay una catástrofe inexplicada, pero que bien podría no serlo (Silva). Ninguna es de cf en sentido estricto. ¿Perdí peso? (mal no me vendría). ¿Se me hizo una úlcera? ¿Me duelen los riñones? ¿Me siento culpable? ¡Nada de eso! Soy feliz cuando publico cf y también cuando abro el espectro. Parafraseando a Groucho Marx: «Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros».

    Sergio Gaut vel Hartman
    Buenos Aires – Argentina

    Responder
  22. Juan Arellano

    Exáctamente Sergio. Me parece casi tan exagerada la actitud de quienes
    no quieren verse para nada ligados a la CF (escritores/lectores) como la de quienes se rasgan las vestiduras porque la obra tal de fulanito no es reconocida como CF. La calidad del libro no está en la etiqueta que le cuelguen, y en esto creo estamos de acuerdo todos.

    Las etiquetas sirven, cierto, pero no podemos dejar que nos dominen.
    Como dije en mi post, tengo varios años de aficionado a la CF (27 por
    si alguien desea exactitud), he leido bastante, aunque no tanto como
    desearía y algunos de mis escritores favoritos no son de CF; lo que me
    importa es la calidad de una obra, siendo este concepto todo lo
    subjetivo que pueda ser.

    Por eso al final de mi post ponía que todo lo dicho no iba a cambiar
    nada, es una interesantísima charla, cierto, pero mayormente vana. Lo
    que veo como positivo del slipstream, es q se podría mediante este cuasi-genero inducir a quienes tradicionalmente no se acercan a la CF a leer obras no formalmente del genero pero si muy próximas en cuanto a espíritu y quizás, sólo quizás, luego esas personas acepten leer algo más «cienciaficcionero».

    Responder
  23. Anonymous

    Yo creo que el punto de inflexión está justamente allí. No es importante que los escritores (y lectores) de manistream «disfracen» sus propias obras de literatura especulativa (no podrían disfrazar la cf en sentido estricto) por pudor o por frivolidad; tampoco es importante qué actitud toman los lectores de cf con respecto a esas obras. Algunos leerán a Roth, Ishiguro, Houellebecq, Atwood o Vonnegut y los apreciarán, otros los leerán y no los apreciarán, y algunos más seguirán fieles a la cf tradicional y no leerán mainstream, slipstream o gulfstream… El asunto es cómo evitar que gente inteligente, que no ha leído a LeGuin, Sturgeon, Porcayo, Lem, Sterling, Aldani, Chiang, Priest, Yoss o Pinedo por una cuestión de etiquetas siga considerando que la cf es un agujero relleno de descerebrados que se disfrazan de marcianos y que la cf es lo que se ve en las pelúculas y series de cf. Porque todos sabemos que no es lo mismo. Pero una película, una serie de TV o un cuadro se «ven», alcanza con no ser ciego para lograr, con un vistazo de diez segundos o diez minutos «hacerse una idea» de qué va la cosa. Pero con un libro es mucho más complejo. La aprehensión literaria corre por otra vía y juzgar un libro por la tapa es como juzgar a una persona por su vestimenta. Se puede acertar, por cierto, pero se puede equivocar uno de medio a medio. Tengo ante mí los tres tomos de Xenogénesis, de Octavia Butler, una de las obras más maduras, interesantes y profundas que he leído en los últimos años. Ese libro «sólo» puede ser de cf, o de ficción especulativa, que para el caso no aporta diferenciación alguna. Sin embargo, si yo no estuviera enterado de qué tratan, si no fuera uno de «adentro», jamás compraría esos libros porque las cubiertas son horrendas, son «espantadoras» de lectores no avisados. Yo republicaría esa trilogía sin «marcas», como «literatura», con una cubierta no explícita y dejaría que «los de afuera» descubrieran la cf a partir de ella. Como este ejemplo podría citar docenas…

    Sergio Gaut vel Hartman
    Buenos Aires – Argentina

    Responder
  24. Anonymous

    Sergio:

    Dentro de tu mensaje, está esto:

    «El asunto es cómo evitar que gente inteligente, que no ha leído a LeGuin, Sturgeon, Porcayo, Lem, Sterling, Aldani, Chiang, Priest, Yoss o Pinedo por una cuestión de etiquetas siga considerando que la cf es un agujero relleno de descerebrados.»

    Exactamente, ese es el punto. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver: ya hemos visto que a Lem practicamente lo han «rescatado» de la ciencia ficción.

    «Yo republicaría esa trilogía (Xenogenesis) sin «marcas», como «literatura», con una cubierta no explícita y dejaría que «los de afuera» descubrieran la cf a partir de ella.»

    Yo no sería tan optimista: en lugar de «descubrir» la cf, los de afuera dirían que algo tan bueno no puede ser cf. Le inventarian cualquier etiqueta, hasta se agarrarian la definición «narrativa conjetural» pero siempre «aclarando» que no es la cf de los aficionados a la ciencia ficción, sino de la otra pues, la de ellos…

    Pruebas al canto: esta reseña de «Jonathan Strange y el señor Norrel» http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2242-2006-09-19.html

    ¿Qué pasa con la reseña? Pues que pone a la novela de Susanna Clarke por las nubes. La recomienda, la alaba, dice que es buenisima… pero fíjense por que razones:

    «(Mariana) Enríquez subraya en su reseña el poco favor que le ha hecho al libro de Clarke la asimilación de su historia con obras como obras de saga como El señor de los anillos o, peor aún, de historias con magos como Harry Potter. La autora de la reseña lanza un mapa bastante complejo -y completo- de las influencias que el libro tendría para despejar el malentendido: «En realidad, las influencias más claras de Clarke son la comedia social de Jane Austen y Oscar Wilde, los retratos excéntricos de Dickens y Chesterton, la tradición gótica, la aventura militar a la Patrick O’Brien, el romanticismo byroniano, la pasión por el heroísmo escocés de Walter Scott y la habilidad de mezclar lo fantástico con el realismo más prosaico de autores contemporáneos como Neil Gaiman o el genial guionista de comics Alan Moore. Es decir, el tronco –y algunas de las ramas– de la literatura inglesa».

    —————

    Es decir, para la reseñista, como novela de fantasía no vale nada. Para ella, considerarla de fantasía es «un malentendido», por que «en realidad» sí es literatura, por que sus influencias son la gente del libro de texto escolar de literatura de cuarto grado. «El tronco y las ramas de la literatura inglesa». O sea, volvemos a fojas cero, como siempre, quedamos en la fantasía (o la cf) no es literatura. «El señor Strange…» si puede ser considerada literatura por que la reseñista se encargó de buscar a los padres «decentes» de la criatura, y encerró en la cocina a los que originaron el bastardaje.

    Y para buscar un ejemplo más actual, el candidato al Nobel Cormac McCarthy acaba de publicar una «novela antibélica», The road, http://luzdelimbo.blogspot.com/2006/11/novela-antiblica-de-cormac-mccarthy-un.html

    ¿De qué va? Pues es nada menos que el guion de «Mad Max IV: “The road transcurre en un mundo literalmente quemado por lo que sin duda fue un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo con él «el camino» del título. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas de caníbales, empujando un carrito de la compra donde guardan todas sus posesiones, atraviesan los lugares donde el padre pasó su infancia, recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío «capaz que quebrar las rocas».

    Nada, que los prejuicios son difíciles de vencer… A mí todo esto me recuerda el cuento de Borges «Pierre Menard, autor de El Quijote». Pierre Menard es un tipo que quiere escribir de la nada El Quijote. Se vuelve católico, aprende español… Fruto de su empeño, le sale este principio:

    En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…

    Los amigos, con asombro, constatan que el texto coincide con El Quijote de Cervantes. Pero (y ahí viene la gracia), la referencia de Menard «en realidad» era a la confusión del ciudadano del siglo XX, mientras que en el Quijote de Cervantes era una referencia geográfica. Y así, resulta que estamos ante dos textos distintos…

    Borges era un capo. Estaba anticipando la simplonería de la crítica literaria del siglo XXI. Mejor dicho, la conjeturó…

    Daniel Salvo

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  25. Anonymous

    Lo de muchos críticos a veces más que ceguera es hipocresía. La novela de Jonhatan Strange será excelente (que realmente parece que lo es) pero vende y ocupa un lugar central en críticas y mercado porque se sube a «la moda de los magos». Es una bajeza ensuciar «el trampolín» sobre el que estás parado.
    También creo que la misma novela se engancha con la moda de la novela histórica o «descubridora» de cosas oscuras en la historia. (Esto no le quita calidad a ninguna novela pero sí le agrega bajeza a los recursos de críticos). Y ojo que yo considero hermoso y muy útil el laburo de la crítica pero… hay cada uno.

    Pau

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  26. Anonymous

    Daniel.

    Tendremos que resignarnos, entonces, con salvaje resignación de padres, a ver crecer a nuestros hijos y advertir que, en cuanto les crecen las alas y están en condiciones de volar lejos del nido, se vayan lejos. Sigamos haciendo los que sabemos hacer y aceptemos que cuando algo merece la pena, al margen de cualquier etiqueta, los Señores de la Instrumentalidad Cultural se lo apropien. En el fondo no está tan mal; nosotros sabemos la verdad y ellos tienen que pasearse disfrazados (y avergonzados). Nosotros, en cambio, no tenemos nada de qué avergonzarnos. Y más: nosotros leemos a Cervantes, Rabelais, Shakespeare, Moliere, Balzac, Zola, France, Wilde, Borges, Costázar, Camus, Del Valle Inclán, Grass y García Márquez. Son ellos los que se pierden a Sturgeon, Damon Knight, Dick, Zelazny, Shepard, Kessel, Sterling, Chiang, Swanwick, Butler, Willis, Resnick y una legión más…

    Sergio Gaut vel Hartman
    Buenos Aires – Argentina

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  27. Fran Ontanaya

    Y digo yo, si admitimos que las fronteras entre géneros son difusas, ¿por qué la etiqueta Ciencia Ficción es «buena» y todas las demás son «malas»?

    En realidad, no me gusta nada que se demonice a los autores limítrofes por no clasificarse rotundamente en un lado o en otro.

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  28. Prismatico

    bueno aqui en Mexico, se hay un termino para una clase de Ficcion que se le llama realismo, magico es añejo y titne similitud con este termino que manejas en tu post!! salu2

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  29. Baradit

    Que gran thread. Acá en Chile estamos discutiendo mucho algo por el estilo. Hay una facción que quiere mantener las frontera entre lo que es y no es CF (curiosamente los más «viejitos») y el resto que pensamos que los únicos preocupados de esas definiciones son los aduaneros que no sabe que están muertos hace tiempo.

    Es un poco lo que le ocurrió a la música a finales de los 80. Cuando las definiciones dejaron de ser «contenedores» y pasaron a ser sólo referencias para definir a tal o cual grupo (Red Hot Chili Peppers eran, funk, metal, post punk, indie…que se yo).

    A mi me parece que falta poco para que lo que domine sea la literatura de autor y la CF va a pasar a ser un «ingrediente» más que un subgénero.

    saludos desde Chile!!!

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  30. Joss

    Todo tiene que evolucionar, esto no quiere decir que se construya un sistema abolicionista a partir de las ideas noveles que abrirán fuentes frescas por donde correrán nuevas vertientes, no se trata de eso, es más bien un nacimiento paralelo e independiente que, en cierta medida, enriquece el género, aunque por algún súbito auge haya que darle una clasificación que pretende alejarlo de sus padres originales. De hecho, las características heredadas pueden tornarse imperceptibles según la intensidad con que se entrelacen y/o atraviesen los límites que definen un género u otro.

    DTB

    PD: Amigo, tu labor es encomiable.

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  31. Patricia Kieffer

    Mi opinión es la de una simple (y voraz) lectora: creo que los rótulos sólo sirven para ubicar al libro en un estante determinado de la biblioteca (o de la librería), según un nombre genérico que corresponde a una clasificación que alguien inventó (léase CDU). Lo único que le importa a un buen lector, es que la historia lo atrape.
    Como en todos los ámbitos, siempre existirán fanáticos que se creen importantes por adscribir a un sólo tipo de género y se negarán a leer cualquier cosa que se salga de sus parámetros.
    Una pena… ellos se lo pierden.
    Pato

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  32. Juan Arellano Autor

    Justo estoy leyendo una antología: Feeling Very Strange: The Slipstream Anthology. De James Patrick Kelly & John Kessel. Muy buena hasta donde voy leyendo, y la introducción de los recopiladores sirve para ver más o menos qué es lo que se categoriza como CF o slipstream. Sin embargo eso no tiene nada que ver con la calidad de los relatos, que se alzan independientemente o incluso a pesar de los géneros.

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  33. Juan Pablo Noroña

    Acabo de comprar, y empecé a leer, The Yiddish Policemen´s Union, y no sé por qué rayos no es CF. Sin embargo, la carátula de esta tercera edición paperback, no tiene la más mínima mención de la CF, ni de los premios de CF que ha ganado; se cuidan, eso sí, de mencionar el Pulitzer que Chabon ganó con otra obra. No sé por qué rayos hacen eso, pero aventuro que es para no ahuyentar a compradores esnobistas.
    Para mí, la etiqueta «Slipstream» no es otra cosa que marketing, packaging y branding basados en el esnobismo.
    De toda la vida ha habido escritores y obras inclasificables. Sólo ahora, que la CF se ha vuelto tan importante y visible que todos la reconocen, reconocen y aceptan sus rasgos, alguien ha sentido la necesidad imperiosa de clasificar lo que de otra manera podría -the horror!- confundirse con CF. Esa etiqueta «slipstream» no es ni remotamente un puente, es un buffer separador, un estabilizador del status quo del mainstream.

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  34. Pingback: Test de Turing – Enrique Prochazka | Globalizado

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