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Belén: ¿La Venecia peruana?

Otra vez tocó que sea domingo de reciclaje; éste post fue publicado el 11 de febrero del 2005 en Surfing el Amazonas, y trata sobre una de las zonas más conocidas y pobres de Iquitos.

En algún momento se le pretendió llamar así (la Venecia peruana, o la Venecia del Amazonas) a éste barrio de Iquitos, pero nada mas lejos de la realidad. Si bien comparten el hecho de estar construidas sobre el agua no tienen punto de comparación. Sin alabar ni menospreciar a nadie claro. El Comercio publica una crónica de Miguel Ángel Cárdenas sobre este pedacito de nuestro pais.

Es el distrito más pobre de la Amazonía. En su zona alta es una ciudad-mercado calificada por el Indeci como una bomba de tiempo y en su zona baja, sobre el río Itaya, es una ciudad-pecera que soporta un mortal 90% de contaminación. En Belén la mesa no está servida. Pero las aguas sí: servidas para las enfermedades públicas y la mortandad infantil. Algo se pudre a quince minutos en mototaxi de la ciudad de Iquitos: el 90% de las aguas del río Itaya, el líquido-cimiento de Belén.

Este es un distrito de 830 hectáreas semiinundables, cuyas casas viven siempre en baño María. Estas son fabricadas de madera, generalmente de 7 metros de largo por 5 de ancho, con techo de hojas de irapay o yarina a dos aguas que hacen frente a las lluvias, los vientos y la famosa inundación de marzo a junio: meses sobre el torrente en precarias plataformas que se alzan a tres metros de la superficie, sostenidas por horcones. Plantados como cuartos del arca de Noé existen ‘minimarkets’, tragamonedas, colegios como el San Francisco de Asís, una iglesia católica de color de la cocona, una iglesia pentecostal de color carambola, una fábrica de hielo, talleres de mecánica, aserraderos y grifos que botan desaguisadamente sus residuos. También bares y ‘nigth clubs’ exclusivos para gays. Aquí todos aprenden a navegar en botes desde pequeños. Las barcas de siete metros -capaces de cargar tonelada y media de peso- son ‘tronco-móviles’ que transportan también constante madera y plátanos en esta ciudad que alguna vez compararon con Venecia, pero que -sin crudeza- es más una mezcla de La Parada con Marbella. A tres cuadras de su puerto principal hay un letrero que dice: «Prohibido pescar, aguas contaminadas». Frente a este cartel, un señor enjuto, de tos en pecho, anhela pescar algún sábalo o boquichico: «para dar de comer a mi familia».

Belén es una ciudad demasiado material: en la que el material rústico no soporta al material noble y en cuyas heridas nadie ha desinfectado la materia. Los baños son silos que descargan en el propio río. Una señora que rema con sus dos hijos come un mango y lo bota a las mismas aguas en que sus niños se arrojan para jugar y donde un pescado mutante que los pobladores apodan ‘badre’ se alimenta de los desechos. La gente cría gallos y chanchos cuyas deyecciones terminan en el mismo lugar. Belén parece sufrir de gastritis terminal. Las burbujas del agua recalentada por el sol de 40 grados se mezclan con el plástico de las gaseosas que la gente bota a mansalva. No hay cálculos de esta masa contaminante, pero no se puede nadar tres metros sin chocar con alguno.

La basura de la zona de Sachachorro es apocalíptica. El bestial olor convierte un ambiente de unos cien metros en una cámara de gas. El aire servido y las ganas de vomitar hacen imposible continuar. A lo lejos todavía puede atisbarse un kilómetro más de casas al costado de titánicos despojos flotantes en estanques. «La gente bota la basura desde puentes de la ciudad. Tengo 12 años aquí y cada vez está peor. Mi hijita de 11 años tiene dolores de cabeza por el dengue, antes ya tuvo cólera», reclama Giovana Rengifo Núñez, quien enjabona y baña a uno de sus hijos desnudo a unos metros de un montículo hediondo. Luego soba y restriega ropa en una tina y echa la lavaza al agua. Los medios nos ocupamos del mosquito del dengue cuando ‘viaja’ a Lima, pero en Belén hace décadas que el bicho vampiriza a la población, con sadismo. El contagio de malaria ya parece masoquismo. Por lo menos trece niños en una cuadra de Sachachoro tenían fiebre y mucosidades. Aquí la gripe sigue siendo una peste. El camión de la basura solo se atreve a pasar por tierra firme. Se puede acusar la negligencia del Estado, pero también la de la misma población. Si bien es un problema de ignorancia y miseria, lo mismo que en Lima el tirar basura a la calle, también es un suicidio del sentido de sobrevivencia y continuidad de la especie: ensuciar para ensuciarse (hasta morir).

A la entrada del caserío de San Andrés hay un letrero demagógico de un candidato político: «Por un Belén moderno», al costado de un árbol de la yuca. Tras él ya no hay alumbrado público. Una casa por aquí cuesta 200 soles. El calor de 38 a 40 grados aplana los sentidos. El desagüe de San Juan recibe a los visitantes. Es el cuarto de los nueve que inundan Belén con el detritus de Iquitos. Y su alcalde, Carlos Lozano, lo admite: «No tenemos datos estadísticos ni existen análisis de aguas, ni medición ni diagnóstico. Y tampoco hemos podido implementar sistemas de desagües, aunque los desechos bajen de caños colectores de la zona alta. Necesitamos un proyecto de cooperación internacional». Lo que sí parece hacer es campañas de vacunación constante contra las denodadas enfermedades infecciosas, respiratorias, de parásitos y a la piel. La población de niños y adolescentes se calcula en 23 mil, y casi ninguno se libra de la anemia.

Todavía nadie dice con todas sus palabras que Belén ya sufre de contaminación crónica; y que se encuentra en emergencia, no declarada aún, de salubridad. Mientras tanto, al atardecer, el crepúsculo adquiere una belleza desalmada, que acompaña la llegada de los delincuentes y drogadictos de la zona alta, en casas tugurizadas que se incendian con facilidad, ante la indiferencia inmemorial de las autoridades elegidas. Un cartel cerca de un antro reza: «Prohibido votar basura» (sic).

En los más de dos años transcurridos desde la publicación de esta nota la situación no ha cambiado mucho, hay otro alcalde pero… Hasta donde se dice la venta del cuartel Vargas Guerra para convertirlo en mercado y puerto podría mejorar la situación del distrito, pero no tengo noticias de que se concrete. Mientras tanto, Belén parece interesarle mas a los extranjeros que a los peruanos, encuentro bastantes posts en blogs en inglés sobre viajes a Iquitos y Belén siempre es mencionado, algunos de estos bloggers son misioneros de las iglesias protestantes norteamericanas que abundan en Iquitos. Ah, desactivé el enlace a la nota original pues ya no exite.

En el post The Slums of Belen (Los tugurios de Belén) hay 35 fotos que les pueden dar una idea aproximada del barrio. Por la parte peruana, en el post Belen: La otra cara de Paco Bardales encontrarán un reportaje televisivo de hace unos meses sobre Belén. Sobre lo del Cuartel y Mercado de Belén, Jaime Vázquez opina aquí, y Rubén Manrique pone un artículo aparecido en Ileperú acá. En plan de viaje Rolly Valdivia nos cuenta sus aventuras por Belén y otros sitios en De Iquitos su Aventura (Parte III). Y si se trata de fotos, en Flickr encontrarán un shunto (montón). Las fotos usadas para éste post fueron obtenidas de Flickr y usadas bajo una licencia Creative Commons.

Mariposas del Amazonas

Lunes de reciclaje; éste post fue publicado el 7 de febrero del 2005 en Surfing el Amazonas, y trata sobre un bello rincón en las afueras de Iquitos donde se conserva parte de nuestra riqueza biológica pero también la riqueza de las personas que van más allá de un símbolo patrio en su lucha por cuidar el planeta.
La riqueza biológica de nuestra amazonía es enorme, en todos sus aspectos. A muchos nos molestan los insectos, es cierto, y en la selva abundan. Sin embargo todo el mundo hace una excepción con las mariposas, por su belleza y gracia. En El Comercio se publicó una entrevista de Miguel Ángel Cárdenas a Gudrun Sperrer, austríaca que lleva años residiendo en Iquitos y que como parte de su amor por los animales y ésta hermosa parte de nuestro país, lleva un mariposario que debería ser sitio obligado de visita para los amantes de éste tipo de fauna. Ah, éste es el web-site del mariposario y centro de rescate de animales silvestres, actualizado a la fecha.

Cuando Gudrun Sperrer mira su territorio en lontananza, con sus ojos verde olvido, se parece a aquel legendario filósofo chino que toda su vida dudó si era un filósofo chino que soñaba ser una mariposa… o una mariposa que soñaba ser un filósofo chino.

Descalza. A orillas del río Nanay, bajo un incólume calor de 40 grados, Gudy salta, se empina, trepa, se balancea, gira a horcajadas entre los árboles como la Jane de uno de los mariposarios más hermosos del país, Pilpintuwasi, que en quechua significa: La Casa de las Mariposas; y que queda a una hora partiendo del puerto de Bellavista en bote y caminando por el poblado de Padrecocha. Se vino huyendo del hielo de Austria, a los 22 años, para oler a azúcar rubia en la selva virgen de Iquitos (hoy desvirgada por humanos de rapiña), para derretirse de sudor y de picazones como un helado de sandía (pepitas incluidas) y para que su piel obtuviera ese color tinto que solo tiene el instinto. Sola y libre de los tabúes citadinos.

«Si una mariposa agita hoy, con su aleteo, el aire de Beijing, puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene», fue la tesis que popularizó en 1988 el escritor James Gleick para describir el ahora famoso efecto mariposa, siguiendo la teoría del caos. Volando en su razonamiento, en Pilpintuwasi, con cada aleteo de las 43 especies de las trescientos cincuenta mariposas que lo habitan -en unos 400 metros cuadrados- se podrían prever hasta las lluvias de asteroides en Plutón el próximo siglo.

«Mi pasión siempre ha sido para todos los animales, pero me decidí a criar mariposas porque ya no quería más mamíferos. Estaba dolida. Cuando me vine a Nanay las personas se dieron cuenta de mi amor por ellos. Aquí la gente mata a los animales para comer, lógico, porque tienen hambre, pero asesinan a las madres e intentan adoptar a las crías. Y como no los nutren bien y se les enferman, me traían esos bebes de monos, perezosos, ronsocos. Yo los aceptaba solo para que sobrevivieran, pero me encariñaba con ellos, pues». El dilema fue con los monos, que cuando adultos se iban tras su libertad en busca de pareja. Y al cabo de un año, primos del hombre al fin, regresaban trayendo a sus crías para que las conociera ella, su madre adoptiva. Y Gudrun presenciaba espantada cómo los vecinos los mataban a mansalva para comérselos. Fue una experiencia demasiado escabrosa para alguien como ella que a los 2 años -en un bosque a las afueras de Viena- se apareció con una enorme víbora enroscada al cuello, gritándole alborozada a su mamá: «He encontrado un gusano gigante». Porque, salvo las ratas y las cucarachas, siempre ha creído que esos seres, que gracias a Dios no tienen razón, son sus prójimos y próximos.

Era setiembre de 1982, a las cinco de la mañana, y la humedad y el cielo raso, como soldado anónimo, de Lima la fusilaron del susto. Un poco confundida pidió un café en un puesto a la salida del aeropuerto, «que en Europa soñaba con que sería el más rico de mi vida». Y le trajeron agua y una bolsita filtrante. Preguntó entonces horrorizada, en su primigenio castellano, dónde encontrar sol y palmeras, y emprendió la huida a Iquitos. La ciudad no le cabía en la piel, así que deseando un lugar donde la selva virgen no haya sido violada, se mudó a una casa alejada a la vera de un río. Y viviendo como «buena salvaje» se ocupó también del animal humano: empezó a enseñar gratis matemáticas y urbanidades en un colegio del caserío de San Pedro, de paso que afinaba su español (hoy lo habla mejor que Toledo, con un gracioso dejo charapa). Luego fue directora de un colegio inicial en otro poblado, siempre gratis, por tres años.

Hasta que se enamoró de un peruano. Y compró un terreno, donde hoy se erige, desde 1991, Pilpintuwasi junto con un centro de rescate de animales salvajes y en vías de extinción; pese a que juró no recibir ninguno, su cariño por ellos la hizo perjurar. Hoy vive, en la mitad de su terreno, con un otorongo:»Casi todo mi sueldo de profesora de inglés y alemán en la Universidad de la Amazonía se me va en él». Y con una sachavaca, cinco monos, papagayos, lagartos, peces; todos rescatados de las torturas de los cazadores y traficantes. Y en la otra mitad, con mariposas fieles y traicioneras como dice la canción.

Su apariencia frágil es engañosa. Para la cultura náhuatl las mariposas eran las almas de los guerreros que aman y cantan. Y esa fuerza la presiente Gudrun, a las siete de la mañana, mientras observa a una oruga de la especie ‘Catonepheles’ eclosionar; ese mirífico proceso de pasar de oruga a gusano y luego a mariposa, que Vladimir Nabokov comparó con «la transformación del doctor Jeckyll en Mr. Hyde». También se escapa de su crisálida una ‘Morpho’ azul; primero las antenitas, luego las alas del tamaño de una uña encarnada y el cuerpo, en cámara lenta, como un diente de oro que sale como diente de leche. «Estas ‘Morpho’ nacen con el estómago lleno y debe perder peso para poder volar». Las ‘Morpho’ (en sus variantes Helena, ‘Thirios’ y ‘Patroclos’, que viven comiendo mangos y néctar) suelen ser heridas por las garritas de la especie Búho, celosa y territorial, que se abre y asusta a sus predadores con sus alas en forma de lechuza. Se calcula que existen dos mil especies de mariposas en la Amazonía, pero solo se conoce el 25% de ellas. Gudy se tardó seis años en recorrer el monte en busca de orugas y para descubrir las respectivas plantas hospederas, que son aquellas en las que cada mariposa, según su especie, deposita sus huevos y sin las cuales no podrían existir, alimentarse, pelearse y morir en paz.

A ras de suelo, planea de repente una mariposa transparente como una brizna de iceberg, conocida como ‘Cithaera’. «Es mi favorita, parece un hada, vuela pausada y a una altura máxima de un metro». Pero no es tan bella como la ‘Hamadryas’ que luce como pintada por sombras chinescas: azul intenso sobre negro extenso, combinando ambos colores al reverso. Además de ser una de las pocas que al volar emite un sonido de lápiz sobre papel platino. «Falta estudiar mucho todavía, se ha hecho taxonomía para identificar las especies, disecarlas y venderlas. Pero hay poca información sobre su ciclo biológico. Nosotros somos uno de los países que criamos más, yo tengo 43 especies cuando la mayoría de zoocriaderos en el mundo solo cría de 10 a 15».

Gudrun coge, como haciendo un gambito entre los dedos, a una ‘Rothshildia’, que tiene ventanitas transparentes como lágrimas y que se pasa cinco meses en estado larval para vivir solo dos días si es macho y tres si es hembra (porque esta casi no se mueve). Las hembras despiden unas feromonas que el marcho puede oler a 15 kilómetros de distancia. «Estas mariposas solo viven para amar y reproducirse», dice Gudy, antes de levantar un pie de repente y sacarse unas astillas, que a diferencia de los mosquitos -que ya le perdieron gusto a su epidermis de frambuesa- le siguen picando sin descanso. También aman las ‘Heliconia Sara’, de alas alargadas negras con franja blanca y pinceladas rojas, que son tan sociables entre sí que se juntan para dormir como murciélagos. Tan sociables también -al estilo humano- que tienen veneno por si las moscas polillas y avispas. A veces les pasa encontrarse con intrusas ‘Cola de Golondrina’ porque, pese a que estas son amarillas y negras, pueden mimetizarse con los árboles.

«Los coleccionistas compran mariposas y ese suele ser un negocio, pero tendría que matarlas y no lo quiero hacer», se agita la austríaca-charapa observando a una ‘Papilio Thoas’ rozagante. De repente los dos monos aviadores y el guapo colorado que viven con ella saltan por encima de las rejas del mariposario. Así aparecen y desaparecen cuando quieren. A veces se comen las pupas y las crisálidas, por eso, Gudrun los espanta con dulzura. Ella no tiene hijos humanos: los tiene a ellos que «a las cinco de la mañana van a mi cuarto a abrirme los ojos con sus propias manitos para que me bañe en el río, son tan inteligentes, como niños». Si existe un hombre-mono, por qué no una mujer igual, que además tenga reflejos de otorongo. Y como Gudrun Sperrer viva soñando con ser una mariposa. Aunque cuando mira su territorio en lontananza, con sus ojos verde olvido, parezca más una mariposa que sueña ser Gudrun Sperrer.

La entrevista que acá se reproduce ya no se encuentra en línea en la web de El Comercio, por lo que me vi obligado a eliminar el enlace correspondiente. Antes de republicar éste post me comuniqué con Gudrun, para saber cómo iba el mariposario, y me comentó que hay más animalitos en su pequeña reserva, en los últimos dos años han conseguido tres Uacaries (o Huapo Colorado), dos Capuchinos, dos Saki monkeys, dos Monos aulladores, un Mono Ardilla y varios Tamarinos. Por otra parte Pedro Bello el Jaguar, aún los acompaña, ¡¡Y come cuatro kilos de carne al día!! Así que si están por Iquitos o piensan ir, no dejen de incluir a Pilpintuwasi en sus planes de visita.


Las fotografías que ilustran este post fueron obtenidas de la web de Pilpintuwasi, la primera es de una mariposa de la especie Nessaea aglaura, y la segunda es de uno de los monos tamarinos.

Actualización 28/9/20: Leyendo la página en Facebook de Pilpintuwasi, encuentro que están pidiendo colaboraciones, así que acá les dejo la publicación:

Presentación del Grupo Explosión de Iquitos

Grupo Explosión - Abril 2007, 1
Estas fotos corresponden a la presentación que el grupo Explosión de Iquitos hizo en el local La Isla del Paraíso en Lima, el pasado 27 de abril (como siempre yo demoradazo en postear las fotos). De hecho se trata de una de las presentaciones que anuncié en este post.

Grupo Explosión - Abril 2007, 2
La primera foto obviamente es de los exteriores del local mencionado donde se presentaba Explosión. Si la aclaran un poco (dependiendo de su monitor) verán la gente haciendo cola para entrar. La siguiente foto es del grupo ya tocando y se puede apreciar a los cuatro cantantes varones y a las dos cantantes mujeres (Ofelia y Bettina) y a una de las bailarinas.

Grupo Explosión - Abril 2007, 10

Ahhh, las bailarinas, la verdad, estas bailarinas son nuevas, no son las mismas que yo le conocí al grupo allá en Iquitos, y que tantos fans cosecharon, tal es el caso de Keyla, la de mayor arraigo popular de entre todas, pero no dudo que estas chicas logren pronto su propio club de admiradores, ¿Qué dicen ustedes?

Grupo Explosión - Abril 2007, 8
Como esa noche no me quedé mucho rato, sólo tome 24 fotos y un par de vídeos que algún día subiré al YouTube o similar. Todas las fotos las pueden observar acá en mi cuenta en Zooomr. (Y se ven mucho mejor ahí por cierto) Y como los smartsets donde estaban reunidas las fotos anteriores aún no han sido rehabilitados, pueden mirar fotos anteriores en estos dos enlaces: (uno y dos). Y los videos de Explosión que hay en YouTube de nuevo también para que no se quejen pues.

Grupo Explosión - Abril 2007, 24

24 de junio: San Juan e Inti Raymi

Inti Raymi 2005, Foto original de Jono 01 posteada en Flickr.
El 24 de junio es un día especial en muchas partes del mundo, principalmente porque además de ser el día más largo del año, coincide con el llamado solsticio de verano (que es lo que hace que sea el día más largo,) al respecto la Wikipedia nos dice:

Los solsticios son aquellos momentos del año en los que el Sol alcanza su máxima posición meridional o boreal. En el solsticio de verano del hemisferio Norte el Sol alcanza el cenit al mediodía sobre el Trópico de Cáncer y en el solsticio de invierno alcanza el cenit al mediodía sobre el Trópico de Capricornio. Las fechas del solsticio de invierno y del solsticio de verano están cambiadas para ambos hemisferios. En el solsticio de junio (verano en el hemisferio norte), se pueden citar las famosas hogueras de San Juan, que tienen lugar en la costa española, para celebrar el solsticio de verano. Éstas provienen de festividades anteriores al cristianismo, aunque actualmente se celebren con ese nombre.

Acá en esta parte del hemisferio sur hay también diversas formas de celebrar lo que vendría a ser el solsticio de invierno (sí, por lo menos en Lima, la tres veces coronada Villa, está haciendo frío). La más conocida por supuesto es también la Fiesta de San Juan, debido a nuestra herencia española y a la cantidad de ciudades y pueblos en todos los países hispanoamericanos que llevan el nombre de San Juan o lo tienen como a su santo patrón. Hasta donde conozco se celebra en varias ciudades de Venezuela, Puerto Rico, Chile, Bolivia, Argentina, Panamá, México.

En el Perú, donde San Juan es el patrón de la Amazonía peruana, ésta es la fecha de fiesta tradicional en selva. La fiesta mayor y más conocida es la que se celebra en la calurosa ciudad de Iquitos, pero también hay celebraciones muy animadas en Pucallpa, Tarapoto, Tingo María y demás ciudades de nuestra región selva. Incluso en Lima, la comunidad de origen amazónico ha impuesto desde hace unos cuantos años atrás la celebración de esta fiesta «charapa». Se supone que hay un origen religioso pero actualmente esto ha quedado de lado y los habitantes de la zona y visitantes que llegan participan más que todo de la gran cantidad de fiestas que se celebran y de los «juanes» que se consumen.

Pero sin duda la fiesta más conocida a nivel internacional que se celebra este 24 de junio en el Perú es el Inti Raymi, una antigua celebración Inca que atrae a miles de turistas del mundo entero. Y en la cual participan activamente muchos de los habitantes del Cusco. Al respecto la Wikipedia nos dice:

El Inti Raymi o Fiesta del Sol es una ceremonia religiosa incaica en honor a Inti, el dios-sol. El centro de la ceremonia es la fortaleza de Sacsayhuamán (a dos km. del Cusco) . Durante la época de los incas, el Inti Raymi era el más importante de los 4 festivales celebrados en el Cusco, según relata el Inca Garcilaso de la Vega, e indicaba el inicio del año así como el origen mítico del Inca. Duraba 9 días en los cuales había bailes y sacrificios. El último Inti Raymi con la presencia del Emperador Inca fue realizado en 1535. Fue prohibida en 1572 por el Virrey Francisco de Toledo al ser considera una ceremonia pagana y contraria a la fe católica, realizándose posteriormente en forma clandestina. En 1944, se efectúa una reconstrucción histórica del Inti Raymi por Faustino Espinoza Navarro. La reconstrucción se basa en la crónica del Inca Garcilaso de la Vega y sólo se refiere a la ceremonia religiosa. Desde esa fecha en adelante, la ceremonia vuelve a ser un evento público y de gran atractivo turístico.

Efectivamente cada año miles de turistas procedentes de todo el mundo llegan para presenciar las ceremonias. Este año por ejemplo la famosa actríz Cameron Díaz se encuentra ya en el Cusco con dicho propósito. Cabe indicar que en esta oportunidad la zona para los espectadores de la ceremonia ha sido cambiada, noticia que recoje el blog Destino Turístico en su post Reubican Escenario y Tribunas de Inti Raymi para Proteger Zonas Arqueológicas de Sacsayhuamán:

El Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco dispuso la reubicación del escenario y tribunas de Inti Raymi o Fiesta del Sol 2007 a la zona norte de la explanada de Sacsayhuamán a fin de proteger las áreas arqueológicas de este histórico lugar. Asimismo, se dispuso el traslado de la ubicación para el público que no paga o que no hace uso de las tribunas para turistas al lado noreste de Chukipampa y al sector denominado La Cruz. Estos espacios estarán protegidos, señalizados y acordonados y, además, contarán con vías de acceso y salida señalizadas y rampas. De esta manera, la zona de arqueológica de Suchuna, lugar donde en anteriores años se ubicaba el citado público que no paga, será protegida, pues se trata de una zona muy delicada.

Pero ¿En que consiste el Inti Raymi? como ya se ha dicho, es una ceremonia de adoración al Sol, padre del Inca. Brevemente contado la representación empieza con el Inca en el Coricancha, donde hace una invocación al Sol y luego él y su séquito se trasladan a Sacsayhuamán, una vez ahí se realiza el sacrificio (simulado) de una llama o alpaca y una nueva invocación al Sol. El blog Crónicas de un Jarocho en Lima nos relata algo de los motivos de esta fiesta en La celebración del Inti Raymi.

Su gran importancia se debió a que en la mitología andina se consideraba al pueblo Inca como descendiente del dios Sol por lo tanto debía rendírsele pleitesía con una celebración suntuosa. Además, la fiesta era llevada a cabo al final de las cosechas de papa y maíz a modo de agradecimiento por las abundantes cosechas; o en su defecto, para pedirle mayores cosechas en la próxima temporada.

Los rituales eran iniciados al amanecer en el templo del Sol frente a un disco gigante de oro que era la representación del Dios Inti o Sol. Una vez terminados los primeros rituales, el rey Inca se dirigía con toda su comitiva a través del «Intik’iqllu» o «Calle del Sol» (hoy calle Loreto) hacia la plaza principal de la ciudad para presenciar el sacrificio de una llama.

Baluart.net nos cuenta algo sobre la actual celebración en La Fiesta Majestuosa del Inti Raymi en Cuzco.

Participan en las escenificaciones un agrupamiento de 90 soldados, representando a los soldados del inca. Además forman parte de la comitiva del Inti Raymi, 25 parejas de mujeres que representan a las ajllas. Enriqueciendo la escenificación al introducir el anda para el Inca, de igual manera que para la esposa o coya.

Pero con tanto peruano que ha emigrado en los últimos años, el Inti Raymi ya no sólo se celebra en el Cusco, por ejemplo la colonia peruana en New York, podrá disfrutar este 24 de lo que reporta Soy Andina: Inti Raymi in New York!, el evento incluye charlas sobre alimentación y cocina inca, un taller de quechua dirigido a los niños, exposiciones de comida típica, artesanías, pinturas y hasta una llama para que se tomen fotos con ella.

Por supuesto, una cosa es hablar o explicar el Inti Raymi y otra cosa verlo, así que como para completar, en esta página: Inti Raymi Parades de Image Event, encontraran fotos y videos. En Flickr hay disponibles unas fotos espléndidas del Inti Raymi y finalmente los dejo con un enlace a los videos del Inti Raymi disponibles en Youtube. Hay de las más variadas calidades, duraciones e interés, así que no dudo que algo que les guste encontrarán por ahí. ¡Felíz 24!

Comida Peruana: La Selva I

Foto original de emalina posteada en Flickr.

Nota
– Este post salió publicado originalmente (2004-01-31) en mi primer blog
Surfing el Amazonas, luego se perdió cuando el hosting de Bloxus se fue al cuerno, pero lo pude recuperar del caché Google, así que lo republiqué en el mismo blog. Ahora que decidí no postear más en dicha bitácora (no lo hago regularmente desde hace más de un año) lo reivindico para este blog con el agregado de algunas fotos y detallitos por ahí.

Para los que no son peruanos, ni nunca han estado por acá algunos datos previos: El Perú, básicamente, tiene tres regiones bien diferenciadas, Costa, Sierra y Selva. La Costa es algo así como una uña algo crecida sobresaliendo de un dedo, una delgada franja desértica con valles cada cierto trecho, las estribaciones finales de los andes. La Sierra es como la uña en si, la parte pegada al dedo. Los Andes propiamente dichos. La Selva es el resto del dedo. Desde las laderas del este de los andes cubiertos de vegetación cada vez mas y mas tupida conforme se va descendiendo hasta la aparentemente sin fin llanura amazónica. (Disculpen las metáforas simplonas).

La comida peruana está bastante diferenciada según la región de donde proviene. Casi es posible definir cada una de ellas con una palabra, aunque por supuesto, ésto deja muchas cosas de lado, no es exacto y sobre todo, es subjetivo, pero para mi, la comida de la costa es Criolla, la de la sierra es Incaica y la de la selva es Exótica. Como casi nunca he posteado sobre el sitio donde he vivido tantos años: la selva, empezaré ocupándome de su comida.

Para alguien como yo, de ancestros andinos y costeños en un 50/50% y educación costeña 100%, la selva nunca dejará de ser exótica. Supongo que el día que deje de sentirlo así será por que me he vuelto charapa definitivamente. El amigo Jorge Gobbi comenta que el programa Lonely Planet ha elegido como la comida mas asquerosa del mundo al cuy, lo cual me parece un desatino total, habiendo gente que ingiere peores cosas por ahí. Nunca han oído ese dicho chino que dice «Cualquier cosa que se mueva… es comestible»?, bueno, por ahí van los tiros, así que si el cuy les parece exótico (sobre todo a los foráneos,) es que no han visto lo que se come en la selva.


Pero claro, la selva es exótica, y tiene sus cosas, sin embargo a efectos de este post comencemos en orden, lo más normal primero. El plato emblemático de la selva es el Juane, si bien se come todo el año, sería casi un sacrilegio no comerlo el 24 de junio, feriado regional por ser día de San Juan Bautista, Patrono de toda la selva peruana. Su forma representa la cabeza decapitada del bautista ofrecida en bandeja a Salomé. Básicamente es arroz con gallina, huevo, aceitunas y condimentos, palillo principalmente, todo envuelto en hoja de bijao y cocido. Es bastante agradable sobre todo acompañado de una salsita, porque si no puede parecer algo seco. Normalmente se sirve con salsa de cocona o de cebolla con ají charapita.

El segundo plato mas conocido de esta región es el Tacacho con cecina, el tacacho es plátano verde asado y luego machacado con manteca de cerdo, finalmente se le da una forma redondeada y se sirve acompañado de cecina frita u otros. Puede ser dulce o salado y llevar pedazos de carne de chancho en forma de chicharrón dentro, esto último depende del precio por supuesto. Se puede comer como único plato en la cena o en el almuerzo acompañando a otros platos.

El tercero, y mi favorito (podría tomarla todos los días) es el Inchicapi, una sopa de gallina o pollo, con maní. Debo añadir que este plato al igual que el Juane, tiene variaciones en su preparación dependiendo de la zona de la selva en la que se prepara. El Inchicapi de la foto del enlace anterior, que es de Moyobamba, no se parece mucho al de Iquitos, que tiene una contextura mas espesa, un color algo diferente y no suele incluir yerbas picadas. El inchicapi que aparece en la foto en esta receta es como los que suelo tomar en Iquitos, lástima que la foto no sea de muy buena calidad.

Ahora que ya se han hecho una idea de lo que se come diariamente acá, debo explicar algo, los suelos de la selva baja son ácidos, los nutrientes son solo una delgada capa superficial de los mismos. Debido a eso las raíces de los árboles son laterales, poco profundas. También por ésta razón las legumbres, tubérculos y otras plantas de cultivo tradicional que se intenta sembrar no producen o no tienen la misma calidad. Esto es un factor determinante a la hora de escoger ingredientes para preparar una comida. Añadamos que Iquitos esta comunicado con el resto del país solo por avión y que esto encarece el flete de cualquier producto y habremos configurado una situación particular. A menos que se tenga el dinero para pagar los ingredientes foráneos, uno está obligado a comer lo que ésta tierra produce. Y la región está considerada como de extrema pobreza. Pero no se asusten, que la selva no deja morir a sus habitantes, hay una inmensa variedad de frutos y pescados que constituyen la base de la alimentación regional.

La primera foto de este post reune en un solo plato (en orden de aparición): Tacacho, juane, salsa de cocona y cebolla, cecina y chorizo. La segunda es de un juane envuelto aún en las hojas de bijao y la obtuve del sitio Perú Tours.

CONTINÚA en Comida Peruana: La Selva II.

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Comprando libros, 2

Libros, 3

Con este post intento completar lo que prometí en uno anterior. A ver, la fecha de esta foto es 19 de setiembre del 2006, asi que es muy posible que ese mismo día haya comprado los libros que ahí figuran:

Tim PowersEn Costas Extrañas
Poul AndersonLa Patrulla del Tiempo
Jay McInerneyA Media Luz

Haber conseguido cualquiera de los dos primeros libros ya hubiera bastado para considerar aquella salida como muy productiva, pero comprar los dos la convirtió en excepcional. El de Powers estaba en mi lista de pendientes desde hace mucho, y el de Anderson también, a pesar que en este caso tenía ya una versión más antigua y con menos relatos.

El de Powers es Fantasy, aunque una fantasía para nada del tipo Tolkien o similares, o sea… es Powers, si han leido algo de él, ya saben de que hablo, y si no han leido, pues que esperan, claro que sus libros no son muy fáciles de conseguir, pero si pueden hacerse de Las Puertas de Anubis no quedarán decepcionados. El de Anderson es CF y más específicamente sobre viajes en el tiempo, es el único que he leído de los tres libros y me parecieron muy buenas todas las historias, y no es fanatismo, pero muy raramente algo de Anderson me ha disgustado.

El de McInnerney lo compré por curiosidad, no he leído nada de este escritor, contemporáneo de Bret Easton Ellis (autor de la excelente American Psycho), nunca había visto un libro suyo en Amazonas, y recordé haber leído buenas críticas sobre esta novela, así que… a la bolsa. Lo malo que es un poco extenso y cuando no hay tiempo para leer ni cuentos cortos, menos lo habrá para novelones, pero ya llegará su momento.

Ah, en la foto hay un librito más: Iquitos, Cimera Cuidad Amazónica de Víctor M. Dávila, no lo compré yo, sino mi hija, no en Amazonas si no en la Universidad de San Marcos. Supongo que por la misma fecha. Me dijo que lo vió en el piso y le llamó la atención lo de Iquitos. Preguntó el precio y le dijeron 1 sol. Bueno, yo también lo hubiera comprado. Es un largo poema ¿Épico? sobre Iquitos con motivo del centenario de su fundación como puerto fluvial. Nada más que decir. Y por mi parte otro día sigo con mis posts atrasados de compras de libros.

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Escenarios de la noche en Iquitos: El Noa

La noche en Iquitos es mágica, y eterna. Uno se la puede pasar juergueando días de días, cambiando de ambientes, de compañías, de amores. Pero cada uno tiene sus lugares predilectos. El Noa, El Complejo, La Agrico, etc. No importa el sitio al final, todos tarde o temprano recalan en todos lados y de improviso puedes capturar a la chica de tus sueños donde menos pensabas, o encontrarte con quien estabas buscando urgentemente para cerrar un negocio, o simplemente a los borrachos de siempre que te acompañan hasta las últimas consecuencias, sea lo que sea que eso pueda significar para cada uno.

En el diario Pro y Contra de esta ciudad, dirigido por el siempre atento Jaime Vásquez Valcarcel, se publicó hace poco un artículo elegíaco a propósito de El Noa, la discoteca más popular de esta ciudad. Ciertamente no soy asiduo concurrente allí, aunque de vez en cuando termino en sus predios, pero esto no quita que reconozca la buena atención que se dá en dicha disco y de la cual he podido disfrutar esas pocas veces que he ido. Por eso me ha parecido excelente el artículo en mención y del cual reproduzco a continuación una gran parte.

Entre el cielo y la tierra.


Desde el bermelho hasta el perreo. Desde Marco Heysen hasta Pedro Suárez Vertiz. Desde Julio Campos hasta Jorge Linares. Desde el concurso de mejor disfraz hasta la presentación del libro “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Desde la elección de Señorita Noa hasta la elección de Señorita Odontología. Desde las más apasionadas fidelidades hasta las más escandalosas sacadas de vuelta (¿así se dice, no?). Desde Paco Bardales hasta Leo Alván. Desde Eddie Herrera hasta Betina Alván. Desde el empleado público que chupa su chelita hasta el maderero más despilfarrador que esta tierra conozca. Desde los solteros más codiciados hasta los casados más acosados. Desde los fashion hasta los reds (¿qué será eso?). Desde los abogados hasta los contadores.


El Noa es Iquitos y no se entiende a Iquitos sin el Noa. ¿Me dejo entender?, diría Eloy Jáuregui en medio de una noche de juerga. Uno se siente, ya bordeando los 40 años, como recién salido del colegio cuando un locutor capitalino te dice “el que no se agacha es un pelao” y tiene que hacer esfuerzos de cintura para no quedarse atrás. Y de reojo mira a los de arriba que, también, miran a los de abajo. Y no se siente arriba y abajo, arriba y abajo, como la canción. ¿Qué culebra ha puesto el dueño para que tenga siempre mucha gente el Noa?, se preguntan los patas. Nadie responde. Nadie sabe porque, a pesar de los años y los cambios de administradores, la discoteca sigue concitando la atención de la gente. Confesamos. Sí, confesamos. Nos gusta el Noa y somos adictos al Noa. Nos confesamos adictos.


Van tres años de esta nueva etapa. Hemos visto todo y nada. Hemos visto las broncas más insólitas. Hemos visto los chapes más hipócritas de la vida. Hemos vivido. Hemos disfrutado. Hemos conocido a varias amigas que juraban que nunca más volverían a la disco porque ahí habían sido engañadas vilmente pero a la vuelta de la esquina ya estaban en las mismas escaleras. No sabemos si dispuestas a caer de nuevo en los mismos brazos masculinos. Pero ahí estaban. Hemos visto –¿nos han visto?- a los esposos más infieles tratando de reconciliar. Hemos visto a parejas distintas el jueves, viernes y sábado como si Sodoma y Gomorra existiera en este siglo. Perdición le llaman algunos. Nosotros no nos atrevemos a ponerle ningún nombre. Sólo decimos que es vida. Life, dirán los alienados que son bastantes. Están fuera de contexto exclamará Leo Alván desde su columna ya histórica y la gente seguirá vacilándose. No puedo soportar eso, repetirá una pareja engañada mientras el mismo columnista recibe los dictados de sabe Dios qué duendecillo para lanzar alabanzas a los enamorados del momento.


“Raramente he visitado un sitio como Iquitos que se me antojase tan característicamente como un lugar de ficción, novelesco, capaz de poner en marcha el motor de la imaginación. Es una ciudad un poco infernal, a medio camino de todo, del cielo y la tierra, la vida y la muerte, Perú y Brasil, un lugar que fue rico y hoy es muy pobre”. Palabras salidas de Jean Echenoz, escritor francés que no ha tenido mejor idea que elegir a Iquitos como el lugar para que el protagonista de una de sus obras vuelva a la tierra. Echenoz estuvo en Iquitos y seguramente en el Noa, entre el cielo y el infierno.


Del avión a la disco y de la disco al avión. El Noa, señores, es eso que dice Echenoz: el cielo y el infierno. Claro, según uno vaya a hacer diabluras o santidades. Cualquiera de las dos cosas puede hacer uno con tantas chicas bellas, tantas divorciadas despechadas, tantas mujeres sensuales y tantas muchachas desprejuiciadas que merodean la disco al igual que hombres en igual o peor condición. Nos encontramos, si Dios o Lucifer quiere.

Las fotos que ilustran este post y corresponden a diversos desfiles de modas realizados en la mencionada disco, asi como la de la panorámica interna, han sido obtenidas del mismo sitio que el artículo: el diario Pro y Contra. Las fotos de chicas bailando corresponden al blog The Peru Times (Habla Piranha). La que muestra al local del Noa desde fuera no da idea de cómo se ve por la noche, pero es la única que tengo a mano.

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Burocracia

Hay un gato que vive en la oficina, siendo éste un edificio público, parece extraño. Anteriormente había visto las huellas de sus patitas en los papeles que quedaban encima de mi escritorio o en el de algún otro. Pero como no dejo ningún documento oficial a mano no ha habido mayor inconveniente.

Sin embargo desde la semana pasada la gata ha decidido visitarnos por las mañanas. A eso de las 10 u 11 am, llega no sé de donde y hace una revisión de las cajas que usamos como tachos buscando que comer, atraída imagino por los restos de lo que desayunan algunos trabajadores. La verdad se le vé flaca y al tocarla siento sus huesos a flor de piel. Luego de su diaria visita desaparece hasta el día siguiente. Nadie le molesta, nadie le hace mucho caso tampoco, hasta podría ser una contribuyente más.