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#CharlieHebdo visto desde la óptica peruana

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«100 latigazos si no te mueres de risa» Imagen de Fanden selv en Flickr bajo licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-NC-SA 2.0).

«La tolerancia tiene un límite», «el multiculturalismo es un error», «no generalicen», «doble rasero», «¿libertad de expresión o libertad para insultar?», «se lo buscaron». Todas esas son frases que con pequeñas diferencias han estado sonando estos días en la discusión internacional y entre las innumerables muestras de apoyo al diario satírico francés Charlie Hebdo luego del atentado que sufriera.

Acá, en Lima, Perú, estamos a medio mundo de distancia  de París, y no solo en el aspecto geográfico, sin embargo algo en común tenemos: hemos vivido la barbarie terrorista. Y mal que bien la hemos superado. Todas esas  preguntas, todas esas discusiones, las hemos tenido hace 20, 30 años. Pero… ¿tenemos las respuestas? No necesariamente. Las situaciones, los contextos, las características son distintas. Las generaciones se relevan, olvidan. Es más, probablemente no tengamos las mismas preguntas ni nos enfoquemos en los mismos temas de discusión al respecto.

Pero eso, como en todos los países del mundo, no ha impedido que los peruanos opinen desde su propia óptica, que relacionen ciertos aspectos del atentado con los de la coyuntura política y social peruana, que saquen sus propias conclusiones.

En la página web de la revista DedoMedio, el académico Daniel Salas analizaba el mismo día del atentado qué es lo que mueve al integrista a actuar de manera arriesgada.

Un gran error es tratar de comprender la acción humana en términos racionales. Contrariamente a lo que se suele afirmar, los seres humanos no actuamos de manera racional. Actuamos por una razón, que es distinto.

Luego pasa a habar sobre religiones y extremismos, explicando que el extremismo religioso actual «no es consecuencia de la pobreza, sino una reacción ante el dominio de las potencias democráticas, cuyos crímenes colonialistas son innegables» y también es «una respuesta ante una civilización que no ofrece estructuras morales seguras». Entonces es por eso que «el extremista sí valora la vida pero la entiende como trascendencia. La muerte es solamente un paso».

Por ello, las religiones flexibles suelen ser menos atractivas que las religiones rígidas. Los rituales, los tabúes, las amenazas de castigo eterno, en general, las distintas formas de sacrificio, son señales de que una religión posee un camino seguro hacia la pertenencia y la trascendencia. Al degollar infieles, al convertir la matanza en un espectáculo cinematográfico, como lo hace el Estado Islámico, el integrista pone en escena su propio sacrificio, la expectativa de su propia muerte. Sabe que es muy alta la posibilidad de morir pero justamente ese es el camino mediante el cual él puede trascender, es decir, a través de la esperanza del triunfo del Califato, del reino de Alá.

Entonces no es el fundamentalismo cristiano lo que podrá vencer al integrismo islámico. Una nueva cruzada es precisamente lo que el Estado Islámico desea provocar. La respuesta reside más bien en una democracia más firme, menos flexible, que imponga y haga respetar sus reglas. Nunca mejor se aplica el principio de que no se puede ser tolerante con la intolerancia.

Es evidente que el aspecto religioso del atentado ha sido uno de los más tratados, y eso ha sucedido incluso en el ámbito local. Verónica Klingerberger escribe en Publímetro.pe:

resulta curioso que militantes de otras religiones aprovechen la coyuntura para lanzar arengas invitando a los fieles a unirse a sus creencias. Un ejemplo es Martha Meier, editora central del suplemento Dominical de El Comercio, quien escribió ayer en Twitter: “Europa defiende tus raíces cristianas!!!!”. Como si la cúpula cristiana no hubiera sido responsable de atrocidades similares durante toda su existencia. […] Ayer, Salman Rushdie le dio su apoyo al semanario francés. El final de su declaración es claro y contundente: “Las religiones, como todas las demás ideas, merecen crítica, sátira y sí, nuestro valiente irrespeto”.

Pero no sólo los militantes religiosos trataron de llevar agua para su molino. Por lo menos un medio peruano (RPP) hizo lo mismo, sin embargo fue rápidamente troleado por gran cantidad de lectores. Doriss Vera escribe sobre la pregunta que RPP hizo en su cuenta de Facebook: ¿Crees que el semanario satírico #CharlieHebdo cometió excesos contra las religiones en sus publicaciones?

la pregunta clave es ¿por qué RPP se cuestiona sobre la libertad de información en este caso? La respuesta es muy sencilla: porque esa libertad cuestionada se vincula con intereses poderosos de su aliado Cipriani y la iglesia católica. Es fácil deducir que si RPP condenara totalmente el atentado y defendiera la libertad irrestricta de expresión de Charlie Hebdo, estaría defendiendo el derecho a la sátira (incluso la sátira religiosa, es decir, la blasfemia).

Lo que debería cuestionarse en los medios es el papel que las religiones han jugado en el poder o la cantidad de masacres que han desatado y siguen desatando, o la influencia perniciosa de todas las ideologías dogmáticas, desde el catolicismo y el islamismo hasta el fascismo y el comunismo de Sendero.

Mientras que casi no se ha comparado el terrorismo islamista con el de Sendero Luminoso, algún político sí pretendió poner el tema de Charlie Hebdo al nivel de sus errores, o los de sus padres. Tal es el caso del congresista Kenyi Fujimori quien, dolido por la nueva sentencia a su padre, el expresidente Alberto Fujimori, en el caso de los diarios chicha, tuiteó:

El argumento de la doble moral, muy usado por los críticos de la izquierda, también se hizo presente en un debate que comparaba diversas acusaciones de racismo en la sociedad peruana (ver casos Paisana Jacinta y Saga Falabella) con las caricaturas de Charlie Hebdo.

Pero quienes lograron hacer un interesante paralelo entre la situación de los medios en Francia y los medios peruanos, fueron los de la web satírica El Panfleto. Fieles a su estilo se preguntaron:

¿Qué pueden saber seis insignificantes redactores de un medio satírico en el culo de Sudamérica sobre señores de negro con armas bien de Counter Strike? […] “Terroristas balean un medio satírico y matan a 12 periodistas” y nosotros pensamos “ala, ellos tienen edificios de redacción, acá en Perú si no soboneas a 3 anónimos nadie te dará ni la página del obituario para escupirle en la cara a la Iglesia Católica”, “¿periodistas haciendo sátira son asesinados por terroristas?, acá una chiquilla salida de una facultad de periodismo, que cubre protestas denunciando a los manifestantes como vándalos, sale llorando porque le gritan ‘prensa vendida’, sin contar que jamás haría sátira porque eso molestaría a su jefe”. ¿Qué distinto es todo, no?

Pareciera que al final, aparte del apoyo y solidaridad que recibió lo de Charlie Hebdo, acá en el Perú ha servido principalmente para traer a la luz viejas discusiones nacionales sobre política, racismo y desigualdad.

Nuevo proyecto de ley atentaría contra la libertad en internet

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Con el ánimo de proteger a los niños peruanos, el congresista Omar Chehade ha presentado el Proyecto de Ley «Ley de protección del menor de contenidos pornográficos en internet». Sin embargo según algunos expertos, este proyecto podría terminar restringiendo la libertad en internet para todos sus usuarios.

El proyecto de ley N° 2511/2012-CR fue presentado a trámite documentario del Congreso de la República el 22 de julio pasado con el aval de la bancada nacionalista (el partido de gobierno). En sus considerandos manifiesta que es deber del estado proteger a los niños y adolescentes, que éstos enfrentan riesgos en el uso de las nuevas tecnologías que «atentan contra su libertad sexual» (pag. 1), y que dadas las tendencias de uso de internet por parte de los menores de edad es de un uso creciente y para actividades de ocio, «se hace necesario establecer un marco para protegerlos del ciberespacio» (pag. 7).

Pero lo más preocupante viene cuando en el proyecto propiamente dicho se establece la formación de una Comisión de Protección al Menor de Contenidos Pornográficos en Internet (COPROME) que estará encargada «de seleccionar, con imparcialidad, transparencia y razonabilidad, los contenidos que deberán ser bloqueados por los proveedores de servicios de internet» (pag. 18). Y que además deberá «Monitorear permanentemente los contenidos que circulan en internet para identificar los sitios o servicios que no debieran circular en el ciberespacio» (pag. 19).

Para el abogado Erick Iriarte Ahón este proyecto es netamente de control de contenidos. En su blog explica:

Es un Proyecto de Ley que utiliza como excusa la protección de menores de edad de acceso a contenidos pornográficos para generar mecanismos de control previo de contenidos en los proveedores de servicio de internet. «La COPROME dispondrá de filtros de contenidos a nivel de los proveedores de servicios de Internet, a fin de restringir el acceso a menores de edad a contenidos pornográficos«(art. 17.1). Es decir se creara una Comisión que tendrá que colocar filtros que monitorearan contenidos previamente. Y aquí empiezan las preguntas: ¿Cómo estos filtros determinaran quien es un menor de edad? ¿Cómo se limitará que el contenido filtrado solo sea el de contenido pornográfico frente a un menor de edad, y no contenido que cualquiera desee acceder en cualquier momento? ¿Dónde esta el límite de pasar de control de contenidos pornográficos a control de contenidos políticos, religiosos, sindicales u otros?. Crear un «comité de decencia» como se ha intentado en otros países es un camino a crear un «Ministerio de la Verdad» a lo 1984.

Iriarte además encuentra curioso que este proyecto se presente en la actual coyuntura de «acusaciones que la Dirección de Inteligencia (#DINI) monitorea la red» y «las expresiones del Congresista Eguren que no se debe gobernar escuchando a los «tuiteros». Añade que:

Es un error tratar de hacer una regulación de este tipo, similar a lo que está buscando Inglaterra y que ha encontrado una férrea oposición (ver: Porn to be Blocked in the UK – “What’s new?” Say Pirate Bay Users), pero en realidad lo que hay que mirar es el intento de USA de crear el Child Online Protection Act (COPA) donde la American Civil Liberties Union (ACLU) fue quien logró que esta ley fuera declarada inconstitucional, un proyecto cuestionado por entidades de sociedad civil que encontraban vulneraban el derecho del acceso a la información y además de libertad de expresión y daban instrumento de control de contenidos al gobierno.

El también abogado Miguel Morachimo cree que el proyecto en su estado actual atenta contra la libertad de expresión, y cuestiona si para restringir el acceso de contenido para adultos a los menores es necesario establecer filtros previos y obligatorios a todo el contenido en Internet. Luego de señalar ciertas falsas premisas que tiene el proyecto de ley, establece algunos problemas en el mismo:

El mecanismo abre las puerta a afectaciones a la libertad de expresión. […] Así, bastaría que alguien diga que vio un material peligros para menores en la página de, digamos, IDL-Reporteros para que contenidos como el reportaje sobre las reuniones de Omar Chehade en Brujas de Cachiche sean sacados de circulación nacional. Dado el volumen de páginas bloquedas, llegaría un punto en el que por más que se tenga acceso a la lista de páginas filtradas esa información no podría ser procesada y monitoreada para prevenir abusos.

[…]

Imagínense a un grupo de siete funcionarios estatales mirando todos los días cantidades alucinantes de pornografía y decidiendo qué contenidos serán prohibidos. Probablemente durante las primeras horas terminaría por censurar páginas como Tumblr, Twitter o Flickr. Esas tres páginas albergan contenidos para adultos y, sin embargo, también son herramientas de comunicación y libre expresión usadas con otros fines. ¿Qué haría en esos casos nuestro Comité Censor de Internet?

Morachimo además elabora algunas posibles alternativas a un sistema de bloqueo de contenidos:

[que] el Estado invite a los proveedores de servicios de Internet a buscar mejores formas de vender y promocionar sus filtros parentales. Obligarlos a que lo hagan gratuitamente sería otra solución complicada porque el costo de su implementación se vería reflejado en los precios que pagamos el resto de usuarios. Sin embargo, sí podrían trabajarse en campañas de comunicación desde OSIPTEL o el MTC que informen a la población sobre dichos servicios. Los operadores podrían ofrecer planes móviles especiales para menores de edad, de la misma manera en que se ofrecen en otros países. Existen muchas formas de atacar este problema que no pasan por restingir las libertades del grueso de los usuarios.

Dada la fecha reciente en que se ha presentado el proyecto, casi coincidiendo con el cierre de la legislatura, todavía hay poco debate sobre el mismo, aunque tanto en Twitter como en Facebook se puede encontrar algunos comentarios bajo la etiqueta #leychehade.

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La primera imagen fue obtenida del sitio web DW.
La segunda imagen fue obtenide del sitio web PCTechNotes.