Archivo de la etiqueta: gastronomía

Re conociendo Quito (Pomasqui, Unasur, Mitad del Mundo)

Quito, vista panorámica. Foto de David Almeida en Flickr, bajo licencia CC.

Quito, vista panorámica. Foto de David Almeida en Flickr, bajo licencia CC.

Si pertenecen al exclusivo (por lo reducido) club de los que leen este blog, sabrán que Quito es una ciudad que me encanta. Así que ya se imaginarán mi contento cuando el pasado mes de octubre del 2016, un amigo me invitó a dicha ciudad para dar un par de charlas sobre Internet y comunidades virtuales, un tema del que algo se.

Mi vez anterior en Quito había sido casi dos años antes, entonces esperaba ver los cambios que hubieran podido darse en la ciudad y poder descubrir rincones de la misma a los que no había llegado anteriormente. Al final del viaje los dos objetivos quedaron cumplidos, aparte de la alegría de poder reencontrarme con amigos que no veía personalmente buen tiempo.

Pero bueno, vayamos al viaje. La travesía por avión es corta, dos horas y media aproximadamente desde Lima, y el vuelo suele ser tranquilo, aunque esta vez me tocó algo movido, pero nada grave. Acá fotos del paisaje peruano visto durante el vuelo, y la comida servida por Avianca, bastante aceptable.

Ya aterrizado y superados los trámites de ingreso a Ecuador, tocó esperar la movilidad contratada. El clima estaba bueno, pero en plena carretera nos sorprendió un chubasco.


Ya entrando a la ciudad tuve uno de esos momentos secretamente felices cuando la Van se detuvo a esperar la luz del semáforo y a mi lado pude leer un mensaje casi escrito especialmente para mi:


Pasado un rato llegamos al hotel y tras instalarme y reunirme con otros de los conferencistas salimos a buscar algo de comer. Era un buen momento para usar el servicio de transporte público de la ciudad, los trolebuses.


Llegamos al sitio acordado y escogimos cualquiera de los varios restaurantes que había, todos parecían servir lo mismo. Y bueno, ustedes saben, cuando los amigos se reúnen después de tiempo, las cervezas no tardan en aparecer:


Al ratito llegó la comida. La gastronomía ecuatoriana es una de las que más me gusta, fuera de la peruana claro, quizás por que tienen muchos puntos en común. Eso si, nunca me inviten cebiche ecuatoriano.

El caldo de pata de la foto anterior estaba regular, todo hay que decirlo. Pero el hornado y la fritada estaban bastante más que aceptables. 

Luego de la comida salimos del restaurante y aprovechamos para mirar la pequeña feria dominical de Pomasqui, el poblado donde estábamos, al norte de la ciudad de Quito. Un lugar con mucha historia, dicho sea de paso, pero que lastimosamente no he podido visitar extensamente aún.

Ya de ahí agarramos rumbo para ir a «Mitad del mundo», tal como habíamos planeado. 

Desde donde el bus nos dejó había que caminar un poco, pero finalmente llegamos. Antes de Mitad del Mundo está la sede de Unasur, o la Unión de Naciones Suramericanasasí que aprovechamos para unas fotos.

El diseño arquitectónico del edificio sede de Unasur es impresionante, no se si se podrá hacer un recorrido por sus instalaciones internas (ese día era domingo), pero según fotos que he visto vale la pena hacerlo. En mi anterior visita a Mitad del Mundo este edificio aún no terminaba de ser construido. Por cierto, se llama edificio Néstor Kirchner.

Como habrán visto el cielo estaba dando indicios de lluvia, pero nunca cayó ni una gota, era tan solo la majestuosidad del cielo quiteño.

Terminada la sesión de fotos en Unasur nos dirigimos finalmente a Ciudad Mitad del Mundo, una de las principales atracciones turísticas de Quito.

Luego de pagar los tickets de ingreso (US$3.50, un poco más si se desea acceso completo), caminamos por la senda que nos lleva al Monumento a la Mitad del Mundo. Pero los colibrís decorativos estaban tan bonitos que no pude resistirme a tomar unas fotos, sobre todo al que tenía pintado a la Virgen del Panecillo, todo un ícono de Quito, y a quien le dediqué un post cienciaficcionero alguna vez.

Finalmente, el monumento a la Mitad del Mundo, o bueno, la Mitad del Mundo más conocida, pues hay otra que le disputa el título: Catequilla. Pero no se preocupe, ambas están en la línea imaginaria que parte el mundo en dos.

Este es otro Colibrí decorativo, que en este caso lleva pintado el centro histórico de la ciudad de Quito, o eso creo.

A unos cuantos pasos del monumento hay una especie de corral donde viven unas muy andinas llamas.

Después uno puede encontrar un complejo construido a la usanza de un pueblito antiguo, con tiendas comerciales de souvenirs y demás objetos para el recuerdo, aparte de artesanía y ropas locales.

Aca pueden ver un ejemplo de los recuerditos. En la tienda que tomé la foto además por un dólar te ponen en el pasaporte el sello recordatorio de Mitad del Mundo, y te dan un postal de regalo. Creo que también te pueden poner el sello a la entrada pero no pregunté.

Y aca ya despidiéndonos de Mitad del Mundo.

Luego de tomar el bus de regreso a Quito, y bajarnos donde pensamos era cerca al hotel, descubrimos que no, no era tan cerca, pero igual decidimos caminar. Por la ruta había algunas cosas interesantes.

Llegados al hotel descubrimos que… teníamos hambre, así que nuevamente nos embarcamos, ahora en un taxi, para ir a cenar. 

Cenamos en un local pequeñito, llamado Ñuka Llacta, sobre la Av. Ladrón de Guevara, casi en la esquina con el Parque José Navarro, o Parque de las Pancitas (porque venden comida allí). La comida fue muy tradicional, un sambo, una especie de sopa dulce bastante agradable hecha en base al sambo o lacayote, una variedad de la calabaza propia de la región andina, y unas tortillas de maíz, muuuy ricas.

Y bueno, ya después de eso nos fuimos a descansar.

Pronto más posts sobre mi recorrido por Quito.

Y más posts anteriores sobre Quito acá.

Terrorismo y gastronomía, elementos de cohesión nacional

En atentado terrorista vuelan torre de Entel Peru en Huacho, el 9 de oct. 1981. Foto: Carlos del Rosario

En atentado terrorista vuelan torre de Entel Peru en Huacho, el 9 de oct. 1981. Foto: Carlos del Rosario. Tomada de la página de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Tengo la plena certeza de que si les preguntáramos a los peruanos por qué creen que es famoso el Perú, la gran mayoría de las respuestas serían: a) por su comida b) por Machu Picchu, y supongo que algunas otras cosas más en ese estilo. Sin embargo de haber hecho la pregunta hace 30 años las respuestas hubieran sido muy diferentes: a) por el terrorismo b) por el narcotráfico.

El Perú post conflicto interno de alguna manera ha logrado crear puntos de coincidencia e identidad nacional alrededor de determinados elementos cohesionadores que agrupan a peruanos de diversas procedencias que de otra manera sólo tendrían en común la nacionalidad. El país fallido, inviable y que se nos caía a pedazos hace poco más de dos décadas hoy es capaz de convertir en éxitos incluso sus fracasos, como en el fútbol.

Pero hay otro punto en el cual la inmensa mayoría de peruanos está de acuerdo y es un recordatorio de esas décadas pasadas: el terrorismo. El rechazo frontal al terrorismo y por ende a los terroristas es prácticamente unánime.

Atentado de la calle Tarata, Miraflores, Lima.

Atentado de la calle Tarata, Miraflores, Lima, año 1992. Foto tomada de la web de la revista Velaverde.

Un ejemplo reciente es lo sucedido hace tan solo un par de días a propósito de la liberación y posterior expulsión del país, por cumplimiento de condena por terrorismo, de la ciudadana estadounidense Lori Berenson. Un sitio web local en inglés, Living in Peru, publicó una nota al respecto adjetivando a la Berenson en el titular como «activista». La inmediata indignación online no se hizo esperar, al punto que el sitio web se vio obligado a corregir su titular eliminando la palabra activista y explicando que fue usada por que múltiples fuentes extranjeras en inglés la calificaban así.

Pero el asunto no terminó ahí, Mijael Garrido Lecca, Director del Diario Altavoz, publicó una carta abierta dirigida a AP, la agencia de noticias de donde Living in Peru tomó la nota, y donde menciona a Frank Bajak, el autor de la misma. Me permito citar un párrafo de la mencionada carta, tratando de no descontextualizarla demasiado:

Bajak dice que Berenson fue condenada por “colaborar con el terrorismo”. […] Los muertos que la ideología sanguinaria que Berenson pregonó no son un eufemismo; las viudas y los huérfanos tampoco. ¿Cómo es que Berenson encaja dentro de la categoría de activista si formó parte de una organización que asesinó a sangre fría y secuestró a discreción?

Osama Bin Laden no fue un “activista”, fue un terrorista. Los infames ataques perpetrados contra el World Trade Center el 11 de setiembre del 2001 no fueron un acto de activismo de ningún tipo. […] Lo que acaba de suceder en París no fue un acto de activismo. Fue terror. Pero estos “errores” semánticos abrigan el futuro de los terroristas, pues les permiten revisar la historia e imponer una narrativa tendenciosa y cobarde.

Entiendo que en los últimos años hay un abuso del uso del término terrorismo, por ejemplo y sin necesidad de ir muy lejos, aca mismo se habla de terrorismo ambientalista y terrorismo antiminero, términos con los cuales no todos están de acuerdo. Pero a mi modo de ver es significativo el cierra filas que se da en torno a que lo de Sendero Luminoso y el MRTA fue terrorismo y la no discusión al respecto. ¿Uniformidad de criterios o miedo a abrir viejas heridas del pasado? Quizás en este punto sea apropiado contar algunas características del terrorismo en el Perú.

Atentado senderista en las cercanias del centro comercial San Isidro en 1992. Foto tomada de la página de Flickr de Rodrigo Perú.

Atentado senderista en las cercanias del centro comercial San Isidro en 1992. Foto tomada de la página de Flickr de Rodrigo Perú.

Aunque Sendero Luminoso tuvo su periodo formativo en la ciudad andina de Ayacucho durante los años 70, su primer acto terrorista fue la quema de ánforas y cédulas de votación en el pueblo de Chuschi el 17 de mayo de 1980. Doce años, innumerables ataques terroristas y más de 60,000 muertos después, la captura de Abimael Guzmán, líder de la agrupación, el 12 de setiembre de 1992, marcó el fin de Sendero Luminoso.

Cuando Sendero realiza aquel acto inicial, lo hace sin ningún tipo de reclamo o protesta, sólo la sorda violencia frente a unas elecciones muy reclamadas y esperadas por la ciudadanía. Luego anunciarían que estaban en guerra con el estado burgués, proclamándose de orientación marxista-leninista-maoísta y seguidores de la tesis de Mao de que la violencia es inevitable para logar la revolución. Su programa general del año 1988 dice a la letra que buscan la: «Demolición del Estado peruano, dictadura de los explotadores dirigida por la gran burguesía, de las fuerzas armadas y represivas que lo sustentan y de todo su aparato burocrático».

Una de las características principales de SL fue su negativa al diálogo, en su ideología cualquier tipo de contacto con el enemigo que no implicara el uso de la violencia era una concesión inadmisible, no hubo nunca posibilidad de diálogo y menos de negociación, si algún miembro de Sendero mostraba alguna inclinación a dicha opción, era sometido a la «autocrítica».

Lo mencionado, junto a un uso oscuro del lenguaje por parte de SL, profundamente ideologizado para el común de los ciudadanos, no ayudó a entender qué se proponía la agrupación terrorista, y esto incluía a la inteligentzia limeña, que durante años falló en sus análisis y diagnósticos del fenómeno senderista, e incluso mostró una inicial simpatía por parte de sus elementos de izquierda. Sin embargo la opinión pública rechazaba mayoritariamente su ideología y métodos, y no dudó en definirlos, apelando a una denominación informal para los miembros de Sendero Luminoso: «terrucos», una quechuización de la palabra terrorista, existiendo incluso una versión más corta: «tucos». Así pues la asociación entre Sendero y el concepto de terrorismo surgió casi naturalmente en los sectores más deprimidos de la población urbana y rural de las zonas afectadas por los ataques de SL, es decir, los quechuahablantes. Luego el uso de dichas palabras se propagaría a todos los sectores sociales del Perú.

Lori Berenson en 1996 y en el 2015. Foto tomada de la web de El Nuevo Herald.

Lori Berenson en 1996 y en el 201o. Foto tomada de la web de El Nuevo Herald.

Para mi pues es innegable que las acciones de Sendero Luminoso están en el discurso público (oficial y no oficial) así como en el imaginario peruanos como acciones terroristas, y sus miembros, sin lugar a dudas, son terroristas, opinión que por cierto comparto. Cualquier intento de negar u ocultar esto resulta en una andanada de acusaciones provenientes de todos los sectores de la nación. Lo único comparable, y para esto regreso a la figura de la gastronomía, es la reacción ante los intentos de apropiación del Pisco Sour o de los Suspiros Limeños por los vecinos del sur.

Con la partida de Lori Berenson se espera que las aguas regresen a su normalidad. Pero varias señales de la importancia de este tema se dieron durante estos días. Algunos actores políticos le exigieron al gobierno que tome acciones para aclarar ante los EE. UU. que la Berenson es una terrorista y no una activista. El ministro de Justicia preguntado al respecto declaró que la actividad del MRTA, organización a la que perteneció Berenson, fue claramente terrorista. Incluso el Embajador de los EE. UU. dijo a la prensa que «yo califico a los integrantes de este grupo como son, hicieron actos de terrorismo, es un grupo terrorista, por lo tanto son terroristas». La Berenson, que a su paso por el aeropuerto para abandonar el país recibió gritos de «terruca» por parte de algunos de los presentes, manifestó que no considera que el MRTA haya sido una organización terrorista.

Hay posiciones que nunca llegarán a un acuerdo. Pero no se trata de un desacuerdo amistoso, como cuando se discute si puede hacerse Papa a la huancaina con papas que no sean la papa amarilla, cosa que de hecho se hace pero siempe hay puristas que lo ven como una aberración. Se trata de un desacuerdo fundamental entre la gran mayoría que, como se ha explicado, ve a estos grupos subversivos como terroristas, y un pequeño número, mínimo, que clama por que no, principalmente exterroristas, izquierdistas radicales y los que lo hacen por principio o demasiado influenciados por el discurso propulsado por algunas ONG extranjeras.

En lo personal me parece que una lección de todo esto puede esbozarse en una pregunta con su consiguiente respuesta: ¿Si la opinión consensuada y libre de todo un pueblo es calificar a los actos y miembros de Sendero Luminoso y el MRTA como terrorismo y terroristas respectivamente, quién tiene la autoridad o el derecho suficiente como para desafiar esa decisión? Dicen que la democracia es escuchar la voz del pueblo, y en este caso el pueblo peruano unido lo ha dicho bien claro.

Yo dejo acá el asunto y me dedicaré a otros temas, como definir, previa degustación, cuál es el mejor cebiche del Perú, o si el lomo saltado tiene más de chino que de criollo. Temas que también unen a los peruanos y son decididamente más gratos. Buen provecho.

Cebiche. Foto del usuario de Flickr Kukiko, bajo licencia CC Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-NC-ND 2.0).

Cebiche. Foto del usuario de Flickr Kukiko, bajo licencia CC Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-NC-ND 2.0).

Pan con pescao, una tradición culinaria

pan con pescao

Pan con Pejerrey. Imagen tomada del Twitter del Bar Rovira.

Mirando las actualizaciones del Facebook encontré un comentario de una amiga bloguera de Iquitos sobre lo raro que le parece el comer pan con pescado. La sola mención de esto hizo que alguna de mis neuronas en estado de hibernación despertaran y recordé mi niñez en el Callao y la vista de suculentos y olorosos panes con pescado a la venta en algún lugar que no puedo precisar.

Casi sin esperanzas googlee al respecto y encontré un video donde cuentan algo del pan con pescado en el centenario puerto de Lima:

El bar Rovira, es uno de los más tradicionales del Callao y donde también se sirve pan con pescado, si les interesa conocerlo vean este video. El historiador Juan Luis Orrego en un artículo dedicado a los antiguos bares del Callao también menciona los panes con pescado:

Los antiguos habitantes del puerto aún recuerdan al […] DEMETRIO (entre Guardia Chalaca y Cuzco), conocido por su «Gin con Gin» o el «Gin con jugo Toronja», o el pan con Pejerrey Arrebosado o con Jamón del País; tampoco se olvidan que se servía el célebre “chimbombo” (chalaquismo que significa “pan con pescado”) de Bonito frito.

A propósito del chimbombo, en este post pueden encontrar la receta para prepararse unos sanguches de pejerrey en casa. Dicho sea de paso, recuerdo que había un señor que pasaba vendiendo pescado a eso de las 5 de la tarde y la abuela compraba pal lonche. Mi favorito era el pejerrey, si la abuela no compraba me iba donde la tía Zoila que casi siempre tenía, y yo le gorreaba algunos. Bien fritos no dejaba ni una espina.

Otra tía me cuenta que en el Rímac también se vendía pan con pescado, en las inmediaciones del mercado Baratillo. Y que en Barrios Altos, por la Plaza Italia, la abuela mandaba comprar el pan donde «el italiano» en la calle Lechugal,  para los panes con pescado del lonche. En esa época los panes franceses se vendían a diez por diez centavos y si ya estaban fríos a veinte por diez centavos. Y eran unos panes mucho más grandes que  los actuales panes franceses.

Aunque no es un bocadillo popular actualmente, hay algunos intentos por volver a la costumbre. El gobierno por ejemplo promociona el pan con pescado como desayuno por su contenido de vitamina D, selenio y Omega 3. Y en alguna de las ediciones de Mistura, el Pan con Tiburón (en realidad merluza) de Don Miguel también conquistó adeptos:

Debo mencionar que hay una acepción totalmente diferente para el «pan con pescao» y se refiere a una modalidad de robo en espacios muy concurridos, sean mercados o unidades de transporte público, la cual consiste en que alguien te bloquea el paso y otro te roba por atrás. Si te pasó alguna vez entonces te hicieron el pan con pescao. Una tercera acepción, de índole sexual, no necesita mayor explicación.

Y bueno, para terminar los dejo con este video musical del grupo Perico Langosta y sus Tropicales, aparentemente chalaco, pero que suena muy cubano, creo. De hecho lo que tocan es una guaracha titulada «Pan con Pescao».

El gastro fascismo peruano… ¿existe?

Hace cosa de un mes Javier Puente publicó en Selecting Stones un crítico artículo sobre el auge de la gastronomía peruana y sobre todo, acerca del papel que el chef Gastón Acurio juega en él. Peasant and Chef: The Limits of Peruvian Gastro-Fascism, 1994-2012 o Los campesinos y el chef: Los límites del gastro-fascismo peruano, 1994-2012, es según su autor, un intento de «contextualizar la fundación de este nuevo Shangri-La de la cocina peruana, y así los que puedan venir luego hagan un mejor trabajo llenando los huecos que quedan.» Ya en tema explica: «En el mundo sin clases sociales de Acurio, hay sin embargo un cuerpo social orgánico, un cuerpo compuesto de compartimentos por el cual todos los actores del boom culinario se definen. […] El culto de la nación se sustituye por el culto a la olla, y nadie se quede al margen de esta compartimentación.» También se refiere al supuesto caso de discriminación racista hacia María Huamaní, fallecida en un accidente junto a otros chefs, como una muestra de los limites de esta retórica culinaria nacionalista a pesar de su postura inclusiva. En el blog Equilibrios, Manuel José Ayulo señala que el artículo falla en el concepto mismo de «fascismo» que utiliza, y añade que «casi cualquier actividad económica transversal con discurso optimista, nacional e integrador caería en una especie de fascismo según la descripción de Puente.»

Viaje Quito – Tumbes

Otra serie de posts que dejé abandonada. Bueno, momento de retomarla. Entonces, estaba en que luego de recorrer Quito todo lo que pude las pocas horas que pasé ahí, ya había llegado el momento de ir de nuevo a la terminal de buses sur Quitumbe para embarcarme rumbo a Perú. Así que siendo más o menos las 5 de la tarde regresé a la Plaza Santo Domingo y me subí a un trolebúscon destino al sur de la ciudad. Nuevamente casi una hora de camino, hasta la terminal ahora. Llegué, recogí mi mochila, comí algo y a esperar el bus.

La espera me pareció larga, pero más por que había llegado relativamente temprano. Finalmente apareció el omnibus, subí, me instalé y me dispuse a pasar las 14 horas del tramo Quito – Huaquillas. Como el trayecto fue de noche dormí, no muy bien, pues los buses ecuatorianos no son especialmente cómodos, pero sea como sea a la mañana siguiente ya estaba más cerca al Perú. Menos mal que avisaron que ya estábamos cerca a la oficina de migraciones, en las afueras de Huaquillas por lo que pude aprovechar y bajarme ahí, hacer el trámite de salida de Ecuador y tomar luego un taxi hasta Huaquillas propiamente dicho. Ya ahí, caminé unas cuantas cuadras y listo: en Perú de nuevo!

Por supuesto, había que registrar oficialmente este hecho así que tomé un mototaxi de Aguas Verdes a Zarumilla que es donde está el puesto migratorio peruano. Realizado el trámite correspondiente tomé una combi rumbo a Tumbes. Ya en esta ciudad me dirijí a las oficinas de Cruz del Sur para adquirir mi pasaje a Lima, pero… me encontré con que no me aseguraban la salida para ese día, debido a que había un bloqueo de carreteras, caballero pues, a buscar hotel para pasar la noche. Pero como para la noche faltaba bastante, luego de instalarme y dejar mis cosas salí a buscar donde comer (otra vez) un rico cebiche.

Para encontrar una buena cebichería nuevamente confié en un motocarrista, esta vez pedí que me llevaran a un «hueco», algo caleta y bueno. Así que dicho y hecho el chibolo del motocarro que tomé me llevó por varias cuadras hasta que me dejó en la cebichería «Caleta 9». Subí, pues es en un segundo piso, miré rápidamente el comedor, que no estaba lleno, quizás por la hora y me decidí por un mesa en la entrada, con vista a la calle y casi bajo la luz del sol, que en Tumbes suele ser como me gusta, brillante y fuerte. Me trajeron la carta y pedí un cebiche de pescado con conchas negras, y una cerveza. Me pusieron canchita, me trajeron la cerveza, me tomé un vaso y esperé.

Caleta 9, 2

En la mesa contigua el hijo del mozo o administrador o dueño, no le pregunté qué era, remoloneaba con un plato de sopa mientras hacía preguntas de variado talante a su papá. Éste no se afanaba demasiado en contestar, dividiendo su atención entre el niño y el periódico que leía. La calle reverberaba con la luz solar y en los parlantes del establecimiento el Grupo 5 había dejado de cantar «…me olvidé de ese amor, amor que un dia te entregué…» para dar paso a un vals criollo cuando la llegada del cebiche a mi mesa interrumpió mis cavilaciones y recuerdos del viaje. Probé un trocito de pescado, luego otro, bebí un trago de cerveza… y entonces sucedió. Toda una serie de sensaciones, recuerdos y emociones se agolparon juntas en mi. Fué como una epifanía pero mejor, pues no tuve ningún tipo de aparición, sólo una iluminación interna muy fuerte, con la certeza, la alegría, la conciencia, de ser peruano, estar en el Perú y disfrutar todas y cada una de las pequeñas cosas que conforman esa peruanidad que a veces no entendemos. Durante un breve instante fui todos los peruanos, vivos y muertos, incluso aquellos ancestros míos que nunca vieron un hombre blanco y para quienes su país fue uno muy distinto al nuestro. Contemplé el imperio de mis antepasados y reiné en él.

Mientras cogía una servilleta para mis ojos me pregunté a mi mismo del por qué de esa inusual experiencia. Ok, el cebiche estaba buenísimo, pero no era para tanto, tampoco la cerveza. Creo que la confluencia de todas las cosas descritas más el sentimiento de culminación del viaje fue lo que me provocó esa especie de orgasmo espiritual y ataque de patriotismo conjugados. Luego de cerciorarme que nadie me miraba procedí a reanudar la placentera tarea de dar cuenta del cebiche y de la cerveza. No me apuré, no había motivo. Todo parecía perfecto, en su sitio, salvo por la que se había quedado en Colombia, pero eso no es materia de este post.

Caleta 9, 1

Luego de acabar ese riquísimo cebiche que ven ahí, y mientras bebía con toda la calma del mundo el último vaso de cerveza, el encargado me hizo la charla y terminó contándome que el local había ganado dos premios como mejor cebichería de Tumbes, hasta me sacó su cuadrito con el título que les dieron y que pongo más abajo. O sea que tan caleta tampoco es el sitio, pero eso sí, queda recomendado para todos aquellos que recalen por la ciudad y gusten regalarse una buena comida. A mi definitivamente me pareció de lo mejor y si vuelvo a Tumbes seguro que paso por ahí de nuevo. Y en cuanto al viaje ya el resto del día me relajé y descansé, pero al día siguiente hice un pequeño paseo que lo posteo luego.

Caleta 9, 4

Caleta 9, 5

Otros posts míos relacionados: del inicio del viaje, de Tumbes, de Ipiales, del Santuario de las Lajas, de Pasto, la exposición «Los espíritus, el oro y el chamán», el Museo del Oro, graffitis en Pasto, Casa Museo Taminango, Museo Juan Lorenzo Lucero, Exposición: Simbiosis Simbólica, Exposición: Cristo en Imágenes y el Museo Zambrano, Pasto, 2, Carnaval de Pasto, Carnaval de Pasto, 2, Pasto, 3, Pasto, 4, Delicias Pastuzas, Chicas de Pasto, Viaje Pasto – Quito, Plaza Santo Domingo, Quito, Plaza de la Independencia, Quito, Palacio de Carondelet, Quito, Basílica del Voto Nacional, Quito, I, Basílica del Voto Nacional, Quito, II, Museo Casa de Sucre, Quito y Quito.

Tumbes

Viaje Lima - Pasto, 16

En mi post anterior no mencioné que hice una parada de unas cuantas horas en Tumbes para bañarme, cambiarme y almorzar. De hecho, desde que planeaba el viaje una de las cosas que más aliciente me daba era saborear alguno de los deliciosos platos de la gastronomía tumbesina. Ya he estado varias veces en esta ciudad y sus alrededores (Zarumilla, Puerto Pizarro) y en lo que respecta a pescados y mariscos se come muy bien, y algo que es importante en el caso de los mariscos, suelen ser muy frescos.

Bueno, pero mis recuerdos más recientes databan de diez años atrás, así que pensé que no se trataba de recorrer los mismos restaurantes de antaño nuevamente, sino ver qué de nuevo había. Como el tiempo del que disponía era poco recurrí a la solución más fácil en ciudad pequeña: preguntarle al motocarrista. Dicho y hecho, en pocos minutos ya estaba sentado en una de las mesas del restaurant «El Estadio» y ordenando un cebiche de Conchas Negras. Decir que estuvo delicioso es poco, más justicia le hacen las fotos que le tomé y que pongo acá junto con algunas de la ciudad (todas acá). Y si tienen la ocasión de estar por Tumbes no dejen de probar platos como este, no es la única exquisitez que encontrarán, por cierto. Algo pueden ver acá y en estos tres videos (1, 2 y 3) también.

Viaje Lima - Pasto, 26

El cebiche de conchas negras…

Viaje Lima - Pasto, 27

… y su acompañamiento.

Viaje Lima - Pasto, 25

Casona antigua.

Viaje Lima - Pasto, 21

Vista desde la Plaza de Armas.

Evento Blogs y Gastronomia: 23 de julio

Antonio, un viejo amigo blogger, conversó conmigo hace unas semanas para contar con el (pequeño) apoyo de BlogsPeru en la difusión del Evento Blogs y Gastronomia. Y ya desde hace unos dias el banner correspondiente se exhibe en la pagina principal de BlogsPeru. A continuacion copio la invitacion oficial al evento:

Estimados amigos:

Un cordial saludo. Gastroblogs.com tiene a bien invitarlos al evento BLOGS & GASTRONOMIA a realizarse el proximo 23 de julio en el Centro de Convenciones del Hotel Ariosto a partir de las 06:30 pm. Toma nota de la extension especial del evento, y asegura tu participación; del mismo modo te hacemos llegar el concepto oficial del evento.

Te esperamos y agradeceremos difundas el concepto desde tu blog o tus blogs, portal o tu email.

Auspician:

BLOGSPERU.COM, GASTROBLOGS.COM, REVISTA GASTRONOMICO, CONSORCIO OPERADOR DEL CEBICHE MAS GRANDE DEL MUNDO PERU 2008.

saludos,

Antonio Alvarez

Equipo Gastroblogs.com en Alianza estrategica con la Revista Gastronómico & el Consorcio Operador del Cebiche Mas Grande del Mundo

Cabe indicar que lo del Cebiche mas grande del mundo es un evento a realizarse en el mes de noviembre, asi que hay bastante tiempo para publicitarlo y de alguna manera, participar.

Gastronomía Peruana – Parte I

Pichanaki, 3
Cebiche con Jalea, dos variedades de preparación de pescado.

English version of this post at Global Voices: The Rising Boom of Peruvian Cuisine.

Actualmente hay lo que podría llamarse un boom de la gastronomía peruana a nivel nacional e internacional. Desde hace unos pocos años atrás, hablar de la comida peruana se ha vuelto un lugar común, lo hacen programas de radio y televisión, los diarios, los libros, escuelas de cocina y por supuesto blogs. Ningún peruano duda que su comida sea lo máximo y muchos extranjeros opinan en forma similar, pero cabría preguntarse ¿A qué se debe todo esto? ¿Cuándo surgió? ¿Qué significa?

Para empezar, una excelente reseña histórica y recopilación de platos puede ser encontrada en la Wikipedia, tanto en su version en castellano: Gastronomía del Perú, como en versiones en inglés y francés. Entre otras cosas dice:

En la comida peruana se encuentran al menos 5.000 años de historia preinca, inca, colonial y republicana. Se consideran tres siglos de aporte culinario español, (fuertemente influenciado inicialmente por la fusión durante los casi ocho siglos de presencia musulmana en la Península Ibérica), las costumbres gastronómicas traídas por esclavos de la costa atlántica africana y la fuerte influencia de los usos y costumbres culinarios de los chefs franceses que huyeron de la revolución en su país para radicarse, en buen número, en la capital del virreinato del Perú. Igualmente trascendental es la influencia de los chinoscantoneses, japoneses, italianos desde el siglo XIX y otros europeos (emigrados al Perú entre los siglos XIX y XX).

La inmensa variedad de ingredientes que existe en tierras peruanas (tanto nativas como las que llegaron de otras latitudes) permitió la evolución de una culinaria diversa, donde coexisten sin oponerse fuertes tradiciones regionales y una permanente reinvención de platos. La comida peruana es considerada una de las cocinas más variadas del mundo. En este país se cuentan alrededor de 3.000 platos diferentes. Sólo en la costa peruana, hay más de dos mil sopas y 250 postres tradicionales originales.

En la última década del siglo XX, la cocina peruana empezó a popularizarse fuera de sus fronteras. En la Cuarta Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión 2006, realizada del 17 al 19 de enero del 2006, la ciudad de Lima ha sido declarada capital gastronómica de América. La cocina de este país es un producto bandera del Perú.

Gastón Acurio es un chef peruano que personaliza buena parte del actual éxito e internacionalización de la gastronomía peruana. El siguiente es un extracto del Discurso de Apertura del Año Academico en la Universidad del Pacifico, por Gaston Acurio y posteado por Billy de Lo único constante es el cambio:

…nuestra gastronomía no es afortunadamente sólo un gran recurso sino una suma de cocinas y conceptos que en muchos casos aun esconden un gran potencial que, una vez desempolvado, creado el marco conceptual y puesto en valor, podrían ser exportados por todo el mundo.

Así es, detrás de nuestra entrañable cocina criolla, de nuestras pollerias, de los chifitas de barrio, de la cocina novo andina, de las picanterías arequipeñas, de los anticuchos, de los sanguches, de la cocina nikkei o de las cebicherias, existen oportunidades inmensas de crear conceptos que trasciendan su ámbito local para convertirse en productos, productos peruanos de exportación que no sólo aspiren a codearse con conceptos ya instalados globalmente como pizzerías, hamburgueserías, sushi bares o taquerias mejicanas, sino que además generen al Perú enormes beneficios tanto económicos como de marca país.

Bueno, hay quienes que no simpatizan con Acurio, pero no se puede negar su importancia en éste «boom». Siguiendo con lo de las respuestas a las preguntas planteadas y para que tengan una idea del grado de aceptación de la comida peruana, lean lo que Waldo de El Mundo de los Pendrejos recoje de un artículo aparecido en el diario Nación de Chile y que titula en forma similar al artículo original: Lima, viaje a la gloria culinaria:

Primero, fueron un imperio, donde mucha riqueza concentrada, como en todo imperio, fue utilizada -en pagos y aprovisionamiento- para la creación, mantenimiento y desarrollo de una culinaria dedicada a los monarcas y castas dominantes. Hubo en el Perú cocineros con espacio, tiempo y recursos empleados en hacer las cosas bien, con tiempo y mimo, hasta crear una cocina de excepción. Ocio creativo. Tiempo para el arte de la cocina pagado por los monarcas para su deleite, cuyos vestigios perduran.

Y lo segundo -quizá a lo largo del tiempo fue lo más importante- radica en la vieja y sabia afirmación que dice que «más discurre un hambriento que cien letrados». Perú ha sido por siglos y sigue siendo, a despecho de esplendores parciales, un país con pobreza y hambre, donde cocineras y cocineros han sabido crear verdaderas delicias con unas pocas papas y un puñado de hierbas.

Hay otro elemento que no puede desdeñarse, y son las influencias de otras razas y culturas, que han dado al Perú la riqueza culinaria que tiene y que nos deja pálidos a los chilenos. Primero, españoles y negros africanos; luego, chinos e italianos, y después, japoneses, constituyeron el crisol que es una cocina en la que casi no se habla de «fusión» -en el sentido de arbitraria mezcolanza tan en uso en Chile-, pero que tiene formas, técnicas y sabores de variantes casi infinitas, si bien todas buenas.

El blogger de ZooFiesta en su post Mucho Gusto hace algunas salvedades en medio de la celebración generalizada:

no somos el único país formado por etnias de otras latitudes, eso es mas común de lo que pensamos. Lo que ocurrió aquí, y ahí esta el secreto, es que el intercambio gastronómico con otras étnias produjo nuevas corrientes con personalidad propia y no híbridos estacionales. Por eso es tan importante la diversidad que se vive y se siente en el Perú, además… es deliciosa.

…Lo que nos debe importar es la gran posibilidad que tenemos y no debe de ser desperdiciada, hay que sacarle el máximo provecho. Y hablo por el agricultor modesto al cual le pagan 20 centavos/kilo de papa amarilla, mientras que una sola de esas papas llega a costar hasta 5 dólares en Europa; también hablo por el deshonesto dumping (subsidios excesivos de países desarrollados para proteger sus productos contra los honestos precios de países productores). Aun hay mucho por hacer antes de cantar victoria.

…el boom se vive tanto desde adentro como desde afuera… gracias a peruanos exiliados que empezaron cocinando comida peruana para otros exiliados y todo con un solo objetivo, hacer que la nostalgia por el terruño sea mas llevadera. Y sin pensarlo, el fenómeno surgió y empieza la costumbre de “ir a comer peruano”. Sorprendiendo a propios y extraños.

El Morsa también reflexiona en dos posts interesantes titulados: ciencias sociales: la cocina peruana y las industrias culturales y la parte dos sobre ciertos aspectos poco analizados de este tema, a continuación uno de ellos:

en los últimos años hemos visto un renacimiento de la comida peruana desde muchos lados. no solamente la comida como alta cocina, sino, sobre todo como comida tradicional. se publican anualmente decenas de libros recogiendo recetas «populares», «tradicionales». programas de televisión, donde se asiste a huariques y lugares escondidos, generalmente conocidos por pocos. blogs. se habla incluso de un efecto gastón (por gastón acurio), donde cocineras populares han saltado al éxito económico y reconocimiento social al aparecer en el programa que conduce dicho chef (el caso más emblemático es el de isabel quispe aquino, la mejor preparadora de parihuelas del mundo: puede leerlo aquí, aquí o aquí).

lo interesante es que no existan políticas desde el estado por promover su desarrollo y cuidarla. ya vimos, por ejemplo, el problema que existió con el suspiro a la limeña y una empresa chilena que lo quiso registrar. ¿cuántas escuelas de cocina peruana existen en el perú? ¿qué estamos haciendo para promover y transmitir las recetas tradicionales peruanas? ¿hay algún registro o base de datos pública de restaurantes? ¿un observatorio en lima, que diga cuánta plata generan, cuántas personas trabajan? ¿es posible promover como marca la comida peruana? ¿posicionarla en el mundo? y no estamos aquí refiriéndonos a algún chauvinismo, ojo. sino, justamente a promover industrias, empresas, basadas en conocimientos tradicionales y populares.

Como decía al principio, hay muchos extranjeros que gustan y son conocedores de la comida peruana, no hace mucho por ejemplo, en el Washington Post se publicó un artículo sobre ella, tuvo rebote en varios blogs, pero como no se añadía nada especial cito el original Lima Cuisine: You Don’t Know What You’re Missing:

In recent years, Jorge Chavez International Airport has been so spectacularly rejuvenated that it inadvertently reinforces an old cliche about the city it serves: Lima — the City of Kings, the capital of Peru, home to 9 million people — is merely a way station for travelers en route to Cuzco, Machu Picchu, Iquitos, Lake Titicaca and Peru’s other celebrated attractions. As to what they’re missing, they haven’t a clue. Not merely is old Lima rich in history, but new Lima is so rich gastronomically as to put just about all the world’s other cities to shame. Today it is not merely advisable but mandatory to come to Lima para la cocina: for the food.

South America has long known about Peruvian food, but only in recent years has the rest of the world begun to catch on. In large measure this is due to the efforts of Gastón Acurio, now in his late 30s, who with his wife, Astrid, a decade and a half ago founded the most famous restaurant in Miraflores, Astrid y Gastón, but whose influence reaches far beyond that. He is a passionate goodwill ambassador for Peruvian food; he has a popular television show that regularly draws attention to other restaurants both great and small, he has published popular and influential cookbooks, he’s opened many other restaurants of his own, and he’s far better known in Peru than any celebrity chef in the United States.

Gastón’s food (in Peru everyone refers to him as Gastón) is an artful blend of traditional Peruvian with contemporary nouvelle techniques. For generations, Peru’s has been a fusion of all the cuisines developed there or brought from elsewhere: native (or criollo), Spanish, Chinese, Japanese, Caribbean, Italian, African. Peru gave the world the potato — it grows thousands of varieties in more colors than you can count — and the potato remains essential to its cuisine, most nobly in causa, a concoction of potato mashed in lime juice and the fiery indigenous pepper aji, and filled or topped with everything from crab (my favorite) to avocado to boiled egg to shrimp to octopus.

Finalmente, y antes que se me haga agua la boca, quiero citar y a la vez hacer mías las palabras que dijo Alejandro de Peru Food en uno de sus primeros posts:

What can I say? I love Peruvian food. I admit, I just like the way it tastes, the complexities of flavors, and the diversity of the cuisine. I don’t come to love Peruvian food from an intellectual appreciation, but one much more visceral, much more a part of who I am. Often, when I recommend Peru as a vacation destination, one of the first questions is, «What’s the food like?» I always struggle to answer even though I know that while it may be hard to describe, visitors will be in for a very pleasant surprise. This blog is my way of having an easier time answering that question. Once you have experienced the best of Peruvian food, you will understand why so many people feel so passionately about it. Welcome to Peru Food.

Espero haber respondido por lo menos en parte a las preguntas que me plantee al iniciar el post. Bueno, ésto ha sido sólo un aperitivo, en la continuación dejaremos la teoría y la cháchara de lado para recorrer los platos más conocidos de la cocina peruana a través de los blogs que los comentan. Mientras tanto buen provecho, voy a comer esa causita que se me ha antojado.

Paseo Foto Blogger 2, 62
Causa rellena

Lomo Saltado

Lomo Saltado

Lomo Saltado, Foto original de Cyberjuan2 posteada en Flickr

Siguiendo con el reciclaje de posts que de vez en cuando hago de los publicados en Surfing el Amazonas, ahora le toca el turno a éste que es simplemente un copy and paste de un artículo aparecido en un diario local, pero se trata del Lomo Saltado, mi plato favorito, así que espero sepan disculparme.

Hace tiempo que no posteo algo sobre comida peruana, hoy al ver que en La República sale un reportaje de Luigi Faura sobre el restaurante Cordano y su famoso Lomo Saltado, no pude evitar seleccionarlo para el post diario.

[*La fama del restaurante Cordano es bien merecida. Aunque la atención no sea la mejor, el ambiente y, sobre todo, la comida que ofrece este añejo restaurante pueden dejar contento al gourmet más exigente. Lomo saltado era la consigna. Pero cómo pasar por alto el célebre tacu tacu del Cordano. Decisión: probar los dos platos. Resultado: un festival de sabores difícil de igualar. Imagino que Martín Adán o Víctor Humareda sonreirían cómplices.*]

[*Vayamos por partes. Anacleto Aguirre es el cocinero oficial. Entrevistarlo mientras cocina es casi imposible. Sólo queda mirarlo y correr detrás de él: lomo de res, papas prefritas, ají verde y una cebolla en juliana. Todo junto va a una sartén con aceite hirviendo. Anacleto no se distrae, ahora está moviendo la sartén, salteando los ingredientes. Un poco de vinagre tinto, otro de sillao y casi listo. Agrega el arroz y un puñado de arvejas. Anacleto saltea todos los ingredientes por dos minutos más. “No hay ningún secreto, es la experiencia”, comenta parco con la seguridad que le dan los 32 años dedicado a la cocina de este centenario bar-restaurante.*]

[*El lomo saltado –sabroso sincretismo de las cocinas peruana y china– llega humeando a la mesa, jugoso, tentador. Probarlo hace cerrar los ojos: la jugosa carne guarda todos los sabores y se deshace en la boca; la cebolla cruje. El arroz y las papas acompañan discretas: el lomo es el protagonista y no se le debe opacar. Anacleto sabe muy bien lo que hace. Su parquedad se vuelve derroche en la circunferencia del plato. Un verdadero placer.*]

[*Tacu Tacu. Este revuelto de menestras es en el Cordano casi un insulto a la anorexia. Olvídense de las dietas, del bocado pequeño. Este tacu tacu con bistec apanado es una cachetada a la cada vez más difundida cultura light. Una porción generosa de arroz mezclado con frijol canario sancochado y a la sartén con un chorro de aceite de olivo y otro de caldo del sancochado, y listo, a darle vueltas. Al revuelto lo acompaña una sábana de bistec que literalmente cubre el plato y también el apetito. Demasiado. El Cordano, a pesar de los años, sigue siendo uno de los mejores restaurantes de Lima. Provecho.*]

Debo decir que el lomo saltado es mi plato favorito, y que no hace mucho ganó un concurso como el plato peruano preferido por la gente. Cosa que indignó a algunos que aducían que no era un plato totalmente peruano, pero en fín yo lo como cada que puedo y nunca me cansa. Para los que no les quedó claro como se prepara, aquí una receta. Aquí otra pero en inglés, interesante porque los ingredientes cambian a nombres que uno ni se imagina y de repente son mas fáciles de ubicar con esa denominación en el extranjero. También las fotos en flickr taggeadas como «Lomo saltado» que están como para chuparse los dedos. Y las taggeadas como Cordano para quienes no lo conozcan.

Technorati tags: , , , ,