Memorias de Tierra Nueva: La décima elección

Portada de la la segunda edición impresa.

«Cada cien años gigantes, como las montañas más altas, cruzan el mar buscando devastar Tierra Nueva y, cada cien años, 12 guerreros, entre hombres y mujeres, son elegidos para combatirlos. Esta es la décima ocasión desde que los primeros héroes portaran las armas sagradas que la humanidad tendrá que hacer frente a aquel inminente peligro. Y todo parece indicar que será la peor de todas».

La verdad no sabía bien qué esperar cuando me preparaba para leer esta novela. Fantasía, si, pero ¿de qué tipo? En la solapa se lee: «gigantes, elegidos, armas sagradas, dioses». Bueno, ya eso te dice algo, pero igual queda la duda. ¿Cuál será el tratamiento? ¿Qué influencias tendrá? ¿Estará bien escrita? Callé a mi cuestionador interno y me puse a leer. Unos días después le di vuelta a la última página y pregunté por la continuación. No, todavía no está publicada.

Frustrado, pero contento (¿era eso posible?), no me queda si no decir que el amigo Tulio se ha mandado una muy buena novela de… ¿high fantasy? pues diría que sí, al menos cumple con estar situada en un mundo alternativo de ficción y trata temas de la lucha contra las fuerzas sobrenaturales del mal, aunque a primera impresión temáticamente está más cerca de Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin que de El Señor de los anillos de Tolkien, con un toque de Los Juegos del Hambre.

La narración tiene muy buen ritmo, los personajes no se meten en largas disquisiciones filosóficas o dudas existenciales (sin que eso no signifique que no se las planteen) y va todo el rato con lo que queremos, es decir acción. De hecho es muy visual y mientras la lees te puedes ir imaginando la serie o película basada en la novela.

Las puertas del templo eran lo suficientemente anchas para entrar con el caballo. Cabalgó hasta la sala de ceremonias y desmontó para esconderse entre las sombras. Los jinetes entraron, con espadas en mano atentos a cualquier movimiento. Katta tomó un pedazo de roca y lo lanzó a la cabeza de uno de ellos. Este cayó inconsciente y los otros dos se volvieron a ver. Katta corrió bajo el cobijo de las sombras hasta un pasadizo que llevaba a las escaleras del segundo piso. Subió rápidamente y saltó, sin pensarlo demasiado, cayendo encima y clavándole la espada en el pecho a otro de ellos. El dolor en el hombro se hizo presente, pero lo ignoró y se volvió para fijarse donde se encontraba el tercero. Este apareció de entre las sombras lanzando una estocada que Katta pudo esquivar rodando a un lado. Se puso de pie, algo mareado, y lanzó su espada hacia el hombre. Este hizo la cabeza a un lado para esquivarla. Desarmado, Katta corrió en dirección contraria. El hombre le persiguió lanzando un enfurecido grito de guerra. Katta fingió tropezar, tomó la espada del que tumbó con la piedra y, cuando el hombre estaba por hacerle un corte mortal en la espalda, se giró y le clavó la espada en la entrepierna. El hombre soltó un horrible alarido. Katta sacó la espada y le cortó el cuello con un rápido movimiento. Tomó aire y buscó no perder la concentración.

Por otra parte podría decirse quizás que hay un abuso de los flashbacks y flashforwards (analepsis y prolepsis para los castizos), pero terminé acostumbrándome, sin embargo comprendería que a algunos lectores les pueda resultar molesto, por que sí, a veces cuesta darse cuenta de en qué momento transcurre lo que uno se encuentra leyendo.

Una cosa similar pasa con la gran cantidad de personajes que el autor despliega, si uno está acostumbrado a leer sagas de fantasía, donde eso es algo recurrente, pues no debería haber problemas, pero si no, esto podría jugar en contra al momento que el lector trate de recordar lo leido. Por mi parte lo soluciono con una breve repasadita a los correspondientes capítulos anteriores y así me pongo al tanto.

Finalmente, este libro es una especie de rara avis en la literatura peruana pues a pesar que hay varios autores que escriben literatura fantástica muy pocos hacen high fantasy. El hecho de que tampoco esté ambientado en el Perú o inspirado en algún momento de la historia destos reinos hace mayor su alejamiento de las corrientes imperantes en la literatura peruana.

Y como en cualquier otra saga al final del libro nos quedamos con muchas preguntas: ¿Qué pasará con nuestros personajes favoritos? (sean cuales sean estos) ¿Cuándo aparecerán los gigantes? (Oooops, mini spoiler) ¿Intervendrán los dioses? (Mmmmmm) Y las más importantes para mi ¿Cambiará el tipo de gobierno y sistema social en Tierra Nueva? ¿Quedará explicada la cosmología del universo en el cual se desarrolla la saga? poco a poco supongo.

Portada de la primera edición impresa.

En resumen, una muy buena primera novela del autor y excelente inicio de una saga que, ojalá, veamos terminada pronto. Muy recomendada sin duda para los fans del género y para quienes puedan estar dudando en conseguírsela.

Por acá les dejo el link a la versión para kindle descargable en Amazon. ¡Aprovechen que está sin costo!

Si se vuelven fans les dejo también el link a la fanpage en Facebook: Memorias de Tierra Nueva.

Este post lo publiqué originalmente en Goodreads, la presente versión ha sido ligeramente modificada.

Disclaimer: Aunque el escritor, Tulio Dávila, es mi amigo, he tratado de conservar la imparcialidad al momento de elaborar esta reseña. Por otra parte, el haber revisado el texto a fin de eliminar los siempre presentes typos para la segunda edición de la novela me permitió hacer una lectura más detenida de la misma.

El hablador, de Mario Vargas Llosa

El hablador es la novena novela de Mario Vargas Llosa, publicada en 1987, luego de un año,1986, en el que tuvo bastante presencia en Lima, mediante el estreno de su pieza de teatro La Chunga y la publicación de su novela policial ¿Quién mató a Palomino Molero?, esto también sucedió casi en paralelo al momento en que empezó a ganar presencia de otro tipo por su involucramiento en la vida política del país debido a su oposición frontal al intento de estatización de la banca por el en ese entonces presidente del Perú, Alan García Pérez. Quizás por este último hecho la novela pasó un poco desapercibida y muchos le consideraron como una obra menor al momento de su publicación.

El hablador es parte del grupo de novelas que se desarrollan parcialmente en la amazonía peruana, a saber «La casa verde», «Pantaleón y las visitadoras» y «El sueño del celta». Paco Bardales, escritor y cineasta loretano escribió hace algunos años sobre la relación entre Vargas Llosa y la selva peruana. En su artículo resumió brevemente cada una de estas novelas, y es parte de ese resumen lo que cito a continuación:

«La Casa Verde (1967). Aún sorprende el hecho de que Vargas Llosa pudiera haber creado, con tan sólo un viaje a la zona, un fresco tan notable del infierno verde de Santa María de Nieva, del leprosorio de San Pablo, de los detalles coloquiales y materiales de la época. Pero La Casa Verde es más que eso, pues aunque fabula historias de contraparte piurana y costeña, expresa con maestría el dolor y la amargura de vivir en un mundo abandonado, donde la soledad, las enfermedades, las lluvias y los lodazales compiten con la terquedad y el instinto innato del hombre por la supervivencia, donde historias como las de Fushía, el mitayero Aquilino, el aguaruna Jum o las monjitas de la Misión combinan ficción y realidad, demencia y lucidez, en una novela estilísticamente perfecta.

Considerada como farsa y apólogo, Pantaleón y las visitadoras, escrita en 1973, trasciende el humor y la anécdota y explica, a través de un oficial del Ejército que por circunstancias de la vida se convierte en el más grande proxeneta de los ríos selváticos, los variados mecanismos de una sociedad aún en ese entonces apacible y pacata. La novela hace una de las mejores descripciónes urbanas de la ciudad de Iquitos que se haya escrito en la literatura contemporánea. A través de sus páginas, reconocemos estampas de una época, maliciosa e ingenua al mismo tiempo, potenciadas por el humor y caricaturizadas para expresar el carácter lúdico de una dinámica que se extiende y se ha extendido por tiempos remotos.

El sueño del Celta (2010) es uno de los libros más comprometidos de Vargas Llosa con el contexto. Porque rastrear la vida de Roger Casement es también referirse a uno de los protagonistas de una de las denuncias más brutales contra todo un sistema de explotación y crimen, rayando con el genocidio, que se cometieron contra miles de indígenas en la cuenca del Putumayo a principios del siglo XX. La historia parece haber reivindicado la figura de Casement y su gran trabajo de mostrar los horrores de la codicia y el poder absoluto en medio de la profunda Amazonía.»

Cabe mencionar también un apunte que figura en la biografía de Vargas Llosa en el sitio web del premio Nobel y que echa luces sobre el interés que la amazonía peruana generó en él en diferentes momentos de su vida, a partir de un primer viaje que realizó a la selva amazónica en 1958. «A diferencia de lo que suele ocurrir con los habitantes de la ciudad que descubren por primera vez los parajes remotos y selváticos de su país, donde aun habitan tribus indígenas distantes en el espacio y en el tiempo de la Modernidad, Vargas Llosa no encontró exotismo y armonía entre el hombre y la naturaleza sino despotismo, violencia y crueldad. La ausencia de ley y de instituciones dejaba expuestos a los nativos de la selva a las peores vejaciones y arbitrariedades cometidas por colonos, misioneros y aventureros, que llegaban a la selva a imponer su voluntad mediante el terror y la fuerza».

De hecho, la génesis de El hablador se rastrea a este viaje mencionado. Vargas Llosa en un pequeño prólogo para la reedición de El hablador del año 2007 menciona que «Ahí, en una cabaña del lago de Yarina, en Pucallpa, escuché a dos lingüistas norteamericanos, a los esposos Sneil, hablar de los contadores de cuentos machiguengas. Desde entonces, la imagen de esos primitivos habladores que recorrían los bosques llevando historias de aldea en aldea, manteniendo viva a una comunidad a la que sin el cordón umbilical de estas historias, la distancia y la incomunicación hubieran fragmentado y disuelto, me acompañó urgiéndome cada día más a fantasear una historia a partir de ellos. Lo hice muchos años después, luego de leer abundantes testimonios de folcloristas, etnólogos y misioneros dominicanos y de visitar, en la región del alto y medio Urubamba, las aldeas de los propios machiguengas».

Como en varias otras novelas de Vargas Llosa, el elemento metaliterario está presente mediante la identificación del narrador con el propio escritor. Por ejemplo Martina Vaculíková hace notar en su tesis sobre El Hablador que el capítulo VI del libro abre con la siguiente frase: «En 1981 tuve, seis meses, en la televisión peruana, un programa titulado La Torre de Babel». Mario Vargas Llosa realmente dirigió un programa en Panamericana Televisión en Lima con el mismo nombre en el mismo año. También las fechas de sus viajes a la Amazonia ya mencionadas antes son idénticas tanto en la novela como en la realidad». Pero esto se da no solo mediante la referencia a fechas y hechos específicos, sino desde, por decirlo de algún modo, la personalidad del propio narrador.

Puede parecer curioso que esparciendo en sus obras tantos detalles que guían al lector a identificar al narrador con el propio escritor, Vargas Llosa se sienta luego obligado a explicar que sus narradores no son él. Por ejemplo en este discurso dado por MVLL el 2015 ante la Universidad de Salamanca a propósito del Doctorado Honoris Causa que dicha universidad le otorgó, comenta: «aunque no lo parezca, el personaje principal de toda historia es siempre el narrador que cuenta la historia, y el narrador no es nunca el autor. El narrador es un personaje que crea el autor incluso en aquellas novelas en que el autor aparece con nombre y apellidos propios. Por ejemplo, en una novela mía que se llama La tía Julia y el escribidor, aparece un Varguitas, y muchos lectores creen que ese Varguitas soy yo de pies a cabeza. Y no, ese Varguitas es un personaje de la historia, aunque usurpe mi nombre y también algunas de mis experiencias biográficas».

También en un artículo recogido en el libro del año 1989, Dialogo Con Vargas Llosa de Ricardo Setti, se recalca la misma idea pero a propósito de El Narrador: “hay un narrador que, digamos, usurpa mi nombre y apellido, creo que ésta es la forma de decirlo, y que usurpa buena parte de mis experiencias vinculadas con la selva, pero también hay una multitud de invenciones y de fantasías. Este es un elemento para mí muy importante y difícil de captar para un lector: el narrador de una historia no es nunca el autor, aun cuando aparezca con el nombre, apellido y la propia vida del autor. Que siempre es una invención, que es siempre alguien en el que un autor se transforma, se traslada. El primer personaje que inventa un autor es, siempre, un narrador”.

Esta actitud podría decirse ambivalente queda explicada por Luz Ordóñez y Emilcen Pineda en su tesis de maestría: Configuración del universo mitológico de los Machiguengas en la novela «El hablador» de Mario Vargas Llosa, donde sustentan que: «En algunas ocasiones, y frente a la posibilidad de interpretar los textos, se cometen errores tan elementales como confundir al narrador con el autor de la novela. Quizá eso suceda porque en ocasiones, en los textos literarios, el límite entre el uno y el otro se vuelva un tanto invisible. Sin embargo, es preciso considerar que dicha situación puede presentarse como una herramienta estilística propia del autor. De ahí que sea importante recordar que el narrador sigue siendo parte de la ficcionalidad que el autor nos pone en evidencia y, que en ocasiones, como juego literario, se nos presenta de tal manera, que genere una especie de “trampolín de dudas” que no podríamos justificar puesto que identificar la verdadera razón que el autor tenga del porqué de esta estrategia, es poco probable saberla».

Pero ¿de qué va El hablador? veamos esto tratando de no espoilear la trama. José Andrés Rivas en un artículo titulado «El hablador de Mario Vargas Llosa: Querer escribir como hablo» analiza aspectos narrativos de la novela y menciona que:

En la novela hay dos narradores: uno de ellos se identificaría con el propio novelista y el otro sería un «hablador», un narrador ambulante de la tribu machiguenga. La intervención de ambos narradores es clara y ordenada: a cada uno de ellos le corresponde un capítulo o parte del relato. Los relatos se alternan. El narrador «civilizado» abre y cierra el libro. El narra las partes I, II, IV, VI y VII; el machiguenga, las tres restantes. Los relatos del «hablador» quedan entonces enmarcados, no sólo por estar en medio de los textos del «civilizado», sino por el usual juego de «cajas chinas» de la narrativa de Vargas Llosa: el narrador blanco cuenta su historia, pero en función del «hablador» machiguenga; el indígena, en cambio, cuenta la historia de los mitos, costumbres y creencias de él mismo y de su propia gente, ignorante de la presencia del otro narrador. El «civilizado» engloba al machiguenga; éste, sólo a su propio mundo.

Más adelante añade: «La estructura profunda de la novela no es la suma de ambas partes y el englobamiento por lo racional. Esa es sólo la apariencia exterior. La estructura profunda surge de la desaparición de las fronteras; del traslado de uno a otro territorio: el del permanente proceso del viaje».

Por otra parte John J. Junieles escribe en la revista literaria peruana El hablador, «En una primera lectura, critica la manera en la cual las sociedades modernas descalifican o atacan las tradiciones propias de pueblos, alejados de las leyes que éstas se han impuesto. Y es que esto último no es una razón válida para juzgar de manera arbitraria las costumbres y reglas que rigen los sistemas y modos de comportamiento propios de estos pueblos, mucho menos cuando el conocimiento de ellos resulta, muchas veces, deficiente y casi nulo para entenderlos de manera adecuada. Una segunda lectura brinda la posibilidad de entender el conflicto sociopolítico que quiere representar el texto, ya que el trasfondo del mismo nos lleva a pensar en la inminente desintegración de los nexos culturales entre las diversas sociedades. El hecho de ser diferente lleva a un desplazamiento social o a una lucha en contra de esa diferencia. De igual manera, la política social y de protección para los pueblos que no forman parte del poder dominante en una nación, llevan a que se les quiera reemplazar sus creencias, sus costumbres y sus ritos de acuerdo al pensamiento hegemónico o quienes “poseen” un alto grado de “civilidad”».

Luis Hernán Castañeda, escritor y crítico peruano ahonda en el tema de narrador y narración y escribe: «La novela encarna la problemática del acto de narrar en el vínculo que se establece entre el escritor y su criatura estelar, el narrador (un narrador-personaje, en este caso). Tenemos, entonces, a un primer narrador ficcional que imagina a un segundo narrador, y además le explica al lector cómo y por qué lo imaginó. La “ficción dentro de la ficción” inaugura una lógica de cajas chinas en la que se torna visible la fuerte vocación autorreflexiva de El hablador, un rasgo que dentro de cierta línea crítica ha motivado su caracterización como novela posmoderna».

Finalmente no me queda más que recomendar enfáticamente la lectura de esta novela. En lo personal cuenta con uno de los párrafos de inicio que más me han cautivado de entre las obras de MVLL, y la narración del propio hablador es una inmersión profunda en el mundo y la cosmología machiguenga. Suerte con la lectura.

El camino de la noche (Into the night)

A esta nueva serie la tenía pendiente de ver ya hace unos meses y hasta que por fin le llegó su momento. Into the night —Hacia la noche, en traducción literal o El camino de la noche, como le han titulado en Netflix— es una serie belga estrenada el pasado mes de mayo a la que creo vale la pena darle una oportunidad.

En setiembre del 2019, Netflix anunció que había ordenado la producción de la serie con una temporada de 6 episodios. La serie es creación de Jason George (productor en Narcos, 3ra temporada) quién también ejerció como productor ejecutivo junto a Tomek Baginski y Jacek Dukaj. Además contó con el apoyo de la productora Entre chien et loup. Posteriormente se confirmó al reparto, conformado por Mehmet Kurtuluş, Astrid Whettnall, Pauline Etienne, Bebetida Sadjo, Laurent Capelluto, Alba Bellugi, Nabil Mallat, Regina Bikkinina, Vincent Londez, Jan Bijvoet, Stefano Cassetti, Ksawery Szlenkier, Yassine Fadel, Laura Sepul y Nicolas Aleshine. (Info de Wikipedia).

Acá el trailer:

La premisa de la serie es simple: la luz solar está matando gente, si quieres vivir hay que permanecer en la noche. La solución que encuentra un tipo es piratear un avión y obligarlo a volar siempre bajo el manto de la noche. De alguna manera recuerda en lo más básico de la idea, aunque los planteamientos y desarrollos sean diferentes, a películas como Snowpiercer o incluso Speed.

La inspiración para la serie está en la novela The Old Axolotl del polaco Jacek Dukaj, pero aparentemente sólo en el concepto de partida pues la novela según leo tiene otra trama: «Radiación tipo radiación por neutrones proveniente del cosmos golpea la Tierra, matando instantáneamente a todos los organismos vivos en un hemisferio; a las personas del otro hemisferio les queda un máximo de 12 horas, y algunas de ellas logran usar dispositivos de juego para neuroescanearse a si mismas en imperfectas copias digitales. Después del Exterminio, la única forma de que los transformados se sientan de nuevo como humanos es usar varios mechas y robots como sus «cuerpos de acero». Este es el inicio de un nueva humanidad y de una nostálgica odisea de 300 años de Bart, el último especialista en hardware de un mundo en el que «solo queda el hardware»».

Regresando a la serie, dado que los capítulos son cortos se ven con mucha facilidad. Pero además la acción y el suspenso no demoran nada en empezar. Luego de un pequeño instante al principio de cada capítulo donde conocemos un poco de algún personaje en los días o momentos previos al vuelo, el ritmo de la serie se mantiene en alto y no decae. Bueno, quizás solo un poco al final del tercer capítulo, o eso fue lo que me pareció.

En Espinof comentan: «Aquí lo que importa es que sigan sucediendo cosas y tener al límite a los personajes. Esa fórmula podría volverse rápidamente redundante, pero George [Jason George, el creador] sabe manejar bastante bien la información que nos va dando de los personajes para que nuestra perspectiva sobre ellos vaya cambiando. No por casualidad cada uno de los seis episodios está titulado con el nombre de uno de ellos, siendo entonces cuando se indaga algo más en su pasado, pero sin estructurar el episodio completamente alrededor de ello. Son pequeños detalles enriquecedores en mayor o menor medida y siempre integrados en la necesidad de que no haya parones».

Mondo Sonoro analiza un poco al elenco de personajes: «En el avión encontramos el típico grupo heterogéneo de personas, como en las fotos de los libros de inglés del colegio: un piloto mediador, un católico moralista, un turco buscavidas, una militar pasando por una mala racha, un ruso anciano con su cuidadora de raza negra, un militar italiano autoritario… Este crisol de personalidades es el vehículo perfecto para que “Into The Night” no sea solo una serie entretenida sobre un grupo de personas luchando por su supervivencia y asumiendo dejar lo que querían atrás, también es una alegoría –obvia, eso sí– sobre la sociedad y las dificultades que tenemos para entendernos por venir de backgrounds diferentes y cómo las profesiones y los roles que hemos asumido socialmente nos determinan y nos convierten en personas muy diferentes las unas de las otras».

Pero la gente del diario español La Vanguardia no quedó muy convencida con el tratamiento de personajes: «Es una serie que considera, de hecho, que cualquier detalle arbitrario (y conveniente) te redondea un personaje. De repente un personaje te puede decir que vendió un riñón y te quedas estupefacto por ese dato inverosímil y ridículo que servirá en algún momento para justificar su mala condición física. Y cada inicio de episodio muestra un poquito del pasado de los pasajeros, copiando el esquema de Perdidos [Lost], pero esa información es tiempo desperdiciado: ni te cambian la percepción de ese personaje, ni ayudan a construirlo, ni te rompen los esquemas».

Los de Seriépolis también ponen algunos reparos a la serie pero el resumen parece positivo: «Into the Night sigue siendo muy eficaz y fácilmente consumible para los suscriptores de Netflix. Podría haber reclamado un poco más de ambición narrativa, en particular en torno a la psicología de sus personajes y su caja de misterio, siendo más riguroso sobre sus muchas inverosimilitudes. Lo que queda es una temporada muy adictiva, sólidamente producida y energética, fuertemente desalentada a los avifóbicos».

El Youtuber enclaquetados también señala errores pero con un balance favorable:

De mi parte añadiría que sí, a pesar de algunos detalles o inconsistencias que se mencionan en las reseñas enlazadas, y que no me convencen mucho, recomiendo Into the night sobre todo por la virtud de ser corta y lo bien utilizado que ese poco tiempo está. El casting me pareció un punto favorable también, y aunque son rostros desconocidos para mi, asumo que varios de esos actores deben tener buenas trayectorias en sus países de origen.

En cuanto a la veracidad de la premisa básica que varios critican, pues si bien es cierto no se explica completamente qué es lo que sucede, no creo que sea necesario tampoco, de hecho el sol puede matarnos de varias formas, así que tan boba no es la idea. Y en cuanto a la construcción de personajes, no es algo que me preocupe demasiado, es decir, en la vida real nos cruzamos e interactuamos con muchas personas de las que no sabemos nada, por tanto, ¿por qué debería importarnos en una serie que es de entretenimiento?

Los que ya la vieron sabrán que el último capítulo de la serie tiene un final más que abierto y totalmente encaminado a una segunda temporada. La buena noticia es que ya se confirmó que habrá dicha segunda temporada, y con ella sabremos el destino de cierto personaje, además del de todos los demás, y conoceremos a los nuevos. ¡No dejen de verla!

QEPD Fernando Vial «Cachorro»

Fernando Vial «Cachorro» en 1985. Imagen de Niebla Electrónica utilizada bajo licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Leí la noticia al medio día de hoy: Fernando Vial, más conocido como Cachorro, había fallecido en la madrugada. Inmediatamente me transporté a inicios de los 80’s, una Lima distinta a la actual, una vida diferente. A mi casa llegaba mucha gente con discos para hacer copias a cassete, entre ellos un jovencísimo Fernando que era de los que más discos me traía. Se aparecía con discos (y a veces cassetes) de punk y new wave, pero sabedor de que yo le iba más al progresivo y al jazz fusión, me traía también longplays de esos géneros. Las consecuentes sesiones de grabación eran largas, Cachorro llegaba plan de 5 o 6 y se iba más de las 11 de la noche a veces.

Unos años después el curso de mi vida cambió y dejé de ver a mucha gente, no sería la primera vez que me pasaría. El problema con esto, y cualquiera que haya experimentado algo similar lo sabe, es que se hace difícil mantener amistades cuando tienes que transplantarte y quieres sumergirte en tu nueva vida. Nunca volví a ver a Cachorro luego de esos años previos a que formara Narcosis, sólo recientemente fue que retomamos contacto por Facebook.

Fernando Vial «Cachorro» en los 80’s. Imagen tomada de la página de Facebook Horrísona.

Pero bueno, el post no es sobre mi si no sobre Cachorro. Leidos los párrafos anteriores, sabrán que es poco lo que puedo contar sobre él en su faceta de músico. Pero otros amigos sí. Raúl, por ejemplo, cuenta cómo se hizo amigo con Fernando: «Comencé a investigar sobre el rock y a conocer amigos que amaban el rock como yo. Coleccionaba discos con mis hermanos y amigos, los compraba por la Av. Abancay en 1977 y había un señor que vendía en su carretilla vinilos, al frente de la Biblioteca Nacional. Ahí conocí a Cachorro (Fernando Vial) y nos hicimos amigos. Un día vino a mi casa porque mi papá había traído un disco de “The Beatles”, era una joya. Eso fue pretexto para que “Cachorro” viniera a mi casa y nos hiciéramos amigos hasta ahora.»

Los rockeros solemos ser coleccionistas, y en ese afán compramos, vendemos e intercambiamos material, difundiendo de paso lo que personalmente nos gusta, Fernando no fue la excepción. Roger Santivañez relata «Rafael Hurtado de Mendoza […] estuvo en la Primera Fiesta del programa “Diario Pop” [en Madrid] en la que se presentaron Siniestro Total, Décima Víctima, Radio Futura, Aviador Dro y Alaska & los Pegamoides. Las cintas de esta reunión junto a otras […] fueron las primeras de la movida que llegaron a Lima. Paul Hurtado de Mendoza, hermano de Rafael, fue quien las recibió. Esos preciosos casets fueron reproducidos por Fernando Vial, mejor conocido como el ‘Cachorro’, y distribuidos en los pocos puntos del centro de Lima donde se podía conseguir este tipo de música. Así fue como la movida española comenzó a propagarse como una fiebre por toda la ciudad».

Miguel Ángel Vidal recuerda cómo conoció al Cachorro: «recuerdo haber ido a la casa de José Eduardo Matute […] al entrar a la sala de recibo sonaba muy fuerte The Cramps. Era un long play que recién llegaba a sus manos, tal vez fue el año 84, me impresionó la música, pues era la primera vez que los escuchaba, era un disco que Cachorro había llevado, yo no conocía a Fernando. Cachorro estaba sentado en una esquina, hablando sólo lo justo, miraba las cosas con desdén, sin importarle mi presencia, creo que no me miró en absoluto (algo típico en aquellos tiempos y que no me incómodo) […] Luego de un rato se fue sin despedirse».

Pero dejemos el bla bla bla y pasemos a la música. En Youtube Rolly Necio II dice: «Único concierto grabado en vídeo de Narcosis en el ‘Súper Concierto Ave Rock’ de mayo de 1985, llevado a cabo en la Concha Acústica del Parque Salazar». Veamos:

En este documental pueden ver a Cachorro, además de a Pedro y a Daniel F.

Y acá Narcosis el 2014.

Por acá pueden escuchar una entrevista a Cachorro en agosto del 2016 para el programa radial Kuntur Rock. Por este otro lado hay una reseña de la presentación de la edición del vinilo de Narcosis, Primera dosis, en el 2011 si no me equivoco. Y los poemas perdidos de Cachorro por acá.

Para terminar dos sentidos homenajes en fotos, el primero de Iván Santos y el segundo de Piero Bustos.

Chau Cachorro. Compartimos tiempo y música, ¿qué mas se puede pedir?

Visitando la huaca Cao Viejo

Huaca Cao Viejo

En un viaje del 2019 a Trujillo aprovechamos para visitar la huaca Cao Viejo. Esta huaca es parte de los restos arqueológicos conocidos como el complejo El Brujo, al norte de Trujillo. En el lugar hay un museo de sitio donde se puede apreciar a la famosa Señora de Cao.

En el sitio web del complejo arqueológico El Brujo explican la importancia de esta huaca: «En los inicios de la era cristiana, los Mochicas comenzaron la edificación de la Huaca Cao Viejo. El lugar fue considerado un centro administrativo y ceremonial donde se tomaban las decisiones que modelaban la vida de los habitantes del valle de Chicama. Muchísimos años después, en 2005, el arqueólogo Régulo Franco descubrió que en este sitio se encontraba enterrado el cuerpo de una mujer a la que bautizó como La Señora de Cao. El descubrimiento hizo repensar el rol de las mujeres en las culturas precolombinas.«

«La Huaca Cao Viejo es una pirámide que los mochicas construyeron como una representación simbólica del mundo que habitaban. Las élites mochicas dibujaron en las paredes de este recinto su perspectiva sobre el origen y las constelaciones, los ancestros productores de la subsistencia agrícola y marítima, las divinidades o ancestros fertilizadores, los ritos propiciadores del mundo doméstico, el enfrentamiento humano y las ofrendas al ancestro mítico.»

En este primer video se aprecian algunos segundos del documental que se exhibe en el Museo de Cao.

A continuación unos extractos de la historia de Cao Viejo según el arqueólogo Lizardo Tavera Vega: «Cao Viejo inició su construcción alrededor del año 200 d.C. y estuvo en pleno uso hasta aproximadamente el año 700 d.C. A lo largo de estos cinco siglos de uso gozó de 7 remodelaciones que consistieron en, siguiendo una milenaria tradición peruana, construir sobre el antiguo edificio uno nuevo, tapando previamente el anterior (acción llamada «entierro ritual»), pero repitiendo estrictamente el modelo establecido.»

«Los arqueólogos del Proyecto Arqueológico Complejo El Brujo (Franco, Gálvez y Vásquez 2001) postulan que pone final a cada etapa constructiva un gran cambio climático llamado «El Niño» (ENSO), que causa torrenciales lluvias, desbordes de ríos y avalanchas muy destructivas. Ellos han encontrado las huellas que este fenómeno causa en las estructuras de adobe de esta pirámide. Los mochicas responden a este embate de la naturaleza remodelando la huaca, cambiando los motivos iconográficos que decoran los muros, enterrando ofrendas, desenterrando tumbas de ancestros, haciendo fogatas rituales y sacrificios humanos.»

En este otro video una explicación de la huaca en general:

Acá la historia del descubrimiento de la tumba de la Señora de Cao tal como lo cuentan en National Geographic: «Lo que más llamó la atención de los investigadores fueron ciertos elementos que detectaron en el patio y que habían sido quemados: madera, cerámica, agujas de cobre, pescado, figuritas de madera y cinabrio, así como vasijas, textiles, y ornamentos de plata y cobre dorado. Parecían indicios de que allí se ocultaba la tumba de un personaje importante de la élite mochica. Y, en efecto, la métódica exploración de los arqueólogos sacó a la luz las tumbas de cuatro individuos que flanqueaban la que parecía ser una tumba principal.»

«Los arqueólogos concentraron sus esfuerzos en este sepulcro, que tenía una estructura compleja. Cuando lo abrieron, el 15 de mayo de 2006, encima de todo apareció una gran vasija en forma de búho enterrada hasta el cuello. A continuación se encontraba una cubierta de caña sustentada por un relleno de adobe y tierra. Debajo, unas maderas de algarrobo desbastadas, a modo de vigas, servían para proteger el entierro. Alrededor de éste se habían dispuesto diversas vasijas. Finalmente, el 15 de mayo de 2006, ante la emoción de Régulo Franco y su equipo, se extrajo un fardo funerario intacto, que pesaba unos cien kilos y tenía una longitud de 1,80 metros. El fardo había sido colocado con la cabeza mirando hacia el sur, algo habitual en los enterramientos mochica. A la derecha del fardo descansaba el cuerpo de una joven de unos 15 años.»

«Durante seis meses, el equipo científico dirigido por Régulo Franco, la especialista textil Arabel Fernández y John Verano, experto en bioantropología, se dedicó a desvendar cuidadosamente el fardo funerario. Éste estaba formado por 26 capas de tela, entre las cuales se hallaron mantos cubiertos con láminas de cobre dorado y restos de algodón. Cuando los arqueólogos lograron retirar las últimas capas encontraron collares, diademas, coronas y 44 narigueras de oro y plata, algunas de ellas guardadas en estuches de tela. Junto al cuerpo había también dos cetros o bastones ceremoniales de madera forrados de cobre dorado, de 1,75 m de alto. Dentro del fardo se habían dispuesto también 23 estólicas o propulsores para lanzar dardos. Cuando los investigadores llegaron a las últimas capas de tela que cubrían el cuerpo se encontraron con la mayor sorpresa de todas: el cuerpo, que medía 1,45 metros, estaba perfectamente conservado… y era una mujer.»

Y bueno, a pesar que no se puede tomar fotos en varias salas del museo, la visita a la huaca y su museo de sitio esta superrecomendada, varias agencias de turismo la ofertan sola o como parte de un full day desde Trujillo.

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Trono de la Señora de Cao y paneles explicativos. . «En el año 2004 se realizó el hallazgo de un contexto funerario peculiar: un conjunto de cinco tumbas de las cuales resaltaba la más grande y profunda, que contenía el fardo de un personaje muy importante de la élite moche, la Señora de Cao. . Sin duda se trata de un hecho absolutamente inusual en la arqueología peruana, debido al sexo biológico del personaje, la presencia de un fardo inalterado por cientos de años, su extraordinario estado de conservación, y la cantidad de objetos asociados a su muerte. . La tumba, que habría sido construida a partir de la muerte de la Señora hacia los siglos IV y V, fue hallada dentro de este espacio ceremonial decorado con representaciones estilizadas de elementos propios de la cosmovisión Moche. . El fardo funerario de la Señora de Cao estaba compuesto por tres fardos sucesivos. Todo el conjunto medía 181 cm de largo, 75 cm de ancho y 42 cm de grosor; pesaba casi 120 kilos. Dentro de la tumba, el fardo de la Señora de Cao era acompañado por un individuo adolescente muerto por estrangulamiento, quien tuvo un tratamiento funerario mínimo en comparación al que recibió el cuerpo del personaje principal.» . Tomado de la web elbrujo.pe . . . . #Trujillo #igerstrujilloperu #cao #damadecao #museo #museum #museodecao #arqueologia #archaeology #viaje #trip #viajero #traveller #travelcouple #travelcouples #trujilloperu #viajesypaseos #viajerosporelmundo🌎 #mochileiro #mochilerosporelmundo #travelperu #perutravel #backpackerslife #viajeenpareja #travelpicsdaily #travelphotoblog #travelphotooftheday #travellerslife #viajerosperu #instatravellers

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¿Caerá Cristóbal Colón este 12 de octubre?

Estatua de Cristóbal Colón en la ciudad de Colón, Panamá. Imagen tomada de Wikimedia bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International.

Si uno anda atento a determinados círculos o grupos en las redes sociales habrá leido desde hace unos días una serie de cuestionamientos a la permanencia de las estatuas de Cristóbal Colón en las calles y plazas de diversas ciudades de Latinoamérica. Algunos van incluso más allá de los cuestionamientos y directamente llaman a su derribamiento.

Es evidente que la proximidad del 12 de octubre, cuando se conmemora un aniversario más de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas, es lo que ha estado exacerbando los ánimos. Ubaldo José Elles Quintana escribe en un blog del diario El Universal de Colombia: «Activistas de los pueblos originarios piden que lo que en Estados Unidos llaman Columbus Days o Día de Colón (Día de la Raza en América Latina), pase a ser el Día de los pueblos indígenas, aduciendo que la llegada de Colón a América marcó el inicio de siglos de genocidio de los pueblos originarios».

En el diario La Jornada de México reproducen el texto de la petición hecha en Change.org por los colectivos que convocan al derribamiento de la estatua de Colón: «Símbolos y monumentos erigidos por los vencedores, impuestos como historia patria, junto con la religión católica y el idioma español. No más. Asumimos como acto soberano el derribo de monumentos execrables y como homenaje a los millones de indígenas y afrodescendientes masacrados, nuestros ancestros. Honramos su memoria y su lucha. Desmaterializamos las versiones únicas de la historia y tomamos la palabra mediante una acción contramonumental y antiautoritaria».

Adelantándose a los hechos, las autoridades de la Ciudad de México procedieron a retirar la estatua de Colón el día sábado, según ellos para restaurarla «de forma profunda con el fin de preservar el patrimonio cultural y artístico que significa el complejo escultórico».

Si bien para algunos grupos derribar estatuas puede simbolizar un acto de justicia histórica, no todos lo ven así. En el diario colombiano el Tiempo entrevistaron al filósofo y autor de libros de historia, Enrique Serrano, sobre el tema del reciente derribamiento de una estatua de Sebastián de Belalcázar en una ciudad colombiana.

P.: ¿Qué podríamos decir que ganaron los indígenas del Cauca? ¿Están mejor que antes de tumbar a Belalcázar? ¿Los van a respetar más? ¿Van a afianzar su verdadera identidad? R.: Creo que ellos se sintieron reivindicados, pero lo curioso es que el resto no sabe qué pensar. Es decir, crearon una sensación de confusión que contribuye a la polarización de unos, que estarán de acuerdo, contra otros, que estarán en contra. No agrega nada, en un sentido explícito, ni en su propio beneficio, ni a la concordia nacional, que al fin y al cabo es de lo que se trata para vivir en paz. Como digo, sería mucho más pertinente e inteligente agregar personajes indígenas, no sé, destacarlos en la misma condición honorífica de los personajes hispánicos. Pero negar lo hispánico es una pasión autodestructiva.

Otras personas señalan las incongruencias y contradicciones de los grupos que propulsan el derribamiento de estatuas.

Y otros plantean alternativas:

En cualquier caso, esperamos que no corra sangre, ni mármol, el día de mañana.

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Leyenda negra, revisionismo histórico y fake news

Louise Glück – Premio Nobel de Literatura 2020

Este año la Academia sueca, luego de un escándalo y algunas premiaciones controvertidas, ha tomado una decisión que parece no molestará a nadie. La poeta norteamericana Louise Glück ha sido la adjudicada con el premio Nobel de Literatura, a decir de la academia «por su inconfundible voz poética que, con una belleza austera, hace universal la existencia individual».

Anoche, mientras revisaba listas de escritores favoritos al premio, me topé con su nombre en una de ellas y lo guglié para ver algo de su obra, pues me era desconocida. Encontré varios online y el que escogí para leer, por su relación con la mitología, era aparentemente simple. Sin embargo aunque tenía momentos interesantes, no me captó del todo, hasta el final, que me dejó reflexionando pues le da otro sentido a lo leido previamente. Acá pongo el enlace para que lo lean: Un mito sobre la entrega.

Hoy, ya conocida la decisión de la academia, abundan los artículos que nos dan la noticia, pero no tantos que aborden su obra. En El Tiempo de España citan a Manuel Borrás, de la editorial Pre-Textos, que ha publicado siete libros de Glück: «Podría decirse que el conjunto de su obra establece un diálogo permanente con los mitos de la antigüedad clásica y con la tradición literaria de Occidente [] su poesía es de apariencia sencilla, pero, en realidad, trascendente y de horizontes complejos. Son referentes en sus obras el paso del tiempo, la relación con la naturaleza y la vida familiar [] que destaca lo accesible y a la vez riquísima que es la escritura de la premiada».

En Aristegui Noticias además de recomendarnos cuatro libros de Glück y brindarnos breves muestras de los mismos, comentan: «Si algo distingue la poesía de Louise Glück (1943) es la constante duda alrededor de su lugar en el mundo. Por medio de un permanente diálogo con su entorno, la ganadora del Premio Nobel de Literatura plantea una poesía casi narrativa a través de la cual se filtra más que su experiencia, su forma de mirar la realidad».

En El Cultural escriben sobre los poemas de Glück que son: «sutiles, elegantes, inteligentes, ligeros (por lo que parecen frágiles), magníficamente construidos, clásicos (y no sólo por la frecuente aparición del mito) y modernos a la vez, privados pero habitables que, tal vez por eso, dejan en silencio a este lector, perplejo ante tan sabia como sencilla verdad; ante la asombrosa presencia de un mundo donde el matizado brillo de la luz importa tanto como la equilibrada oscuridad de la sombra». Y en otro artículo nos proponen varios poemas de para la lectura. Cosa que también hacen en Algunos libros buenos.

Una arista interesante de la obra de Glück es su trabajo sobre poesía. En la web Hablar de poesía reproducen un texto suyo del cual tomo este párrafo: «No hay, desafortunadamente, una prueba para la verdad. Es por esto, en parte, que los artistas sufren. El amor a la verdad se siente como un anhelo crónico y un malestar crónico. Si no hay una prueba para la verdad, no hay ninguna seguridad posible. El artista, alternando entre la angustia y la convicción férrea, tiene que depender de esta última para compensar el sacrificio de lo seguro. Afirmar que la verdad es el objetivo y el corazón de la poesía es relativamente fácil, pero decir cómo reconocerla o fabricarla es más difícil. La conocemos primero, como lectores, por sus resultados, una ráfaga súbita de asombro y estupor y terror».

 
 
 
 
 
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#historiadelasmujeres Louise Glück es la segunda mujer estadounidense que gana el Premio Nobel de Literatura, y es apenas la 16ª mujer en ganarlo. La anterior mujer estadounidense fue Toni Morrison, en 1993. Para Louise sus poemas «no perduran como objetos, sino como presencias». «Cuando lees algo que merece recordarse, liberas una voz humana: devuelves al mundo un espíritu compañero. Yo leo poemas para escuchar esa voz. Escribo para hablar a aquellos a quienes he escuchado», escribió la autora en «Proofs and Theories». ✨💜Buenas noches compañeras, leamos y démosle un poquito de solaz a nuestras almas en resistencia💜✨ #louiseglück #nobeldeliteratura2020 #poesía #nobelprize #nobelprize2020 #literature #poetry #sinfeministastamaulipasno #tamaulipasenresistenciafeminista #feminismonecesario

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Ahora que gugleo nuevamente encuentro que los resultados se han alterado y hay más poemas de Glück para leer. A riesgo de repetir algunos les dejo una selección de enlaces: Tres poemas que muestran cómo escribe Louise Glück, la Premio Nobel que le pide belleza al mundo, Cinco poemas para conocer a Louise Glück, Premio Nobel de Literatura 2020, Louise Glück, en cinco poemas, Cuatro poemas de Louise Glück, Premio Nobel de Literatura 2020, Louise Elisabeth Glück.

Y bueno, ya queda de cada quien investigar en la obra de la poeta y apreciar por si mismo su estilo y temas. Si nos gusta o no, finalmente, es subjetivo. En lo personal, una vida dedicada a la poesía es algo que para mi siempre merecerá respeto. La poesía no suele ser un género de best sellers o masivo, de hecho su editor en castellano comenta que de alguno de los libros de Glück que ha publicado no se han vendido más de 200 ejemplares.

Para terminar les dejo a la propia Louise Glück leyendo su poema titulado An adventure, de su (último) libro del 2014, Faithful and virtuous night.

Biblioteca El Manzano, fomentando la lectura en el Rímac

Niños leyendo en la biblioteca El Manzano.

El estado de las bibliotecas en el Perú no es el mejor, eso no es una novedad. Un informe de el diario El Comercio de hace más de un año sobre las bibliotecas públicas de Lima era bastante desalentador. El distrito del Rímac no escapa a este panorama. Hasta hace pocos años los lectores y estudiantes de la zona contaban con dos bibliotecas públicas, muy descuidadas si, pero siquiera activas. Sin embargo la de Ciudad y Campo fue cerrada luego, quedando tan solo la de la Av. Tarapacá.

Por esa razón cuando hace unos meses me enteré del nacimiento de una pequeña biblioteca en el Rímac casi que no lo creí, pero era cierto. En sus propias palabras la Biblioteca El Manzano es un «Espacio que promueve la lectura entre niñas, niños y adolescentes que viven en el condominio El Manzano del Rímac. Ellos tendrán a su disposición los libros que se encuentren en las estanterías y participarán en diversas actividades culturales».

En una nota para el diario La República el pasado mes de enero con motivo de la inauguración de la biblioteca, Minerva Mora Alvino, promotora de la Biblioteca El Manzano declaraba: “Si para nuestras autoridades la cultura no es una prioridad, para los vecinos sí”. Además agregaba que los padres también podrían acompañar a sus hijos, y que en su primer día, la biblioteca ofreció un cuentacuentos y un taller de origamis en el que todos diseñaron sus separadores de libros.

Y así continuaron realizando actividades y difundiendo el proyecto para llegar a más niños y que estos acudieran a la biblioteca, hasta que llegó la pandemia y la cuarentena. Entonces hubo que cambiar de estrategias pero siempre seguir adelante.

Para conocer más de esta biblioteca conversamos con Minerva Mora, periodista, editora y gestora cultural de la Biblioteca El Manzano del Rímac y esto fue lo que nos contó:

Juan Arellano: Minerva, cuéntanos cómo surgió la idea y cómo fueron las cosas hasta la llegada de la pandemia.

Minerva Mora: La idea empezó a gestarse hace casi tres años, pero en el camino siempre se presentaron contratiempos. En ese andar, tuve la oportunidad de viajar a Barcelona para estudiar una maestría sobre edición de publicaciones. Vivir en una ciudad que le abre los brazos a la cultura, que la comparte con todos, fue un gran golpe, porque si bien me emocionaba vivir esa experiencia de desborde cultural, me entristecía pensar que en el Perú nuestros niños y adolescentes no tienen las mismas oportunidades: ingresar a una biblioteca en su barrio y llevarse los libros que deseen a casa, participar en diversas actividades culturales en librerías, etc. Cuando volví, hace un año, decidí retomar mi idea. Convoqué a un grupo de amigos y familiares y empezamos a trabajar el proyecto en nuestro barrio, específicamente, en el condominio donde vivo, en un espacio de mi casa. Ahí nació la Biblioteca El Manzano.

Desde que activamos el proyecto, todos empezamos a difundirlo entre nuestras redes de amigos y familia. La respuesta que recibimos fue increíble. Todos los libros que tenemos son donaciones de familias con niños que ya leyeron los libros y ahora los quieren regalar para que otros niños los disfruten. Nosotros también hemos comprado libros para complementar las donaciones. En ese sentido, las redes sociales han sido un canal de visibilización del proyecto. También nos hemos nutrido de otras experiencias, como la de El Quijote en Puente Piedra, que tiene una hermosa biblioteca comunal. Hemos visitado bibliotecas de colegios para conocer y entender la dinámica de clasificación de libros y el proceso de préstamo.

Somos cuatro personas quienes sentamos las bases del proyecto. Giuliana Mora Alvino, mi hermana, es trabajadora social; Gabriela Martínez Guarniz es politóloga; Oscar Medica Ycaza es profesor, y yo soy periodista y editora. Hay muchas más personas que nos han apoyado en este proyecto, como mis padres que han cedido parte de nuestra casa para convertirla en biblioteca. Inauguramos la biblioteca el 25 de enero de este año. Empezamos con los niños del condominio -hay cerca de 200 familias- y poco a poco abrimos las actividades a niños de otras zonas del distrito. Organizamos cuentacuentos, lecturas de libros en voz alta, juegos tradicionales, talleres de origami, charlas con especialistas de otras especialidades, como odontología, pero siempre vinculábamos la actividad con alguna historia.

JA: Con la cuarentena y sus restricciones ¿Qué tuvieron que cambiar y qué desafíos encontraron?

MM: Han sido tiempos difíciles. Recién empezábamos, los niños se estaban acercando cada vez más a la biblioteca. Varios niños empezaron a leer con más frecuencia, cada semana leían un libro. Fue un duro golpe tener que cerrar la biblioteca cuando apenas estábamos empezando. Sin embargo, hay que ver oportunidades en las dificultades. Y así lo hicimos. Decidimos implementar un club de lectura virtual. La tecnología se convirtió en nuestra aliada. Convocamos a niños de 7 a 9 años para compartir lecturas, conversar y crear. De repente, nuestro club cruzó las fronteras del Rímac y llegó a otros distritos de Lima, incluso, a otras ciudades del Perú. Tenemos cerca de treinta niños de Lima, Tumbes, Tacna y Pasco.

Sin embargo, queríamos darles un plus a los pequeños, que no solo se quedaran con la historia, sino que conocieran, aunque sea un poquito, a quien la escribió. Así que cuando elegíamos un libro, pensábamos también en cómo contactar con el autor. En ese sentido, las redes sociales han sido nuestro medio de contacto con autores peruanos y extranjeros. Ya vamos seis sesiones y en cada una hemos tenido a autores y autoras geniales, que han dado su tiempo para grabar un video (cosa que no es fácil) dirigido a estos pequeños. En esos minutos, les han contado cómo nació la idea de su historia, quiénes son ellos y qué les ofrece la lectura. Entonces, de alguna manera, tratamos que cada sesión sea una experiencia única.

Nuestra siguiente fase de reactivación fue el préstamo de libros a domicilio. En este caso, nuestra prioridad son los vecinos del distrito. Queremos promover el hashtag #ElRímacLee, porque en estas semanas que llevamos activos, es lo que hemos visto. Las familias quieren leer, los padres sí quieren promover la lectura en sus hijos. El problema es que no hay espacios en el distrito que les brinden ese apoyo, esa orientación. Acceder a un libro para muchas familias es difícil, cuesta. Por eso, una biblioteca es vital en cualquier sociedad que desee crecer. Hasta la fecha tenemos más de 70 familias lectoras en el Rímac. Esperamos llegar a más. 

Sesión virtual con la ilustradora Issa Watanabe, hija del escritor José Watanabe.

JA: ¿Qué planes a futuro o ideas nuevas a implementar?

MM: Hay muchas ideas, pero debemos pensar también en cómo costearlas. Por ahora, estamos enfocados en que todo el Rímac conozca que existe una biblioteca en el distrito y que pueden acceder a ella de forma gratuita. Cuando la situación mejore, las puertas de la biblioteca estarán abiertas para recibir a los pequeños lectores. Hemos pensado en crear una biblioteca móvil para estar más cerca de las familias, pero eso será más adelante.

JA: Siempre se habla de que estamos mal en compresión lectora y promedio de lectura, ¿cómo crees que podríamos mejorar en esto?

MM: Necesitamos más bibliotecas. En nuestro distrito tenemos dos, o mejor dicho tenemos dos construcciones, porque son espacios desiertos. Una está cerrada desde antes de la pandemia, la otra apenas se sostiene. Necesitamos prestarles atención a las bibliotecas escolares. Cada institución educativa debería tener una biblioteca bien implementada por nivel de estudio. Las bibliotecas son espacios de encuentro, de intercambio de conocimientos, de descubrimiento, son lugares mágicos. ¿Cómo pensamos en mejorar los niveles de lectura, si los niños no pueden acceder a un libro? tener un libro es un lujo, cuando debería ser un elemento de primera necesidad.

JA: Comparado con otros países de la región el estado de nuestras bibliotecas es lamentable, las autoridades deberían ocuparse de esto pero no lo hacen, ¿qué alternativa ves?

MM: Las alternativas son las que vemos ahora: iniciativas de la población. Estamos cansados de esperar, de confiar en que las autoridades lo harán. Los vecinos, los ciudadanos hemos tomado la iniciativa. Mira el Proyecto El Qujiote, en Puente Piedra, con una hermosa biblioteca, bibliotecas familiares y pronto una radio comunal. Hace seis meses nació la Biblioteca de la Confianza y se ha expandido por diversas ciudades. Eso no estuvo en el plan de gobierno de ninguna autoridad, esa idea nació en un barrio y se regó como pólvora. Eso es lo que necesitamos, que estas ideas se rieguen como pólvora y enciendan el bichito de la curiosidad, sobre todo, en los niños. La Biblioteca El Manzano también forma parte de esas iniciativas que nacen del barrio, de la comunidad para la comunidad.

JA: La biblioteca tiene un público infantil, ¿han tenido pedidos para ampliarla a adultos?

MM: Sí, ya hay padres que me han preguntado por libros para ellos. ¡Eso es fabuloso! Que lleguen a casa con un libro para sus hijos y otro para ellos es una imagen realmente gratificante. Leer puede cambiarnos la vida. En nuestro catálogo de libros ya tenemos una sección para adultos que iremos alimentando poco a poco.

Sesión de lectura, Biblioteca El Manzano.

JA: Aparte de la donación de libros ¿cómo podría alguien apoyarles?

MM: Lo primero son libros en buen estado, que no les falten hojas, que no tengan garabatos en los textos, que no estén rotos. Siempre debemos ponernos en el lugar del lector, si aceptaríamos un libro en esas condiciones.

En este momento, el equipo que conforma la biblioteca cubre todos los gastos (internet, Zoom, impresiones de carnés). En algún momento realizaremos actividades y seguro contaremos con el apoyo de la comunidad.

Gracias Minerva.

Si desean saber más de la biblioteca El Manzano sigan su página en Facebook: Biblioteca El Manzano.

La importancia de los hallazgos en la Plazuela San Francisco

Los descubrimientos realizados recientemente en la Plazuela San Francisco siguen llamando el interés de la prensa y el público en general. Por el asunto de la pandemia y las restricciones no hay mucha gente curioseando por ahí, pero tuve la suerte de poder visitar las excavaciones y ver con mis propios ojos lo encontrado.

Felizmente el personal de la excavación muy atento y presto a responder cualquier pregunta, como por ejemplo los jóvenes arqueólogos Miguel Enríquez y Lea Rojas quienes me contaron un poquito sobre los fragmentos de azulejos que se vienen acondicionando para su posterior estudio.

Luego de tomar fotos y videos conversé con Harry Pizarro Anaya, Director del Proyecto de investigación arqueológica Plazuelas de Lima. Acá lo que muy amablemente respondió ante mi curiosidad sobre el tema.

Juan Arellano: ¿Qué expectativas se tenía cuando se inicio el proyecto?

Harry Pizarro: Teníamos bastante expectativa, dada la gran importancia de todo el espacio del complejo religioso de San Francisco y su plazuela dentro del conjunto de bienes patrimoniales del centro histórico de Lima, por tal motivo el espacio dado para trabajar se recibió con mucha buena predisposición y confianza en que iba a ser bastante productivo. Y a estas alturas ya se puede decir que las expectativas se vieron sobrepasadas largamente por los hallazgos realizados. Se pensó encontrar sólo las bases del antiguo muro pretil y alguna otra cosita más y hemos encontrado una iglesia completa, la antigua iglesia de la Soledad, enterrada con sus criptas y demás, una iglesia que desde mediados del siglo XIX había desaparecido de la memoria colectiva de Lima y de los mismos padres franciscanos y soleanos. Esto es una Lima subterránea que ha estado más de 200 años enterrada y la estamos redescubriendo, para la gente, para el turismo, para la historia.

Por cierto, hay que agradecer el apoyo de los hermanos franciscanos y soleanos, especialmente a los soleanos que por la proximidad de las excavaciones a su iglesia, nos bindaron un gran apoyo en temas logísticos y de acceso a la plazuela.

JA: ¿Esta excavación es un proyecto único o parte de un plan de investigaciones?

HP: Es parte de un conjunto de proyectos, está el proyecto de excavación en la llamada Muralla de Lima, está el proyecto del antiguo hospital San Andrés, también el del canal de Huatica y el de Maranga. Todos se encuentran en distintas etapas de realización e imagino que poco a poco se irá brindando información sobre ellos.

Excavación donde yace el piso de azulejos de la antigua iglesia de Nuestra Señora de la Soledad. Foto del autor.

JA: ¿Cómo les afecto la pandemia y cómo la enfrentaron luego?

HP: La pandemia nos paralizó el proyecto desde el 15 de marzo hasta el primero de agosto y además tuvimos que dedicar un mes a trabajos de rehabilitación, dado que durante los meses de paralización el area de excavacion estuvo sin mantenimiento, pero ese tiempo por otra parte nos sirvió para diseñar distintos proyectos que en el futuro ejecutará Prolima.

Hablando de Prolima cabe señalar que la institución ha sido muy respetuosa del personal en este lapso de pausa que se dio, y nos brindó todas las facilidades para los protocolos anti contagio del virus que se tuvo que implementar.

JA: ¿Qué importancia le adjudicas a lo encontrado?

HP: Los hallazgos encontrados en esta primera temporada son de bastante importancia ya que nos ayudan a replantear y repensar nuestro pasado virreinal, cómo se fue renovando este espacio, cómo se fue transformando este sector tan importante para Lima, lo que se evidencia en la sucesión, renovación y clausura de iglesias, en la construcción de espacios públicos como la plazuela misma, y otros elementos arquitectónicos, que nos dan muchas luces sobre cómo estaba constituido el complejo de San Francisco desde finales del siglo XVI hasta inicios del siglo XVII, incluso mediados del siglo XVII.

Por otra parte también es importante para el ciudadano común y corriente, el vecino del barrio, pues ahí se puede hablar de la recuperación del espacio público tradicional para este ciudadano de a pie, además que al renovar la plazuela como se desea renovar se va a incidir positivamente en la identificación del ciudadano con su patrimonio y su herencia cultural. Por ejemplo, los habitantes de calle del jirón Amazonas, un grupo poblacional en el que a veces no se piensa como beneficiario de este tipo de proyectos, sin embargo ellos se detienen a mirar y preguntan con bastante curiosidad sobre lo que estamos haciendo y lo que vamos encontrando. Creo que es algo importante incluso para ellos, como alimento espiritual, cultural, del orgullo de ser limeño. Es parte del largo proceso de recuperación del patrimono para la gente y de apoyo a la creación de mayor conciencia e identificación con el entorno tan histórico que tenemos en esta zona.

Anteproyecto : Recuperación del espacio público de la Plazuela de San Francisco de Lima – PROLIMA

JA: ¿Qué anécdotas tuvieron durante la excavación?

HP: Bueno, la capilla de los azulejos fue la última área a excavar y para esto tuvimos que retirar un cañón de más de una tonelada a fin de poder intervenir. Nos demoró varios días lograr retirarlo. Este cañón estaba ahí desde los años 80 me parece y llamaba la atención de los visitantes, ahora formará parte de un proyectado museo de sitio. Otra anécdota fue que cuando era el cumpleaños de alguno de los arqueólogos del proyecto se les dejaba descubrir el piso de azulejos, parece algo nimio, pero es significativo.

Y no es una anécdota, pero está el tema de las criptas halladas que contienen restos humanos. Alguien nos preguntó «¿y por qué no los exhiben?», pero creo que hay que ser cuidadoso en esto. Si bien se está discutiendo cómo exponer las catacumbas, la capilla subterránea, todavía no hay una decisión tomada al respecto, si se va a tapar, si se le va a colocar vidrios, el ingreso por dónde va a ser, es algo que en todo caso ya lo verán los interesados directos y los especialistas en museografía, en conservación, en ingeniería, etc. pero por el momento estamos respetando el descanso eterno de las personas allí enterradas. Los padres franciscanos y soleanos seguramente tendrán algo que decir sobre esto también.

JA: ¿Hay alguna diferencia al hacer arqueología en la ciudad y en el campo? ¿o cuando se trabaja restos de miles de años?

HP: Existen diferencias claro está, no en las técnicas de excavación, ni en los metodos, si no en cómo articular todos nuestros hallazgos en un discurso histórico con el cual ayudamos en cierta forma a reescribir la historia. Un discurso que se ampara también en una investigación bibliográfica, una investigación de archivos y demás documentacion virreinal. El valor principal de todo esto es que la arqueologia histórica o urbana o la realizada en ciudades actuales, es una herramienta fundamental para futuros trabajos de restauracion y conservación.

Ya técnicamente hablando, la diferencia fundamental radica en el tratamiento de los vestigios, en sitios como Caral por ejemplo, los temas de conservación, de preservación de los diferentes muros y pisos, tienen que manejarse con mucho más cuidado ya que son elementos bastante frágiles, perecibles, en cambio en sitios como San Francisco los pisos estos de cal o de ladrillo y sus consecuentes recintos, capillas, iglesias, muchas hechas de ladrillo y tapial, tienen un factor de conservación que es mucho más beneficioso para el arqueólogo.

JA: Se ha hablado de que ya se cierra la excavación y se pasará a otra etapa, ¿en qué consiste esa otra etapa y cuánto tiempo tomará?

HP: La segunda etapa es la renovación de la plazuela, el proyecto por aprobarse incluye la peatonalización del cruce del jirón Ancash con Lampa, el retiro del cerco existente, que separa la plazuela de la calle, y fue algo muy en boga en los años 80 pues por el terrorismo nos enrejamos en toda Lima, casas, urbanizaciones, etc., la inclusion en la nueva plazuela de los vestigios arqueológicos de ocupaciones anteriores de las iglesias, especialmente de la Iglesia de la Soledad, y la restitucion del muro pretil que estuvo desde 1673 hasta 1871 aproximadamente, y que forma parte de la planificación que tenemos ahora, con la actual Iglesia de la Soledad, el actual convento de San Francisco, la actual iglesia de San Francisco y la Capilla del Milagro.

En cuanto al material encontrado vamos a pedir la custodia, para poder hacer un análisis total de cada uno de los azulejos, que es la principal evidencia material que hemos encontrado, y como parte de este análisis hacer distintos estudios, de historia del arte, estudios arqueométricos que es la composición de las arcillas, la procedencia. Luego donde sea posible se hará la restitución de los mosaicos y de los pisos. Un museo de sitio está contemplado también. Lo que no va a dar tiempo ya es a retirar el sello del pasaje que corre por debajo de la actual de la Iglesia de la Soledad y del cual se puede apreciar el arco de entrada.

Arqueología virreinal en la Plazuela San Francisco de Lima

Cuando hablamos de arqueología por lo general lo relacionamos a las culturas prehispánicas y no a lo ocurrido después de la llegada de los españoles a estas tierras, pero muchos restos de lo que fue Lima en sus años virreinales yacen en el subsuelo de la ciudad.

Plazuela y complejo religioso de San Francisco, Lima. Imagen de Diego Delso, tomada de Wikimedia bajo licencia CC BY-SA

Es bajo este concepto y en el marco de la implementación del Plan Maestro de Recuperación del Centro Histórico de Lima, que ya hace un tiempo la Municipalidad Metropolitana de Lima y Prolima empezaron a planear la investigación arqueológica de varios lugares específicos del centro histórico de Lima.

Uno de los sitios escogidos fue la plazuela de San Francisco, tradicional rincón limeño y lugar muy prometedor por su larga historia y la cercana existencia de catacumbas y supuestos pasajes secretos.

Con la pandemia y la poca afluencia de gente al centro de Lima no había trascendido ninguna noticia sobre las excavaciones realizadas, pero hace pocos días se dio a conocer los hallazgos encontrados. Así informó Andina:

La Municipalidad Metropolitana de Lima halló, en la plazuela de San Francisco, restos de la primitiva capilla de La Soledad, una cripta subterránea, el piso original de cantos rodados de la plazuela y restos del antiguo muro pretil o cerco perimétrico que rodeaba el convento de San Francisco.

El mencionado muro pretil estuvo coronado por 24 cruces de piedra de berenguela, traídas a lomo de burro desde Bolivia a fines del siglo XVII, todo un reto y un logro para esa época. La piedra de berenguela es un alabastro o piedra translúcida, y aún queda una en el atrio de la iglesia del Milagro.

Excavación con el piso de azulejos de la capilla encontrado a casi 3 metros de profundidad. Foto del autor.
Antiguo piso de la plazuela de San Francisco, aproximadamente 50 centímetros bajo el suelo. Foto del autor.

TVPerú por su parte conversó con el gerente de Prolima, Luis Martín Bogdanovich quien manifestó: «Se ha encontrado el antiguo piso original de la plazuela. Es un piso de canto rodado, presumiblemente del siglo 17, y que tiene una decoración muy ordenada y fitomorfa. Justo en este espacio está el cimiento de lo que fue originalmente la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, que hoy está ahí, y que es resultado de la remodelación total que se hizo del Conjunto Monumental de San Francisco, hacia 1670».

Cabe recordar que el complejo religioso alrededor de la plazuela San Francisco está compuesto no por una sino por tres iglesias y un convento. Según Wikipedia: «Los edificios del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, de portada neoclásica; el propio Convento de San Francisco, de fachada barroca, la Capilla del Milagro, de frontis neoclásico; son los que conforman este maravilloso conjunto monumental».

Por otro lado, el historiador Juan Luis Orrego Penagos nos cuenta en su blog una historia sobre los orígenes de la plazuela:

en 1602, el guardián del convento de los franciscanos, fray Benito de Huertas, pidió licencia al Cabildo para ampliar el cementerio y así convertir la placeta en un lugar más vistoso para la ciudad. Sin embargo, las peticiones de los franciscanos tropezaron con las protestas del capitán Juan de Vargas y Venegas (casado con Elvira de Ribera y Alconchel, hija del primer alcalde de Lima, Nicolás de Ribera) quien, según Juan Bromley, “manifestó que la plazuela fue hecha a costa de la hacienda de su abuelo y del padre de dicho capitán. Agregó que en ella se solían hacer fiestas, juegos de cañas u de toros y que por caridad se les permitió a los religiosos franciscanos que tomaran parte de la plazuela para formar el cementerio; y que con lo que se pretendía ejecutar desaparecería la plaza con perjuicio público”. Al final, se impusieron los intereses de los franciscanos y el cabido cedió. Más adelante, en 1670, la plazuela, que ya contaba con su pila al centro, fue empedrada para mejorar su limpieza y el ornato de aquel sector de la ciudad. También sabemos que este lugar sirvió para presenciar los autos sacramentales escenificados en el atrio de la iglesia; aquí funcionó, finalmente, no solo un mercado de abastos sino también el más importante mercado de venta de esclavos negros durante el Virreinato (los vendedores de esclavos levantaban un tabladillo para “exhibir” a los negros bozales o ladinos).

Finalmente los dejo con otro video, en este caso de la Municipalidad de Lima, donde el ya mencionado gerente de Prolima, Luis Martín Bogdanovich brinda mayor explicación sobre lo encontrado.

Si les interesó la publicación seguro querrán leer esta otra: La importancia de los hallazgos en la Plazuela San Francisco, donde entrevisto al Director del Proyecto de investigación arqueológica Plazuelas de Lima sobre los descubrimientos arqueológicos realizados.